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INFORMACION GENERAL
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Viernes 26 de noviembre de 2010
INSEGURIDAD s TRAS EL ASESINATO DE DOS POLICIAS
Operativo por otro robo a un blindado Ayer hubo varios procedimientos en La Matanza y se detuvo a 13 personas; ninguno de ellos está vinculado con el asalto en Benavídez EL ESCENARIO
SEBASTIAN LALAURETTE CORRESPONSALIA LA PLATA LA PLATA.– Tras el doble asesinato de los policías durante el asalto a un camión de caudales en Benavídez, el gobierno bonaerense montó un gran operativo de saturación en el partido de La Matanza, en el que se secuestraron varias armas cortas y largas, y se detuvo a 13 personas presuntamente vinculadas a un hecho similar. Hasta anoche, según confiaron fuentes judiciales a LA NACION, ninguno de los detenidos ayer está vinculado al asalto al blindado. Ayer, luego de una masiva convocatoria a los medios audiovisuales para participar de una conferencia del gobernador Daniel Scioli, el mandatario provincial reveló que no descartaba que los detenidos de ayer podrían estar relacionados con el trágico hecho ocurrido anteayer en Benavídez. De los trece detenidos de ayer, en la causa que se tramita en La Matanza, sólo tres de ellos están acusados de haber participado en el asalto a un blindado en el Mercado Central, hecho ocurrido en febrero de 2009. Si se suma a las dos personas que ya estaban detenidas por ese hecho, ya quedaron arrestados los cinco presuntos partícipes de ese atraco, por lo que no quedaría ningún prófugo, según confiaron fuentes judiciales a LA NACION. El resto de las personas apresadas ayer están acusadas de tenencia y portación de armas y otros delitos conexos. Es que en los 31 allanamientos realizados por la mañana en distintos puntos del Gran Buenos Aires, a pedido de la fiscal Celia Cejas Martin, se hallaron fusiles, viejas escopetas y carabinas, pistolas, revólveres, granadas, chalecos antibalas y municiones.
Una “sensación” de esclarecimiento FERNANDO RODRIGUEZ LA NACION
Personal judicial junto al ministro de Seguridad y Justicia, Ricardo Casal, y al gobernador Daniel Scioli FOTOS DE TELAM
Claves ➔ Las armas: los peritajes balísticos determinaron que en los dos asaltos a blindados ocurridos en julio y en septiembre pasados en la Capital los asaltantes usaron el mismo fusil FAL. Esos proyectiles serán comparados con los que dispararon los miembros de la banda que atacó el martes pasado al blindado del Banco Provincia y que mató a dos policías.
➔ El nexo: los investigadores de
Sólo presunciones Fuentes con acceso al expediente confirmaron a LA NACION que la fiscal ya trabaja en conjunto con su par del distrito judicial de Zárate-Campana, Christian Fabio, que investiga lo ocurrido en Benavídez, para intentar determinar si ambos delitos pueden estar vinculados. Ayer, en una conferencia de prensa en la que se anunció el resultado de los allanamientos, el gobernador Scioli abonó esa hipótesis. Consultado sobre si la banda que mató a los policías Rubén Fangio y Darío García podría tener que ver con el hecho de La Matanza, respondió: “Presumimos que sí”. Scioli fundamentó esa afirmación en que, aparentemente, el armamento utilizado por los asesinos de los policías sería coincidente con parte del arsenal secuestrado ayer. Peritajes ordenados por los fiscales de ambas causas determinarán si, en efecto, es así, según explicó a LA NACION una fuente judicial (de lo que se informa por separado). No hay, por ahora, elementos concretos que liguen a ambos delitos, separados por un lapso de un año y ocho meses. El propio Scioli dijo ayer que la verificación de esa suposición depende de los exámenes balísticos por realizarse. “Este no es un procedimiento aislado. En las últimas semanas, el ministro de Justicia y Seguridad, Ricardo Casal, presentó los resultados de múltiples operativos, en los cuales, a partir de allanamientos masivos, encontramos drogas y armamentos. Estamos yendo
Revólveres y viejas carabinas y escopetas, parte de lo secuestrado en búsqueda a fondo de este tipo de organizaciones que están equipadas de esta manera”, dijo el mandatario, luego de la conferencia de prensa. Casal estaba allí, así como el jefe de la policía bonaerense, comisario general Juan Paggi, y la fiscal general de La Matanza, Patricia Ochoa. Respecto del doble asesinato de Garín, Scioli no descartó que pudiera haber policías o ex policías en la organización delictiva que cometió el hecho, aunque tampoco hay, por ahora, datos que lo indiquen. De lo que sí se mostró seguro es de que hubo un entregador en el caso. Respecto de los familiares de los policías muertos, dijo Scioli: “No tienen consuelo. Están indignados, y cualquier cosa que digan y hagan es comprensible. Pero nuestro deber y responsabilidad es seguir uno por uno metiéndolos presos, seguir avanzando en este tipo de allanamientos múltiples que nos están dando estos resultados”.
Video. Allanamientos por el ataque al blindado. videos.lanacion.com.ar/video17857-1
Hieren a un policía que resistió un robo Un policía bonaerense resultó herido de un tiro y con la fractura de un tobillo, cuando ayer se resistió a que robaran en su casa de Monte Grande, partido de Esteban Echeverría. Fuentes policiales informaron a Télam que el episodio ocurrió cerca de las 2.40, cuando el policía, que se desempeña en la comisaría de esa ciudad, llegó a su vivienda de la avenida Luis Vernet al 1900 y fue sorprendido por dos delincuentes, con los que se trabó en lucha. En esa ocasión el oficial Martín Aramayo recibió el roce de un tiro en el tórax y los ladrones huyeron. El policía fue internado en el Hospital Santa Marina, donde se informó que estaba fuera de peligro.
los homicidios de los policías bonaerenses tenían en la mira a un sospechoso que integraba la banda que fue desbaratada por la justicia de La Matanza. Este hombre, que sería el único nombre en común entre el grupo que asaltó un blindado en el Mercado Central y el que mató a los policías en Benavídez, no figura entre los 13 ladrones detenidos ayer.
Durante buena parte de la conferencia de prensa, pareció estar claro que las 13 detenciones, como consecuencia de los 31 allanamientos, eran el rápido resultado de las investigaciones por el cruento asalto al blindado del Banco Provincia en Benavídez, donde fueron asesinados dos policías. La presencia del gobernador, Daniel Scioli; del máximo responsable del área de Seguridad, el ministro Ricardo Casal, y del jefe de la policía provincial, Juan Carlos Paggi, no hacían más que refrendarlo; sus declaraciones ante la prensa, que hacían referencia a ciertos proyectiles encontrados en los procedimientos, parecían ratificar ese parecer. Pero no: era sólo una “sensación”. Unas pocas palabras del juez de garantías que había autorizado los allanamientos aclararon la cuestión y derribaron la presunción de que se había dado un golpe definitivo al grupo comando que había actuado en Benavídez: el procedimiento era producto de investigaciones previas de dos asaltos a camiones de caudales en La Matanza e Ituzaingó. Sin descartar que pudiera haber algún punto de contacto, el juez Ricardo Alí se encargó de aclarar que sus órdenes no tenían ninguna relación con la pesquisa del ataque del martes pasado, en el que murieron dos policías bonaerenses. El propio Scioli se había encargado de decir a los cronistas, en vivo y delante del importante arsenal secuestrado, que había proyectiles del mismo calibre que el de algunas vainas encontradas en la Panamericana y que uno de los 13 detenidos podía estar muy vinculado con ese caso. Insistió, ante las preguntas
periodísticas, con su presunción de que había un entregador, y tanto él como Casal y Paggi se escudaron en el secreto de sumario para dar más precisiones. Las medias palabras de los funcionarios, la falta de aclaración taxativa de que el llamado “operativo blindaje” ejecutado ayer en La Matanza y en otros partidos no era resultado de las investigaciones por el último hecho y su propia presencia en el lugar dejan la sensación de que Scioli aprovechó políticamente un procedimiento ajeno al caso por el que la opinión pública está esperando respuestas. La osadía del ataque a dos patrulleros en plena tarde y en medio de una poblada Panamericana, con dos policías asesinados, es un desafío para el gobierno. Le exige dar rápidas respuestas. Anteayer, cuando Paggi lidiaba solo con la ira de los familiares y allegados de las víctimas en el sepelio, calificadas fuentes policiales adelantaban que en las próximas horas habría “grandes novedades” sobre el doble crimen. En el contexto de esas advertencias, las presencias de Scioli, Casal y Paggi al final del procedimiento de ayer daban a entender que esos allanamientos “eran” aquellas novedades. La puesta en escena invitaba a creer en una rápida y conveniente resolución del caso Benavídez. Scioli necesita cerrarlo rápidamente porque la audacia del ataque y la importancia del objetivo ponen en aprietos la confianza en la respuesta de la policía ante el delito, y esa desconfianza, a su vez, deteriora su gestión de gobierno y afecta negativamente sus aspiraciones políticas futuras. Pero no: era sólo una “sensación”. La resolución del caso de la Panamericana sigue sin vislumbrarse.
Panamericana: buscan a ladrones liberados Se dedicaban a asaltar bancos, se reconvirtieron en secuestradores y volvieron a los blindados GUSTAVO CARABAJAL LA NACION Los investigadores del homicidio de los dos policías que custodiaban anteayer el blindado del Banco Provincia están convencidos de que en la banda que intentó asaltar el camión de caudales hay delincuentes que salieron de la cárcel en los últimos meses, luego de pasar siete años tras las rejas por haber cometido secuestros extorsivos. A esta pista se agregó ayer un nuevo elemento, que los responsables de la pesquisa de la masacre ocurrida en el ramal Campana de la Panamericana no pasaron por alto. Se trata de un homicidio ocurrido en Rosario. Allí, un policía retirado que trabajaba como custodio de un recaudador del frigorífico Larrauri, propiedad del ex piloto de automovilismo y ex concejal de Rosario (PJ) Oscar Larrauri (“Popi”), fue asesinado con disparos de FAL. Llamó la atención de los investigadores que al ex policía, que habría sido identificado como Julio Argentino Mariño, de 60 años, le dispararon ocho balazos de FAL desde un Ford Focus negro, automóvil similar al que usaron los autores del doble homicidio de los policías bonaerenses en el kilómetro 38 de la Panamericana. Hasta anoche, estos eran los
únicos elementos que vinculaban ambos hechos. Nada más. Con respecto a la investigación del doble homicidio de los policías bonaerenses, los cañones de la pesquisa señalan a un grupo de delincuentes que tienen antecedentes por asaltos a bancos y blindados en la década del 90. A principios de 2000, a partir del denominado corralito financiero, se volcaron a los secuestros extorsivos, modalidad que les daba mayores ganancias porque había mucho efectivo en la calle y porque los bancos no movían tanto dinero. Muchas de esas bandas fueron desbaratadas entre fines de 2003 y octubre de 2004. Algunos de sus integrantes pasaron seis o siete años en prisión, pero recuperaron la libertad en los últimos meses.
Expedientes previos Al revisar los expedientes de los miembros de esos grupos, uno de los oficiales superiores de la policía bonaerense descubrió que algunos de los integrantes de esas organizaciones delictivas habían salido en libertad este año. Por tal motivo, hace poco más de una semana, desde el Ministerio de Justicia y Seguridad bonaerense se envió una circular confidencial a los titulares de las 32 jefaturas departamentales de la provincia en
la que se alertaba sobre el posible recrudecimiento de salideras bancarias y sobre la posibilidad de se cometieran asaltos a blindados. Ayer, el equipo de fiscales del departamento judicial Zárate-Campana, designados para investigar el frustrado asalto contra el blindado del Banco Provincia que transportaba 19 millones de pesos y 200.000 dólares, integrado por Christian Fabio y Facundo Flores, recibió las copias de los expedientes que se iniciaron en la Justicia por los robos de los dos Ford Focus usados en la masacre. Ambos vehículos fueron robados en agosto pasado. Eran nuevos y los delincuentes los guardaron durante tres meses para usarlos en el asalto. Sólo les cambiaron las patentes. Después de la masacre, los incendiaron y los abandonaron en Luis Guillón y en Quilmes, a más de 50 kilómetros de la escena del crimen. Luego de analizar la mecánica del hecho, los responsables de la pesquisa estaban convencidos de que los lugares en que los delincuentes se deshicieron de los automóviles no fueron elegidos por casualidad. “Tomaron el riesgo de recorrer 50 kilómetros con los automóviles usados en los homicidios de dos policías porque los asaltantes sabían que los detectives comenzarían a
buscarlos en las adyacencias de los lugares donde fueron abandonados los rodados”, dijo a LA NACION uno de los investigadores. A partir de esta intención de desviar la investigación hacia la zona sur, los responsables de la pesquisa abonan la sospecha que indicaría que la banda que intentó asaltar el blindado del Banco Provincia operaba en zona norte, cerca del lugar elegido para atacar al camión de caudales; una zona que conocen muy bien y en la que se mueven con comodidad, posiblemente con la ayuda de personal policial del área. Otro dato que fortalece la supuesta colaboración policial con la banda estaría relacionada con el hecho de que el recorrido del camión blindado se conoció cuatro días antes de que saliera desde la casa central del Banco Provincia hasta la sucursal San Nicolás. Se supo, en las últimas horas, que dos intentos de asalto a blindados ocurridos en los últimos meses en la Capital habrían sido cometidos por una misma banda delictiva que utilizó poderosas armas de guerra, como son los FAL, calibre 7,62 mm y M16, que utilizan municiones .223. Se espera que en las próximas horas esos proyectiles sean cotejados con los recogidos en la zona del ataque al blindado, en Benavídez.
TRAGICO ENFRENTAMIENTO CON ABORIGENES
D’Elía pidió que se intervenga a Formosa El dirigente cercano al Gobierno acusó al gobernador Insfrán por las muertes en un desalojo Tras el trágico enfrentamiento en el desalojo de la ruta 86, que provocó la muerte de un aborigen y de un policía, el dirigente kirchnerista Luis D’Elía reclamó la intervención federal a Formosa y acusó al gobernador de esa provincia, Gildo Insfrán, como responsable de dar la orden de reprimir el corte de la ruta efectuado por aborígenes cerca de la colonia La Primavera. “Los diputados no deben irse de vacaciones sin discutir y, Dios quiera, aprobar la intervención a los tres poderes institucionales de la provincia de Formosa”, dijo D’Elía al encabezar una marcha de repudio frente a la casa de Formosa en esta ciudad. D’Elía es portador en muchas ocasiones de mensajes políticos del
kirchnerismo, por lo que sorprendió su fuerte ofensiva sobre Insfrán, un gobernador peronista de buenos vínculos con la Casa Rosada. “Esta masacre aborigen de La Primavera debe significar el final político de Gildo Insfrán”, manifestó el líder de la Federación Tierra y Vivienda.
Derechos humanos En el mismo sentido, se expresó el diputado nacional Eduardo Amadeo (Peronismo Federal), que pidió la intervención federal a Formosa y agregó que, “con los aborígenes, se omiten sistemáticamente las normas básicas de respeto por los derechos humanos”. El incidente ocurrió el martes pasado, cuando una comisión policial
intentó hacer cumplir una orden de desalojo de esa colonia. Existen versiones opuestas, según el relato sea efectuado por los policías o por los aborígenes, sobre el desarrollo del choque, pero el saldo fue la muerte de uno de los manifestantes y de un policía. En principio se había informado sobre el fallecimiento de un segundo poblador de esa colonia, pero las autoridades confirmaron sólo dos muertos en el enfrentamiento. El juez de Clorinda Gabriel Garzón dispuso anoche la liberación de los 27 indígenas detenidos el martes, cuando realizaban una protesta en demanda de la propiedad de tierras que fueron vendidas a la provincia por una familia de apellido Celía. Fuentes judiciales informaron a DyN que los muertos fueron el
policía Heber Falcón y el aborigen Roberto López y aclararon que otro indígena falleció, pero a raíz de una enfermedad. El Tribunal Superior de Justicia de Formosa respaldó la acción policial, al advertir que el procedimiento se desarrolló por directiva de un juez, y alertaron sobre “la gravedad institucional” que significa que un grupo de manifestantes se opongan a reconocer un fallo judicial. En el pronunciamiento, ese alto tribunal estableció como origen del enfrentamiento más violento la muerte del policía, ocurrida a metros del juez que intervenía en el desalojo, cuya vida también estuvo en peligro, según los magistrados. TELAM
Informe de Justo L. Urbieta
El aborigen Roberto López fue enterrado ayer en la colonia La Primavera