¿Por qué Dios hizo a algunas personas rojas, amarillas ... - ObreroFiel

8 mar. 2014 - ¿Por qué Dios hizo a algunas personas rojas, amarillas, ... que habitaran sobre toda la superficie de la tierra, habiendo determinado sus ...
881KB Größe 14 Downloads 79 vistas
¿Por qué Dios hizo a algunas personas rojas, amarillas, blancas y negras? Dios hizo a las personas especiales y diferentes una de otra. Dios hizo a las primeras personas, Adán y Eva, con la capacidad de tener hijos con piel clara u oscura. Diferentes tipos de piel muestran la creatividad de Dios. Dios no hizo el mundo aburrido! Dios nos hizo a cada uno con diferentes medidas, diferente estatura, color de ojos, de pelo y piel. Esas diferencias nos hacen ser únicos y especiales. Nadie es exactamente como tu! Dios ama la forma en que te hizo, así que puedes agradecerle por hacerte especial y diferente a los demás. Debemos celebrar nuestras diferencias y amar la forma en que Dios nos ha hecho a cada uno.

¿“No tenemos todos un mismo padre? ¿No nos ha creado un mismo Dios ? ¿Por qué nos portamos deslealmente unos contra otros, profanando el pacto de nuestros padres?“ (Malaquías 2:10).

“El Dios que hizo el mundo y todo lo que en él hay, puesto que es Señor del cielo y de la tierra, no mora en templos hechos por manos de hombres, ni es servido por manos humanas, como si necesitara de algo, puesto que El da a todos vida y aliento y todas las cosas. “De uno solo, Dios hizo todas las naciones del mundo para que habitaran sobre toda la superficie de la tierra, habiendo determinado sus tiempos y las fronteras de los lugares donde viven, para que buscaran a Dios, y de alguna manera, palpando, Lo hallen, aunque El no está lejos de ninguno de nosotros. Porque en El vivimos, nos movemos y existimos, así como algunos de los poetas de ustedes han dicho: ‘Porque también nosotros somos linaje Suyo’“ (Hechos 17:24-28).

“Porque Tú formaste mis entrañas; Me hiciste en el seno de mi madre. Te daré gracias, porque asombrosa y maravillosamente he sido hecho; Maravillosas son Tus obras, Y mi alma lo sabe muy bien. No estaba oculto de Ti mi cuerpo, Cuando en secreto fui formado, Y entretejido en las profundidades de la tierra. Tus ojos vieron mi embrión, Y en Tu libro se escribieron todos Los días que me fueron dados, Cuando no existía ni uno solo de ellos“ (Salmo 139:13-16).