Respondiendo de Manera Bíblica a los Conflictos ¿Resolviendo conflictos o Reconciliación? Artículo escrito por: Rogelio Oliver Cuando hablamos de la resolución bíblica de los conflictos queremos decir la reconciliación de conflictos. El divorcio es resolución de conflicto pero no es la reconciliación. La división de una iglesia es resolución de conflictos pero no es la reconciliación. Aún podemos decir que la ira de Dios que se revela desde el cielo contra toda impiedad e injusticia de los hombres es la resolución de conflicto pero no es la reconciliación. La reconciliación no se trata de las buenas relaciones en general sino de la eliminación la enemistad. Es hacer de tu enemigo tu cuate. Implica la presencia de un pleito entre personas, que hay hostilidad entre las dos partes. La reconciliación remueve la enemistad y restaura la paz. La paz es la idea hebrea de shalom. Tenemos un sentir que el ser humano no va bien y anhelamos que las cosas sean como deben ser. Cuando las cosas son como deben ser, hay shalom. La fuente de la enemistad entre nosotros como seres humanos es la enemistad entre nosotros y Dios a causa del pecado. Colosenses 1:21 dice: “…en otro tiempo estabais apartados y erais enemigos por tener la mente ocupada en las malas obras…” Cuatro puntos claves en cuanto a la reconciliación en la Biblia. La reconciliación es obra de Dios. No podemos reconciliarnos a solas. Romanos 5:1-11 La reconciliación con Dios conlleva la reconciliación con los demás. Efesios 2:14-17. La reconciliación con Dios produce una nueva raza que se está reconciliado como pueblo de Dios. La reconciliación es cósmica. Colosenses 1:15-23. Dios está reconciliando todas las cosas con Él en Cristo. Nos incluye a nosotros y las relaciones entre nosotros. La reconciliación en el ministerio. 2 Corintios 5:11-6:2. Aunque la reconciliación con Dios esta hecha, la reconciliación entre nosotros que nos hace un nuevo pueblo sigue progresivamente como parte y fruto de la reconciliación. El llamado a ser reconciliado con Dios es a ya cristianos tanto como a los que no han aceptado a Cristo como su salvador. ¡Reconcíliate con Dios! ¡Vive la vida reconciliada! ¿Cómo es esta vida reconciliada? Hay una excelente descripción en Colosenses 3:12-17. ¡Pura vida! Adaptado de Pacificadores, Guia bíblica para la resolución de conflictos personales, Ken Sande, (ELA, Puebla, Mex, 3ª edición en español 2008).

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