Otro chico fue brutalmente asesinado

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INFORMACION GENERAL

Martes 22 de noviembre de 2011

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INSEGURIDAD s CONMOCION EN LA CIUDAD DEL SUR BONAERENSE

Otro chico fue brutalmente asesinado Tenía 12 años y fue estrangulado por delincuentes que entraron a robar en su casa, en Miramar; vecinos atacaron la municipalidad DARIO PALAVECINO

Un día antes cumplió años y estaba lleno de sueños

ENVIADO ESPECIAL MIRAMAR.– Unos cinco mil vecinos habían completado por calles céntricas y la costa una pacífica y conmovedora movilización. Muchos de ellos eran niños, con sus uniformes escolares y pancartas elaboradas a pulso con un reclamo común: justicia para Gasty. Un desgarrador grito de dolor por la muerte de Gastón Bustamante, de 12 años, asesinado ayer a la mañana por delincuentes que lo golpearon y estrangularon con una media al ingresar en su casa con fines de robo. Dos mayores permanecían demorados, bajo sospecha de haber participado del brutal crimen, que pocos días después del atroz homicidio de Tomás Santillán, el niño de 9 años de Lincoln, volvió a conmover a la provincia. Ambos demorados viven en casas linderas al escenario del crimen. Pero luego de que los hermanos de la víctima encabezaran la columna de más de siete cuadras y se despidieran con un agradecimiento por el gesto de apoyo y solidaridad de esta comunidad de casi 25.000 habitantes, un grupo de jóvenes se acercó primero hasta la comisaría para lanzar piedras y petardos contra personal de Infantería y luego, algunas cuadras más allá, se instalaron y multiplicaron la agresión frente al palacio comunal, donde destrozaron los vidrios de los tres pisos del edificio y arrasaron con el mobiliario de las oficinas de planta baja. Los incidentes terminaron con un efectivo policial lesionado, un funcionario municipal golpeado en la cabeza por una piedra y algunos heridos por balas de goma disparadas por fuerzas de seguridad. El superintendente de Seguridad de la provincia de Buenos Aires, comisario general Hugo Matzkin, se instaló ayer aquí y no se descarta que en las próximas horas se produzcan cambios y desplazamientos en la comisaría local. Miramar tiene policía comunal y su responsable es el intendente, Patricio Hogan. Tal vez por ello en La Plata el gobierno de Daniel Scioli mantuvo silencio sobre lo ocurrido. “Quiero que los culpables paguen lo que hicieron con Gasty, lo que han hecho antes y lo que seguirán haciendo”, exigió Gabriel, hermano mayor del pequeño, que anteayer había cumplido 12 años (ver aparte). El asesinato del niño ocurrió a las 11 de ayer, en su casa de la calle 27 y 46, en el barrio Las Palmas, una zona de viviendas humildes ubicada a espaldas de la terminal de ómnibus de esta localidad. Su padre, Carlos, estaba trabajando en una carpintería y su madre, Verónica González, había salido por unos pocos minutos a hacer algunas compras en comercios cercanos. González había dejado a su hijo frente a la computadora, donde estaba jugando antes de preparar los

Había pasado a ser el arquero de su equipo

FOTOS DE DIEGO IZQUIERDO / ENVIADO ESPECIAL

Efectivos de Infantería se protegen del ataque con piedras que destruyó el frente del palacio comunal

FOTO DE FACEBOOK

Gastón Bustamante

Familiares de la víctima, desconsolados al conocer la noticia

útiles para partir hacia el Instituto El Principito, donde cursaba el sexto año del nivel primario. Cuando volvió, lo encontró tendido en el piso, con la cara ensangrentada, una media anudada al cuelo y ya sin vida. Sus gritos de pedido de auxilio lograron la rápida ayuda de vecinos. Uno de ellos, que tiene un taller de motos a pocos metros de allí, fue el primero en intentar socorrer a la víctima. Le desanudó la media e intentó salvarlo. “Para mí todavía tenía pulso y le hice reanimación con masajes cardíacos mientras esperábamos a

la ambulancia”, contó a LA NACION. Cuando los médicos llegaron al lugar, Gastón ya estaba muerto. El fiscal a cargo del caso, Rodolfo Moure, confirmó a LA NACION que los delincuentes ingresaron en la modesta casa de los Bustamante y consumaron el robo. Hasta el momento sólo se confirmó el faltante de dinero –no serían más de 500 pesos– y algunos otros valores, aún no detallados. Los responsables de la pesquisa están convencidos de que los autores del robo vieron que González salió

a hacer compras y, conocedores de que su marido trabaja durante el día, interpretaron que la casa había quedado sin ocupantes. Pero se encontraron con el niño, que los habría reconocido y por eso lo mataron. Lo golpearon en la cara, donde le produjeron una importante herida cortante, y luego lo asfixiaron. Moure dispuso el secreto de sumario. Se estima que las dos personas demoradas ayer, que eran vecinos de los Bustamante y tienen antecedentes, no serían los autores del hecho. Pero sí los conocerían, ya que serían

de su entorno más cercano. También se supo que estos vecinos habían tenido en tiempos recientes algún cruce con Carlos Bustamante, al que habrían amenazado en más de una oportunidad. “No puede ser que a una criatura que la mamá la deja jugando con la computadora, un rato después la tenga que ver partir en una ambulancia rumbo a la morgue”, dijo un tío de la víctima, y reclamó más presencia policial en las calles de Miramar. “No sólo nos están robando, nos están matando, y ahora se meten con los chicos”, acusó. El intendente Hogan repudió ayer el ataque al palacio comunal y dijo que fue una acción de “50 o 60 inadaptados”. Lo curioso es que mientras esos pocos lanzaban piedras, otro grupo de vecinos, mucho más numeroso, arengaba a continuar el ataque. Las pedradas comenzaron sólo cuando frente al palacio comunal se instaló una decena de efectivos de Infantería, munidos de cascos y escudos. No quedó un vidrio sano. Destrozaron monitores y escritorios, e intentaron incendiar las oficinas públicas con fuego sobre los cortinados. Otros vecinos se interpusieron cuando la agresión tomó por nuevo objetivo el Concejo Deliberante, que ocupa el edificio lindero. Los ataques duraron más de una hora y por este hecho, anoche, no había detenidos.

MIRAMAR (De un enviado especial).– Con 12 años cumplidos apenas unas horas antes, dos sueños tenía Gastón Bustamente. Uno ya lo había hecho realidad también durante el fin de semana: pasó de ser arquero suplente a la titularidad en las divisiones inferiores de fútbol infantil de Defensores de Miramar. Para el otro, tanto o más esperado, contaba horas y minutos. Lo iba a cristalizar pasado mañana, cuando con sus compañeros de grado compartiera el viaje a un camping de Mar del Plata, un justo premio para los egresados del nivel primario. “Era bonito, simpático y muy gracioso”, lo recordaba ayer una compañera que con sus padres y miles de vecinos de la ciudad participó de la marcha para pedir justicia y condena para los responsables de semejante crimen. La respuesta de la comunidad no fue sólo consecuencia del duro golpe que significa el brutal crimen de un niño de 12 años. Fue, también, la expresión de hastío de una localidad turística que en lo que va de este año ya sufrió tres asesinatos. El 3 de julio fue apuñalado Emiliano Isaías, de 18 años. El acusado es hijo de un policía condenado por otro brutal homicidio que marcó con sangre a Miramar: el de Natalia Melmann, de 15 años, ocurrido hace una década. Y hace poco más de un mes, el 2 de octubre, Ariel Merlo murió también por herida de arma blanca, luego de salir del Club Amigos Unidos. A estos casos se suma el caso de Manolo Duarte, un niño que desapareció hace seis años y del que sólo se encontró un hueso de una pierna. El caso sigue sin ser esclarecido. La seguidilla de hechos trágicos se respira en el clima de la ciudad, se hizo elocuente desde las pancartas que acompañaron ayer la movilización de vecinos y queda a la vista con los afiches que se repiten en las vidrieras. “No se olviden de Manolo”, piden en uno. “Nunca más otro Emiliano”, dice otro. Hoy habrá uno nuevo, tanto o más doloroso, que ayer ya iba de mano en mano: “Justicia para Gasty”.

EL HOMICIDIO QUE CONMUEVE A LINCOLN

Tiempos clave

Crimen de Tomás: la novia de Cuello derribó su coartada

Un peritaje demostró que en 14 minutos el sospechoso podría haber cometido el hecho Adalberto Cuello sube fotos a su muro de Facebook

Horario de salida de Tomás de la escuela

La mujer dijo que no estuvieron juntos el día del asesinato; hallaron pertenencias del niño La novia de Adalberto Cuello, acusado de haber asesinado a Tomás Dameno Santillán derrumbó ayer la principal coartada de su pareja al sostener ante la Justicia que no estuvo con él en el momento del crimen. Así, el círculo se cierra cada vez más sobre el único sospechoso de haber asesinado a golpes al niño de nueve años en Lincoln. “No tengo ninguna vinculación con esto. Ese día me fui a trabajar y no tuve contacto con él”, afirmó María Inés Márquez al terminar su declaración ante el fiscal de Junín Javier Ochoaizpuro. La policía informó ayer que fueron hallados el guardapolvo y la mochila del niño en un descampado lindero al autódromo de Lincoln, donde poco antes un empleado encontró una pala que iba a ser sometida a peritajes para establecer si fue utilizada para el crimen. Durante las últimas horas, los responsables de la pesquisa reconstruyeron el recorrido entre el centro de Lincoln y el campo donde apareció el cuerpo del niño. El dato es clave porque de esta manera y, según los cálculos de los investigadores, a Cuello le habría sobrado el tiempo para buscar a Tomás a las 12.10 del martes pasado, asesinarlo y estar en su casa a las 12.53, cuando ingresó a su perfil en Facebook para subir dos fotografías.

A todo esto se sumó más tarde la declaración de la novia del principal acusado, que lo comprometió aún más. Es que el acusado había afirmado ante el fiscal que había estado con Márquez en el momento del crimen del niño, el martes pasado entre las 12.05 y las 16. Su novia había dicho en una primera declaración que efectivamente acompañó a Cuello durante el horario en que según los peritajes se cometió el asesinato. Pero ante la presión general y el consejo de su abogado, Márquez decidió presentarse ante la fiscalía para rectificar su primera declaración. Había sido pareja de Cuello antes de que el hombre tuviera una relación sentimental con Leonor Santillán, la madre del niño. Y hace algunos meses habían reanudado su vínculo. El sábado pasado, cuando declaró como acusado, Cuello dijo: “Yo odiaba al pibe, pero no lo maté”. Y afirmó que a la hora en que el niño fue secuestrado y asesinado, tras salir de la escuela, él estaba con su pareja, con quien había concurrido a cobrar un dinero y a pedir trabajo a un conocido al que identificó como “Lechuza”. Según Cuello, su amigo no se encontraba en su casa en ese horario. En un primer momento Márquez había respaldado esa coartada ante la policía, pero ayer cuando fue a declarar negó la versión del imputado. Además,

8

minutos

Es el tiempo que demanda ir de la escuela hasta el campo donde se encontró el cuerpo del niño a una velocidad de 40 kilómetros.

“Lechuza” también señaló ante el fiscal que ese día se encontraba en su casa y que nunca había recibido la visita de Cuello. En concreto, Márquez declaró bajo juramento que el martes pasado ingresó a trabajar “a las 12.30” a una escuela de la zona de Lincoln y no tuvo contacto con su pareja. También descartó la versión según la cual fue ella quien subió fotos en el Facebook de Cuello. “No paso mucho tiempo con la computadora”, dijo. Al salir de declarar ante el fiscal, la mujer, quebrada, confirmó que Cuello vivía

6

minutos

Es lo que le demandaría a una persona regresar en auto del campo hasta la casa de Adalberto Cuello en Lincoln a mínima velocidad. con ella y lo definió como “bueno, normal”. “Hay cosas que se están diciendo que son erróneas y otras que son disparatadas; otras no tanto, pero no me siento en condiciones de seguir hablando. Vine a cumplir con lo que corresponde y nada más”, agregó. Su abogado, en tanto, destacó que la mujer “en el momento de los hechos estaba en la escuela”, y afirmó que los cruces de los teléfonos de ella y de Cuello demostrarán “dónde estuvieron uno y otro”. “Ella hizo una declaración testimonial y está

14

minutos

Es el tiempo total que los peritos policiales determinaron para realizar este recorrido total de unos 15 kilómetros.

claro que desdice las afirmaciones de Cuello. Por lo que tengo entendido, Cuello actuó solo y mi clienta en ningún momento estuvo con él ese día”, añadió. Los primeros peritajes telefónicos realizados por los investigadores indicarían que el principal sospechoso del crimen recibió una llamada en un punto ubicado cerca de la zona donde fue hallado el cuerpo de Tomás. La situación del principal imputado, entonces, aparece cada vez más complicada frente a las contradicciones que comienzan a acumularse en la causa.

Una jornada de reflexión en la escuela Hoy será un día distinto en la escuela N° 1 Domingo Faustino Sarmiento, donde concurría Tomás. En la institución se retomarán las clases habituales, después de una jornada de reflexión dictada ayer entre los alumnos, luego del duelo dispuesto por el brutal asesinato del niño de 9 años. Las autoridades de la escuela, que describieron a Tomás como un niño introvertido y con pocos amigos, pues se había incorporado a la escuela hacía apenas un año, dictarán clases en un ambiente conmocionado por un hecho que impactó en la comunidad. Tomás fue secuestrado a la salida de la escuela supuestamente por la ex pareja de su madre cuando se dirigía caminando hacia su hogar. Según los datos de la autopsia, Tomás recibió dos golpes en la zona parietal de la cabeza . La información que reveló el estudio de los forenses indicó, además, que el niño intentó defenderse o cubrirse con ambos brazos de los golpes producto del feroz ataque. Algo que suma dramatismo a la situación es que Tomás padecía hidrocefalia, una patología cerebral que hacía extremadamente frágil su cabeza, que no debía recibir ningún tipo de golpe. Ramón Cuello, el padre del único imputado, admitió ayer en declaraciones radiales que “todo lo condena” a su hijo. “Por ahora, está todo en contra; me queda el 1% para creer en mi hijo”, agregó. Aún los investigadores no dieron información acerca de los peritajes realizados sobre el interior de los vehículos que utilizaba Cuello. Uno pertenecía al padre de su actual pareja, María Inés Márquez, que es similar al que algunos testigos dijeron haber visto cerca de la escuela.