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POLITICA

I

La crisis institucional

Miércoles 27 de enero de 2010

Consecuencias en la gestión económica

Pesce pone gente propia en puestos clave del Central El directorio desplazó a varios hombres de Redrado; Chodos y Ciganotto serían premiados FLORENCIA DONOVAN LA NACION Lo que era un secreto a voces, finalmente se materializó ayer. La nueva conducción del Banco Central (BCRA), a cargo de Miguel Angel Pesce, anunció varios cambios en las gerencias técnicas de la entidad con el objetivo de remover a los funcionarios que hasta entonces respondían al saliente Martín Redrado y armar una estructura propia. Asimismo, trascendió que el Gobierno podría premiar a dos directores, Gabriela Ciganotto y Sergio Chodos, nombrándolos vicepresidente del BCRA y vicesuperintendente de bancos, respectivamente. Pesce, que durante la tarde expuso ante la comisión bicameral del Congreso que trata la remoción de Redrado, llamó a última hora del día a una reunión de directorio en el BCRA. Allí se le hicieron algunos retoques adicionales al informe de inflación que, con una semana de atraso, se

La nueva conducción le hizo ayer más retoques al polémico informe de inflación, que se difundirá hoy difundirá hoy. También se definió remover de su cargo a Pedro Rabasa, el subgerente general de Economía y Finanzas, que había sido responsable del documento técnico que advertía sobre los riesgos de utilizar las reservas para el pago de deuda. El directorio decidió fusionar la subgerencia que estaba a cargo de Rabasa con la subgerencia general de Investigaciones Económicas, que lidera Jorge Carrera, quien concentrará a partir de ahora ambas funciones. Esta movida llamó la atención de varios funcionarios de línea (sobre todo, entre quienes respondían al ex presidente del BCRA), ya que Carrera es un economista que había entrado al Central de la mano de Redrado, a quien había acompañado incluso durante su paso por Cancillería.

Pero no tuvieron la misma suerte que Carrera Norberto Domínguez, subgerente general de Servicios Centrales; Santiago Eidis, subgerente general de Recursos Humanos, y Héctor Biondo, subgerente general de Sistemas y Organización. Las tres gerencias se unificaron, y Pesce tendría previsto poner al frente a un hombre del radicalismo, con quien ya había trabajado durante la intervención de la provincia de Santiago del Estero, al igual que en el área de auditoría del BCRA, donde reemplazó a Alejandro Presotto por Eduardo Daniel Prina, que hasta ahora estaba en el BICE, pero que también lo había acompañado en otras ocasiones. Además de los cambios en las gerencias, trascendió ayer que el Gobierno podría premiar a algunos de los directores más fieles con nuevos cargos. Tales son los casos de Gabriela Ciganotto, una contadora santacruceña muy cercana a Cristina Kirchner, que entró al Central después de ocupar la presidencia del Banco Nación, y de Sergio Chodos, el hombre de Boudou que fue en gran medida responsable de la estrategia detrás del Fondo del Bicentenario y que probó ser en las últimas semanas uno de los directores más radicalizados en la defensa de la causa kirchnerista. Ciganotto podría ser designada vicepresidente segunda del banco, mientras que Chodos iría como vicesuperintendente de Entidades Financieras y Cambiarias, por debajo de Carlos Sánchez, el santacruceño que ocupa la codiciada Superintendencia. Ambos nombramientos, sin embargo, requerirían un decreto del Poder Ejecutivo y luego deberían ser aprobados por el Congreso, tal como establece la Carta Orgánica del BCRA. Pese a los movimientos y las versiones de más cambios que podrían sucederse en los próximos días, la de ayer fue una jornada relativamente tranquila para el BCRA. El dólar cerró sin cambios a $ 3,83 y, en la licitación de letras, el Central logró renovar $ 1225 de los $ 1634 millones que vencían, además de recortar las tasas de interés en casi todos los segmentos. A 105 días, por caso, pagó 12,6 por ciento.

FERNANDA CORBANI

PRESIDENCIA

Cristina Kirchner pone su firma en el cemento fresco de una obra hecha por beneficiarios de planes sociales en Lomas de Zamora

“Quieren boicotearnos para que el país vuelva a endeudarse” La Presidenta insistió en la denuncia de un complot contra el plan de pago a los holdouts Con tono encendido, la presidenta Cristina Kirchner denunció ayer que hay sectores que buscan el fracaso del canje de deuda para que el país vuelva a endeudarse. “Buscan imponer una política de hambre”, dijo durante un acto de desarrollo social en Lomas de Zamora. “Siempre se sentaron ellos a negociar y cada vez que se sentaban, perdíamos. Cuando nos sentamos nosotros en 2005, fue la primera vez que la Argentina ganó en una negociación con la deuda externa. Ellos quieren que este canje fracase para volver a endeudarnos”, enfatizó. Para su nueva embestida contra los que se oponen a su política financiera usó un lenguaje arrabalero, poco habitual en ella. La presidenta Cristina Kirchner acusó hoy a los opositores de buscar que el país se endeude para mantener “acogotados con un collar y poder imponer una política de hambre” a los habitantes. “¡Minga hubiera sido posible hacer frente al pago de la asignación universal por hijo si no hubiéramos recuperado los recursos de las AFJP!”, sostuvo. Y añadió: “Nunca

la vamos a pifiar en la defensa irrestricta y absoluta de los intereses del pueblo. En eso no vamos a aflojar ni un tranco de pollo”. Cristina Kirchner llegó a Lomas de Zamora acompañada de su cuñada, la ministra de Desarrollo Social, Alicia Kirchner, en momentos en que se empezaba a debatir en el Congreso el futuro de Martín Redrado. Cada una de sus palabras pareció aludir a ese debate, cuyo trasfondo es la forma en que el país cubrirá este año el pago de su deuda pública. “Cada vez que la Argentina puede surgir como un país de producción, de exportación de valor agregado, de desendeudamiento, sin depender de lo que decían los de afuera, aparecen nuevamente los mismos de siempre, algunos tienen el mismo apellido que sus antecesores y otros vienen con nuevos nombres y ropajes”, argumentó. Y añadió: “Apenas se los raspa aparece esa cosa de negación del país de un desarrollo económico y social; por eso atacaron el Fondo del Bicentenario, porque permi-

Léxico presidencial Palabra muy usada ➽ ¡Minga! por el ex presidente Néstor Kirchner, que ayer adoptó la Presidenta para criticar a los que se oponen a su política financiera. frente. Pronunciado ➽ Pra “pa frenchi”, lo empleó para prometer que avanzará con sus ideas sin dudar. un tranco de pollo. Una ➽ Nimetáfora para reflejar la misma idea; que no dará marcha atrás con sus convicciones. Lo que, según promete, ➽ Pifiar. nunca hará cuando se trate de “defender los intereses del pueblo”. Forma en que, ➽ Acogotados. según ella, dejaron a los argentinos las políticas financieras de los predecesores del actual gobierno.

tía que el país siga creciendo”. Delante de un público formado mayoritariamente por beneficiarios del plan de cooperativas, dijo que no había llegado al poder para “caerles simpática a los poderosos”. Y explicó su teoría sobre los que se benefician con la eventual caída del canje de deuda y del Fondo del Bicentenario: “Tenemos 48.000 millones en reservas depositados en bancos extranjeros y ese dinero por año nos da 0,5% por cada 100 millones de dólares depositados. Si tuviéramos que pedir prestados esos mismos 100 millones hoy, por el riesgo país y por el default de 2001, la Argentina tendría que pagar tasas del 17, 18, 20%, y eso es lo que quieren”. La Presidenta insistió en que no cambiará su posición: “Más que nunca tengo la certeza de este camino y queremos seguir profundizándolo, adelante, pra frente, como dicen los brasileros”. Después recorrió el barrio y se divirtió poniendo su firma sobre cemento fresco en una de las obras cooperativistas en el barrio Villa La Albertina.

Los fondos buitre buscan frenar el canje ante la Comisión de Valores de EE.UU.

Pesce, anoche, después de su exposición en el Congreso

Cuestionan la veracidad de los datos y las medidas oficiales; piden que rechace el proyecto

Bajan el tono a una amenaza de Redrado

MARTIN KANENGUISER

Su defensa busca aclarar una polémica frase El juez federal Norberto Oyarbide sigue sumando casos delicados: en su juzgado recayó la denuncia del Gobierno contra el presidente del Banco Central Martín Redrado, a quien se le adjudicó haber dicho en un reportaje que conocía los nombres de “los amigos del poder” que habían comprado dólares. Los abogados del economista intentaron minimizar el debate, al decir que “nunca existió una amenaza” de difundir esa supuesta lista. La denuncia fue sorteada por la Cámara Federal y recayó en el juzgado federal Nº 7, de Oyarbide, que ya interviene en la denuncia que realizó Redrado contra el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, porque la policía no le permitió ingresar en el BCRA el domingo pasado. En esa causa el fiscal Luis Comparatore pidió, como medida previa antes de decidir si corresponde o no dar curso a la investigación, las actas que Redrado labró con un escribano cuando le impidieron el ingreso y las que labró la Policía Federal en la puerta del banco, además de una

copia de la resolución de la Cámara en lo Contencioso Administrativo Federal mediante la cual dispuso que la remoción de Redrado fuese tratada por el Congreso Nacional. Oyarbide ya investigaba a Redrado por otra denuncia del Gobierno, en la que lo acusaba de incumplimiento de sus deberes por no constituir el Fondo del Bicentenario para afrontar el pago de acreedores externos. La última denuncia de Oyarbide se basa en declaraciones que el diario Clarín adjudicó a Redrado y que el abogado del funcionario Ezequiel Cassagne desmintió que hubiera efectuado. El letrado dijo a LA NACION que las denuncias penales son intentos del Gobierno para presionar a su cliente y que renuncie. “Negamos enfáticamente que Redrado hubiera amenazado con el conocimiento de delitos que no denunció”, dijo el abogado, y argumentó que los directores y gerentes del BCRA “saben quiénes son los que compran dólares en la Argentina, con lo que si existió la manifestación, no importa ningún delito”.

LA NACION Los fondos buitre le pidieron a la Comisión de Valores de Estados Unidos (SEC, por sus siglas en inglés) que “no le crea” al gobierno argentino en medio del trámite para aprobar la operación de canje de deuda para salir del default. “Mentira” es el concepto subyacente en estos escritos introducidos desde octubre de 2009 hasta ahora ante el organismo presidido por Mary Schapiro, que debe aprobar el prospecto para que se realice la oferta a los bonistas. Los representantes de NML-Elliott cuestionaron primero la manipulación de las cifras del Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) registrada desde fines de 2006 y el manejo arbitrario de la política agropecuaria. Más recientemente, se refirieron al conflicto con el Banco Central por el uso de las reservas para pagar la deuda este año y liberar recursos en un contexto de problemas fiscales. La mayoría de las críticas se basaron en artículos periodísticos con declaraciones de diversos dirigentes políticos de la oposición y economistas argentinos. La intención de los inversores más intransigentes es que, ante estas irregularidades, la SEC dé a conocer los informes presentados por el Ministerio de Economía para que los factores de riesgo queden

ARCHIVO

Mary Schapiro, presidenta de la SEC absolutamente claros para los inversores que decidan adherirse al canje. Frente a estas objeciones, LA NACION le preguntó al ministro de Economía, Amado Boudou, si los fondos buitre están tratando de frenar el canje, previsto, en principio, para el primer trimestre del año. “Están tratando de hacerlo en la SEC y en el ámbito judicial. Han hecho varias presentaciones sobre la base de artículos de los diarios cuestionando el accionar del Gobierno”, se quejó el funcionario, que repartió su día entre el canje y la pelea por el Fondo del Bicentenario (ver aparte). Según Boudou, tanto Elliott como

Dart y los otros fondos más agresivos que no aceptan una oferta con quita “forman parte de los acreedores que quieren cobrar sus bonos a cualquier precio, poniendo en riesgo el crecimiento del país, frente a los acreedores racionales”.

“Carroña y cadáveres” Enojado, el ministro afirmó: “Para que haya carroña debe haber cadáveres”, en referencia a la intención elíptica de que fracase el canje. Por otra parte, fuentes familiarizadas con Elliott indicaron a LA NACION desde Nueva York que, aunque ese fondo “nunca discute su estrategia, ellos no tienen la intención de tratar de matar el can-

je; quieren ver que se complete la operación”. De este modo, optaron por no referirse al contenido de sus críticas formuladas ante la SEC, sino en destacar que presuntamente no entorpecerán la oferta. Elliott y NML tienen una actitud ambivalente, ya que manifiestan su deseo de que el Gobierno acuerde con el resto de los bonistas para luego negociar “cara a cara”, pero a la vez plantean constantes pedidos de explicaciones y embargos. Más aún, en 2009 estuvieron en secreto en Buenos Aires para plantear la posibilidad de “ayudar” al Gobierno en términos financieros para recomprar deuda o presentar una oferta más apetecible. Ahora, existen contactos, pero mucho más tenues. Por otro lado, Boudou y el secretario de Finanzas, Hernán Lorenzino, avanzaron ayer en el intercambio de información con los abogados de la Argentina en los Estados Unidos, para responder a las objeciones de la SEC sobre la inflación y las reservas. La SEC no puede frenar el canje, pero puede dilatarlo mientras recibe comentarios de los actores del mercado –en este caso, de Elliott– que tratan de proteger sus intereses. Y para que las expectativas privadas no decaigan, el subsecretario de Financiamiento, Adrián Cosentino, viajará hoy a Londres para reunirse con grandes inversores con un mensaje: el canje se hace sí o sí.