Mariah Plus dio otro paso adelante

9 sept. 2007 - monio portorriqueño que ama el turf e invierte en caballos argentinos, ayer tuvieron esa potranca que se necesita para imponerse en el difícil ...
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Domingo 9 de septiembre de 2007

CARRERAS

La Polla de Potrancas, en Palermo

Mariah Plus dio

otro paso adelante

Mariah Plus, como lo señala Pablo Falero, apunta bien alto

// CA R LOS L A R ES

Por Julio Guimaraes De la Redacción de LA NACION

P

ara ganar una Polla se necesita de un caballo que corra fuerte en todos lados. Son carreras, éstas, donde las treguas no existen. Cada uno de los centímetros que arman sus 1600 metros son una final. Cada milímetro vale. Pochi Etchechoury, Pablo Falero y los Cuprill, un simpatiquísimo matrimonio portorriqueño que ama el turf e invierte en caballos argentinos, ayer tuvieron esa potranca que se necesita para imponerse en el difícil inicio de la Triple Corona. Mariah Plus, de ella se habla, corrió fuerte de abajo, corrió rápido en el medio y voló en el tramo culminante. Ganó por seis cuerpos la hija de Alpha Plus, el padrillo que acaba de incorporar Don Florentino, el mismo semental que antes pasó por Panamericano y De la Pomme. Salt Revel perdió por casi vente metros; hubiera perdido por menos de no haber regalado tiempo en la largada. Fue vecina de gatera de Mariah Plus y cuando se abrieron las puertas no picó con la misma velocidad de su ladera. Arrancó discoordinada. Aquí, entonces, vuelve a cobrar fuerza la frase del inicio. Para ganar una Polla se necesita de un caballo -o yegua- que galope fuerte en todos lados. Pablo Falero es un virtuoso; un artista de las riendas que da espectáculos

cada vez que se trepa a la punta de una carrera. Adelante se siente como pez en el agua. Desde allí manda, orienta, gobierna. Y si entre las piernas tiene un caballo que lo ayude, media carrera está ganada. Aunque sea tan difícil como la Polla. Pablo Falero necesitó pocos días para darse cuenta de que con Mariah Plus podía ganar su primer gran premio de esta etapa nueva de su campaña. Comenzó a advertirlo en la cancha de vareo, cuando Pochi le pidió que la montara. En la primera partida de 800 metros Pablo la pasó por su scanner. Era una yegua con talento, pensaba. En el ensayo de 1000 metros el piloto ya estaba más que entusiasmado. Mariah Plus no era de las que tenían jockey fijo. Noriega, Talaverano y Sandoval pasaron antes por su silla. Ahora, Mariah Plus y Falero son tal para cual. Ella pone la velocidad para instalarse en la punta desde el comienzo y Falero, el ingenio. La yegua, las patas, y el jockey, el cerebro. Son como el chicles Adams, dos en uno. En las 1000 Guineas de San Isidro y con otro jinete, Mariah Plus perdió por medio cuerpo contra Mamá Delia. Ahora, le ganó a esa misma rival por más de dieciséis. En la previa, se creía que su anterior ganadora sería una adversaria más fuerte de lo que mostró en la pista. Pero la de ayer no se parecía en nada a una ganadora de Grupo 1. Vino prendida durante los primeros

mil metros, llegó al segundo puesto antes de finalizar la curva, pero pronto se vio que su jockey la buscaba con la fusta. Usar el látigo a 700 metros del disco no auguraba nada bueno. En la recta se le acabó la tracción. Del segundo puesto pasó al séptimo. Juan Carlos Maldotti, su entrenador, tendrá que ponerla bajo la lupa para encontrar los motivos que justifiquen su fracaso. La Secre quedó tercera en una actuación que compite directamente con la mejor de su vida. Porque esa ubicación en la milla de septiembre de Palermo es casi tan importante como prevalecer en un Grupo 2 del Bosque. A ella le falta físico; mojada –y ayer lo estaba– pesa 430 kilos, casi lo mismo

que Mariah Plus y Wiskola, la cuarta clasificada. Octubre es el mes del Gran Premio Selección (G 1) y el tema entonces será correr sobre 2000 metros. Pochi Etchechoury ya piensa en esa carrera, distinta de la Polla, por cierto. Allí no se gana necesariamente con yeguas que corren a altas revoluciones desde el comienzo. La tendida es importante; la resistencia hace la diferencia. La genética, también, suele inclinar las balanzas. Acaso desde La Plata llegue para esa carrera una invicta, con pedigree y credenciales de yegua clásica, para copar la pista de Palermo. Ojalá se dé, porque ya dan ganas de ver a Mariah Plus frente a Magic Sale.

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Etchechoury terminaron primero y segundo en la Polla de Potrancas.

Un éxito con eco en el hemisferio Norte

Se festejó en Puerto Rico y Pennsylvania

Charly Cuprill

Cuando pasado mañana regresen a Puerto Rico, Luisita y Charly Cuprill, los titulares de Woodvale Farm, el stud de Mariah Plus, tendrán un equipaje emocional mucho mayor que aquel con el que arribaron el lunes pasado al país. Su potranca ganó ayer la Polla y vivieron “una de las alegrías más grandes de nuestras vidas”, aseguraban. Sus gritos tuvieron eco en el país centroamericano, donde quedó el resto de

la familia, y en Pennsylvania, donde está la cabaña que montaron hace décadas. “La copa no la vamos a llevar ahora. Queda acá hasta el Selección, que será su carrera siguiente y nuestra próxima visita a la Argentina”, comentó Luisita, a pura sonrisa y cada día más entusiasmada con la hípica local. En la espera, seguramente, ella y su esposo le harán un lugar especial en las vitrinas del estudio de abogacia, allí donde muchos clientes conocen el turf.