Preocupan los robos en Vicente López

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INFORMACION GENERAL

Lunes 19 de septiembre de 2011

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INSEGURIDAD s EN EL NORTE DEL CONURBANO

Preocupan los robos en Vicente López Los colegios de la zona de Florida denuncian que los alumnos son constantemente asaltados por otros menores y reclaman medidas FERNANDO MASSA

En la Capital funcionaron los senderos seguros

LA NACION

En Recoleta y Palermo hubo casos similares

Los alumnos del Colegio La Salle, en Florida, suelen sufrir el robo de celulares y zapatillas por parte de otros menores del barrio

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Vicente López

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Son bandas de menores que les roban a menores, especialmente a los adolescentes que están en los primeros años del secundario. El botín suelen ser celulares, pero también la plata que llevan al colegio o las zapatillas. Con armas blancas o simples amenazas, los atracos se dan durante la tarde, en horarios de entrada y salida de los colegios, cuando en las calles y estaciones de tren de Florida y Olivos casi no se ven transeúntes, sino muchos chicos con uniformes o guardapolvos blancos. Un problema que ya se ha dado tanto en la Capital como en otros puntos del conurbano. Carlos Díaz, rector del Instituto La Salle Florida, situado en la calle Hipólito Yrigoyen, a cuatro cuadras de la Panamericana, dijo a LA NACION que el problema de los robos a los chicos en la zona, que afecta tanto a las escuelas privadas como estatales, no es nuevo y se repite en muchos distritos del conurbano. “Son casos de raterismo en los que se roban una mochila, el celular, un par de zapatillas, los libros, y que se incrementan los jueves y los viernes. De la subcomisaría de La Loma de Roca nos mandan un móvil en horas de la tarde, pero hay un tema de falta de personal: en Vicente López cuando hay cierta presencia policial el delito baja, pero cuando esa presencia se retira, sube otra vez”, dijo. Para Díaz, se trata de un problema social. “Lo que la sociedad vino expulsando de sus circuitos le vuelve como delito. No queremos el gatillo fácil ni la baja en la imputabilidad. Pero tampoco un Estado ausente ni la impunidad. Queremos que se pueda vivir sin temor y recuperar el espacio público. Estamos cansados de respuestas evasivas de las autoridades bonaerenses y de algunos policías”, dijo. Una madre coordinadora del La Salle Florida, Claudia Seibane, citó algunos de los hechos sufridos por alumnos durante los primeros días de este mes en los alrededores del colegio: el robo de un celular por parte de dos chicos de no más de 15 años con una navaja en la estación de tren Florida, a las 18; otro robo de celular a manos de dos jóvenes en Warnes e Italia, a las 15.30; uno más en O’Higgins, antes de llegar a San Martín, que terminó en tentativa porque el chico corrió a tomarse el colectivo 130. Para Seibane, lo ideal sería que se pusieran en pleno funcionamiento los corredores escolares. La estación Florida, en San Martín y las vías, es uno de los puntos más conflictivos. Los comerciantes de la zona lo confirman: dicen que en la plaza de la estación, la Remedios de Escalada, para una banda integrada por unos diez adolescentes que se dedican a robarles a los chicos que salen de los colegios. “Son conocidos del barrio. No tienen más de 15 o 16 años, y los que la lideran son dos hermanos, “Polaco” y “Ladilla”. Roban con un «tramontina» y después quieren vendernos los celulares”, contó Gonzalo, que hace delivery por la zona. Un jefe policial confirmó a LA NACION que los arrebatos suelen darse a media tarde, pero que en su mayoría no se denuncian. Según refirió, cinco meses atrás detuvieron a un grupo de nueve o diez chicos de entre 14 y 17 años, que se dedicaban a robar celulares y eran del partido de San Martín. Respecto a la custodia policial, dijo que, por disposición del jefe de distrito, hay cuatro motos que recorren la zona de colegios como prevención. Un grupo de padres del colegio Flo-

LA NACION

rida Day School, situado en el cruce de la avenida Maipú y Urquiza, escribieron una carta para hacer pública su preocupación por los reiterados robos con arma blanca que sufren sus hijos. “En estos días, impera la necesidad de que las autoridades municipales también velen por la integridad física y psíquica de todos los chicos, brindando seguridad y orden. Sería lamentable comprobar y ratificar que la policía, así como también Vicente López Alerta y las autoridades municipales actúan siempre sobre hechos delictivos consumados, desestimando la vital importancia que representa la prevención del delito”, expresa un párrafo de la carta. El director de Seguridad de Vicente López, Miguel Angel Provenzano, afirmó que existe un “corrimiento delictual” que arrancó en San Isidro y que ahora lo tienen en Vicente López. “Son chicos que no tienen contención, que aprovechan la ocasión para cometer estas tropelías. Según informan los comisarios del distrito, cuando se lleva a estos menores a las comisarías, en muchos casos los padres no aparecen después para buscarlos y es la misma policía que los lleva hasta la casa”, explicó. Como plan de prevención, el funcionario municipal afirmó que los corredores escolares siguen vigentes y que para ayudar con el monitoreo se han colocado cámaras en 70 colegios y casi 260 dentro del distrito en el último tiempo, además del patrullaje de unos 30 móviles municipales.

FOTOS DE MAXIE AMENA

En Olivos apuntan a la villa Borges por asaltos en casas Hubo una seguidilla de atracos en viviendas y departamentos de la zona Hay otra modalidad delictiva que preocupa a los vecinos del partido de Vicente López: los robos a casas, que han llevado a reforzar las medidas de seguridad en los domicilios. En los primeros días de este mes, en un radio de apenas dos cuadras, en Valle Grande al 2400, en Olivos, delincuentes entraron con fines de robo en por lo menos cuatro casas. La familia Bravo fue una de las víctimas. “Hace tres fines de semana, un domingo, entraron a la mañana por el fondo, donde está el lavadero y otro cuarto. Se llevaron herramientas que usaron para robarle a la señora de al lado”, contó Roxana, que vive en esa casa sobre la calle Amador, junto con su marido y sus cuatro hijos. Según explicó, esa misma mañana dos ladrones levantaron las persianas de su vecina, una mujer de unos 70 años, a la que golpearon violentamente mientras le exigían dinero. Después de este episodio, la familia Bravo decidió colocar una cámara en la puerta de la casa y tres en el fondo. “Es horrible. Parece que estuviéramos en Gran Hermano ahora”, dijo. Esa misma semana, a Pablo Giovannini, que vive justo a la vuelta, se le metieron dos ladrones en su casa. “Hace dos meses que nos mudamos. No teníamos alarma ni rejas. Pero después de esto automatizamos el portón, pusimos una puerta blindada en el frente, dos rejas nuevas atrás y alarma. Ya tenía una escopeta y me compré un revolver”, detalló. De que había personas dentro de su casa se enteró cuando llegaba a la noche con su mujer y sus dos hijos pequeños. Vieron movimientos, llamaron al 911, y los delincuentes se escaparon por el fondo. Arriba de su cama quedaron los aparatos de

Roxana Bravo debió colocar cuatro cámaras tras sufrir un robo electrónica, joyas y la escopeta que se iban a llevar. “En mi cuadra, los vecinos ya nos pusimos de acuerdo para avisarnos cuando no vamos a estar. Y esa noche, en que le robaron a la señora de la vuelta, robaron en dos departamentos sobre Ugarte. Sin la zona liberada no pueden moverse con tanta impunidad”, deslizó. Consultado por esta serie de robos, el director de Seguridad de Vicente López, Miguel Angel Provenzano, dijo que son delitos que no tienen parámetro de referencia, que ocurren dos o tres juntos, y luego no ocurren más. “Son hechos aislados que en su mayoría se trata de entregas”, dijo. Para Guillermo Medina, un referente vecinal de Olivos, desde hace años el problema fundamental pasa por la villa Borges. “Antes al vecino no se lo tocaba, pero con la droga se

rompieron todos los códigos”, dijo. El punto de inflexión, según Medina, fue el asesinato de Juan Ignacio Mancuso en 2008, un canillita, ex alumno del colegio La Salle Florida, que hoy tiene una plaqueta y un mural en su memoria en una plaza sobre Pelliza. “Después de eso hubo más contención. Y hoy la situación tiene picos”, dijo. En el distrito funcionan foros de seguridad cuyos presidentes hacen de intermediarios entre los vecinos y la policía. Stephen Beaumont, que está a cargo del foro de la comisaría 1a. de Olivos, también apuntó a la villa Borges. “Hace años que falta la decisión política de urbanizar ese asentamiento. Se buscaron paliativos como la creación de la subcomisaría de la Loma de Roca, que no sirven porque se termina disipando el mecanismo de control policial”, dijo.

Ante la ola de robos que sufren en la vía pública los alumnos de la zona de Florida, los padres elaboraron una serie de pautas para que los chicos sigan a diario: L Cuando salen a almorzar, que lo hagan en grupo y no se separen; que no se queden en la calle, y traten de volver de inmediato al colegio. L Que no hablen ni se acerquen a ningún desconocido, por más que les digan que conocen algún familiar o amigo de ellos. L Que no estén con el celular, mp3 o elemento de valor a la vista cuando están en la calle. L Cuando se retiran de la escuela, principalmente cuando la salida no es masiva, que se agrupen según el lado hacia donde se dirijan. L Si les roban, que entreguen las cosas que les piden. L Que los padres hagan la denuncia en la comisaría. Una situación similar a la que hoy se da en el partido de Vicente López se dio meses atrás en los barrios porteños de Recoleta y Palermo con los alumnos de los colegios San Agustín y San Martín de Tours, entre otros, que eran víctimas de robos por parte de menores. Pablo Velázquez, rector del colegio San Agustín, dijo a LA NACION que a partir de haberse hecho pública la situación y de la posterior implementación de senderos seguros en la zona no han vuelto a ocurrir delitos de esta índole. “Los senderos seguros siguen en pie. Hay mucha presencia policial, tanto de la Federal como de la Metropolitana. Evidentemente trajo un efecto disuasorio porque no hubo un asalto más a los chicos. Incluso he hablado con un par de colegas y están también sin dificultades”, dijo. Según señaló Velázquez, sólo dos cosas quedaron pendientes: la participación de comerciantes y la colocación de cámaras de seguridad. Al respecto, Pablo García Mithieux, director de Prevención del Delito porteño, dijo que las cámaras se fueron colocando, pero que existe cierto atraso por problemas de índole técnica y por amparos interpuestos. En referencia a los comerciantes, el funcionario macrista dijo que en esa zona hubo un alto compromiso y que los comercios que se han sumado al sendero seguro tienen una identificación en el establecimiento. “Lo más positivo fue la baja de la siniestralidad. Incluso se ha capturado a una pareja de menores de edad que robaban a los chicos”, dijo. García Mithieux adelantó a LA NACION que desde el lunes, y a lo largo de la semana, se pondrán en marcha tres nuevos senderos seguros en la Capital: uno desde la villa 21-24 hasta Traful y avenida Sáenz, en Pompeya y Parque Patricios, con efectivos de la Metropolitana; otro en los alrededores del parque Centenario, con personal de la Policía Federal y la Metropolitana, y uno más en Belgrano R, también con la participación de ambas fuerzas.

DESDE HOY, EN SAN ISIDRO

Caso García Belsunce: en los alegatos, los fiscales analizan pedir detenciones GABRIEL DI NICOLA LA NACION Ingresa en su etapa final el juicio por el encubrimiento del homicidio de María Marta García Belsunce, cometido en el country Carmel, de Pilar, el 27 de octubre de 2002. Hoy comienzan los alegatos: se sabrá si la fiscalía, además de solicitar condenas por aquel delito para todos o parte de los procesados –la mayoría, familiares de la víctima–, pide la detención de algunos de ellos. El debate, que comenzó el 18 de mayo pasado, comenzará a las 10 con el alegato acusatorio del Ministerio Público Fiscal, representado por Laura Syseskind, Leonardo Loiterstein y Daniel Márquez. En el banquillo de los acusados están el hermano de la víctima, Horacio García Belsunce (h.); el medio hermano, Juan Carlos Hurtig; el cuñado, Guillermo Bártoli; el primer médico que llegó al country el día del crimen,

Juan Gauvry Gordon; el vecino Sergio Binello, y la masajista de la víctima, Beatriz Michelini. Los fiscales darán a conocer si acusan o no a todos los imputados del encubrimiento agravado del homicidio, que prevé una pena de entre uno y seis años de prisión e, incluso, si piden la detención inmediata de algunos de ellos, por considerar que existe peligro de fuga. Según pudo saber LA NACION, el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) N° 1, integrado por María Elena Márquez, Alberto Ortolani y Ariel Introzzi Truglia, tiene previsto que los alegatos de todas las partes terminen el viernes próximo. De ser necesario, convocarían a audiencia el sábado y domingo venideros. Mañana comenzarán los alegatos de las defensas. Se prevé que, en primer lugar, lo hagan los abogados Roberto Ribas y Eduardo Ludueña, que representan a Michelini. “Nuestra expectativa es que

el Ministerio Público no acuse a nuestra defendida. Si esto no ocurre, preparamos un alegato donde pediremos la absolución de Michelini. Si bien nuestra cliente limpió la escena donde ocurrieron los hechos, ella ignoraba que se trataba de un crimen. Ella aceptó lo que le dijo Carrascosa [Carlos, marido de la víctima] respecto de que su mujer había tenido un accidente. Además, Michelini obedeció lo que le dijo el médico Gauvry Gordon: que limpiara el lugar”, explicó Ribas a LA NACION. Está previsto que continúen Marcelo Riguera, abogado de Juan Hurtig, que está acusado de haber descartado uno de los proyectiles que le dispararon a la víctima, al que denominó “pituto”. Luego, Gabriel Becker, defensor de Gauvry Gordon, el primer médico de ambulancia en llegar a la casa, que fue quien pidió a la masajista que limpiara el baño donde había muerto María Marta y al que, además, se le enrostra el no

haber hecho la denuncia policial por el caso de muerte violenta. Carlos Caride Fitte alegará en favor de Binello, vecino del country acusado de haber instigado a que se le pagara a la policía para evitar que tomara intervención en el hecho. Continuará Adrián Murcho, defensor de Horacio García Belsunce (h.), acusado de haber llamado a un jefe policial para evitar el ingreso de los patrulleros al country. Finalmente, alegarán Alejandro Novak y Eugenio Blanco, abogados de Bártoli, que llega acusado de haber gestionado un certificado de defunción con información falsa, que decía que María Marta había muerto de un paro cardiorrespiratorio no traumático en la Capital. Según informaron a LA NACION fuentes judiciales, tras la conclusión de los alegatos los jueces podrían tomarse entre 20 y 30 días para analizar las pruebas que dejó el debate, antes de dar a conocer el veredicto.

Protagonistas

GUILLERMO BARTOLI

HORACIO GARCIA BELSUNCE (H)

CUÑADO DE LA VICTIMA

HERMANO DE LA VICTIMA

Es el más comprometido, y la fiscalía incluso intentó acusarlo de coautor del homicidio. Es quien gestionó el certificado de defunción con datos falsos sobre la muerte.

Llegó a la escena del crimen horas después; se comunicó con un jefe policial para pedirle que los patrulleros de la zona no entraran en el country.

JUAN CARLOS HURTIG

JUAN GAUVRY GORDON

MEDIO HERMANO DE LA VICTIMA

MEDICO DE EMERGENCIAS

Es quien encontró, debajo del cuerpo de María Marta, un objeto al que llamó “pituto” y que resultó ser uno de los proyectiles disparados contra la víctima.

Fue el primero en revisar el cadáver. Indicó a la masajista que limpiara el piso de la escena del crimen y omitió avisar a la policía que había atendido una muerte violenta.