Química perfecta en comedia filosa

o la Francesca da Rimini de Zan- donai; La figlia di Iorio de Alberto. Franchetti o la música de Honegger para su Fedra, entre muchas otras. Razón de más para ...
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espectáculos

| Jueves 26 de septiembre de 2013

Cine

Química perfecta en comedia filosa chicas armadas y pEligrosas (thE hEat, Estados Unidos/2013; hablada En inglés). ★★★★★ excelente. dirección: Paul Feig. guion: Katie Dippold. fotografía: Robert Yeoman. edición: Jay Deuby, Brent Whi-

te. música: Mike Andrews. elenco: Sandra Bullock, Melissa McCarthy, Demián Bichir, Marlon Wayans, Michael Rapaport, Jane Curtin, Spoken Reasons, Dan Bakkedahl, Taran Killam, Michael McDonald, Thomas F. Wilson. distribuidora: Fox. duración: 117 minutos. calificación: sólo apta para mayores de 13 años.

D

etrás de un título horrible y de un afiche al que llamar feo es ser muy benévolo, acecha una de las grandes películas de este año: Chicas armadas y peligrosas (o sea The Heat, o sea “La cana”). El director es Paul Feig, que saltó a las ligas mayores con Damas en guerra (Bridesmaids), una producción de Judd Apatow con guión de la protagonista Kristen Wiig y de la también actriz Annie Mumolo. Uno puede pensar que Feig tiene a su favor un poco de eficacia, otro poco de suerte y mucho de estar bien rodeado. Pero en Chicas armadas y peligrosas no está Apatow como productor y el guión de esta película es de la debutante en cine Katie Dippold, que tenía experiencia en series (MADtv y Parks and Recreation). Así que las dos últimas

películas de Paul Feig –no importa de quién sea el guión– son excelentes y comparten un tema: la amistad femenina narrada con las formas genéricas de la comedia romántica. Es decir: protagonistas de género femenino y películas del género comedia romántica en su variante centrada en la amistad femenina (a las del subgénero masculino se las conoce últimamente como bromance, por “brothers”, hermanos, y “romance”). Habría que encajar “sisters” en esa definición. O llamarlas, como antes, buddy movies. Damas en guerra proponía una variante de comedia de “rematrimonio” (una pareja se separa o corre el riesgo de separarse, pero finalmente se vuelve a juntar) pero era de “reamistad”. En Chicas armadas, nos

Bullock y McCarthy, dos actrices que brillan como amigas desparejas encontramos con la pareja despareja que recién se conoce y asistimos al nacimiento de una amistad en medio de una intriga policial en la que hay muertes, sangre, tiros, cuchillazos y malvados.

La combinación de comedia y policial –muy difícil de llevar a buen puerto– tiene en Chicas armadas un exponente extraordinario. La trama policial no es lavada: hay violencia y hay peligro verosímil.

fox

La comedia, los chistes y el humor físico no solamente no atenúan la violencia sino que la potencian. Y la comedia en Chicas armadas es de una velocidad y una precisión inusitadas: los diálogos tienen el filo

Cine

Pensamiento y acción hannah arEndt y la banalidad dEl mal (hannah arEndt, alEmania-francia-lUxEmbUrgo/2012) . ★★★★ muy buena. dirección :

Margarethe Von Trotta. guión : Pam Katz y Margharette Von Trotta.

fotografía :

Caroline Champetier.

edición :

Bettina Böhler.

música :

André

Mergenthaler. elenco: Barbara Sukowa, Janet McTeer, Axel Milberg, Julia Jentsch, Ulrich Noethen, Michael Degenl, Klaus Pohl. distribuidora : Alfa Films. duración: 113 minutos. calificación: apta para todo público.

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ntre los muchos méritos que tiene este arriesgado, laborioso y comprometido acercamiento a la vida de Hannah Arendt, tal vez el mayor haya sido el de hacer llanos y comprensibles para el gran público algunos de los grandes dilemas morales que atraviesan el pensamiento y la acción de la extraordinaria intelectual alemana. Semejante desafío forzó a Margarethe Von Trotta a hacer alguna mínima concesión: ciertas precisas situaciones no superan los límites del esquematismo y hay personajes que pueden estar retratados con algún trazo superficial. Pero no hay aquí voluntad didáctica ni espíritu de simplificación. Es muy posible, en cambio, que quien salga del cine lo haga dispuesto a indagar un poco más sobre los motivos que llevaron a Arendt a ir un poco más lejos que sus contemporáneos y hacerse preguntas que descolocaron a buena parte de los intelectuales de su tiempo. Von Trotta parece haber comprendido a la perfección que cualquier acercamiento riguroso a Arendt se impone desde el pensamiento, y por eso se esforzó (con la invalorable ayuda de su intérprete en la pantalla, Barbara Sukowa) por

encontrar la forma cinematográfica más adecuada de auscultar lo que pasa por la cabeza de una intelectual siempre dispuesta a correr riesgos por su renuencia (y renuncia) permanente al pensamiento rígido, inmóvil, inflexible. Esa voluntad aparece en los dos episodios elegidos por Von Trotta para marcar a fuego este atípico retrato fílmico. El primero es el juicio a Adolf Eichmann en Jerusalén, que Arendt siguió para la revista The New Yorker, del cual surgió tal vez su definición más famosa y controvertida (“La banalidad del mal”, conocida en 1963). El resonante episodio (recreado aquí con un admirable juego escénico entre el escenario ficticio de la trastienda y el auténtico testimonio de Eichmann mediante imágenes de archivo) rompió para siempre el fecundo vínculo que Arendt mantenía con gran parte de la comunidad intelectual judía de su tiempo, que jamás perdonó lo que entendió como una virtual exculpación de las responsabilidades de Eichmann en los espantosos crímenes del régimen nazi. El segundo, presentado mediante sucesivos flashbacks, resulta otra fuente de tensión muy bien aprovechada en el relato: el romance clandestino que Arendt

“Un coleccionista adora rotular”

Ed motta. El músico brasileño, dueño de más

de 30.000 vinilos, presenta hoy su último CD

La gastronomía y la melomanía, dos de los principales hobbies de Ed Motta, son el motivo por el cual la entrevista se atrasa unos minutos. Luego de un extenso almuerzo, el músico brasileño muestra orgulloso los discos que acaba de adquirir: Spinetta, Rubén Rada, Cuero y Alas. “Mi influencia mayor es mi colección de discos, mucho más que cualquier vivencia. Soy un músico formado y educado por los discos, me enseñan qué hacer y qué no hacer, son mis grandes profesores”, comenta el hombre que posee una colección de vinilos que supera las 30.000 unidades. AOR, su último álbum, funciona como una síntesis sonora y estilística de toda su obra. “El AOR (rock para adulto, según las siglas en inglés de “adult oriented rock”) siempre fue una gran influencia, de alguna manera engloba toda mi música. En este disco hay soul, funk y jazz; y los solos tienen una importancia muy grande, cuentan una historia junto con la música. Al terminar las canciones, me di cuenta de que era un disco de AOR. Me gusta mucho autorrotularme, no tengo proble-

mas con eso. Es que un coleccionista adora rotular”, dice el músico que se presenta hoy, a las 21, en Niceto Club, Niceto Vega 5510. En el show, como en el disco, contará con la colaboración de Dante Spinetta. “Va a ser la presentación del disco nuevo, sumado a músicas de otros trabajos, principalmente de los que fueron editados en la Argentina. Y para mí es muy honroso tocar con Dante porque, como yo me siento un poquito hijo de Spinetta, él es como mi hermano. Tenemos varias cosas en común, empezamos nuestras carreras muy jóvenes y somos latinoamericanos que tomamos como referencia la música afroamericana. Fue muy lindo crear junto con él y tenerlo en los conciertos; se siente el legado de Spinetta”. –En tus discos es difícil encontrar referencias directas a la música brasileña ¿por qué creés que sucede eso y cuáles fueron tus principales maestros? –La música norteamericana siempre fue mi influencia mayor, tengo un escuchar gringo de la música brasileña, no la escucho desde

mantuvo a partir de 1924 con Martin Heidegger (Klaus Pohl), marcado por diferencias casi irreconciliables desde el momento en que ella era judía y él, un extraordinario filósofo que miró con simpatía al nazismo en los albores de ese movimiento. Todo ese complejo entramado de interrogantes existenciales recorre la figura de Arendt, pero desde allí (y aquí radica el gran logro de Von Trotta) se contagia al espectador, que acompaña y sobre todo comprende a la protagonista cuando aparece sumida en largas cavilaciones y en los momentos en que resuelve pasar a la acción, encontrando a cada paso rechazos e incomprensiones, con la honrosa excepción de la incansable Mary McCarthy (Janet McTeer, notable), su mano derecha durante los años que pasó en los Estados Unidos. Esta etapa norteamericana, precisamente, es la que Von Trotta elige para exhibir la rica vida intelectual y personal de Arendt. En ese mundo de aulas, campus, libros, debates y clases magistrales magníficamente recreado en todos sus detalles desde la dirección artística de Volker Schäfer, la intelectual alemana desarrolla algunas de sus grandes ideas y las defiende ante sus detractores de un modo que no deja indiferentes a los interlocutores de su tiempo y a la vez interpela con fuerza al espectador de hoy. Nada de lo que se ve en Hannah Arendt nos resulta ajeno o superado por el tiempo, con una sola excepción: todo, absolutamente todo, se piensa y se dice con el infaltable acompañamiento de un cigarrillo.ß Marcelo Stiletano

adentro. Por supuesto que es parte de mi ambiente y, a partir de mi tercer disco, la incorporé un poco. Pero mi formación inicial fue con Earth Wind & Fire y Stevie Wonder. Tenía 7 u 8 años cuando tuve mis primeros discos, después descubrí el rock y dije “esto es lo único que me gusta”. Hasta que escuché Blow by Blow, de Jeff Beck, y volví al soul y al funk, redescubrí lo interesante que eran aquellos discos y volví a escucharlos hasta el día de hoy. A la hora de grabar, Steely Dan es mi Norte, mi estándar de sonido para mis discos. Cuando voy a un estudio que no conozco pongo el disco Aja para ver cómo suenan los equipos. Lo escuché tanto en mi vida que puedo evaluar todo desde esa perspectiva, es mi referencia máxima. Ya sea un saxo, una batería o un piano acústico, hay que ir a Aja para ver cómo fueron grabados. El hablar pausado y amigable de Ed Motta funciona como enmascaramiento de sus fuertes convicciones estéticas. Sobre la música actual, sentencia: “No me gusta. No me interesa mucho la música creada a partir de 1978, casi nada. Yo no manejo, ando en taxi y ahí es cuando escucho radio. La música de hoy no parte de la música, parte de otros elementos. Es innegable que la propuesta de McLaren con Never Mind The Bollocks, de los Sex Pistols, tiene eco hasta hoy, un eco relativista de la música. Después de él aparecieron personas que lo hicieron de forma genuina, pero también muchos farsantes”.ß Sebastián Chaves

Goku se enfrenta a Bills

diamond

Cine

Para fanáticos del animé dragonball z, la batalla dE los diosEs (dragonball z, battlE of gods, japon/2013, prodUcción animada doblada al Español) . ★★★ buena. dirección: Masahiro Hosoda. guión: Yusuke Watanabe sobre la serie de Akira Toriyama. música: Nurihito Sumitomo. dirección de arte: Hiroshi Kato. producción: Akira Toriyama. distribuidora:

Diamond. duración: 85 minutos. calificación: apta para todo público.

B

ills, el dios de la destrucción del séptimo universo (cada universo tiene uno) se despierta de un largo sueño de 39 años y nadie lo celebra más que Goku, el famoso alienígena saiyajín criado en la Tierra que ahora, cuando la infinitamente temible divinidad lo desafíe, tendrá un rival poderoso con el cual medir fuerzas. No le va a ir demasiado bien en un princi-

pio y tendrá que ingeniárselas para darse el gusto de enfrentarlo de dios a dios, ya se verá cómo. Así tiene que ser porque de eso de las terribles batallas que amenazan con la destrucción de la Tierra y de todo lo que el héroe debe afrontar para evitarlo, se tratan los episodios de Dragonball Z, la popularísima serie nacida del manga de Akira Toriyama, cuyos fanáticos han te-

y la musicalidad de una escritura precisa en boca de actrices encendidas, convencidas, nacidas para brillar en este género, y que además interactúan con una química que debería ser estudiada con detenimiento (y clonarla, para el bien del cine). Se gritan, se pegan, se detestan, señalan repetidamente la inutilidad de los hombres, se quieren, se repelen, se necesitan: ellas son una agente del FBI seria y reprimida y la agente de policía local de Boston más desaliñada, gorda y malhablada imaginable (altísimo grado de procacidad, presente). Sandra Bullock y Melissa McCarthy hacen del diálogo, de los modos de sus diálogos, una forma de hablar, y por lo tanto de pensar el personaje y de moverse. Chicas armadas propone una aproximación clara a la comedia: define a sus personajes desde las palabras y esa concepción es entendida a la perfección, con brillo y coherencia, por las actrices y por el director. Pero solamente con grandes personajes no se hace una gran película: Chicas armadas tiene un entramado –un planteo de acciones que se encastran con lógica– con una idea general: la película cuenta y cuenta, y a gran velocidad, y genera humor salvaje y corrosivo con la determinación de conseguir emociones genuinas: la risa principalmente, y también otras menos jocosas, a las que se llega con la compañía de una cantidad inusitada de carcajadas.ß Javier Porta Fouz

nido que esperar un tiempo que les habrá parecido igualmente excesivo para encontrar en los cines una versión del fantasioso animé con el que han crecido. La espera puede haber valido especialmente la pena, ya que en este caso se trata de la primera vez que el propio Toriyama se involucró directamente en la adaptación. Y además, si se tiene en cuenta el éxito arrasador que la película experimentó en Japón desde su estreno en mayo último, puede preverse similar reacción por parte de la extensa tribu de fanáticos argentinos del animé en general y de Dragonball en particular. En ellos, en los chicos y sobre todo en los que ya no lo son tanto, pero han seguido fieles a la franquicia (el manga se publicó entre 1984 y 1995) y a todo lo vinculado con ella hasta bien pasada la adolescencia, habrán pensado los realizadores. Y habrán acertado a juzgar por la ruidosa reacción de una platea expectante que bramó, celebró y aclamó desde mucho antes que comenzara la proyección y especialmente cuando Mario Castañeda, el actor mexicano que le ha puesto la voz a Goku en todos estos años, se hizo presente en una función avant-première realizada en el Cinemark Palermo el domingo por la mañana. Hubo aplausos, gritos, risas y toda clase de manifestaciones de aprobación durante la escasa hora y media de proyección, con los clásicos trazos de la animación japonesa, los colores estridentes, los fantásticos combates y los bombazos de la banda sonora que se esperaban. Un verdadero entendimiento entre el producto expuesto en la pantalla y sus fervorosos consumidores. La gran tribu, feliz. Todo un fenómeno. Claro que se trata de uno más merecedor del análisis de los sociólogos que del comentario de un cronista de cine.ß Fernando López

clásica

El estímulo de D’Annunzio Pola Suárez Urtubey —PARA LA NACION—

S

eguramente pocos literatos tuvieron tan estrecha y variada relación con la música como Gabriele D’Annunzio, que nació en Pescara hace ciento cincuenta años (en 1863) y murió en marzo de 1938. Y no sólo por todo lo que la vasta obra dannunziana inspiró a los creadores de su generación y de la siguiente, sino por sus propios intereses culturales y su actividad práctica. Es que algunos de sus trabajos, total o parcialmente, fueron llevados a la música, adaptados por él mismo o por otros autores, mientras inspiraron poemas sinfónicos o música instrumental, mientras que numerosas de sus poesías enriquecieron el repertorio de la música vocal de cámara. Ya en su juventud este poeta, novelista y dramaturgo visitaba en Roma no sólo ambientes musicales, sino que frecuentemente le dedicó parte de su actividad periodística, como crítico. Así, entre 1884 y comienzos del siglo XX aparecieron en La Tribuna artículos sobre óperas de Mozart, Halévy, Ponchielli, Verdi y Wagner. También el exaltado poeta de las Laudi del cielo, del mare, de la terra y degli eroi (1899), con sus construcciones

arcaicas y ese paganismo en el que las sensaciones y la exaltación de la belleza ocupaban un primer plano, tomaba posiciones en relación con El caso Wagner, de Nietzsche. Pero D’Annunzio tuvo una relación aún mayor con la música cuando en 1919 abordó, junto con los entonces jóvenes compositores Casella, Malipiero y Pizzetti entre otros, la iniciativa editorial de la colección Los clásicos de la música italiana, publicada en 36 volúmenes, mientras en 1923 participó, con Malipiero y Casella, en la fundación de la Corporazione delle Nuove Musiche, que pronto se convirtió en la sección italiana de la Sociedad Internacional de Música Contemporánea. *** Pero la relación de este escritor con la música se extiende aún más allá, puesto que en su obra se hace referencia a más de doscientos músicos y a géneros que lo ocuparon especialmente. Entre los más comprometidos se señalan las páginas sobre el Tristán wagneriano, sobre Wagner en general, o sobre Monteverdi, Benedetto Marcello, Bellini o Verdi. Se subraya asimismo el

impulso dado al culto de la música italiana instrumental de los siglos XVII y XVIII, pero asimismo su antiverismo, pese a cierta forzada colaboración con Mascagni. D’Annunzio exaltó a Wagner en cuanto a personalidad creadora, pero en cambio rechazó sus teorías sobre el drama musical. Durante su estada en Francia, hacia donde se dirigió en 1910 abrumado por las deudas, participó asimismo en su vida musical, pero al retornar a su país mantuvo fuertes lazos de colaboración con la llamada generación “dell Ottanta” y especialmente con Pizzetti, Malipiero y en particular con Ottorino Respighi, cuya sensualidad sonora y en especial su sentido de la Roma heroica y pintoresca le resultaban deslumbrantes. Quedan asimismo, más allá de sus propias intervenciones, la cantidad de obras musicales inspiradas en su creación, como El martirio de San Sebastián, de Debussy, o la Francesca da Rimini de Zandonai; La figlia di Iorio de Alberto Franchetti o la música de Honegger para su Fedra, entre muchas otras. Razón de más para que no se nos vaya este año sin recordarlo. Hasta el jueves.ß