24 Cultura
jueves, 21 de julio de 2016
Tribuna Museo del Prado
Noli me tangere, de Correggio
María Magdalena, cercana al Maestro t Esta es la enseñanza primordial de la vida de María Magdalena: quien desea verdaderamente servir a la Iglesia, ante todo pone sus ojos en Cristo, le sigue de cerca por los caminos de la tierra, con fidelidad total, incluso cuando los demás huyen ante la aparente victoria del mal
A
lo largo del año, la liturgia in- en su afán de encontrarle. Solo al esvita a los cristianos a recordar cuchar su nombre, con el acento peralgunas de las figuras que si- sonalísimo con que Jesús se dirige a guieron de cerca a Cristo. Hacer me- cada uno, reconoce al Salvador. Y a moria de los santos constituye un ella, la primera entre los discípulos incentivo para revitalizar la propia que vio al Resucitado, se le confía el vida cristiana, mirando a quienes primer anuncio de la Resurrección: –hombres o mujeres–, con su ejemplo un mensaje que no ha cesado de diy su intercesión, invitan al Pueblo de fundirse desde entonces en el mundo. Dios a contemplar el futuro con espe- Una preciosa responsabilidad que reranza segura. cae ahora en cada uno de nosotros. El Papa Francisco, en este Año de ¡Cuántas veces se sirve el Señor de la Misericordia, ha querido subrayar otras personas, para llamarnos a cada la relevancia de una gran figura, se- uno por nuestro nombre y comuniguidora de Cristo, María Magdalena, carnos también el encargo de darle a disponiendo que su memoria litúrgica conocer a otras gentes! se eleve a la categoría de fiesta. Con tal decisión, el Pontífice desea que el La contribución de la mujer ejemplo de esta santa discípula de Je- a la Iglesia sús se halle más presente en la vida de Las mujeres del Evangelio –María piedad de la Iglesia. Magdalena, Marta y María de Betania, La Magdalena irrumpe en el Evan- Juana, Susana y Salomé– sirvieron gelio con la fuerza de quien ama pro- a Jesucristo con una lealtad que no fundamente y desea amar siempre siempre demostraron los discípulos. más. De ella se escribe en el texto que Ellas acompañaban al Maestro por Jesús había expulsado siete demonios, los senderos de Palestina o lo alojauna afirmación que ron en su hogar; puede referirse a silloraron a su lado tuaciones dolorosas, en el camino de la Las mujeres del físicas o morales. En Cruz; fueron con cualquier caso, el la Madre, santa Evangelio –María sufrimiento la conMaría, hasta el paMagdalena, Marta dujo a Cristo y, destíbulo; y quisieron y María de Betania, de entonces, no miró honrar el cuerpo Juana, Susana y atrás. Comprendió de Jesús tras la seque su caminar ya pultura... Salomé– sirvieron solo tenía sentido si Hoy como ena Jesucristo con una se gastaba al servitonces, la mujer lealtad que no siempre cio de Dios y de los está convocada a demostraron los hermanos. Liberacontribuir a la midiscípulos da de esos males, se sión de la Iglesia muestra grande y con su inteligengenerosa ante nuescia, su sensibilitros ojos, cuando dad y fortaleza, su –cercana a la Cruz– nos ofreció una piedad, su celo apostólico y su afán de lección de fortaleza. Luego, acudiendo servicio, su capacidad de iniciativa a la tumba del Crucificado, no permi- y su generosidad. Pero, por encima tió que la esperanza se apagara en el de todo, puede contribuir –como los mundo. ¡Gran discípula de Cristo fue demás fieles cristianos– con su sanMaría Magdalena! tidad personal. Esta es la enseñanza primordial de la vida de María Mag«Sin Jesús no estamos bien» dalena: quien desea verdaderamente «Mujer, ¿por qué lloras?», le pre- servir a la Iglesia, ante todo pone sus guntó Cristo cuando había llegado a ojos en Cristo, le sigue de cerca por buscarle al sepulcro para ungir su ca- los caminos de la tierra, con fidelidad dáver, y lo buscaba con pasión santa, total, incluso cuando los demás huyen con perseverancia. Como señaló mu- ante la aparente victoria del mal. chas veces el fundador del Opus Dei, El próximo 22 de julio supone una «sin Jesús no estamos bien». En 1964, ocasión para recordar la vida de la en la memoria litúrgica de esta mujer, Magdalena, que viene a presentarse san Josemaría hizo su oración per- como el resumen de la biografía de sonal ante el Sagrario y, entre otras cada cristiano: comenzar y recomencosas, comentaba: «¡El sepulcro vacío! zar con humildad; amar a Cristo; conMaría Magdalena llora, hecha un mar fiar en Él pese a las sombras que, a de lágrimas. Necesita al Maestro. Ha- veces, quizá oscurezcan el camino; bía ido allí para consolarse un poco servir a los demás con empeño creestando cerca de Él, para hacerle com- ciente, en el lugar donde nos ha tocado pañía, porque sin el Señor no merece vivir. La humanidad necesita mujeres la pena ninguna cosa. Persevera Ma- y hombres así: capaces de acudir sin ría en oración, le busca por todos los cansancio a la misericordia divina, sitios, no piensa más que en Él. Hijos leales al pie de la Cruz, atentos a esmíos, frente a esa fidelidad, Dios no cuchar –en las tareas ordinarias de se resiste: para que tú y yo saquemos cada jornada– el propio nombre de los consecuencias; para que aprendamos labios del Resucitado. a amar y a esperar de verdad». En un primer momento, ella no re+ Javier Echevarría conoció al Maestro. Pero perseveró Prelado del Opus Dei