¡NADA QUE CELEBRAR, MUCHO POR LO QUE LUCHAR ... - Ustea

Carreras como Filología Hispánica, Filología Clásica o Lenguas Modernas, entre otras, tienen 12 créditos o más de idioma moderno, alcanzando un nivel B1+ ...
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¡NADA QUE CELEBRAR, MUCHO POR LO QUE LUCHAR! Durante el pasado curso académico, 2015-2016, la Universidad de Granada ha vivido una serie de cambios en cuestiones formativas de la mano de la actual rectora, Pilar Aranda. Pese a que muchas de ellas han ido encaminadas hacia una supuesta mejora en las condiciones de estudio han acabado por ser, ni más ni menos, que un lavado de cara a un organismo que lleva años sin mejorar la calidad de vida de las estudiantes de la UGR. Por un lado, la implantación de un examen de B1 y B2 gratuito por parte de la universidad pretendía ser la solución al enorme problema que supone la obligatoria obtención del título B1 de un idioma moderno para tener la posibilidad de acceder al título universitario. Pese a superar las carreras económica y académicamente nos vemos con un obstáculo a la hora de titular: el B1. El examen que desde la universidad se va a subvencionar y las claramente insuficientes becas de formación no solucionan la mayor injusticia que supone esta situación, y es la de la formación en idiomas. Las estudiantes seguimos teniendo que pagar la mayor parte de nuestra formación en un idioma moderno, lo que supone una gran injusticia, pues se nos obliga a ello sin contar con nuestra opinión. Además vivimos el gran sinsentido de las carreras con idioma moderno en el propio plan de estudios. Carreras como Filología Hispánica, Filología Clásica o Lenguas Modernas, entre otras, tienen 12 créditos o más de idioma moderno, alcanzando un nivel B1+ en inglés y francés, y pese a eso sus estudiantes se ven obligadas a acreditar de forma externa ese nivel con un examen. La UGR debería asegurar la titulación de estas estudiantes sin necesidad de acreditar mediante un examen externo. En esta misma línea de supuestas mejoras para las estudiantes nos encontramos a finales del curso pasado con la implantación de un nuevo calendario académico de transición para este curso 2016-2017. Aludiendo a un estudio realizado en la Universidad de Jaén, y sin explicar las condiciones bajo las que este estudio tiene lugar, la UGR toma la decisión de iniciar el proceso de cambio hacia un nuevo calendario sin una consulta completa a las estudiantes granadinas. Tratándose de un cambio radical en nuestras vidas y nuestros estudios entendemos que dicho cambio debería haber sido valorado democráticamente por el conjunto de la comunidad universitaria, teniendo las estudiantes un papel fundamental en esta decisión. Por no haber sido así creemos imprescindible la revocación de este cambio académico y retomarlo de la forma más democrática: con una consulta general a todos los miembros de la Universidad de Granada con especial incidencia en la posición de las estudiantes, las mayor afectadas con esta decisión. Además, muchos de los problemas que el pasado curso planteábamos a la rectora no han sido ni siquiera planteados. Entre ellos nos encontramos con que en la facultad de Trabajo Social sigue sin haber una cafetería para las estudiantes y las trabajadoras debido a la pésima gestión llevada por las subcontratas. Por otro lado siguen existiendo las subcontratas a empresas privadas para cubrir algunos de los servicios más básicos de la universidad, como los servicios de limpieza en facultades como la de Filosofía y Letras. Por todo esto, un curso más, creemos que en un día como hoy las estudiantes y la comunidad universitaria en general no tenemos absolutamente nada que celebrar, sobre todo si tenemos en cuenta las cientos de miles de estudiantes expulsadas de la universidad desde el año

2011 por la subida de las tasas y la reducción de las becas. Este curso, como todos, seguimos peleando por la educación que merecemos todas las estudiantes.