Mantengan Sus Promesas Shaykh Mohammad Nazim Al-Haqqani An-Naqshibendi, Sohbat del 02 de mayo del 2012. Shaykh Mehmet Effendi: Madad, Oh Grandes Santos de la Orden Naqshbandi; madad, Oh Shaykh Abdullah Faiz Daghestani; madad, Mawlana Shaykh Muhammad Nazim al Haqqani, ¡dastur! Tariqatuna sohbah wa’l khayri fil jamia' -Nuestro camino es de asociación y la bendición está en la reunión-. Que las bendiciones sean sobre esta reunión, insha'Allah. Hoy hablaremos sobre hacer promesas. Uno de los signos del creyente es que cuando hace una promesa, la sostiene. Y entre los signos del hipócrita está el romper sus promesas. Mienten. No avisan antes de llegar. Esos son signos de un hipócrita. Cuando la gente de hoy en día hace una promesa, a sabiendas o no, no le da ninguna importancia. No les interesa en lo absoluto mantener sus promesas. De todas formas, ésta es la mayor distinción entre un creyente y un hipócrita en el Islam. El hipócrita nunca guarda su promesa. El creyente sí, y con seguridad. Pero como dijimos antes, de entre la gente de hoy muy pocos mantienen sus promesas. Por eso se le resta importancia a este asunto. Ni siquiera nuestra gente de hoy -árabe, turca, kurda, de Laz, circasiana, ninguna-. Ya no existe el "sostener las promesas" en este mundo. Antes se decía que la palabra es una garantía, pero ya no es así. ¿Por qué sucede esto? Por falta de fe y de educación. También quien se hace llamar musulmán hace lo mismo. Como es el fin de los tiempos, se ven muchas cosas (...). Ser musulmán no se trata sólo de rezar o no rezar. Vemos hombres que llevan barba larga y vestimenta sunna, pero no son fieles a su palabra. Dicen: "Trabajarás para mí y te pagaré tal día". Pero en el día pactado, dirán: "Hoy estoy ocupado". Aunque tengan el dinero disponible, no querrán darlo. Piensan que no pagar de inmediato es el negocio del día. Decimos esto abiertamente y para todos, tanto para los más jóvenes como para los más viejos. Una vez, escuchamos muchas veces esa vez (…). Los políticos hacen muchas promesas en tiempos de elecciones. Cumplen muy pocas de ellas. Por supuesto, nadie podrá satisfacer a todo el mundo, salvo Allah. Si hacen muchas promesas grandes, es obvio que no podrán sostenerlas. Hace algunos 15 ó 20 años atrás, una figura política salió a decir algo que resultó ser una completa mentira. Ese hombre dijo: "Les entregaré 2 llaves -no fue un hombre, sino una mujer-, una es la llave del auto y la otra, la de la casa". Ella quiso decir que les daría un auto y un hogar. Obviando el auto, ni siquiera entregó la llave. Al menos hagan eso y cumplan su promesa, pero no (...). Ella tampoco hizo eso. Dice: "Mina almuminina rijalun sadaqu ma Ahadu Allaha Alayhi" (33:23). El 'Ahad/Juramento es más fuerte que la promesa. A lo que se refiere con 'rijal' es a los hombres. Sin ánimo de ofender, no importa si las damas hacen una promesa o no. En el Corán no dice "Cuando las damas prometen...", sino 'rijal' hombres-. Y la dama que mantiene su promesa es como un hombre. Cuando dice 'ahad', 'Rijalun Sadaqu' -
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Ellos no mintieron, sostuvieron sus promesas-. ¿Cuál fue el gran juramento? Que fueron al jihad y se sacrificaron a sí mismos. Algunos ya son mártires, otros aún esperan. Ninguno rompió su promesa, así dice. Lo que quiere decir 'Rijal' es 'Hombres', como en 'Rijalullah' -Hombres de Allah-. Ahí no necesariamente se dirige a los hombres, significa que quien no mantiene su promesa, no es un hombre. Midan sus palabras antes de prometer. Si pueden cumplirla, entonces háganla. Si hacen una promesa, deben cumplirla. Pero si la muerte o la enfermedad suceden -lo que está fuera de su control-, es como si la hubiesen mantenido, pero la muerte la impidió. O, si real y espontáneamente surge una gran excusa, está bien. Pero hacer una promesa y abandonarla sin razón se considera como uno de los signos del hipócrita y para ése entonces, lo habrán adquirido. Hoy hablamos sobre las promesas. La gente de hoy promete mucho, pero ninguno cuida sus promesas. Antes, prometer era como firmar. Ahora nadie observa eso. Y la promesa es muy importante en el Islam. Es lo que diferencia al creyente del hipócrita. La insignia del hipócrita es no cumplir sus promesas. Esos no dicen verdad, mienten. Muchas cosas caracterizan a un hipócrita, pero ésa se señala en todos los Hádices. Lo primero es no fingir las promesas. Y la gente de hoy, es... Porque nadie mantiene sus promesas. Piensan que es cosa sencilla: "No importa si decimos esto. (Al fin y al cabo) Nadie cumple sus promesas". Pero eso está mal. Porque Allah (jwa) dice que quien cumple las promesas es un hombre, un hombre de Allah (jwa). Las damas son débiles. Así son, no pueden (...). Ya saben; ellas hablan demasiado. Cuando hablan, no se sabe si prometen o no, o lo que es. Pero también las damas que cumplen sus promesas, son como hombres. Porque Allah dice: "Rijalun Sadaqu Ma 'Ahadu Allaha Alayhi" (33:23). No dice 'mujer', sólo 'hombre'. Y esto no es feminismo o algo por el estilo. Esto es Allah. Allah puso esa regla. No pueden decir "somos mujeres y podemos", no. La mayoría de las mujeres no guardan sus promesas. He ahí, que el hombre que no guarda su promesa es como una mujer. Todos, como mujeres. Cada vez que GrandShaykh Abdullah, daba un sohbat le besaban la mano. Él les decía a todos "bihinna bihinna bihinna -como una dama, una dama, una dama"-. Así era. Porque las promesas van más allá de ser creyente o no, de llevar la sunna o no. Vemos a muchos que llevan barba y ropa sunna, pero tampoco cumplen sus promesas. ¿Cómo faltan a sus promesas? A veces deben remunerar el trabajo de otros y no le pagan a tiempo. Dicen "Vuelve en 10 días". Cuando ese hombre vuelve, le dicen: "No. Hoy no tengo", aunque tengan (dinero) en sus bolsillos. Pero en estos tiempos, pagar a tiempo es lastimoso, no se considera una astucia. Para que cumplan sus promesas, ese hombre deberá ir 1, 2, 3 ó 4 veces, diciendo "págame, págame, págame (...)". Así es. No sólo el que no reza o el incrédulo hace esto. Incluso, de los musulmanes que visten sunna, llevan barba y todo lo demás, un 90-100% hace eso. Y es muy importante mantener las promesas. Y sobre la promesa hay algo más fuerte: el juramento. El Verso "Rijalun Sadaqu Ma 'Ahadu Allaha 'Alayhi Fa Minhum Man Qada Nahbahu Wa Minhum Man Yantaziru" (33:23). Esto se refiere al hombre, a la gente -hombre o mujer, dice que deben mantener sus promesas-. Y ellos combatieron junto a Rasoul Allah, por el Islam, sin vuelta atrás. Dice que combatieron, que algunos se hicieron mártires y que otros esperan sin cambiar su resolución. Esos ni
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siquiera temen la muerte o el martirio. Son amantes de Allah. El deber de otros es no mantener sus promesas. Eso es pecado, no un chiste. Es pecado y vergüenza para la gente. Ahora todos prometen. Antes de prometer, evalúen si podrán cumplir. Luego, prometan. Si no, sepan que nadie los obliga a prometer. Pero si prometen, deben cumplir, salvo que tengan una fuerte (excusa). Tal vez mueran o se enfermen y no puedan cumplir, esto viene de Allah. Pero prometer de mentira es muy mala educación. Especialmente en la política. En estos días, Shaykh Effendi -que Allah le conceda larga vida- dijo que no le gusta la democracia. En la democracia es donde más políticos hay, haciendo promesas electorales: "Haremos esto, aquello y esto otro". Hace 15 ó 20 años, en Turquía hubo una figura política que dijo: "Yo les daré 2 llaves". ¿Qué significa? La gente preguntaba "¿Qué significa?". Luego, ella dijo: "Una para el auto y otra para la casa". Eso está bien. Sólo dijo 2 llaves. 2 llaves está bien. Pero ni siquiera dio las 2 llaves. Ella las hubiese entregado sin tener auto ni casa. Pero ella no dijo que daría el auto y la casa. Sólo dijo "2 llaves". Y tampoco entregó las 2 llaves. Esto es divertido y mentiroso, como pueden ver. Wa min Allah at-tawfiq, Al Fatiha.
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