1 ALGUNAS REFLEXIONES EN TORNO A LA PREDESTINACIÓN Y SU RELACIÓN CON EL SERVICIO A LOS SANTOS EN LA IGLESIA por Mauricio Toxqui P .Decimos, pues, que Dios ha designado de una vez para siempre en su eterno e inmutable consejo, a aquellos que quiere que se salven, y también a aquellos que quiere que se condenen... Asimismo enseñamos que la vocación [profesión] de los elegidos es un testimonio de su elección... Juan Calvino (Institución) Relacionar algo desconocido con algo conocido alivia, tranquiliza el espíritu y además da cierta sensación de poder… La primera representación por la cual lo desconocido se declara conocido hace tanto bien que se la tiene por verdadera. F. Nietszche
INTRODUCCIÓN La Biblia declara que la predestinación es un decreto divino, es decir, que Dios ha designado a los que quiere que se salven. El hombre no puede cambiar lo que Dios ha determinado, esto se llama determinismo.1 La predestinación como base para el servicio a los santos en la iglesia, plantea la necesidad de poner a un lado los anhelos humanistas por lograr el bienestar del hombre (hedonismo, utilitarismo, pragmatismo) porque es Dios quien ha determinado hacia donde se dirige la historia, no el humano. Y no solamente ha determinado hacia donde se dirige el hombre, pero también ha determinado cómo se debe servir a la iglesia, no hay permiso por parte de Dios para buscar alguna vía alternativa para hacer la obra del ministerio aparte de lo que Dios ha dispuesto: El Consejo divino ha determinado que, por medio de la predicación de la Palabra el varón de Dios ministre a la iglesia. Pero si no hay base bíblica para el servicio, entonces no existe ministerio, solamente existiría alguna especie de proyecto humanista o humanitario. El presente escrito pretende reflexionar sobre la relación que existe entre la predestinación y el servicio a los santos en la iglesia. Se comentan también algunos pasajes de Romanos 8 con el propósito de tener el referente bíblico que nos conduzca a algunas reflexiones finales.
Los hijos de Dios: engendrados del Padre Los hijos de Dios son aquellos que han sido engendrados del Padre según lo declara el Señor Jesucristo en el evangelio de Juan. En el capítulo primero del mencionado evangelio, se nos dice que a los que creen en el nombre de Cristo, el Padre les da potestad de ser hechos hijos suyos, es decir, es por la voluntad del Padre y no del hombre que se determina quienes son hechos hijos de Dios (Jn. 1:12-13).
Los hijos de Dios: el nacimiento espiritual 1
Determinismo es la doctrina que niega la libertad humana.
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Si comparamos lo que ocurre en el nacimiento espiritual (del Espíritu) con lo que ocurre en el nacimiento biológico (de la carne) se podría entender lo que Cristo le explicaba a Nicodemo en Juan 3:6 ... lo que es nacido de la carne, carne es; y lo que es nacido del Espíritu, espíritu es. La frase “Es nacido” se refiere a un acto que no es producido por quien nace. Esto lo podemos entender cuando consideramos el hecho de que nadie decide nacer biológicamente en un determinado tiempo y lugar, pues el nacimiento es la consecuencia de haber sido engendrados por los padres. Así también ocurre en el ámbito espiritual: nadie decide nacer espiritualmente, se es engendrado por la voluntad del Padre y luego viene el nacimiento del Espíritu cuando el individuo cree en el nombre de Cristo. La soberanía de Dios Dios ha decidido y determinado, a quienes engendra como hijos, por lo tanto, ha determinado quienes no son hijos suyos, esto quiere decir que la voluntad soberana de Dios es la que determina el destino del hombre sea para salvación (Efesios 2:5, Gálatas 1:15) o para condenación (Romanos 1:24; 9:11). Unos son engendrados del Padre y otros son dejados en muerte espiritual que es la condición humana natural fruto de la caída (Efesios 2:5, Génesis 3). El pensamiento contrario a la soberana determinación divina respecto a la salvación del hombre, sería aquel pensamiento que percibe al hombre como el que determina su propio destino cuando éste cree, entonces Dios puede intervenir y salvarle o cuando decide no creer entonces Dios no puede hacer nada para salvarle. Sin embargo, la soberanía de Dios significa que él hace su voluntad en lo concerniente a la salvación de los individuos, porque Dios es dueño de todo lo creado: lo visible y lo invisible. Al leer el Apocalipsis se nos abren los textos que declaran que Dios ha diseñado un plan y que soberanamente ha determinado que se cumpla en su totalidad, además se deja ver que la finalidad de ese plan es manifestar la gloria de Dios. Pero, ¿por qué quiere Dios que sea así? ¿Por qué algunos son hechos hijos de Dios y otros no? Y luego, ¿cómo vamos a saber quienes son y quienes no son hijos? La respuesta a interrogantes de este tipo nos la da la Biblia cuando declara la soberana voluntad de Dios: las cosas son así y así están escritas en la Biblia porque Dios quiere que sean así, ver Romanos 3:5-8. El apóstol Pablo expresa la soberanía de Dios de la siguiente manera (observe las preposiciones): Porque de él [procedencia: ¿de quién?], por él [agencia: ¿Por medio de quién?] y para él [propósito: ¿para quién?] son todas las cosas. A él sea la gloria para siempre. Amén. (Romanos 11:36). Soberanía, salvación, predestinación La predestinación como tema central en la doctrina de la salvación no debe ser entendida desde un punto de vista antropocéntrico2 porque la salvación del hombre no es la meta final de Dios. La predestinación si debe entenderse desde un punto de vista teocéntrico3 porque la salvación responde a un propósito mayor, la gloria de Dios. Por lo tanto, cuestionar y poner en tela de juicio la elección que hace el Padre de engendrar sólo a algunos sería como levantar los ojos al cielo y preguntar: Dios ¿sabes lo que haces? 2 3
antropocéntrico: antropos = hombre, humanidad / céntrico teocéntrico: theos = Dios / céntrico: centrado en, que todo gira en torno a
3 Vasos de barro Pablo ejemplifica la naturaleza humana caída que se rebela contra la soberanía divina, como un vaso de barro que le reclama al alfarero: ¿Por qué me hiciste así, un vaso de uso común y no un vaso para ocasiones especiales? (Romanos 9:15-29). Pensar que las decisiones y las acciones humanas pudieran interrumpir el plan soberano de Dios es tanto como decir que la naturaleza de Dios es una naturaleza semi-divina que está sujeta a las decisiones y aun a las fluctuaciones humanas, como sucede con los dioses de la mitología griega. Somos como vasos de barro en las manos del alfarero: haga lo que haga el alfarero con el barro, siempre es para bien. El Padre sabe qué y cómo hace lo que hace. La predestinación y el servicio a los santos La labor de la iglesia es capacitar a los santos para la obra del ministerio (Efesios 4:11-16). La palabra capacitar es un término médico que sugiere la idea de acomodar un hueso fracturado para que sane, con la finalidad de que ese hueso vuelva a funcionar. Capacitar implica la idea de un trabajo complejo y doloroso. Es una metáfora que explica todo un proceso: desde que esas vidas fracturadas (los santos) son añadidas al cuerpo de Cristo, hasta la labor de la iglesia de trabajar en la restauración de los santos para que estos hagan la obra del ministerio. Los varones que Cristo ha dado a la iglesia son quienes tienen esta responsabilidad. Así es que, la iglesia tiene que capacitar a los santos y de ahí, se deriva todo lo demás: evangelismo y enseñanza. La predestinación y capacitación a los santos nos hace notar la actividad propia de cada actor: Dios engendra a sus hijos y los pone en el cuerpo de Cristo que es la iglesia y la iglesia, por medio de las Escrituras, capacita a estos que van siendo añadidos al cuerpo de Cristo para que hagan la obra del ministerio.
La predestinación y la predicación del evangelio La actividad que se fundamenta en el concepto de “Ganar almas para Cristo” no es la labor de la iglesia, pero predicar expositivamente las Escrituras sí es su labor fundamental. “Ganar almas” es una enseñanza que descansa en el libre albedrío4. El libre albedrío como base para el ministerio, supone una capacidad inherente al hombre para querer ganar almas, de esta manera el entusiasmo, el auto-sacrificio serían la evidencia de esa capacidad. El libre albedrío explicaría también los esfuerzos que se tienen que hacer para convencer a los incrédulos con la finalidad de que estos crean en Cristo. Ambos aspectos: predicar y creer serían impulsados por la buena voluntad del hombre, de tal manera que si el hombre no decide predicar o no decide creer, entonces Dios no puede hacer nada, es como si se le amarraran las manos a Dios. El problema es que esto es salvación por medio de obras y no salvación por sola gracia, pues pretende que la salvación descanse en las manos de la buena voluntad del hombre que escoge amorosamente el camino del bien, lo cual, es una falacia.5 Como se dijo anteriormente, predicar expositivamente la Palabra es la labor de la iglesia pero el que alguien crea en Cristo es obra del Espíritu Santo y así, Dios va añadiendo a la iglesia los que han de ser salvos: Ver Juan 16:8 y Hechos 2:47.
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Término que alude a la capacidad humana para tomar decisiones libres, es una facultad inherente al hombre que le capacita para scoger entre lo bueno y lo malo. También se le llama libre arbitrio 5 Una falacia es un error que es aceptado por la mayoría. El bienestar sicológico que provee el estar cobijados por la mayoría hace que el individuo no cuestione el error y se le tenga por cierto emotivamente. Por lo tanto la falacia se vuelve irrefutable.
4 Una comparación del concepto “libre albedrío” con el pensamiento de Nietzsche El libre albedrío es un pensamiento humano, demasiado humano. Sobre la lógica arminiana6 descansa un gran porcentaje de lo que se ha dado en llamar “ministerio”, “misiones”, “liderazgo” en ciertos ámbitos postcristianos. El libre albedrío concuerda muy bien con lo que F. Nietzsche dijo sobre la naturaleza humana, es decir, una naturaleza que tiene capacidad para auto-dirigirse, capacidad para decidir entre lo bueno y lo malo lo cual se traduce en una naturaleza que responde sólo a la voluntad de poder. Nietzsche se dio cuenta de que si el hombre pretende dirigir su destino sobre la base de sus capacidades morales entonces no debería esperar al Cristo sino al Anticristo. El Anticristo nietzscheano no es el Anticristo bíblico, pero es una persona ideal en quien se sintetiza todo lo que el hombre anhela: la voluntad de poder. Toda postura humanista en el ámbito de la moral, excluye a Cristo como el actor principal y deja al hombre a merced de sus capacidades para decidir entre lo bueno y lo malo. Esta línea de pensamiento moral-humanista es refutada por el apóstol Pablo diciendo que no hay quien busque a Dios, no hay ni siquiera uno (Romanos 1 y 3). Esta voluntad de poder propia del humano es consecuencia, bíblicamente hablando, de la caída. Nietzsche concluyó diciendo que Dios no determina nada porque el hombre es el que decide hacia donde se dirige su destino, entonces el hombre queda a merced de su naturaleza en la cual, la moral no existe, porque Dios ha muerto. Esto se llama nihilismo7 moral. Dios, en el pensamiento de Nietzsche, ha muerto, y añade: nosotros lo hemos matado. No es que Dios no exista, sino que ha muerto. El hombre al tomar las riendas de su destino, ha matado toda posibilidad de que Dios intervenga. Claro que para este filósofo alemán, Dios es ese ideal que representa el valor moral por excelencia, el valor en el que se sintetizan todos los anhelos morales del hombre, en ese sentido, Dios ha muerto porque el hombre ha matado toda posibilidad de moralidad, esto se llama inmoralismo. Si es que queremos hablar de moral, diría Nietzsche, hablemos de lo que vivimos cotidianamente: hablemos de nuestra sociedad enferma, hablemos de nuestros anhelos por dominar al otro, hablemos de nuestros anhelos por querer que el otro se sujete a nuestros deseos y conveniencias, incluyendo al Otro: Dios. Desde una perspectiva nietzscheana se explicarían conductas que tienden a exaltar a las personalidades fuertes, personalidades decididas, ambiciosas, carismáticas y “exitosas”, pues esta humanidad que está hambrienta de poder ve en esos hombres al ideal humano. Nietzsche llamará a ese ideal humano “el Súper-Hombre”. Haciendo un paralelismo con el ámbito postcristiano humanista, podríamos llamarle a ese ideal cristiano del que se dice alcanza metas grandes “para Dios”, “el Súper-Cristiano” aquél que haría exclamar a la postcristiandad: “¡Sí se puede...!” La enseñanza de la predestinación en la iglesia: una imposibilidad humana La irresponsabilidad en el estudio bíblico (exégesis bíblica) y la nula reflexión bíblico-teológica por parte de algunos ministros, traen como consecuencia la apertura a doctrinas extrañas, 6
Arminianismo es la doctrina que enseña que el hombre tiene libre albedrío y es opuesta a la doctrina de la predestinación Nihilismo nietzscheano: El derrumbe objetivo, histórico, de todos los conceptos fuertes que en la tradición tenían poder normativo sobre la vida humana y sobre el mundo. La palabra registra en este caso la pérdida de soberanía de lo suprasensible y de todo aquello capaz de establecer un orden, indicar un fin, proporcionar un sentido. Para abundar sobre nihilismo: http://www.ldiogenes.buap.mx/revistas/arta1no2/a1la2ar1.htm#_ftn1 7
5 humanistas, que llegan a la iglesia por medio de los lobos rapaces que no perdonan al rebaño a los cuales señaló el apóstol Pablo en Hechos 20:29-32. Cuando la iglesia, empezando por los que están puestos por Dios para cuidarla, no está alerta, entonces tenemos una iglesia inmersa en el subdesarrollo, es decir, es una iglesia donde hay decadencia y estancamiento. El subdesarrollo es la característica principal de la iglesia del siglo XXI (no se pretende generalizar). Por subdesarrollo entendemos esa condición en la que la predicación de la Palabra es puesta a un lado y sustituida por vías alternas que apunten a la satisfacción de las necesidades socio-afectivas del hombre por medio de terapias, consejería, ministerios especiales, trabajo social, música, etc. Las iglesias que tienen años de haber sido fundadas deben aspirar a ser verdaderas universidades, verdaderos centros de reflexión bíblico-teológica donde los siervos están alertas a los tiempos, estudiosos de su entorno, lugares donde los individuos están siendo perfeccionados por Dios por medio de su Palabra. Sin embargo, las iglesias que se dedican a todo menos a escudriñar las Escrituras, son más parecidas a guarderías infantiles o escuelas de pre-escolar en las cuales, la naturaleza caída, el egoísmo enfermizo, son el caldo que alimenta su “praxis ministerial”. La enseñanza de las Escrituras en este tipo de centros de reunión pasa a un último término, pues la “predicación” y todo aquello que se ha dado en llamar “ministerio” se reduce a una mera reproducción de ideologías provenientes de otras culturas. Esto se explica en el siguiente apartado. Ideologización, alienación: síntomas del subdesarrollo en el quehacer bíblico-teológico Esta “praxis ministerial” es, a mi parecer, pura ideología8 pues al no haber reflexión crítica sobre una base bíblico-teológica, entonces se acepta acríticamente todo lo que se recibe como entrenamiento o instrucción, es ahí donde la ideologización se apodera del pensamiento y las conductas de los que pretenden servir a los santos, la consecuencia: dependencia, la cual es una característica del subdesarrollo. Hablando de la dependencia del subdesarrollado respecto a las ciencias humanas y sociales, Sánchez Vázquez (2004) comenta: ...en los países dependientes, en América Latina, su desarrollo es raquítico [el desarrollo de las ciencias sociales y humanas] o tolerado en cuanto que las ciencias sociales pueden ser manipuladas y mantenidas al margen de los problemas vitales de la realidad nacional y social [en México] La teología sufre también pues, de esta dependencia propia del subdesarrollo dando como resultado que la iglesia se mantenga al margen de los problemas vitales de la realidad mexicana pues es más importante guardar las apariencias del ideal cristiano. Términos tales como “liderazgo”, “ministerio eficaz”, “familias de éxito”, “administración avanzada”, “cultos de calidad”, “avivamientos”, “misiones”, ”clubes cristianos” etc., son construcciones elaboradas socialmente para guiar y justificar las conductas de aquellos que quieren marchar acordes a “lo que debe ser” esto no es capacitar a los santos, esto es ideología. Cabe señalar que las estructuras paraeclesiáticas contribuyen en gran medida para que estos procesos de ideologización fructifiquen en los que son adiestrados ahí. Cuando una cultura inicia un proceso de ideologización hacia otra cultura, la personalidad de la cultura ideologizada se torna esquizofrénica,9 esto es, vive en la alienación10 eclesiástica. 8
Ideología es (Sánchez, 2004): a) un conjunto de ideas acerca del mundo y la sociedad que b) responde a intereses, aspiraciones o ideales de una clase social en un contexto social dado y que: c) guía y justifica un comportamiento práctico de los hombres acorde con esos intereses, aspiraciones o ideales. Cabe mencionar que una característica de la ideologización, es la del hecho de que toda crítica que se haga a la ideología es, por supuesto, censurada y descalificada, la ideología no permite cuestionamientos críticos. 9 Esquizofrenia es una enfermedad mental cuya característica principal es la perdida de contacto con la realidad
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El desarrollo espiritual factor decisivo en el entendimiento de las Escrituras: niños fluctuantes no pueden reflexionar en la predestinación Si los congregantes no están siendo capacitados sobre la base de la palabra de Dios, seguirán siendo como niños pequeñitos que fácilmente pueden ser llevados por todo viento de doctrina (Efesios 4:14) aunque los años pasen, estos eternos niños serán fácilmente ideologizables. Nadie puede comprender por supuesto, la mente de Dios de manera exhaustiva, sin embargo sí se puede comprender lo que Dios ha revelado en su Palabra de acuerdo a la luz que Dios da a cada uno. Nadie podría comprender exhaustivamente la predestinación pero también es cierto que existen niveles de desarrollo espiritual. La imposibilidad de entender algunos asuntos espirituales es la característica de los niños pequeñitos, esta fue la lucha del que escribió Hebreos (Hebreos 5: 11-14). El desarrollo espiritual se va a dar de manera natural tal y como sucede en el desarrollo biológico. Nace un niño y al recibir los primeros nutrientes de la madre, el cuerpo crece obedeciendo a su carga genética. Pero cuando al niño en vez de darle leche se le dan substitutos, y después, cuando ya son grandecitos comen las chatarras que contienen las “cajitas felices” porque traen dentro los muñequitos, entonces algo debe ocurrir en el organismo, se enferma, sufre de obesidad. Lo que le importa al niño no es el valor nutritivo de la comida, (que habría que preguntar a los nutriólogos si pudiera haber tal valor nutritivo en esos alimentos) pero lo que si les importa a los pequeñitos son los juguetitos que traen esas “cajitas felices” La enfermedad espiritual de los niños espirituales en una iglesia se debe al hecho de alimentarlos con “cajitas felices espirituales” con tal que estén contentos. Comida chatarra, golosinas espirituales, por ejemplo: 1. Modas contemporáneas para hacer ministerio “eficaz”, siendo que la palabra eficaz se toma prestada del ambiente empresarial. El que es eficaz, se dice, es de “calidad”. Si la educación de “calidad” esta ahora en manos de los empresarios (Tuning project11, certificaciones ISO 9000 en la educación), ¿se puede decir también, que la iglesia se está poniendo en manos de los empresarios? 2. Enfatizar los “resultados” con miras a justificar el dinero que se le da a los trabajadores de la iglesia. En política mexicana, dicen los políticos: “hay que cacaraquear el huevo” para que la gente sienta que se está haciendo algo, a esta actitud en la iglesia se le puede llamar “demagogia cristiana”. 3. El ámbito postcristiano que se vive a principios del Siglo XXI, ofrece al individuo un menú de servicios espirituales donde el término “calidad” promueve la competencia entre iglesias: se ofrece a los clientes la mejor iglesia, es decir la que ofrece mejor música, mejores predicadores, mejor estacionamiento, mejores bancas, y en estas ansias por ser los mejores, la avaricia ministerial genera celos profesionales y luchas de poder entre ministros e iglesias. El ámbito postcristiano ha puesto a un lado la exposición de las Escrituras porque, dicen, eso ya no les interesa a las personas, les interesa resolver sus problemas. 10
Alienación (Gutiérrez, 2002: 53): del latín alienus-a-um, y significa lo ajeno. Alienación es enajenación y se refiere a la mutilación o separación de algo esencial o que le pertenece a un sujeto. El sujeto entonces vive en lo superfluo pensando que eso es lo que debe hacer, para ser, sin detenerse a reflexionar y tomar conciencia en torno a la pregunta ¿quién soy? 11 Tuning-América Latina un proyecto de las universidades europeas pero que ha sido adoptado por universidades latinoamericanas se puede consultar en: http://www.relint.deusto.es/TuningProject/index.htm
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4. Permitir que el servicio en la iglesia lo realicen las paraeclesiásticas y no los santos (Efesios 4:11-16). Sería bueno hacer una revisión de los contenidos que se promueven por parte de las estructuras paraeclesiásticas y ver si realmente es leche espiritual no adulterada o una mezcla de ideologías humanistas bañadas con lenguaje cristiano. La etiología12 del raquitismo espiritual es la desnutrición por comer alimento chatarra. En lugar de alimentar a los niños con “cajitas felices espirituales” mejor que sean alimentados con la leche espiritual no adulterada que es la palabra de Dios (1 Pedro 2:2). LA PREDESTINACIÓN: una mirada a Romanos 8 Invito a la lectura de Romanos 8 para que podamos ir acomodando nuestras reflexiones en torno a los pensamientos que se encuentran en este capítulo. Romanos 8:9, inicia con un contraste: “Sin embargo vosotros [la iglesia en Roma] no estáis en la carne sino en el Espíritu”. Estos que recibieron la carta son considerados como aquellos que están en el Espíritu y no en la carne y por eso pueden agradar a Dios. Ahora bien notemos que para estos que están en el Espíritu no hay ninguna condenación (Romanos 8:1) se debe deducir que los que están en la carne ya están condenados. Ser hijo de Dios implica que el Espíritu Santo vive en el individuo. Esta es la base para todo el capítulo 8 y aun para toda la epístola. Sin duda este es un pensamiento que centra toda la atención en la obra determinante de Dios y no en el mérito humano. Romanos 8:27 dice “y aquel que escudriña los corazones sabe cuál es el sentir del Espíritu, porque Él intercede por los santos conforme a la voluntad de Dios" Aquí se nos dice que es el Padre quien escudriña (su omnisciencia) los corazones de sus hijos y el Espíritu Santo es quien intercede conforme a la voluntad del Padre, pues el Espíritu escudriña aun los pensamientos profundos de Dios (1 Corintios 2:10). Hay armonía en la trinidad, hay un mismo sentir y todo gira en torno a la voluntad del Padre. El Padre conoce a sus hijos, escudriña sus corazones y entonces el Espíritu, que conoce la mente de Dios, intercede por los santos para que el propósito de Dios se cumpla en ellos. No hay manera de que los planes de Dios para sus hijos no se cumplan: todo está determinado. Romanos 8:28 concluye diciendo "para los que son llamados [por Dios] conforme a su propósito" Se debe notar la exclusividad de la voluntad divina: aquellos que son hijos de Dios han sido llamados conforme a su propósito. Aquí vemos una fuerte declaración que nos enseña que el Padre tiene un plan, un propósito que se debe cumplir. El hombre de Dios por supuesto, es llamado en función de ese propósito. Romanos 8:29 inicia diciendo: "Porque a los que de antemano conoció". Se nos da la razón que explica el hecho de que algunos sean llamados y otros no, esta razón es: que los hijos de Dios son conocidos por él. Se dijo (Romanos 8:27) que Dios escudriña los corazones porque es omnisciente, por eso llama sólo a los escogidos según su propósito. El propósito de Dios le da significado al ser del hombre, así como a su existencia. Es decir, que el hombre es, no porque él decidiera ser, sino porque el Padre, decidió dentro de su plan que el hombre fuese, por eso los conoce. El hombre existe, no porque él mismo sea el arquitecto de su propio destino, sino porque Dios ya ha determinado el destino del hombre y lo guía por ese sendero que le ha sido trazado.
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Etiología es la causa de una enfermedad
8 Romanos 8:29 continúa diciendo; "...también los predestinó a ser hechos conforme a la imagen de su Hijo". Aquí aparece la palabra predestinación: estos hijos que él engendra según Juan 1:12-13 y a los cuales conoce, están predestinados a ser hechos según la imagen de Cristo. Este es el destino del hijo de Dios: ser como Cristo. Una vez más se observa que aquí no se pide al hombre que, haciendo uso de un supuesto libre albedrío, quiera ser semejante a Cristo porque no hay tal sugerencia, pero si observamos que al ser engendrado como hijo, el destino del hombre queda determinado. De la misma manera, a los que no sean engendrados como hijos, su destino también ha quedado determinado: están muertos espiritualmente. Romanos 8:30 contiene otra idea fundamental: "...y a los que predestinó, a ésos también llamó". No es un llamamiento general o universal: no son llamados todos, sino que solamente son llamados los que han sido predestinados. Los hijos de Dios creen en Cristo porque han sido escogidos por el Padre desde antes de la fundación del mundo, y al ser escogidos, han sido predestinados (ver Efesios 1). Los que creen en Cristo, creen porque Dios les da la fe por gracia (Efesios 2:8-9). ... "y a los que llamó, a ésos también justificó". El que es hijo de Dios, es también justificado por Dios. Dios declara justos a sus hijos sobre la base de los méritos de Cristo. Notemos una vez más que no se es declarado justo porque se haya ganado esa justificación. Sólo los suyos responden a su llamado: a los que conforme a su propósito son llamados. Pablo no pone en tela de juicio en ningún momento que estos predestinados vayan a perderse pues su destino está en las manos de Dios. De la misma manera, no se deja abierta la posibilidad de que aquellos que no son sus hijos vayan a salvarse debido a que no son justificados, más bien se dice de aquellos que son muertos espirituales que no pueden buscar a Dios. ¿Cómo podrían si están muertos? ... "y a los que justificó, a ésos también glorificó" La glorificación la entendemos aquí como el cumplimiento del propósito de Dios para sus hijos a saber: ser hechos conforme a la imagen de Cristo: Esta es la glorificación. Es evidente que esta glorificación aún no se cumple en su totalidad en los predestinados, pero sí es cierto que el apóstol lo declara como la verdad y hay tanta certidumbre en su afirmación que ya lo declara como si fuera un hecho histórico. En 1 Corintios 15:51 y 1 Tesalonicenses 4:13-18 podemos leer acerca de esta transformación gloriosa de los hijos de Dios. Romanos 8:33 “¿Quién acusará a los escogidos de Dios? Dios es el que justifica”. Nadie puede acusar a los escogidos de Dios. Nadie puede venir ante el Padre con supuestas evidencias que comprueben que un escogido no tiene derecho de ser hijo de Dios, esa decisión es del Padre. Existen unos que son escogidos y el destino de estos ya está determinado, entonces se debe entender que existen unos que no son escogidos: los que no son engendrados del Padre y el destino de estos también está determinado.
UNA NOTA FINAL DE REFLEXIÓN Del servicio a los santos La predestinación es declarada abiertamente en las Escrituras y por la enseñanza del apóstol Pablo se concluye que la predestinación es un absoluto bíblico, un decreto que debe ser base para el servicio a los santos en la iglesia. Ahora bien, 1) la filosofía del ministerio debe estar descansando sobre la base de los absolutos bíblicos, 2) estos absolutos deben ser extraídos (exégesis) por medio de la interpretación de las
9 Escrituras en los idiomas originales13 aplicando el método literal. Como resultado de lo anterior, 3) el servicio a los santos estará orientado por el pensamiento teológico del ministro, en el entendido de que el siervo se está dedicando a escudriñar las Escrituras, de lo contrario, el servicio será más que mera reproducción de ideologías, pensamientos de otros. De la filosofía del ministerio Hay filosofías del ministerio eclécticas14 que permiten doctrina arminiana aderezada con filosofía pragmática, utilitaria y hedonista. Una filosofía del ministerio incluyente doctrinal y filosóficamente hablando, hace la cama a una filosofía del ministerio ecuménica, donde la doctrina bíblica higiénica, sinceramente, viene siendo lo de menos. De las paraeclesiásticas Las paraeclesiásticas que fundamentan su misión y su visión sobre bases filosóficas pragmáticoutilitarias y sobre base doctrinal arminiana (libre albedrío) causarán conflictos doctrinales y de filosofía del ministerio en las iglesias que procuran la higiene doctrinal. Sin embargo, en una iglesia donde la doctrina higiénica es lo menos importante porque es incluyente y tolerante, estas paraeclesiásticas encontrarán una fuente de alimento para seguir viviendo y crecer. De los apóstatas Los ministros apóstatas son hombres que no son hijos de Dios pero que están al frente de algunas iglesias. Estos apóstatas se han divorciado de la doctrina higiénica escuchando a espíritus engañadores y doctrinas de demonios, según 1 Timoteo 4 y 2 Timoteo 3, pero que tienen apariencia de predicar la doctrina higiénica. La oración de Pablo Hoy más que nunca la oración del apóstol Pablo es necesaria para que el Padre permita que sus hijos entiendan asuntos espirituales tan importantes como la predestinación y el servicio a los santos: ... que el Padre dé espíritu de sabiduría y de revelación en el conocimiento de él. Alumbrando los ojos del corazón. Efesios 1:17-18
BIBLIOGRAFÍA Calvino, Juan. Institución de la Religión Cristiana, Fundación Editorial de Literatura Reformada, Tomo II, 1967. Países Bajos.
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Me refiero a la exégesis en los idiomas originales debido a que los que pretenden servir a los santos en la iglesia, deben fundamentar su filosofía del ministerio sobre la base de los absolutos bíblicos, trazando bien la Palabra. La exposición de las Escrituras en la iglesia sin duda debe ser en el idioma de los que escuchan. 14 Ecléctico: que toma de cada doctrina o filosofía lo que le pueda servir para elaborar una doctrina o filosofía acorde al contexto en el cual está
10 Chafer, L.S. Teología sistemática, Publicaciones Evangélicas Europeas, Tomo I, 1974. E.U.A GERGEN, K. (1991). El yo saturado: dilemas de identidad en el mundo contemporáneo, Paidós, México. GUTIÉRREZ SAENZ, RAÚL. (2002). Introducción a la antropología filosófica, Esfinge, México. SÁNCHEZ VÁZQUEZ, ADOLFO (2004). La ideología de la “neutralidad ideológica” en las ciencias sociales, Antología para el seminario: Epistemología de la educación, Ducoing Patricia y Landesman Monique (comp.) Universidad Nacional Autónoma de México, México. The Lockman foundation, Biblia de Las Américas, 1986, E.U.A VATTIMO, GIANNI, (1998) El fin de la modernidad (Nihilismo y hermenéutica en la cultura posmoderna), Gedisa, México. WEBER, MAX. (1969). La ética protestante y el espíritu del capitalismo, Ediciones península, México. Artículos en internet: http://www.ldiogenes.buap.mx/revistas/revist.html Usado con permiso
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