Paseos típicos y exclusivos como un buen reloj suizo

La cueva del glaciar del Ródano. SwiSS-image. Paseos típicos y exclusivos ... o Paloma, entre otras vacas a cada cual más mansa, para dejarse llevar.
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10 | TURISMO

| Domingo 28 De septiembre De 2014

grupo de monjes fundó un hospicio y crió grandes perros para rescatar a los viajeros perdidos. En la Argentina todos los conocemos por las fotos de recuerdo en el Centro Cívico de Bariloche. Aquí, en la cuna de la raza, no podía faltar un museo dedicado al paso limítrofe, al hospicio y a los perros San Bernardo. Sobre dos niveles hay una interesante colección histórica y en un costado del edificio se puede visitar un canil con varios perros, listos para sacarse fotos. Aviso: los perros del museo no tienen el célebre barril de licor al cuello... Aquí abajo, en el valle, no tienen que rescatar a nadie. Además de visitar el resto de la ciudad hay que subir hacia la entrada del valle por las pequeñas rutas locales para perderse en el viñedo colgado del flanco de la montaña, que ofrece hermosas vistas hasta la punta donde nace el lago Lemán. Pastores descalzos Muy cerca, también en el Valais (la región cruzada por el Ródano en el sur de Suiza, cuna de muchos inmigrantes que se establecieron en la Argentina) está Nendaz. Se la conoce como la Capital del Alphorn, el gran cuerno con el cual los pastores suizos se hacían escuchar de valle en valle. Hay un festival cada año en julio –del 24 al 26 el año que viene– que reúne a cientos de sopladores..., y miles de curiosos. Nendaz también es el lugar donde se creó el primer sendero de los Alpes para caminar descalzo. Hay que guardar los borceguíes y animarse primero sobre una especie de muestrario para los pies, que combina pedazos de pradera, arena, canto rodado, musgo, agujas de pino y madera. Si no se extrañan las medias y los zapatos de trekking, la experiencia sigue por un sendero durante una caminata de media hora.

Para los que quieren sentir la montaña en la piel, un trekking descalzo en los Alpes

Paseos típicos y exclusivos como un buen reloj suizo suiza. Montar una vaca, visitar los perros San Bernardo en su

lugar de origen y correr descalzo por la montaña, entre otras excentricidades para los que buscan una experiencia auténticamente helvética

Pierre Dumas PARA LA NACIoN

Reconocidos relojes, los bancos más confiables y chocolates exquisitos. Además de estas cosas típicas hay paseos turísticos que llevan el sello de made in Suiza, con exclusividad. Los visitantes pueden probar el novedoso cow trek, visitar un museo de perros, subir montañas con los pies descalzos y subirse al tren expreso más lento del mundo. Vaquero por un día Cencerros que tintinean y pastores que llaman a sus rebaños en las praderas de altura de los Alpes: así es el ambiente sonoro en los trenes automáticos del aeropuerto de Zurich. Sonidos que funcionan como una tentación acústica en vuelo hacia las montañas, los prados con vacas y los paseos rurales en medio de los Alpes. La mejor opción para no quedarse con las ganas es el pueblo de Hemishofen, en Appenzell, para ser vaquero por un día. Y no cualquier vaquero. Appenzell son en realidad dos cantones, los más tradicionales de Suiza. Allí las mujeres votan sólo desde 1990, una rareza para un país moderno, y donde perduró la tradición del Langemeinde medieval, la reunión de los ciudadanos en la plaza principal para votar a mano alzada las decisiones importantes. También es una región donde viven tantas vacas (15.500) como personas (16.000). Estamos en el norte de Suiza, cerca de Alemania y Austria, no muy lejos del romántico lago de Constanza, y en la granja Bolderhof –a minutos de la imperdible ciudad

A marcha lenta en el Glacier Express

◗ Datos útiles Cow trekking

La cueva del glaciar del Ródano. SwiSS-image de Stein am Rhein–, Heinz y Doris tratan de hacer convivir las tradiciones con la modernidad. Abrieron al turismo su granja con una idea muy singular: ofrecer paseos a lomo de vaca. Aseguran que son los únicos en los Alpes. Se animaron luego de buscar esa idea distinta que daría que hablar y atraería a los turistas que viajan para conocer las cataratas del Rin y las ciudades medievales de Schaffhausen y St Gallen. En Bolderhof, la vaca es la verdadera reina. Son más de cien sobre apenas 30 hectáreas: se aprende a hacer queso –Heinz enseña la técnica y lo entrega en una caja personalizada– y se sube a lomo de vaca para dar el famoso paseo. Los neocowboys pueden elegir entre Andrea, Bavaria o Paloma, entre otras vacas a cada

cual más mansa, para dejarse llevar. Porque son ellas las que guían, y bien que conocen su camino a lo largo de una hora y media, atravesando la campiña hasta refrescarse en un río. De regreso en la granja, Doris espera a los queseros por un día con el queso y un diploma que dará fe del conocimiento recién adquirido. Museo para los San Bernardo. Martigny es la última ciudad antes de subir por el estrecho valle que nace en el paso del Gran San Bernardo y desemboca en el Valle de Aosta, en Italia. Fue un pueblo romano importante y todavía quedan algunas ruinas al borde de las calles. Allí arriba en la montaña, donde la nieve, los vientos y el frío se cobraron miles de vidas durante siglos, un

◗ En la granja Bolderhof de Heinz y Doris Morgenegg, en Hemishofen. www.bolderhof. ch. La visita dura cuatro horas, incluyendo el paseo a lomo de vaca (se puede elegir la opción del carro tirado por una vaca); cuesta 120 euros.

Museo de los san Bernardo ◗ En la calle del Levant 34, en Martigny. Abre de 10 a 18, todos los días, menos el lunes. www. museesaintbernard.ch

Barefoot Path ◗ El Barefoot Path para caminar descalzo está en Siviez, una localidad de Nendaz. www. nendaz.ch

Fuente del Ródano ◗ El hotel Belvédère Am Rhonegletscher está cerca del glaciar. Se accede al paso de la Furka en tren o en auto (suele estar cerrado durante el invierno).

Glacier Express ◗ El Glacier Express es de la empresa de ferrocarriles Rhätische Bahn. El recorrido tarda de 7 a 8 horas. Existe una opción de trayecto entre Zermatt y Davos. El ticket cuesta US$ 154 en segunda clase y US$ 269 en primera. www.glacierexpress.ch

Otros made in Suiza ◗ En Locarno hay que visitar el castillo de los Visconti, del siglo

XV. Es un museo de arqueología. El Festival de Locarno es uno de los más importantes de Europa, junto a los de Cannes, Venecia o Berlín (fechas y programaciones en www.pardolive.ch). En la ciudad y su región no hay que perderse los grottos, restaurantes de comidas regionales, abundantes y de excelente calidad, como en Italia. Más datos sobre turismo en Locarno y el Tesino: www.ticino.ch ◗ Sissi en Montreux: el paseo se realiza todo el año con previa reserva y con un mínimo de cinco personas. Contactar a Lucia Fesselet por el +41 76 316 72 40, [email protected] ◗ Tintin en Nyon: para participar de las caminatas guiadas temáticas, contactar la Oficina de Turismo, www.nyon-tourisme.ch ◗ Heidorf, el pueblo de Heidi abre de mediados de marzo a mediados de noviembre. La entrada cuesta US$ 8,3. www. heidiland.com ◗ Guillermo Tell en Altdorf y Bürglen: se organizan visitas temáticas desde la Oficina de Turismo de Altdorf (cabecera del cantón de Uri, uno de los tres que fundaron Suiza). www.altdorftourismus.ch. El Museo Tell en Bürglen abre de mayo a octubre, de 10 a 17. www.tellmuseum.ch ◗ Rousseau en Sanktpeterinsel y en Neuchâtel: www. neuchateltourisme.ch y www. biel-seeland.ch ◗ Freddie Mercury en Montreux: para visitar los estudios Mountain: www.mercuryphoenixtrust.com. studioexperience

Verdaderos vaqueros en el pueblo de Hemishofen

La fuente del Ródano Quien haya visitado Arles y la Provenza, en el sur de Francia, conoce el Ródano. El río nace en Suiza y luego de 850 kilómetros desemboca en el Mediterráneo. Se puede cerrar el libro de geografía para conocerlo de primera mano, siguiendo uno de los numerosos caminos señalizados con cartelitos amarillos que se ven por toda Suiza. Los cartelitos indican las direcciones, pero también las distancias y los tiempos que lleva recorrer toda la red de caminos pedestres del país. Uno lleva hacia el glaciar del Ródano, en el lugar donde nace el río. Se lo ve pequeño, pero ya correntoso, al borde del camino que lleva al glaciar, pasando delante del infaltable albergue de montaña que caracteriza los paisajes suizos. Estamos en el paso de la Furka, el cuarto más alto de Suiza (2429 m), bien conocido por los amantes de los ferrocarriles históricos porque en verano sigue funcionando allí un tren de vapor como a principios del siglo XX. El paso de la Furka separa el Valais del valle de Andermatt. El glaciar se encuentra al lado de la ruta y de la vía de ferrocarril, y aun en verano es común que haya grandes placas de nieve congelada en medio de los prados. El glaciar se visita y hay una cueva en la cual se puede entrar. El agua que gotea de las paredes se puede considerar como la verdadera fuente del Ródano, ya que gota a gota va formando el pequeño arroyo de aguas blanquecinas que unos kilómetros más adelante será el gran río europeo. El expreso lento En cualquier parte del mundo se espera de un tren expreso que avance a toda velocidad. El Glacier Express es todo lo contrario. A pesar de su nombre es un tren turístico que cuida el sentido de la expresión lento, pero seguro. Para aprovechar mejor el paisaje no sólo va lento, sino que sus vagones están equipados con techos panorámicos de vidrio. “Es el expreso más lento del mundo”, como dicen sus maquinistas, mientras uno sube a bordo en busca de su asiento. Cada día va de Zermatt a St Moritz y de St Moritz a Zermatt, bordeando la cadena de los Alpes por el sur de Suiza. Zermatt es el pueblo desde donde se sale para ver y conquistar el Matterhorn (la montaña que inspiró un famoso chocolate). St Moritz, en el valle de Engadina, está en esa porción de Suiza donde se habla un idioma que parece pariente a la vez del alemán y el italiano, el retorrománico. Es el cuarto idioma oficial suizo, difundido sólo entre una minoría de los Grisones, el cantón más extenso, que ocupa todo el este del país. Durante el viaje en tren no hay que perderse el ritual de las copas inclinadas: gracias a su pie poco convencional no se vuelca el vino valesano mientras el tren trepa por las montañas. Luego de Chur, la capital de los Grisones, el tren entra en el Domleschg, una región donde casi cada cumbre está ocupada por un castillo, cerca de la antigua frontera entre la Confederación y su enemiga histórica, la Austria de los Habsburgo. Es allí también donde se encuentra la mayor obra del ramal, el Landwasser, un puente curvado de 130 metros. Es el momento de ir a la cola del tren para sacar una foto en la curva. Una de las mejores vistas del viaje.ß