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semblanza de un sacerdote y maestro

Triduo Pascual, y el Canto del "Exultet" (Pregón Pascual), "en la noche más hermosas de todas las noches". Otro tanto pasó con los Cursos en el Instituto de.
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SEMBLANZA DE UN SACERDOTE Y MAESTRO

Era el año de 1950, "Año del Libertador General San Martín". Habíamos llegado a La Plata con mi madre para radicamos aquí tras la muerte de mi padre, en el barrio de la Parroquia "San José", en la calle 4 casi 64. Muy pronto los chicos me recibieron como uno más del grupo y me invitaron a jugar al "fútbol" con un grupo de la Parroquia. El "Padre Ferreira" hacía unos seis años que era su Párroco. Muy pronto ingresé al grupo de "Aspirantes" de la Acción Católica. Nuestro "Delegado" era el joven Giusso, entonces estudiante de Filosofía y Letras, y había un joven de unos 18 años, a quien apodaban "Belli" Perera, que tenía un grupo llamado el "Pequeño Clero"y nos enseñaba a ser "acólitos". El Padre Pedro A. Pernas, el Padre Emilio Pouse ("Emilio" como quería que lo llamaban). Además, había dos "personajes" que integraban ese "elenco estable": Juan, el Sacristán y "Estanislada", el "ama de llaves" del Padre Ferreira. Además, estaba el "Salón Cine San José", con sus funciones dominicales de "matinée"que se llenaba con los chicos y chicas del barrio y del Catecismo, por las tardes y la función para mayores, a las 17,30 hs. Allí conocí a un joven sacerdote que celebraba Misa en la Parroquia: el "Padre" Ruta. La liturgia, como sabemos, se realizaba entonces en latín, que al principio no entendía. Pero pronto comencé a conocer y a pronunciar. Además había "Concursos de Acólitos" a nivel diocesano en la dilatada jurisdicción de entonces. Recuerdo que, en el Seminario "Menor" - como le llamaban entonces -, se realizó uno, en que el Primer Premio lo obtuvo un jovencito muy callado y estudioso: luis Ángel Tau, cuya principal fuente era Juan, el Sacristán, a quien algunos tuvimos como especial "maestro de acólitos" El Padre Ruta, a quien escuchábamos con tanta atención en sus sermones, siempre hablaba con nosotros y nos hacía conocer la importancia de los actos litúrgicos y nos marcaba las distintas partes, en sus detalles. Aquí, en San José conocí también a su querida mamá "doña Ana" y aquí también lo acompañamos, con lágrimas de esperanza, cuando fue llamada la casa del Padre. Y esta Parroquia fue también sede de numerosos cursos que él dictó. A partir de 1957 ingresé a la entonces "Escuela Superior de Periodismo" de la UNLP, egresando tres años después. Durante ese tiempo y ya en la JAC de San José, éramos habituales de la "Escuela de Dirigentes", en donde Monseñor Ruta nos daba sus inolvidables lecciones, con "El Misterio de Cristo" como libro de cabecera, junto a la Biblia de Mons. Straubinger.

Además en esos años, comenzamos una amistad que terminó en noviazgo, con quien es mi esposa, Gladys, que asistía a los Cursos de Catcquesis que dictaba Mons. Ruta en la sede antigua y a quien iba a buscar y acompañaba a su casa. Monseñor Ruta me preguntaba siempre, cómo iban mis estudios y cuando terminé de cursar, charlamos varias veces sobre la tesis que requería el título de "Licenciado en Periodismo". Pensaba entonces yo, en las publicaciones parroquiales del interior de la Diócesis que, él tanto conocía por sus viajes a los Círculos de la A.J.A.C., durante sus 15 años de Asesor Arquidiocesano. Pasó el tiempo y cuando la Acción Católica celebró sus 60 años, en 1991, era yo entonces Presidente de la "Junta Arquidiocesana de A. C." y tuve la oportunidad de invitarlo especialmente para concelebrar la Santa Misa en la Iglesia Catedral y luego, al ágape fraterno en el cual fue uno de los que cortó la torta de Aniversario. La Junta Arquidiocesana consideró entonces además, la colaboración para la Fundación "Santa Ana", como testimonio de agradecimiento a quien tanto le brindó, y que él empleó en la publicación de una de sus obras. En esa ocasión, me escribió unas líneas de agradecimiento personal y a la Institución y al mismo tiempo-, expresaba en ellas conmovido, el dolor por el fallecimiento de su gran amigo: Monseñor Lodigiani. A este otro benemérito sacerdote también me unió una particular relación, ya por "Caritas", en cuya "Escuela de Servicios Sociales" (otra de sus obras), dicté la asignatura "Derecho del Menor y la Familia" durante dos años, en reemplazo de su Titular, ya por el "Instituto San Vicente de Paúl" del que fui profesor por 25 años. El tiempo y siempre San José me tuvo unido a Monseñor Ruta, en semana Santa, por ejemplo, en que siempre tenía a su cargo las homilías del Triduo Pascual, y el Canto del "Exultet" (Pregón Pascual), "en la noche más hermosas de todas las noches". Otro tanto pasó con los Cursos en el Instituto de Teología, cuyo Salón de Actos facilitó para que expusiera una "charla" sobre "el Divorcio", solicitada por el Movimiento Familiar Cristiano, en ocasión de la reforma de la Ley 23.515 de Matrimonio Civil en 1987. A ello debo agregar los inolvidables Cursos en dicho Salón, de "Formación de Dirigentes" y los propios del Instituto de los que siempre fuimos constantes asistentes y más tarde, los realizados por la Fundación "Santa Ana" en el Salón de Actos de Obras Públicas y hasta los últimos, en el Salón de Aerolíneas de calle 51, que nos reunía, junto a sus amigos y escuchábamos siempre sus "lecciones" y su palabra cautivante, que contaba además con el

verbo de otros brillantes expositores, profesores del Instituto y miembros de la Fundación. Como no agradecer y recordar a las siempre admiradas y queridas "Chicas de la A. J. A. C" beneméritas profesoras que dedicaron su vida a acompañar la grande obra de de este Sacerdote platense con quien descubrieron y se entregaron a vivir "El Misterio de Cristo". Pero fue allí, -en San José -, en el mismo altar en que aprendí el sentido profundo de la Liturgia como expresión del Amor de Dios al hombre, por medio de su enseñanza, su bondad y su ejemplo. Allí en esta Parroquia que el amó tanto, concretaba él su profundo pensamiento teológico, expuesto por su corazón en la aspiración de su Plegaria: "Entrégame a los hombres, entrégame apóstol, Dador de Ti".

José María ALMADA