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espectáculos
| Martes 30 de septieMbre de 2014
Los que siempre mueren por amor
Un mundo egoísta lleno de Montescos y Capuletos
teatro. Virginia Lago dirige una nueva versión de Romeo y Julieta, que se estrena pasado mañana en una de las salas oficiales Viene de tapa
Los protagonistas de la obra serán Juan Pablo Galimberti y Mariana Giovine (hija de Lago y Héctor Giovine). Roxana Berco y Gabriel Rovito serán los Capuleto, y Pietro Giam y Miryam Strat, los Montesco. “Yo había propuesto originalmente Verano y humo, de Tennesee Williams, y la gente del San Martín lo había aceptado. Empecé el trabajo y tuve que parar porque parece que los herederos del autor no quieren que se hagan obras de él en la Argentina. Hay un problema que desconozco, pero lo cierto es que no pude seguir. Y ahí Alberto Ligaluppi, el director del San Martín, me propuso hacer esta versión de Romeo y Julieta. Dije que sí porque es una obra extraordinaria que se seguirá haciendo por los siglos de los siglos”. –¿Cómo se logra originalidad en una obra que se ha montado tantas veces? –Es que no quiero ser original, no me interesa para nada. Vi muchas versiones de Romeo y Julieta, en teatro, ópera, cine… Muchas de ellas son obras maestras, y todas son distintas. Cuento con ese bagaje para esta versión. Se trata de una obra llena de pasiones, de amor, locura y muerte, una verdadera tempestad. El amor entre Romeo y Julieta es puramente pasional, y ocurre lo que ocurre porque viven en una sociedad donde el odio es protagonista. Ahí hay una conexión con la actualidad. El odio está matando mucha gente joven en todo el mundo. En la obra es el odio ciego entre dos familias. Y en nuestra vida cotidiana lo vemos en muchos lugares. Pensemos en la violencia en el fútbol, por citar un ejemplo bien terrenal. La ambición por el poder y el dinero produce hoy tantas aberraciones como en el pasado. –¿Sos de las que piensan que hay demasiados enfrentamientos en la sociedad argentina o valorás la discusión? –A mí me parece buena la discusión. Lo que no me gusta ni me gustará nunca es que alguien crea que tiene la única verdad. Me parece que uno puede defender su posición con uñas y dientes, pero también debe
escuchar al otro. Los enfrentamientos permanentes no sirven, fijate lo que pasa hoy en todo el mundo. Cada uno, desde su lugar, puede hacer algo para que eso cambie. –¿Sos nostálgica, viviste tiempos mejores? –No creo que todo tiempo pasado haya sido mejor, pero en los años 60, cuando yo era joven, había un espíritu revolucionario que hoy no existe. De la violencia de los 70 no soy nada nostálgica, eso sí. La hemos padecido mucho… Sí siento nostalgia de mi niñez, de mi casa grande en Villa Ballester, con las puertas siempre abiertas. Pero me gusta vivir el presente y proyectar. –¿Cambió mucho el mundo del teatro en todos estos años? –Lo que sucede con el teatro en la Argentina es impresionante desde hace tiempo. Mucha gente que viene del exterior no lo puede creer. Es notable que exista la cantidad de obras que se estrenan en todo el país cada año. Buenos Aires es una de las plazas teatrales más importantes del mundo. Yo, obviamente, tengo mis referentes, mis legados. Onofre Lovero ha sido un padre para mí. Es alguien que hipotecó su casa para producir teatro independiente. Lo que no cambió, lo que persiste, es eso: gente que sigue soñando con el teatro. –¿Sos espectadora frecuente? ¿Preferís el off o el circuito comercial? –Voy mucho. Y pienso que el teatro es bueno o es malo, no importa tanto el circuito. Alfredo Alcón y María Rosa Gallo, por citar dos ejemplos, han trabajado en los dos ámbitos con grandes resultados. Hay que cuidar mucho a los productores, porque producir teatro es muy difícil, riesgoso. Hace falta que estén. No comparto la idea de que una estrella de la TV te garantice un éxito. Para mí, el éxito lo propicia un material de calidad. Es cierto que algunas veces calidad y éxito no van de la mano, así como espectáculos excelentes pueden fracasar, como pasó con Los caminos de Federico. Lo hacía Alcón, era una maravilla y no iba nadie. Pero siempre preferiré la apuesta por la calidad. –¿Nunca elegiste un proyecto
A la búsqueda de nuevos públicos lanzamiento. Comienza Vení al Teatro,
campaña con premios y muchos descuentos
“No me interesa para nada ser original”, dice Virginia Lago
Hijos de actores; el talento que se lleva en la sangre Mariana (hija, además, de Héctor Giovine) y Juan Pablo están apoyados por un elenco que incluye –por idea de Virginia Lago– a unos cuantos hijos de actores. Entre los de mayor trayectoria se cuentan Gabriel Rovito (hijo de Bárbara Mujica y Oscar Rovito), Oscar Ferrigno (de su homónimo y Norma Aleandro), Roxana Berco (de Susana Campos y Alberto Berco), Enrique Dumont (de notable parecido con su padre, el recordado Ulises Dumont) y Alejo Ortiz, hijo de Susana Ortiz, recordado por sus participaciones porque te cerraba, sobre todo, la propuesta económica? –La verdad que no. Siempre elegí trabajos que me gustaban, tanto en teatro como en televisión y cine. La plata va y viene... –¿Y te gusta la televisión que se hace hoy en la Argentina? –Veo mucha histeria con el rating.
en las novelas juveniles Cabecita y Verano del 98, además de sus brillantes trabajos teatrales en Todos los judíos fuera de Europa y 33 variaciones. Muchos de ellos, lejos de haber alcanzado sus papeles por ostentación de apellido, llevan años de formación y desempeño en la actuación. A ellos se suman el talentoso Francisco González Gil (hijo de Manuel González Gil y de Ana Lascano), quien estudió teatro con Julio Chávez y participó en versiones teatrales de Robinson Antes era otra cosa, los programas aguantaban más. Extraño a alguien como Alejandro Romay, que acompañaba los proyectos, que siempre estaba presente. Hice mucha TV: grandes novelas, un ciclo dedicado al teatro universal, el de Alta comedia... Trabajar con gente como María Herminia Ave-
teatro
Los ecos de mujeres heroicas mujeres tenían que ser . ★★★
buena. dramaturgia y dirección:
Erika Halvorsen. intérpretes: Alicia Berdaxagar, Julia Calvo, Fabiana
Laura Ventura
García Lago y Julieta Cayetina. dirección de arte: Alejandro Goldstein.
PARA LA NACiON
La primavera también llega a las salas teatrales, pero principalmente en octubre. Para la fiesta hay distintos públicos invitados a diferentes acciones que buscan celebrar la vital actividad de los escenarios porteños. Mañana se lanza la campaña Vení al Teatro, en la cual participan productores, actores, directores y empresarios de sala. “Queremos celebrar el valor único que propone el teatro como factor de identificación, socialización, diversión y emoción para todos y, a la vez, actuar como un puente para introducir la experiencia teatral a nuevos públicos”, explica Carlos Rottemberg, presidente de Asociación Argentina de Empresarios Teatrales (Aadet). El lema de esta campaña es “Descubrí el teatro. Viví el teatro. Vení al teatro” y las personalidades que rezarán este eslogan son Luis Brandoni, Julio Chávez, Eleonora Wexler, Mauricio Dayub, Cecilia Roth, Martín Bossi, Adrián Suar y Guillermo Francella, entre muchos otros. El spot donde se podrá ver a estos actores en la pantalla chica está dirigido por Juan José Campanella, director de cine y de teatro. “Queremos destacar, además, los valores más celebrados del teatro: el carácter emotivo y reflexivo de los dramas, la diversión de las comedias, la energía regocijante de las comedias musicales, e incluso la posibilidad de acceso para todo tipo de edad y economía”, agrega Rottemberg. Con el objetivo de estimular al público joven, durante todo el mes estará vigente una promoción para los espectáculos comerciales de la ciudad en la que los menores de 25 años accederán al 25% de descuento en el precio de las entradas. En este plan, el jueves de la semana próxima habrá una charla-debate luego de la función en todos los espectáculos porteños. Además, el jueves 16 se realizará La Noche de los Chicos en el Teatro, donde
Los jóvenes protagonistas de esta versión analizan la obra
artista visual:
Luz Peuscovich. música: Verónica Bellini. escenografía:
Alejandro Goldstein. vestuario: Denise Romano. teatro: La Comedia (Rodríguez Peña 1062). funciones: martes, a las 21. duración: 70 minutos.
S
Cecilia Roth, en campaña todo espectador menor de 18 años podrá acceder a una entrada gratis, acompañado de un adulto. El jueves 23 será el turno de la iniciativa Descuentos Locos, en el puesto Tickets Buenos Aires (Cerrito y Diagonal Norte) en donde habrá a partir de las 11 de la mañana descuentos de entre el 60 y 90%. El último jueves del mes, el 30 de octubre, en todos los teatros se realizarán sorteos de premios sorpresa para el público. Para más información, ingresar en www.venialteatro.org Desde hace varios meses que se está trabajando en esta campaña que busca instalarse como un clásico de primavera: “El teatro es una experiencia única y transformadora. Queremos generar vínculos hacia las nuevas generaciones de espectadores. Cada semana en Buenos Aires miles de personas ven todo tipo de propuestas teatrales. Con esta campaña buscamos premiar y agradecer a todos aquellos que valoran nuestra actividad e invitamos a acercase a quienes aún no incorporaron el hábito teatral”, agrega el productor, con convicción y cordialidad. ß
i bien este espectáculo se presenta como “instalación teatral”, su formato se acerca más al semimontado, puesto que buena parte de los textos que lo componen –cartas o discursos en su mayoría– son leídos por las actrices. Y la sencilla escenografía –bloques rectangulares dispersos que ofician de atriles o asientos– no parece remitir a una instalación de arte contemporáneo. En cuanto a las proyecciones de sugestivas y delicadas imágenes que su creadora, Luz Peuscovich, va armando y modificando con sus propios dedos a la vista, es de lamentar que no estén mejor valorizadas por la puesta: el círculo donde aparecen es pequeño y está ubicado al fondo y hacia la derecha del escenario. De manera que en algunas instancias del curso de la obra, esos cambiantes retablos pueden pasar casi inadvertidos para el público. Como el título lo pregona, la dramaturgia parte del libro Mujeres tenían que ser, del exitoso historiador Felipe Pigna, en esta ocasión aplicado a rescatar personajes históricos femeninos, desde la colonia hasta la mitad del siglo XX. Casi todas, habitantes del actual territorio de la Argentina (salvando, por ejemplo, a la mexicana La Malinche, también convocada). Luego de referir sucintamente algunas de las incalificables costumbres sexuales de los conquistadores (violaciones, esclavización de las mujeres en prostíbulos), de brindar algunos brochazos sobre la situación de las esposas que iban llegando y el funcionamiento de las muy modestas escuelas coloniales, más algunos comentarios sobre el mestizaje, comienza a desplegarse la galería de mujeres, más
o menos conocidas, según los casos (Mariquita Sánchez, Manuela Pedraza, Macacha Güemes, Juana Azurduy, Guadalupe Cuenca, Virginia Bolten, Juana Rouco, Juana Manso, Salvadora Media Onrubia, Alfonsina Storni…). Las cuatro entusiastas intérpretes, evidentemente identificadas con esta suerte de misión reivindicatoria de género, se van alternando en la presentación de los personajes a través de cartas o escritos documentados (Cuenca, Bolten, Onrubia, Storni), o de textos ficcionales que dicen desde el más allá. Así, dan cuenta de modo condensado de su pensamiento, su participación en la guerra y en la política, sus amores, la defensa de los derechos de la mujer. Aparte de la eficaz música incidental, Julia Calvo hace un par de incursiones cantadas con su potente y afinada voz. Y en el momento en que –un poco por fuera del discurrir de la obra– se menciona a las heroínas del tango de comienzos del siglo XX, entona junto a Alicia Berdaxagar una entrañable e intimista versión de “Milonguita”, que emociona justificadamente a la platea. Sobre el final tiene lugar una ruptura con el lenguaje verbal un tanto grandilocuente y de relativo vuelo literario que se venía empleando: en el epílogo, el espectáculo se eleva y relumbra cuando la voz bien templada y modulada de Berdaxagar comienza a decir el hermoso poema “Eva”, de María Elena Walsh (publicado en 1976). Algo se transforma y ennoblece cuando la gran actriz pronuncia arrebatada esos versos visionarios: “Bruta como un diamante en un chiquero, ¿quién va a tirarte la última piedra? Quizás un día nos juntemos para invocar tu insólito coraje”. ß Moira Soto
silvana colombo
Crusoe, Un amor de tango, Me duele una mujer y Yepeto, entre otras. Además, serán de la partida José Manuel Novoa, hijo de Pepe Novoa y hermano de Laura, quien además de actor es psicólogo; Federico Marrale, actor y músico, hijo del primer matrimonio de Jorge Marrale; mientras que Juan Arana es el hijo de Hugo Arana y de Marzenka Novak; Julián Marcove, hijo del director Daniel Marcove, y Renata Marrone, hija de Rita y nieta de Osvaldo Terranova, que estudió teatro con Alejandra Boero y Cecilia Maresca. Por su parte, Lucía Stella ya fue dirigida por su papá, Rubén Stella, en Los muchachos de antes no usaban arsénico.ß Julieta Bilik llaneda y Alejandro Doria fue un gran aprendizaje. Recuerdo también Cosecharás tu siembra y Más allá del horizonte, dos telenovelas con un año de preproducción, algo impensable hoy. En Brasil todavía se trabaja así, por eso tienen esa calidad en sus productos. En eso, deberíamos emularlos. ß
Juan Pablo Galimberti y Mariana Giovine serán los encargados de ponerse en la piel de Romeo y Julieta. “Trabajamos juntas muchas veces –dice Mariana sobre su madre directora–, y siempre tuvimos muy buenos resultados. Claro que tiene su parte compleja, como en cualquier caso de madre e hija que comparten trabajo, pero hay un entendimiento entre nosotras que es mucho más profundo. Yo admiro mucho la capacidad, la fuerza y la entrega que mi madre tiene para su tarea. Lo hace con toda la pasión, y eso se transmite.” Galimberti, por su parte, destaca “la resonancia del material con la actualidad del mundo”. Para el actor, “lo extraordinario de este clásico es la profundidad con la que nos va mostrando cómo constantemente conviven en nosotros, los seres humanos, fuerzas opuestas: el amor y el odio, la vida y la muerte, la inevitable finitud de nuestro cuerpo y su destino”. Giovine agrega que “Montescos y Capuletos pelean por el poder. Y aunque no haya nada más estúpido que eso, lamentablemente es un tema que atraviesa todos los ámbitos. A lo largo de la obra se va viendo cómo esta rivalidad no tiene ningún sentido. Sin embargo, crece y se va llevando la vida de los más jóvenes de la historia. Los que pelean en las guerras del mundo son en su mayoría jóvenes. Y mueren por la ambición de unos pocos que todavía no entienden que el otro es uno y que uno es el otro”. ß
teatro
Metáfora sobre la salud mental nadie mejora. ★★★ buena. autores :
Mariano Saba y Andrés
Binetti. elenco: Fátima Juan Rubí, Lucía Tirone, María Eugenia Jarazo, María Miguens, Natalia Godano, Pascual Carcavallo, Sofía Fernández, Tomás Coxe, Tomás Pippo. vestuario: Lourdes Lavrut, Fiorella
Gianini. escenografía: Magali Acha, Andrés Binetti. dirección: Andrés Binetti. sala: Anfitrión, Venezuela 3340. funciones: jueves, a las 21.00. duración: 60 minutos.
A
sistir a la concreción de un proyecto de graduación implica el gozo de ver en escena a una nueva generación de artistas con toda la carga de energía que ello implica. En este caso se trata de los alumnos de la carrera de Arte Dramático de la Universidad del Salvador que egresaron en 2013. Amparados en un texto de Mariano Saba y Andrés Binetti, y con la dirección de este último, los nueve actores desarrollan el desafío de ponerle el cuerpo al relato de Nadie mejora. La propuesta desnuda e indaga en los vínculos laborales para trascenderlos y hablar, en definitiva, de aquello que une, o no, en la convivencia humana más allá del espacio compartido. Un centro de asistencia al suicida es el universo en el que se desa-
rrolla el relato con la paradójica e inteligente apuesta de parte de los autores de pintar a seres tanto o más patológicos que aquellos que recurren vía telefónica para canalizar la angustia extrema. Los jóvenes actores se mueven con comodidad en la escena. Se nota el trabajo desarrollado en la dirección de Andrés Binetti, quien dotó a cada uno de los personajes de una personalidad bien definida que se materializa en texto y en acción física. Muy lograda es la disposición espacial diseñada por Magalí Acha y el propio director, quienes se permiten jugar y pensar los espacios donde el encierro agobiante convierte a los empleados en seres confinados en la tragedia propia de acarrear con vidas de emoción inestable. El afuera y el adentro. El que asiste y el que el pide ayuda. Mezclados y fusionados. Nadie mejora es una perspicaz metáfora que nos permite pensar sobre la cuestión de la salud y la enfermedad mental. Y sobre un sistema social que sumerge y conduce a la alienación. interesante apuesta de Andrés Binetti para mostrar esas zonas grises que a veces duelen de la mano de un enérgico grupo de artistas en formación con ganas de dejarlo todo en el escenario. Y, enhorabuena, así sucede ß Pablo Mascareño
Buenos actores e interesante estética