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| Miércoles 16 de abril de 2014

CARTAS DE LOS LECTORES

Fundado por Bartolomé Mitre el 4 de enero de 1870

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Número 1, Año 1 “la nacion será una tribuna de doctrina” Director: Bartolomé Mitre

Narcotráfico: efectividad, no efectismo Si bien el publicitado operativo del gobierno nacional en Rosario es un paso adelante, sólo se está actuando sobre las consecuencias y no sobre las causas

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uy tarde, y con un despliegue físico y publicitario que parece tender más al efectismo que a la efectividad, el gobierno nacional finalmente decidió involucrarse en el combate al narcotráfico que se ha ensañado con la ciudad de Rosario, donde las bandas de la droga pelean metro a metro sus territorios o zonas de venta en más de veinte barrios y donde en los tres primeros meses del año los asesinatos se han cobrado más de 90 víctimas mortales. Como se recordará, el año pasado fue baleado el domicilio del gobernador Antonio Bonfatti, quien previamente había removido a la cúpula de la policía provincial porque, presuntamente, algunos altos oficiales habrían sido captados por los narcos. Y varios ministros fueron amenazados. Sin embargo, como las autoridades nacionales poco y nada han hecho en la última década en la lucha contra la droga, un tema al que ignoraron o silenciaron prácticamente hasta el presente, hay que reconocer que el envío a la ciudad santafecina de 3000 efectivos de la Gendarmería, la Prefectura y la Policía Federal representa un paso adelante. En otras palabras, ante un panorama cada vez más sombrío debido a la inercia oficial que permitió el constante avance en todo nuestro territorio del macabro negocio de la droga, el despliegue del operativo a cargo del mediático secretario de Seguridad de la Nación, Sergio Berni, significa un cierto progreso, incluida su admisión de que parte del dinero producido por la droga se usa “para corromper al poder político, judicial y policial”. Como bien han recalcado las autoridades nacionales, el operativo iniciado el miércoles pasado obedeció a un pedido del gobernador Bonfatti. En cambio, al mismo tiempo debemos lamentar que el Gobierno haya demorado tanto en asomar la cabeza y hacerle frente a esta criminalidad organizada, y que en sus declaraciones Berni parezca confundido acerca del complejo problema que está enfrentando. En efecto, el funcionario ha afirmado que “hemos tomado esta decisión de hacer esta fuerte intervención para darles tiempo suficiente a las autoridades locales para que puedan organizarse y tener los recursos humanos y tecnológicos” para la lucha contra el narcotráfico, y que el Gobierno está “en la etapa de ganar centímetro a centímetro la presencia del Estado en Rosario”,

pues la situación de la ciudad es “muy seria”. Esas declaraciones dejan la impresión de que el problema del narcotráfico es rosarino, o santafecino. Es decir, que se limitaría a una provincia gobernada por un partido opositor como el socialismo cuando cae de maduro que la droga que llega a esa provincia tuvo previamente que cruzar las fronteras nacionales, cuyo control es de la Nación, y surcar rutas y vías navegables nacionales. Recordemos también que el narcotráfico es un delito federal y que el hecho de que se manifieste con particular virulencia en Rosario no significa que esté ausente del resto del país. Al contrario. Tal vez la fuerza y la violencia de que hace gala en aquella ciudad obedece a la decisión del gobierno provincial de enfrentarlo. Por lo tanto, lo que lleva a cabo el Gobierno por medio de Berni –siempre y cuando el operativo no se limite a un despliegue publicitario– no es la pretendida salvación de Rosario, sino la tardía reacción ante las dramáticas consecuencias de un mal que no se quiso ver y al que esa sospechosa ceguera le permitió crecer en todo el país. Por otro lado, los 90 operativos y allanamientos realizados y la detención de 26 personas lucen como un resultado bastante pobre para un despliegue de esta magnitud. Además, el pedido de Berni a los funcionarios santafecinos de que diariamente arrasen con topadoras nueve búnkeres donde se vende droga trasluce ingenuidad. El problema no radica en los búnkeres. Ni siquiera en los chicos y jóvenes que los atienden y que con frecuencia dejan allí sus vidas. El problema es mucho más complejo y de mayor magnitud, y no se solucionará brindando a la televisión imágenes más propias de una serie televisiva de acción. Donde brilla por su ausencia la labor del Gobierno en el combate a la droga es en la absoluta carencia de una planificación racional y realista y de diversos cursos de acción consensuados entre la Nación, las provincias y los municipios. Sin olvidar, por supuesto, la necesidad de llevar a cabo una indispensable lucha contra el lavado de dinero. La droga no reconoce fronteras ni jurisdicciones. De muy poco servirá el despliegue realizado en Rosario si no se tiene en cuenta que lo que ocurre en sus calles es sólo el síntoma de algo mucho más profundo.

Peatones, siempre los más expuestos Distracción e imprudencia caracterizan a los que cruzan la calle o esperan en la calzada, y son las principales víctimas en accidentes de tránsito

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esde estas columnas, hemos alertado numerosas veces sobre el incremento de los accidentes de tránsito, esos mismos que tantas veces se podrían evitar si hubiera verdaderas campañas de educación vial, con continuidad y abarcando todos los sectores, instando a que tanto conductores como peatones obedecieran las normas viales. Sin embargo, de todos los agentes implicados, son sin duda los peatones los que más se arriesgan y los que más expuestos están a sufrir serias consecuencias. En efecto, en ocasión de celebrarse el Día de la Seguridad Vial, el pasado 19 de marzo, la asociación civil Luchemos por la Vida difundió un trabajo con algunas estadísticas que llaman a la reflexión: según el informe, el 94 por ciento de los conductores no cede el paso a los peatones, y en promedio, en la Argentina mueren 22 personas por día en accidentes de tránsito, sobre todo en los grandes centros urbanos, como la ciudad de Buenos Aires. También en su momento, la Defensoría del Pueblo porteña aportó datos: los peatones representan el 45% de las víctimas mortales, seguidos de los motociclistas (29%) y los automovilistas (19%). Lamentablemente, en estos casos las cifras son pavorosas: si de cada 1000 accidentados que circulaban en auto han muerto alrededor de 10, de cada 1000 peatones atropellados han fallecido 15, lo cual demuestra el alto grado de vulnerabilidad de este grupo. La única y la mejor protección para los peatones, que sería cumplir estrictamente con las normas de tránsito, es la que no se practica: la mayoría de ellos cruzan por cualquier lugar, sin respetar las sendas peatonales, o suelen esperar debajo de la vereda, en la calzada, prácticamente al alcance de cualquier vehículo, el momento de cruzar con el semáforo en verde, incluso muchas veces anticipándose a éste. También cruzar directamente con el semáforo en rojo es una costumbre

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Los peatones cruzan por cualquier lado

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en aumento, lo mismo que hacerlo hablando por el celular o enviando y recibiendo mensajes. En los últimos tiempos, el grado de imprudencia y de distracción parece, además, haberse exacerbado gracias al uso constante de los aparatos tecnológicos (MP3 y celulares): según especialistas del Centro de Educación para la Seguridad Vial (Cesvi), que realizaron hace un tiempo varias mediciones en distintos puntos de la ciudad de Buenos Aires, un 13% de los peatones cruza de manera distraída por esa razón. También, según esas mediciones, son las mujeres las que presentan una mayor tendencia a esperar en lugares indebidos (un 54,6%). No llama la atención que todas las entidades dedicadas a estudiar el tema del tránsito coincidan en la necesidad de hacer hincapié en la educación y el control. A pesar de la existencia de las leyes de tránsito, que implementan la educación vial desde la escuela primaria, los peatones argentinos siguen sin cumplir la mayoría de las normas, en una inexplicable apuesta por el peligro y hasta la muerte, en lugar de elegir la vida y la convivencia social en paz y en seguridad, y evitando hechos que aunque reciben el nombre de accidentes queda demostrado que no son tales, sino fruto de una gran imprudencia.

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El Ejército en la villa Con profunda consternación he leído que soldados del Ejército Argentino están abriendo calles, limpiando cloacas y creando espacios comunitarios en una villa de emergencia. Sin desmerecer de ninguna manera a los civiles que realizan esas tareas, me llena de vergüenza que personal del Ejército esté abocado a trabajos que deberían realizar los propios interesados, bajo la supervisión de civiles idóneos que puede proveer la constructora que maneja Hebe de Bonafini. ¿Cuántas humillaciones más deberán soportar los militares por haber luchado contra las organizaciones guerrilleras? ¿Cuándo se oirá alguna voz valiente en la oposición que se atreva a decir lo que es políticamente incorrecto? Silvia Scarpino DNI 3.982.631

Sketch Anteayer disfruté en televisión del más desopilante sketch: el dirigente Luis D’Elía, aquel del “odio a los blancos, odio a la p... oligarquía, te odio Peña (Fernando), ¡te odio!”, clamando por “amor, amor, amor”, desaforadamente. Carlos Alberto Finkel [email protected]

Los textos destinados a esta sección no deben exceder las 15 líneas o los 1100 caracteres. Debe constar el nombre del remitente, firma, domicilio, teléfono y número de documento. Por razones de espacio y de estilo, LA NACION podrá seleccionar el material y editarlo. Los mensajes deben enviarse a: [email protected] o a la dirección: Av. Del Libertador 101, Vicente López (B1638BEA) Buenos Aires, Argentina

dio un recital en Gualeguaychú para más de 150.000 seguidores, quienes abonaron 350 pesos para poder verlo a considerable distancia, enlodados hasta la rodilla por el barro en el hipódromo, resultado de una copiosa lluvia del día anterior. Es el precio de una platea en el mejor teatro de la ciudad de Buenos Aires. Sólo la adoración puede dar lugar a ese despropósito. Yo iba a ir, pero en los días previos se supo que Solari se negaba a abonar un impuesto por el espectáculo. La popularidad no es sinónimo de licencia para quitar esa colaboración ciudadana a los miles de chicos de esa ciudad que asisten a la escuela pública y a los hospitales, por carecer de medios para servicios privados alternativos. Los mismos que dejaron cada uno 350 pesos de sus bolsillos... Lamenté que su admirador, el senador Aníbal Fernández, siempre tan locuaz y participativo, no lo haya hecho entrar en razones, habida cuenta de que esos impuestos se le niegan al proyecto nacional y popular al que pertenece. Un artista de la talla del Indio Solari no tiene por qué dar ejemplos, pero qué bueno habría sido un recital gratis… y cuánto más que hubiera tributado, como debemos hacerlo todos nosotros. Mónica Frade DNI 12.759.682

Inundados Algunos políticos no hacen más que hablar de que ellos están para pensar “en la gente”. Yo no sé si alguien de la gobernación de Buenos Aires piensa en la gente de Daireux, Lincoln, Bragado y tantas otras localidades de la provincia, aisladas por falta de obras, de caminos y de ayuda para socorrer a poblaciones que están totalmente abandonadas en medio del drama de las inundaciones. Días atrás cedió el puente de Arroyo Verde y se cortó la ruta 3. Luego se informó que el problema fue subsanado, pero no escucho al gobernador y su gente hablar de esto o recorrer las zonas, aunque sea para saludar desde el aire. Sofía Laferrère

En la Red Incendio en Valparaíso Facebook

de la ciudad, se construyó una feria conformada por puestitos venidos de cualquier lado y que vendían artículos de mala calidad. Con eso inundaron nuestra plaza Arenales y el escenario se debió instalar sobre el pasto (que debería protegerse). ¿Qué derecho tienen la conducción de la comuna 11 y el señor Mauricio Macri para arruinar el festejo de nuestro aniversario? Aclaro que no soy cristinista, pero no me gusta que ocupen mi barrio y lo arruinen. Como lo hacen también con edificios de seis pisos frente a la plaza, cuando la autorización es hasta tres. Dra. María Marta Novello DNI 5.617.022

Sinay Quiero felicitar al señor Sergio Sinay por su columna en la nacion Revista del 6 de abril. Leí el consejo que le da a una persona que se cuestiona si contarle o no a un ser querido sobre su final. ¿La verdad cruda o dejar que el proceso de la enfermedad haga su trabajo? No hay nada en este mundo que dé más miedo que la muerte y la pérdida, pero el escritor responde con una dulzura y un respeto tan grande por la libertad del lector y su angustia que fue de las pocas veces que pude ver la enfermedad y la muerte sin disfraces, sin palabras tontas que intenten hacerlas parecer otra cosa que no son. “Si fuera usted quien está muriendo, ¿qué cosas lo aliviarían en esa situación?”, dice Sinay, y nos cuenta que es un momento sobre el cual se sabe sólo transitándolo. O sea: nadie puede opinar qué pasa cuando se muere, qué sucede durante ese duro padecimiento. Es difícil, por lo tanto, dar sugerencias. Deduzco, luego de leer la columna, que es de las poquísimas experiencias intransferibles. Los consejos serían en vano, y hasta imposibles. Sólo sabe del final el que se está yendo. El que está vivo puede dar consejos sobre otros temas, pero nada más. ¡No hay empatía posible para el ocaso de la vida! Roberta Garibotti [email protected]

[email protected]

Eclipse de seguridad

Túnel

Ayer a la madrugada decidí contemplar un formidable fenómeno natural, el eclipse lunar. No me importó perder un poco de sueño. Caminando de vuelta hacia mi hogar vi una pareja acercándose y, sonriente, pensé –en mi inocencia– hacer algún comentario acerca de lo que acababa de disfrutar. Y sí, qué inocencia. El hombre sacó un revólver y la mujer vació mis bolsillos. No pude evitar pensar que el Sol, la Luna y la Tierra se habían alineado y cómo la Tierra inundó de sombras la Luna. Y entonces el eclipse ya no era tan formidable. Como otras veces que me robaron en la vía pública, también se eclipsó una parte de esa inocencia que me hace caminar tranquilo por la calle. Y pensé cómo un país con tanta luz propia se ha dejado caer en las penumbras una y otra vez, por los problemas ya tan conocidos y que no voy a enumerar. Ahora el Sol está saliendo nuevamente y volverá a iluminar la Luna en la noche. Y este eclipse quedará en el olvido. Sin embargo, muchas inocencias volverán a ser eclipsadas. Y olvidadas… Espero que el Sol vuelva a iluminar, de forma definitiva. Gonzalo Fernández Madero DNI 3.3472.295

La semana pasada se publicó en el diario una noticia vinculada con la posible construcción de un túnel por debajo de Puerto Madero (o de la avenida Eduardo Madero) para poder conectar la zona sur con la zona norte de la ciudad. Sin entrar en análisis de costos y factibilidad de la propuesta para hacer el anunciado túnel, entiendo que hay ideas más simples para hacer otras obras que apuntan a solucionar el problema del tránsito en el eje Madero-Huergo. Hay que pensar una vez más en la idea de trasladar fuera de la ciudad el puerto de carga (contenedores y granos) para ganar espacio para estacionamientos, parques, terminales para el transporte fluvial interurbano, terminales para cruceros, etc. Y también vale poner nuevamente sobre la mesa la idea de terminar las tres avenidas y autopistas (anillos) que circunvalan nuestra ciudad (Av. General Paz, Camino del Buen Ayre y ruta 6 desde Campana hasta La Plata). De esa manera, el tránsito de camiones se reduciría enormemente y con ello se ganaría en tranquilidad y seguridad para todos. Estas dos iniciativas no son novedosas para nadie, pero creo que llegó el momento de pensarlas y ejecutarlas. Jorge A. Aguirre Saravia DNI 14.610.486

Juez Felicito al juez Sergio Segura por los términos de su carta del domingo pasado. Y permítanme soñar también que algún día se expresarán en esos términos el presidente y el resto de los jueces de la Corte Suprema. Soñar no cuesta nada... ¿no es cierto? José María Ugarte [email protected]

Solari y los impuestos Desde hace tiempo pienso que el Indio Solari debería haberle obsequiado a su oleada ricotera un recital gratuito. La fidelidad y el enorme sacrificio de miles de chicos para lograr esa asistencia perfecta a sus recitales (no importa dónde los haga) bien valen un gesto de entrega. Días atrás

“Cuando hay un desastre como éste yo soy uno más que sufre, las fronteras del corazón no existen” María Estela Alevatto

“Fuerza, hermanos chilenos. Bendiciones para todos” Marcela Montero

“Olvidemos el rencor y construyamos un presente diferente. Somos una nueva generación y podemos elegir dejar atrás lo que nos duele. Los argentinos somos muy solidarios y ésta no será la excepción” Victoria Domínguez Cossio

Extinción La carta del señor Carlos Alberto Rosa no hace más que demostrar claramente la total indiferencia del actual gobierno hacia la clase pasiva, a la que pertenezco. La Anses debería responder algún día por qué no hace honor a sus compromisos. Conozco mucha gente de más de 90 años que está en la misma situación que el señor Rosa y que cobra el mínimo, y creo que nadie en su sano juicio puede pensar que una persona de esa edad vive con 2700 pesos mensuales. Eso es apurar su extinción. Pedro M. Ledesma DNI 4.294.288

Feria en Villa Devoto Pertenezco a la tercera generación de habitantes en el barrio, y este año, en que se cumple el 125° aniversario de Villa Devoto, como en los anteriores, me preparaba para reunirme con otros vecinos de larga data. Hasta que vi que, por decisión del gobierno

Mirtha Legrand Tras lo ocurrido el sábado pasado en el transcurso de la cena conducida por la señora Mirtha Legrand, su equipo de producción debería extremar las precauciones en cuanto a la selección de los comensales, para evitar situaciones bochornosas. Actitudes de confrontación más allá de ciertos límites e incluso despectivas, como sacar el plato de la mesa para comer dándole la espalda al resto de los comensales, lo cual obligó a la conductora a intervenir con algo de severidad, en nada contribuyen a la calidad de ese programa, por el contrario. Eugenio Luis Bezzola [email protected]

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