Artículo – Blanca Quino Egresada MEDEX 1998 Publicado en Diario Gestión

Un líder con presencia Es evidente que un líder debe estar presente todo el tiempo. En la experiencia que tengo, ¿qué es estar presente? Momento 1: Tenemos un problema. Cuántas veces alguien de tu equipo ha venido a decirte “la cifra con la que esperaba cerrar el mes y que me comprometí a cumplir no se va a lograr”. Tienes tres opciones. La primera: es decirle que lo sientes pero que los compromisos se cumplen. Como ven, este es un monólogo. La segunda: increparle que cómo es posible que no tenga previsibilidad y cómo harás para llevar estas malas noticias a tu jefe. Una invitación a dialogar mal. La tercera: pedirle que se detenga un momento y preguntarle qué sucedió y qué alternativas maneja. Y ese es el momento en que presencia es que no hay nada más entre él/ ella y tú, escuchar es lo que cuenta. Momento 2: he tomado una decisión. Uno de tus mejores talentos viene a plantearte que se va. Recibió una mejor oferta, lo ha pensado mucho, quiere a la compañía pero le ofrecen un mejor sueldo y no puede desperdiciar esta oportunidad. Nuevamente tienes tres opciones: Molestarte y decirle que nadie es indispensable (habla el ego); pedirle que lo piense mejor y hablar en todo momento de lo qué va a perder si se va. O puedes preguntarle–además del sueldo- qué otra motivación tiene para dejar la compañía. Y aquí, estás presente. Momento 3: tengo problemas en casa. Me encanta mi trabajo pero, me sumerjo tanto en él que estoy llegando tarde y no comparto con mi familia. Me reclaman tiempo y no sé si podré continuar. Y como debe imaginarse, querido lector, haces las preguntas para que él/ella te hable de su entorno familiar. Es una conversación muy personal. ¡Muy presente! ¿Cuántos de nosotros hemos pasado por esto? Asumo que varios. ¿Cuántos estuvimos presentes para ellos? No lo sé, varias veces no lo estamos.

Aun cuando podrían decirme que hay personas que son multitarea, no podemos tener más de una conversación genuina a la vez. Y hablo de conversación activa, de escucha activa. Ser líder requiere crear espacios dentro de tu ya escaso tiempo disponible pero creo que, si quieres hacer conexión con tus equipos, es parte de tu rol y tienes que asumirlo. Y algunas veces, después de mucho detalle o “catarsis”, el espacio para un silencioso “sigo aquí, estoy aquí” es la valiosa conexión emocional que fortalecerá esa relación de trabajo.