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A. La gracia de tenerlos en sus prisiones. Los filipenses apoyaban a Pablo, estando aún en la cárcel. B. La gracia de tenerlos en la defensa del evangelio.
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SENTIMIENTOS SUBLIMES ENTRE LÍDERES E IGLESIA Filipenses 1:7-8 Por Paco Jiménez Usado con permiso Es asombroso notar los sentimientos sublimes de amor que se pueden dar entre los miembros de una iglesia y sus líderes (fundador, misionero, anciano, “padre espiritual”). Estos sentimientos tan fuertes no son meramente humanos; son sobrenaturales porque brotan del amor de Jesucristo (1:8). Hay dos condiciones para que se den estos sentimientos de amor entre la iglesia y sus líderes. Que Dios haya “comenzado la buena obra en vosotros”, [en los líderes y en los hermanos (1:6)] Tres señales que Dios comenzó la buena obra en alguien al estilo Lloyd-Jones: 1. ¿Experimentas un creciente odio hacia el pecado? 2. ¿Tienes un creciente anhelo de santidad? 3. ¿Te preocupas cada día más agradar a Dios y complacerle? Que ambos (líderes y hermanos) “sean participantes de la gracia del Señor” (1:7) La gracia es el favor inmerecido que Dios ha concedido a los cristianos. Incluye tanto la salvación gratuita como su fiel cuidado por nosotros en esta tierra. Nosotros también aprendamos de Pablo y de los filipenses que los sentimientos de amor en una iglesia brotan de la participación mutua en la gracia de Dios y en el amor de Jesucristo. I. LOS SENTIMIENTOS SUBLIMES QUE DEBEN EXISTIR EN LA IGLESIA (7-8) A. Confianza. “como me es justo sentir esto de todos vosotros” 1. Justo, dikaios.- lo acorde a la voluntad de Dios, lo que es justo, recto, bueno, lo correcto, lo íntegro. 2. Sentir, fronein.- tener los mismos sentimientos, interesarse en alguien, pensar de cierta manera de alguien. Ya vimos en (3-6) que Pablo sentía por los filipenses gratitud ante Dios, y confianza plena de que ellos eran de Dios y que él completaría su obra en ellos. 3. Estos sentimientos eran para cada miembro de la iglesia sin excepción. B. Amor de corazón. “…0s tengo en el corazón” 1. Es una expresión de comunión íntima y sublime. 2. Corazón, kardía.- ser interior, que incluye la mente, los deseos, las intenciones, la voluntad, etc. Se puede decir que el corazón es el centro de nosotros. C. Amor genuino. “… Dios me es testigo de cómo os amó a todos vosotros” 1. Dios me es testigo, martus.- testimonio, evidencia, prueba. 2. De cómo os amó, epipoto.- desear, añorar, anhelar profundamente, deseo ardiente, añoranza, ansiar, anhelar. D. Amor como el de Jesucristo. “… con el entrañable amor de Jesucristo” 1. Entrañable, de splanjna.- lit. se refiere a los órganos físicos de los intestinos. Algunos piensan que se refiere a las entrañas maternales, que se suponía eran la sede de la ternura y de la compasión. Es como si Pablo les dijera los anheló con la misma ternura de una madre. 2. Amor de Jesucristo. Es como el amor que brota de las entrañas de Cristo por sus amigos (Jn.10:11; Ef. 5:25; Ap. 1:5).

E. Reflexión. ¿Alguien, aparte de Cristo puede amar así; es posible? Sí es posible sólo cuando ese alguien conoce verdaderamente a Cristo. Recordemos cómo era Saulo hacia los gentiles cristianos antes de su conversión (Hch. 9:1; 26:11) y cómo después de conocer a Cristo los pudo amar de esta manera “sobrenatural” . Aprendamos amar así tú y yo por medio de Cristo el que comenzó la buena obra en nosotros y nos ha hecho participantes de su gracia. II. LA GRACIA ES LA FUENTE DE ESTOS SENTIMIENTOS DE AMOR (7) Este afecto especial de amor entre Pablo y los filipenses tiene una explicación y ésta es la gracia. Pablo y los filipenses estaban unidos por la gracia en la cual eran participantes, sigkoinonos.- relacionado con koinonía, comunión, participar, compartir. Y era el favor de Dios derramado en ambos lo que los hacía solidarios en este amor. A. La gracia de tenerlos en sus prisiones Los filipenses apoyaban a Pablo, estando aún en la cárcel. B. La gracia de tenerlos en la defensa del evangelio Los filipenses junto con Pablo defendían el evangelio de los ataques externos. C. La gracia de tenerlos en la confirmación del evangelio. Pablo y los filipenses consolidaban a los hermanos de la iglesia en el evangelio para que nadie los desviara y fructificaran en él. D. Reflexión. Estos eran los lazos de la gracia que unían a Pablo y a los filipenses para tener un amor de esta magnitud. Sí queremos un amor así con los líderes y con los hermanos, debemos participar con ellos de esta manera en la gracia porque si no es así no se dará este amor. CONCLUSIÓN: ¿Qué elementos son indispensables para que en esta iglesia se dé este tipo de sentimientos de amor con los líderes y los miembros de la iglesia y entre todos los hermanos? ObreroFiel.com – Se permite reproducir este material siempre y cuando no se venda.