POLÍTICA | 13
| Sábado 17 de agoSto de 2013
Polémica por la anunciada presencia de Milani en un homenaje a San Martín
Un militar cuestionado El Senado debió postergar el tratamiento de su ascenso
El juez Bejas consideró que el ex superior de Milani fue el autor del secuestro de Ledo
en mendoza. El gobernador Pérez desautorizó al intendente
de Tunuyán, que había negado el viaje del jefe militar Mariano de Vedia LA NACION
Hasta últimas horas de ayer, el jefe del Ejército, general César Milani, evaluaba si concurriría hoy a la ciudad mendocina de Tunuyán para participar de un homenaje al general José de San Martín, luego de que el anuncio de su presencia envolviera en una fuerte polémica a las autoridades políticas de la provincia. “Milani no viene. Nunca estuvo previsto que viniera”, dijo a medios locales el intendente de Tunuyán, el justicialista Martín Aveiro, en un intento por despegarse del jefe militar que enfrenta denuncias en la Justicia por su participación en delitos de lesa humanidad y por presunto enriquecimiento ilícito. Horas después, el intendente fue desautorizado por el gobernador kirchnerista Francisco “Paco” Pérez, quien confirmó que el jefe del Ejército integrará hoy, a las 14.30, la delegación oficial que encabezarán el ministro de Defensa, Agustín Rossi, y el presidente de la Cámara de Diputados, Julián Domínguez, en el Manzano Histórico de Tunuyán. El Ministerio de Defensa de la Nación, en tanto, informó que Rossi concurrirá acompañado por autoridades militares, aunque, ante una consulta de la nacion, se dejó trascender que la presencia de Milani no estaba confirmada. En tanto, la anunciada visita del jefe del Ejército generó el rechazo de
organizaciones de derechos humanos de la provincia. La polémica surgió en medio de la reactivación de la causa judicial abierta en Tucumán, en la que ayer se dictó el procesamiento del coronel retirado Esteban Sanguinetti por la desaparición del conscripto Alberto Ledo, en 1976 (ver aparte). Sanguinetti era ese año el superior de Milani durante el Operativo Independencia, en Tucumán. Al minimizar la controversia, fuentes del Ministerio de Defensa dijeron ayer a la nacion que “es habitual que el jefe de cada fuerza, en este caso el Ejército, acompañen al ministro en los actos oficiales”. En el Ejército, sin embargo, en el área de prensa no respondieron a la consulta de este diario acerca de la presencia del jefe de la fuerza en el acto de hoy. En medios políticos se interpretaba ayer que la presencia de Milani generaba cierta incomodidad a las autoridades de la provincia, pocos días después de la fuerte derrota electoral en las primarias abiertas del domingo pasado, en manos del ex vicepresidente Julio Cobos. “Milani representa la antítesis perfecta del espíritu sanmartiniano en las tropas nacionales. A la noble austeridad del Libertador de América, el jefe del Ejército opone el desparpajo de su sospechosa fortuna personal”, dijo el diputado nacional Enrique Thomas, presidente del Interbloque Frente Peronista. El legislador mendocino conside-
Crece el conflicto de la policía con el gobierno de San Luis
protesta. Los agentes mantienen la toma del
edificio central, pese a la orden de desalojo Aurelio Tomás LA NACION
El conflicto entre la policía provincial y el gobierno puntano comenzó como un reclamo de mejoras salariales, pero derivó en la toma de la Unidad Regional II, en la ciudad de Villa Mercedes, el martes pasado. Y siguió un día después con la toma de la Central de Policía, en la ciudad de San Luis, que continuaba ayer ocupada por un grupo de entre 50 y 100 uniformados. Desde la gobernación, denunciaron violencia en la toma de las oficinas estatales, presencia de personal armado, ruptura de vidrios y el uso de pirotecnia. Los propios manifestantes uniformados admitieron que hubo violencia, pero negaron que hubiera armas y atribuyeron esta reacción a “provocaciones y el enojo por la falta de respuestas y el despido disciplinario de 51 policías”. El gobierno de Claudio Poggi acusó a los manifestantes de tener una motivación política, y apuntó hacia la agrupación kirchnerista Kolina, que responde a la ministra de Desarrollo Social, Alicia Kirchner. “No tenemos colores políticos, sólo un reclamo al que se suman nuestros familiares y que se ha ganado la simpatía de la ciudadanía”, dijo ayer a la nacion el oficial principal Miguel Ángel López, que oficia como vocero de la protesta. El ministro de Seguridad provincial, Martín Olivero, anunció el miércoles que el Juzgado Penal y Correccional N° 2, de la ciudad de San Luis, había dispuesto el
desalojo de los manifestantes. Además, aclaró que no piensa volver atrás con la sanción contra 51 uniformados (30 de ellos recibieron el pase a disponibilidad y 21 auxiliares fueron despedidos). El ministro dijo también que “la seguridad está garantizada”. “Tenemos el apoyo del 70% de los efectivos, reclamamos un aumento del salario, que hoy se encuentra entre $ 3500 y 4000 en mano para los auxiliares”, explicó López. Todos los salarios provinciales, incluidos los policiales, recibieron este año un aumento del 25% escalonado (15% en febrero y 10% en julio). Mientras los policías se preparan para continuar ocupando la central, ayer por la tarde recibieron manifestaciones de apoyo de distintos gremios estatales, como docentes, trabajadores de la salud y bancarios. En la Asociación de Profesionales y Técnicos de la Salud (APTS), compararon su situación salarial con la de los policías. Los uniformados aseguraron que tienen garantías de que no se realizará un desalojo violento. El conflicto motivó la renuncia del jefe de la policía provincial, Miguel Ángel Ubieta. El gobernador Poggi designó para sucederlo a Oscar Papaño, un hombre con buena relación con los policías que protestan. El nuevo jefe policial intentó mediar, pero en estas horas los contactos con los policías en protesta se canalizan a través del abogado Julio Fernández Priches, que reemplazó a otro letrado cuestionado por el gobierno provincial.ß
ró “muy poco feliz” la decisión de las autoridades provinciales de invitar a Milani, al atribuir su designación como jefe del Ejército a “un capricho presidencial”. Encendida la polémica, el gobernador Pérez justificó la presencia de Milani en el homenaje de hoy, que dirigentes de organizaciones de derechos humanos rechazaron por anticipado. “Es el general a cargo del Estado Mayor del Ejército, vienen el presidente de la Cámara de Diputados y el ministro de Defensa”, precisó. Y, en una señal de respaldo, anticipó que no se tomará ninguna medida especial para evitar un posible escrache al cuestionado jefe militar. “Habría que preguntarle a la sociedad mendocina si está preocupada y si conoce a esta persona. Además, no estoy para cuestionamientos, sino para celebrar algo que nos honra a todos los mendocinos, que es el 163 aniversario del fallecimiento del Padre de la Patria, como lo hicimos con el Memorial de la Bandera”, explicó el gobernador. “Está sumamente claro que los resultados que arrojó el Centro de Estudios Legales y Sociales [CELS] es contundente, de manera que Milani debería haber dado un paso al costado”, advirtió Pablo Salinas, dirigente del Movimiento Ecuménico por los Derechos Humanos y funcionario del área en el gobierno del justicialista Celso Jaque, antecesor de Pérez.ß
Procesan a Sanguinetti y la Justicia podría citar al jefe del Ejército
José Ignacio Sbrocco PARA LA NACION
César Milani JEFE dEl EJército
b Promovido por la presidenta Cristina Kirchner, enfrenta denuncias por delitos de lesa humanidad y enriquecimiento ilícito
Las FF. AA. y la Antártida bbbbb El diputado Julio Martínez (UCR-La Rioja) afirmó que “los resultados electorales de la Antártida no reflejan el éxito de la campaña antártica ni el sentir de los uniformados frente al Gobierno”, al rechazar las presiones atribuidas al general César Milani para alinear las FF. AA. al kirchnerismo. En tanto, el ministro de Defensa, Agustín Rossi, descalificó a Clarín y a LA nACion“ por no valorar el trabajo de los efectivos de las FF. AA”.
SAN MIGUEL DE TUCUMÁN.– El juez federal Daniel Bejas dictó ayer el procesamiento, con prisión preventiva, de Esteban Sanguinetti, al señalarlo como autor directo por el secuestro y la desaparición del conscripto Alberto Ledo, que desapareció el 17 de junio de 1976 y que el Ejército simuló como una deserción. El caso podría comprometer la situación del actual jefe del Ejército, general César Milani, quien firmó el acta de la falsa deserción del soldado riojano, que en el momento de su desaparición estaba en esta provincia. Sanguinetti, quien se presentó espontáneamente en los tribunales federales la semana pasada, cumplirá el arresto en su domicilio, en esta capital, debido a los problemas que presenta su estado de salud. El fallo responsabiliza a Sanguinetti por estar a cargo de la supervisión de los conscriptos y porque los delitos contra Ledo se cometieron en el vivac (campamento militar hecho como refugio improvisado) y porque ninguna autoridad del batallón hizo algo para encontrar al soldado. En la justicia federal tucumana, incluso, se analizaba la posibilidad de citar a Milani a declarar en esta causa. El expediente que podría complicar al general Milani sostiene que el día de la desaparición Ledo había sido requerido por Sanguinetti para hacer
una recorrida en tres oportunidades, pero en el último recorrido sólo volvió el entonces coronel, que se desempeñaba como jefe de la Compañía Ingenieros de Construcciones. En su declaración indagatoria, Sanguinetti comprometió a Milani por su actuación. “Con relación a la orden que impartí para la confección del acta de deserción del soldado Ledo, lo hice en mi carácter de jefe de Compañía y en ausencia de mi jefe de batallón, que hubiese sido la autoridad a quien correspondía impartir esa orden”, explicó el oficial. “Esa orden –continuó– recayó en el entonces subteniente Milani, convirtiéndolo en el oficial sumariante y responsable de la investigación profunda del caso y con la misión de dejar constancia por escrito de todo lo relacionado con ese hecho.” “No estábamos preparados para hacer trabajo de escritorio y es posible que el subteniente Milani haya tenido que desplazarse a otro lugar para disponer de una máquina de escribir y seguramente de alguien que la operara [porque seguramente no sabía escribir a máquina] y es probable que se haya demorado unas horas en su confección, dado que la orden quizá la haya impartido verbalmente en horas de la mañana”, sostuvo Sanguinetti, en su declaración ante el juez Bejas. Por último, Sanguinetti intentó deslindar su responsabilidad al señalar que Ledo era “un soldado más de los 150 soldados” que tenía bajo sus órdenes”. Organizaciones de derechos humanos denunciaron reiteradamente que “los sumarios de deserción fueron el modo de encubrir la desaparición de soldados durante el terrorismo de Estado”.ß