mil y un vestidos

3 jun. 2010 - lotte mientras prepara muffins con sus hijos. O la remera negra de Christian Dior que luce Carrie en la Medina, acompañada por una pollera ...
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MODA&BELLEZA

I GENTILEZA WARNER BROS. PICTURES

Jueves 3 de junio de 2010

MIL Y UN VESTIDOS Sex and the City 2 y un cuento sobre tacos altos en medio del desierto POR GABRIELA CICERO

CARA&CECA

El short, la mini, las alturas infinitas Nueva York vive su inminente verano mostrando las piernas y trepando a sandalias imposibles / POR CARMEN ACEVEDO DIAZ

Superproducción a toda hora. Como modelos de revista, las protagonistas cambiaron varias veces de ropa para lucirse sobre camellos impolutos

Warner colgó en los afiches de los cines un zapato con taco aguja que desinfla la pelota del Mundial. Es que hoy se estrena Sex and the City 2, que vuelve con más moda, más brillos y aventuras, esta vez, lejos de Nueva York y bajo el sol ardiente del desierto. Sin duda, una buena oportunidad para parar la pelota y regalarse más de dos horas de film a todo trapo. O a toda túnica. Ya que el vestuario, a cargo de Patricia Field, tuvo un costo de 10 millones de dólares. A diferencia de la primera película, estrenada hace dos años, Sex and the City 2 resulta más divertida, chispeante y fiel a la serie, ahora con una Carrie que usa apellido de casada y teme convertirse en presa de la rutina, el sillón y la tele de su departamento, y del servicio de delivery de comida china. Guste o no el argumento, lo que no falla es el vestuario siempre tan comentado de Field. Aun así con los hombros cubiertos, que impone la cultura de Abu Dhabi (donde se iba a filmar originalmente, y cuyo ambiente se recreó en Marruecos), donde pasan unas vacaciones gracias a la invitación de un jeque generoso, el despliegue de vestuario es descomunal. Como salidos de la lámpara de Aladino, ya que los cambios de ropa se suceden incluso en medio del desierto. Como una suerte de producción de moda en camellos con más de Vogue y Vanity Fair que de tour a lo National Geographic. Si en Sex and the City 2 deslumbraron los trajes de alta costura, como los de las pruebas de Carrie en su frustra-

Los zapatos pisan fuerte en cada escena. Tacos altos a toda hora. Altísimos, imposibles para cualquier mortal (hay más de Louboutin que de Blahnik). No obstante para ellas, aptos para corretear por el suelo adoquinado de un mercado de especias y alfombras mágicas.

Vintage de lujo

do casamiento, aquí lo hacen mil y un vestidos y túnicas de seda con estampas étnicas, colores vibrantes, bien rematadas con brillantes plateados o dorados. Algo que al consagrado diseñador de accesorios argentino Rodrigo Otazu, residente en Nueva York, le vino como anillo al dedo. Field le encargó brazaletes, aros con cristales de varios colores, collares con brillo. Y, además, el cinto bordado de uno de los strapless más sensuales de la película. Tampoco falta el estilo safari de lujo. Así se ve a Samantha, con babuchas con paillettes, o a Carrie, con chaleco y collar de perlas con un brillante, también creación del diseñador argentino (ver galería de fotos).

Tanto Carrie como Miranda, Samantha y Charlotte lucen en toda la película marcas de lujo. Se ven diseños de Roberto Cavalli, como el vestido azul eléctrico con piedras en el cuello, que lleva Samantha, o el caftán verde y amarillo que lleva Miranda en el desierto. Está presente también lo vintage, casi en un 25%del vestuario. Como la falda blanca Valentino que usa Charlotte mientras prepara muffins con sus hijos. O la remera negra de Christian Dior que luce Carrie en la Medina, acompañada por una pollera violeta que es nada menos que el interior de un vestido de fiesta floreado Zac Posen. ¿Carteras? Samantha arma un escándalo con una Birkin (Hermès, claro), y Miranda desayuna con una Ferragamo amarilla. En manos de Charlotte, una lady Dior rosa. Como directora creativa de Halston, Sarah Jessica Parker hizo de modelo de sus propios vestidos. En la primera escena irrumpe con uno blanco muy neto; más tarde, con uno violeta plisado y otro largo en naranja. Algunos de los tantos cambios de estos guardarropas a prueba de fiestas y viajes. Carrie se cambió 40 veces.

Fotogalería. Para ver el vestuario de las cuatro protagonistas de Sex and the City 2, hacer clic en www.lanacion.com.ar/moda

NUEVA YORK.– Sarah Jessica Parker y sus amigas asoman por todos los rincones, también en la publicidad móvil de los buses que promueven la segunda película de la serie Sex and the City. Hace calor en Nueva York, tanto como frío polar, el de las tiendas, en general con precios altos para el bolsillo argentino, que ponen sus equipos al máximo, o el del subway, donde tampoco se escatima. Un verano instaladísimo y unánime, en el que todo es mínimo, vestido, pollera, short, con sandalias atrapantes de plataforma incorporada, colores brillantes y tacos infinitos, llevadas como si nada aun con un par de jeans slim a pleno día, y a veces sin respiro. No habría manera de hacer entrar un par de chatas en los sobres o minicarteras del after hour o la salida a comer, encuentros sagrados a esta altura del año. Cae el sol y el Meatpacking, cercano al Midtown, es un mundo de gente donde ya a las seis y media o siete de la tarde no hay mesa o barra libre en su infinidad de pubs y restó. Ambiente cool, de sofisticado a fashion-victim, al que alimenta ese encanto decadente de los barrios fabriles que conservan su memoria, en este caso, en sus galpones antes ocupados por empresas de alimentos y frigoríficos, ahora lofts a la espera de nuevos ocupantes o transformados en galerías de arte, productoras, estudios fotográficos. Y en espacios de moda: el vestido de mujer-araña de McQueen desafía desde la vidriera de su local; los colores y estampas vibrantes y sesentonas de Moschino le suceden en la cuadra, al igual que los volúmenes cómodos de Stella McCartney. Más allá, el rincón de Louboutin, que por la noche puede sufrir lo que todos en una gran ciudad: la montaña de bolsas en espera de recolección casi tapando su vidriera. En otra lateral, Tory Burch, uno de los sucesos neoyorquinos de los últimos años, muestra su vestido de paillettes y sus sandalias-jaula junto a su mamá chic en una gran foto playera de allá lejos y hace tiempo, en La Habana, en 1957. Pero hay bastante más para disfrutar en el barrio, por lo pronto Icons, donde, entre otros, dan los buenos días Marilyn y Kate Moss, Yoko y Lennon, Einstein y Carlitos en una muestra muy art street. Para ver. [email protected] http://www.twitter.com/caracevedo

       

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