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POLITICA

I

Domingo 4 de abril de 2010

LA HERENCIA DEL LIDER JUSTICIALISTA s NUEVA SUBASTA DE MARIO ROTUNDO

EL CASO EMBRAER

Lealtad y precios la bandera justicialista ➽ Costos: de Evita es el objeto más caro hasta ahora ($ 170.000), pero Rotundo piensa subastar en más de 250.000 pesos la lápida de Canela, uno de los perros del general. Se pueden conseguir libros y discos por 800 pesos. postor: el empresario de ➽ Mejor medios y ex senador mendocino

HERNAN ZENTENO

Cámara de Perón: $ 80.000

La Presidenta pidió a sus funcionarios que negaran las acusaciones; protección a Recalde

Omar Alvarez es el mayor comprador hasta el momento. Según Rotundo, obtuvo unos 15 objetos y llegó a pagar más de $ 60.000 por uno de los lotes.

MARIANA VERON

en 2004, en la sede ➽ Christie’s: romana de Christie’s, el diputado

HERNAN ZENTENO

“Los políticos no han tenido el cariño que proclaman”, dice Rotundo

Francisco de Narváez pagó 250.000 dólares por parte de la biblioteca y el archivo de Perón. También pujaron Antonio Cafiero y el empresario Antonio Mata, que compró el sudario de Evita.

LA NACION

AFP

Alhajero de Evita: $ 29.500

Poco afecto peronista por Perón Ningún político o sindicalista del PJ se interesó por los bienes en venta del ex presidente MARCELO VENERANDA LA NACION No hay peronista de ley que olvide evocar sus nombres, citar sus palabras o exhibir sus retratos en despachos, salones y grandes telones de actos. La devoción a Juan y Eva Perón, el “primer trabajador” y la “abanderada de los humildes”, respectivamente, se potencia en cada discurso y sacude la cuerda emotiva de cada recuerdo, confesión y arenga partidaria. Pero el bolsillo, a veces, queda muy lejos del corazón. Ningún dirigente político o sindical vinculado al peronismo se acercó a la subasta de las pertenencias de Perón y Evita, que desde febrero inició la fundación que preside Mario Rotundo, secretario, confidente y heredero de las posesiones privadas del general, cuyas ganancias se destinan a obras de caridad, instituciones científicas, sanitarias y culturales. Son más de 14.000 objetos que rodearon a Perón y a Eva Duarte a lo largo de sus vidas, y que Rotundo heredó a través de un testamento del caudillo y un juicio y posterior acuerdo con su segunda esposa, Isabel Martínez de Perón, además de otros efectos que todavía hoy intenta

recuperar y que están diseminados por todo el mundo. ¿Qué peronista no querría tener la bandera justicialista que recorrió cada viaje de Evita y cubrió su féretro durante el cortejo fúnebre? La puja actual va por los 170.000 pesos, pero por menos podrían quedarse con alguno de sus abanicos ($ 12.000), o alhajeros ($ 29.500). ¿Qué dirigente no querría tener la colección que el propio Perón hizo de sus discursos o los manuscritos que antecedieron a sus textos doctrinarios? Por 29.500 pesos podrían quedarse con la última billetera que utilizó, con sus tarjetas personales y fotos carnet. El precio parece alto, pero el artículo guarda un atractivo particular, tanto para ultrakirchneristas como para sus adversarios: está hecha de cuero de pingüino. “A veces me da vergüenza ajena. No quiero decir que lo utilicen, pero lo nombran tanto. Parece que se empachan con el nombre de Perón”, se lamenta Rotundo, aunque rápidamente aclara que se refiere a todos los peronistas y a ninguno en particular. “No se han acercado ni han tenido el cariño que dicen tener en sus discursos, aunque sea para venir y

tocar alguno de los objetos. Porque no se trata sólo de los efectos de Perón y Evita, sino de sus afectos: los libros que leían, la música que escuchaban, las obras de arte que compartían”, insiste. Rotundo conoció al Perón en 1970, durante el exilio español. Tenía 20 años y venía de una familia socialista. El general lo “adoptó” como secretario y, según relata, lo mantuvo alejado de las internas políticas. Ahora dice sentir “ausencias y extrañeza” por lo que los políticos y sindicalistas justicialistas declaman y la realidad del departamento porteño donde se amontonan las pertenencias del caudillo.

Interés extranjero Cada miércoles, la Fundación por la Paz y la Amistad de los Pueblos que preside Rotundo realiza una subasta de objetos a través de la página www.peronyevasolidarios. org.ar. Lleva vendidos 40 de los 180 lotes disponibles, con más de 200.000 pesos recaudados. “Los fondos se destinan a obras de caridad, como lo habrían querido Perón y Evita”, agrega Rotundo. Salvo por un ex senador provincial mendocino y actual empresario de

El Gobierno cierra filas en torno de la compra de aviones

medios, todos los compradores pertenecen enteramente al sector privado y, en un 80 por ciento, provienen de provincias del interior. Sólo unos pocos permitieron que la fundación diera a conocer sus nombres. Tampoco hay políticos entre los interesados en pujar por los lotes disponibles. Hasta la semana pasada, había 43 potenciales adquirentes de Europa del Este, 119 latinoamericanos, 28 de Estados Unidos, 5 canadienses y 431 de la Argentina. “Los dirigentes locales ni siquiera se han interesado por los documentos que hacen al pensamiento y la doctrina peronista”, rezonga Rotundo, y advierte que muchos de esos textos son pretendidos por entidades extranjeras: la universidad norteamericana de Stanford, la cancillería alemana y hasta funcionarios del Protocolo de Kyoto, interesados por los ensayos de Perón sobre ecología. “Sería bueno que la mayoría se quedara en el país y, como sucede hasta ahora, que se dispersaran por todas las provincias”, se ilusiona el heredero. Mientras tanto, espera la visita o, al menos, una llamada de los discípulos más fervientes del “primer trabajador” y la “abanderada de los humildes”

Cristina Kirchner recibía el parte de prensa, la semana pasada, en la Casa Rosada. “Cuídenme a Marianito”, exigió la Presidenta a un grupo de colaboradores, en medio de la creciente investigación por presuntos sobreprecios en la compra de aviones a la empresa brasileña Embraer. Marianito es Mariano Recalde, presidente de Aerolíneas Argentinas, amigo íntimo de Máximo Kirchner, el hijo mayor del matrimonio presidencial. Así, Cristina Kirchner ordenó a sus funcionarios que cerraran filas en la defensa de la operación, y dispuso que quienes habían tenido responsabilidades en la decisión salieran con un discurso unificado a defenderse de las acusaciones. El primero en hacerlo fue el ministro de Planificación, Julio De Vido. Junto con su par de Justicia, Julio Alak, que en el momento de hacer la operación por la que el Gobierno pagó 690 millones de dólares para adquirir 20 aviones, presidía la compañía de bandera, y el secretario de Transporte, Juan Pablo Schiavi, coordinó las respuestas que darían ante las nuevas revelaciones de posibles sobreprecios. El Gobierno se concentró en coordinar la defensa ante la incipiente causa y, por el momento, según advirtieron a LA NACION fuentes cercanas a los funcionarios involucrados, ninguno está en posición complicada dentro del esquema oficialista. “Todos los funcionarios conversaron y coordinaron las líneas generales de defensa”, planteó una fuente, y advirtió que hubo una decisión política de la Presidenta de desmentir las acusaciones. En la Casa Rosada ven un vínculo temporal y una “extraña intencionalidad” entre la investigación del

juez federal Sergio Torres, que allanó las oficinas de Aerolíneas, y las revelaciones de la investigación que lleva adelante el magistrado Norberto Oyarbide, que involucra al ex secretario de Transporte Ricardo Jaime por su patrimonio. La teoría del complot está a la orden del día por los pasillos de Balcarce 50. Según pudo saber LA NACION, el Gobierno podría contraatacar en los próximos días con información en contra de las supuestas presiones de la empresa Boeing. De Vido denunció que la compañía está involucrada en la denuncia por haber perdido la operación. “Nosotros vamos a defender el convenio”, dijo una fuente al tanto de la operación. “Esta causa no tiene imputados”, planteó otro funcionario, para descartar que hubiera preocupación en la Casa Rosada, donde acusan al presidente de la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas, Jorge Pérez Tamayo, de beneficiar a la Boeing. La Presidenta mantiene un vínculo muy cercano con Mariano Recalde, que también se ganó la confianza de Néstor Kirchner. El presidente de Aerolíneas, además de ser amigo de Máximo Kirchner (hijo del matrimonio presidencial), se ganó la confianza del ex presidente, que lo invita a los clásicos partidos de fútbol de los viernes en Olivos. “Es el nuevo niño mimado”, confiesan en Balcarce 50. Junto con el director de la Anses, Diego Bossio, son los nuevos habitués de las tertulias en la quinta presidencial. En los principales despachos, dicen que la causa no avanzará. Lo que más inquieta son las revelaciones en contra de Jaime, un ex funcionario que tuvo que dejar el cargo ante la acumulación de causas judiciales. Según cuentan fuentes kirchneristas, aunque se haya alejado del poder, Jaime mantiene aún contactos con el ex presidente.