Romero y lo que todos piensan: “Messi, en Barcelona

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Viernes 11 de septiembre de 2009

FUTBOL

Las eliminatorias

Romero y lo que todos piensan: “Messi, en Barcelona, vuela” El arquero, antes de viajar a Europa, como la mayoría de los jugadores, lamentó el rendimiento de la Pulga uego de la penosa actuación del seleccionado albiceleste en Asunción, la mayoría de los futbolistas argentinos que actúan en Europa regresaron a sus respectivas ciudades adoptivas. Por la mañana, desde el aeropuerto internacional de Ezeiza, Juan Pablo Carrizo (Zaragoza), Fernando Gago (Real Madrid), Maxi Rodríguez (Atlético de Madrid), Nicolás Pareja (Espanyol de Barcelona), Lionel Messi (Barcelona), Lisandro López (Olympique Lyon), Gabriel Heinze (Olympique Marsella), Sergio Agüero (Atlético de Madrid) y Sergio Romero (AZ Alkmaar) partieron en un vuelo de Iberia. Mientras que, un par de horas más tarde, en un avión de Alitalia, viajaron Nicolás Burdisso (Roma), Diego Milito (Inter), Ezequiel Lavezzi (Nápoli) y Javier Zanetti (Inter). De todos modos, pocos fueron los jugadores que ensayaron explicaciones por la caída por 1 a 0 frente a Paraguay. Todos se mostraron serios y preocupados. Aunque hubo una frase del arquero Romero relacionada con el flojo rendimiento de Messi que dejó lugar para el análisis. “Messi, jugando para Barcelona, vuela. Lo veo desde Holanda por televisión. En la Argentina recibe la pelota en la misma posición que lo hace en su club. Pero quizá se trate de que cuando está en la selección lo marcan de a tres o de a cuatro. O quizá tenga que ver el césped, porque en Europa está siempre mojado y el juego es más rápido. En cambio, en América del Sur, el estado de los campos es distinto”, dijo Romero en radio La Red. Sobre la ubicación del equipo en la tabla de posiciones, el ex jugador de Racing afirmó: “No me preocupa ninguna tendencia negativa, porque le vamos a ganar a Perú y a Uruguay y sé que nos vamos a clasificar directamente”. Asimismo, se mostró conforme con su actuación ante Paraguay: “Atajar para el seleccionado mayor y para los juveniles son cosas muy distintas; ayer (por anteayer) me comían los nervios. Así y todo, este último partido me sirvió para demostrarme a mí mismo que puedo ser el primer arquero de la selección, que ese arco no me queda grande”. El Kun Agüero fue otro de los futbolistas que no esquivaron los micrófonos. El ex delantero de Independiente confió que el plantel quedó golpeado anímicamente luego del revés recibido en el clásico con Brasil: “Ese partido nos mató anímicamente. Quedamos muy mal. Después, sabíamos que Paraguay iba a ser un rival muy difícil y, después de la expulsión de Verón, todo se hizo más difícil. Pero tenemos que sacar los seis puntos que quedan como sea. Sigo confiando en esta selección y sé que vamos a entrar en el Mundial”. Por último, el Pupi Zanetti se limitó a dejar una frase, antes de despedirse del país: “Tenemos que tirar todos para el mismo lado y así vamos a revertir esta situación difícil. ¿Cómo lo veo a Maradona? A Diego lo veo entero”.

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Zanetti, en Ezeiza, antes de viajar a Milán

Romero con su mujer, Eliana Guercio

Tolo Gallego: “Sé que voy a dirigir a la selección” Américo Gallego, DT de Independiente, aventuró que la Argentina se clasificará para el Mundial, pese a todo. “A Bilardo le pasó lo mismo. Siempre pasan estas cosas”, dijo el Tolo. Y reconoció: “Sé que voy a dirigir a la selección en algún momento. Pero siempre se tiene que ganar algo, los méritos son importantes”.

// FOTOS D E M. AL F I E RI

Heinze, rumbo a Marsella

Fuerte autocrítica del defensor de Vélez

Domínguez: “No se salva nadie” La fragilidad defensiva fue uno de los puntos más alarmantes de la selección albiceleste durante los últimos dos desafíos por las eliminatorias, ante Brasil y Paraguay. Precisamente, Sebastián Domínguez, el hombre de Vélez Sarsfield que se presentó oficialmente en la Argentina en la caída 3-1 frente al equipo que conduce Dunga, es uno de los más cuestionados, pero ello no le impidió ser sumamente autocrítico. “El bajo rendimiento es grupal. No se salva nadie. Creo que coincidimos todos los jugadores en un momento bajo y eso dio como resultado el pobre rendimiento colectivo. Pe-

ro hasta donde tengamos chances de clasificarnos al Mundial vamos a pelear. Más allá de los nombres, lo que importa es que la selección esté en el próximo Mundial, como lo exige la historia”, dijo en radio La Red. Domínguez, además, se sintió muy frustrado por su actuación individual. “Fue una decepción muy grande mi rendimiento, lo reconozco. En Vélez tengo más de 20 partidos muy buenos y lamentablemente no pude plasmar lo mismo en la selección y así será difícil tener otra convocatoria. Pero no me arrepiento de haber estado. Ponerme la camiseta de la selección fue lo más lindo que me pasó”, dijo.

OPINION Eduardo Ahmar Dakno De la Redacción de LA NACION

Fantasmas ocultos detrás de Maradona Como en la cancha, frente a Brasil y ante Paraguay, Maradona volvió a equivocar el planteo. Eligió mal. Vio en la prensa un rival que no es tal. Identificó en los cronistas la razón de sus males y los de la selección. Agitó fantasmas contra los que pelea “desde los 15 años”. No habló, en cambio, de lo que siente sobre algunos de sus jugadores tras las dos últimas derrotas. Y está bien. No tiene porqué hacerlo público. Son sus códigos, no los del periodismo, que no echa técnicos ni tiene por qué enfrentarse con ellos. Sólo intenta reflejar la realidad. Informa, simplemente. Y cuando lo hace, irrita, sí. Molesta, por supuesto. Sobre todo cuando revela situaciones camufladas detrás de frases como: “La responsabilidad por la derrota es pura y exclusivamente mía. No me quejo de mis jugadores”. Textual de Maradona tras perder con Brasil. Son los mismos mensajes codificados de Julio Grondona. “Diego tiene las puertas abiertas para la selección”, aseguró en más de una oportunidad el presidente de la AFA. Y cuando Maradona las traspuso, rápidamente lo rodeó de un secretario técnico, Carlos Bilardo. Porque Grondona sabe que hubo un Diego jugador y hay un Maradona DT. Aquel que se elevó a la categoría de mito y este que los cracks del seleccionado de hoy están desnudando golpe tras golpe. “Hay que ser querido para ganar y no ser querido porque se ganó”, definió Marcelo Bielsa hace dos semanas, ante 300 empresarios en Chile. Nadie duda de lo que siente Maradona por la selección. No puede cuestionarse lo que ha dado y jugado por esa camiseta. A su manera, acaso la quiera como nadie. Dio sobradas muestras de ello. Y desde siempre. Una sola imagen sirve: la de su esfuerzo para no perder el estado físico corriendo sobre una cinta en la concentración de Trigoria, durante el Mundial 90, con el tobillo izquierdo hecho un pomelo y la zapatilla derecha recortada para dejar libre la uña del dedo gordo encarnada. Pero no es eso lo que la selección hoy reclama de Maradona. No es una actitud desafiante con la prensa. Es, simplemente, conducción. “No tenemos estilo de juego, no tenemos una dirección, no tenemos identidad. Esto no puede seguir así”, le espetó Thierry Henry, el capitán de Francia, al DT Raymond Domenech, según reveló esta semana Le Parisien. ¿Habrá en la Argentina algún jugador capaz de plantarse ante el entrenador en esos términos? ¿No deben ser esas, acaso, las cosas que Diego debe escuchar y que nadie se atreve a decirle? Grondona pensó en Maradona como una salida para la crisis de la selección. Ahora se debe estar preguntando si la selección es una salida para la crisis de Maradona... [email protected]