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| Lunes 23 de diciembre de 2013

el personaje

La derecha de Narváez abrió el camino al gancho de zurda para desnivelar la pelea en Benavídez

gentileza d. darras

Narváez castiga con el respaldo de 12 años de reinado Defendió por novena vez la corona supermosca OMB tras derrotar por KO al mexicano David Carmona; “Por suerte terminé el año peleando de esta manera”, señaló el Huracán

Andrés Vázquez

A

PARA LA NACiON

lgunos ven en él la clase de Gustavo Ballas; otros, el corazón de Santos Laciar. Tiene algo de la cintura de Nicolino Locche y parte la contundencia de Pascual Pérez. Muestra destellos de la guapeza de Sergio Víctor Palma y hasta rescata el temple de Carlos Monzón. Por pasajes, es elegante, al estilo de Maravilla Martínez, pero también la humilde, como Carlos Salazar. Tiene menos altura y peso que todos ellos, pero en él confluyen

virtudes de todos. Para las viejas generaciones, Omar Andrés Narváez es un oasis en medio del desierto boxístico argentino que dominó hasta 2010; para los que sólo vieron en blanco y negro a los ídolos, es la posibilidad de ser contemporáneos a alguien que interpretó el manual del buen gusto. No por nada es el monarca de los pesos chicos desde hace 12 años. Anteanoche, lleno de experiencia, aplomado y con el interrogante permanente de la calidad de sus rivales, el Huracán volvió a escena para defender por novena vez su corona supermosca OMB y derrotó, por nocaut en el séptimo round, al mexicano David Carmona. La cita fue en el gimnasio de Villa La Ñata Sporting Club, en Benavídez. Con un oficio notable, basado sobre su extensa campaña, Narváez desarrolló un

catálogo de técnica, solventado por una estupenda aptitud defensiva. Ayudado, tal vez, por el empecinamiento del retador Carmona de querer mantener la distancia con la izquierda y abrir demasiado la guardia. Allí lo encontró casi siempre esa zurda del chubutense, más precisa que demoledora, pero muy picante. Tanto que esos zurdazos comenzaron a inclinar el combate, ya en el cuarto asalto. Parado casi de perfil, Omar Narváez utilizó su derecha en punta para abrir el camino del gancho zurdo. Así controló la pelea en los asaltos siguientes, en los que Carmona pecaba de una alarmante quietud. Sólo en el tercer round el retador consiguió soltar la derecha e intentar algún cross aislado. Sin embargo, en ningún momento Narváez dejó el timón

del combate en manos del oriundo del DF mexicano. El punto más alto del combate llegó en el sexto capítulo: el campeón dio una lección de boxeo, una paliza. Arrinconó a su rival y lanzó su característica andanada de golpes en el minuto final del asalto. Carmona cayó, pero se sobrepuso y pudo terminar el round. El desarrollo, sin embargo, no cambió: Narváez siguió dominando y en la séptima vuelta, tras otra tunda del argentino frente a un contrincante que ya no presentaba oposición, el rincón del visitante decidió tirar la toalla. Con este triunfo, el campeón argentino estiró su récord a 41 peleas ganadas, con 22 KO, apenas una derrota y dos empates. A los 22 años, el Severo Carmona (16 años menor que Omar) quedó con un record de 16 triunfos, dos derrotas y cuatro empates. Para Narváez, la noche del sábado 21 de diciembre de 2013 no quedará en la historia. Nadie hablará de ella como sí lo hicieron de la aplastante victoria ante Rayonta Whitfield, o conseguida ante Brahim Asloum y Felipe Orucuta, o la pelea que se vendrá en 2014. Pero este triunfo por nocaut ante David Carmona marcará sólo una página más en su récord. Lo alejará otro paso también de cualquiera que pretenda quitarle su lugar en la historia y lo definirá, al fin, como un campeón diferente, distinguido. Tan distinguido como su boxeo… “Estoy harto de reclamar siempre lo mismo, pero espero que en 2014 se me de una pelea con el nicaragüense Román González (campeón AMB), Liborio Solís o el campeón del consejo, Srisaket Sor Rungvisai. Ya no puede esperar más”, admitió el chubutense. Y agregó: “Hace pocas semanas estaba para defender el título ante el japonés Daiki Kameda, pero luego sus agentes desistieron. Quería terminar el año peleando y por suerte lo hice de esta manera”, expresó Narváez, rodeado de su familia y allegados. Esa decisión de jugársela frente a los mejores es la que buena parte del universo pugilístico le demanda desde hace tiempo y que el Huracán no ha logrado acallar ni con las dos coronas mundiales, ni con el récord de 16 defensas del título mosca, ni con las 28 peleas mundialistas (superó Joe Louis por una). Ya que los desempeños excitantes rinden mucho más que los buenos resultados obtenidos en confrontaciones mundialistas intrascendentes. En sus manos está el futuro. Nada mal, por cierto.ß

De Nacha Guevara a Daniel Angelici, al borde del ring b^b^b La victoria de Narváez fue observada desde el borde del ring por personalidades de la política y el espectáculo. En el gimnasio de Benavídez –reducto del gobernador Daniel Scioli– estuvieron las actrices Nacha Guevara y Victoria Vanucci, y el músico Von Quintiero; el presidente de Boca, Daniel Angelici, y el Himno Nacional fue interpretado por Roberto Rimoldi Fraga. Unas 1300 personas presenciaron la reunión, que tuvo como combate de semifondo el triunfo del crucero Víctor Ramírez sobre el sudafricano Thasiso Mogale por KOT.