sábado 17 de mayo de 2014
sábado Edición de hoy a cargo de Javier Navia y Violeta Gorodischer | www.lanacion.com/sociedad
semana del pastrami
el tradicional fiambre judío, protagonista en buenos aires
Página 6 @Lnsociedad
Facebook.com/lanacion
[email protected]
signos vitales las CIfras quE nos ToMan El Pulso
¿Con qué acompañamos el café? En porcentaje
Con algo dulce
Con unas tostadas
Con un sándwich
60
Con un tostado
48
Con una torta
7
6
5
Fuente: Cámara Argentina de Café y The Brand Bean / LA NACION
Gastronomía
Pagar el cubierto, un gasto que podría desaparecer Jazmín, de 5 años, desconcierta a sus padres al hablar en neutro como sus ídolos Topa y Muni
ignacio coló
soledad Vallejos
Hábitos
LA nACIon
“Mamá, quiero pastel de fresas” Influenciados por el doblaje de los dibujos animados, los juegos en red y YouTube, los chicos hoy sorprenden a sus padres con giros mexicanos y un español neutro Fernando massa LA nACIon
Un híbrido entre porteño y neutro. Así define Celeste Santín a la forma de hablar de su hijo León, de tres años, que la ha sorprendido con frases como “Che, ma, yo quiero estar contigo” o “¿Me das de comer un panecillo?” Compartiéndolo con otros padres del jardín al que lo manda o con amigos con hijos pequeños, se dio cuenta de que, al menos en su círculo, están más o menos en la misma. Los chicos hablan raro, como salidos de una serie o dibujo animado doblado en otro país. Precisamente, todos mencionan a la televisión como la principal fuente de influencia de este fenómeno: primero los canales de cable dedicados a los chicos y segmentados por edades, en los que los personajes hablan en neutro o con acento mexicano, y, luego, los dibujitos animados doblados al español
en México o en países caribeños. Pero el origen de esto de decir cometa y no barrilete, de hablar de columpio en vez de hamaca o de dirigirse al otro ya no con nuestro característico “vos” sino de “tú”, no se agota en la tele: Internet, los videos de YouTube y los juegos en red también hacen lo suyo. Y más aún, cuando se trata de niños pequeños que pasan mucho tiempo frente al televisor y que, según apunta la psicopedagoga Elvira Giménez de Abad, atraviesan el período de imitación, cuando, como en un juego, repiten todo lo que escuchan. “Tal vez se apropien de determinados modismos porque les gusta el personaje, las aventuras que corre, los peligros que sortea y quieren parecerse un poco, ser héroes –dice la psicopedagoga–. En la consulta es frecuente escuchar hablar a algunos niños no sólo con palabras diferentes, sino también con tonada mexicana o de otros países.”
Con el ideal de ser “honestos” con el comensal, se suman los restaurantes porteños que rechazan cobrar ese cargo
León, por su edad, no consume aún Internet, salvo programas infantiles muy puntuales que su madre le reproduce en YouTube. Sí, en cambio, mira mucha tele, horas que reparte entre Disney Channel y Paka Paka, como para matizar con contenidos en los que se hable una modalidad puramente argentina del español. A sus padres les causa gracia lo descolgado de algunas palabras que él dice y que ellos no están acostumbrados a escuchar. Cuando ellos eran chicos, eso no pasaba, y lo atribuyen a que su generación tenía otros consumos culturales. “Antes, la hora de los dibujos era a las cinco en tal canal. Ahora hay mucha más disponibilidad y acceso: los chicos pueden estar sumergidos ahí –dice Celeste, de 30 años–. Cuando habla así, yo lo dejo fluir naturalmente, primero por la edad y después porque no me parece nocivo. Distinto sería si él hablara en neutro las 24 horas.” Continúa en la página 2
“Llega la cuenta y el tipo se encuentra con un gasto que no tenía en mente. De repente, se le fueron 20 o 25 pesos más por persona y no sabe bien por qué. Y es razonable que eso le moleste, porque la lógica sería que uno pague por lo que consumió. Como muchos, y creo que cada vez somos más, creo en las cuentas claras, y el cubierto es una especie de engaño hacia el cliente. Por eso en El Casal –dice el chef Damián Ciccero– no cobramos cubierto.”
experiencias
¿Qué se entiende por cubierto o servicio de mesa? ¿Qué es exactamente lo que se cobra bajo ese concepto? Y, fundamentalmente, ¿cuánto? Si bien es una modalidad arraigada en la gastronomía local, nadie sabe decir con exactitud qué incluye ese ítem. La mayoría de los comensales lo asocia con la panera, algún appetizer o la copa de champagne con que se los recibe en algunos lugares al momento de ocupar la mesa. Aunque hay sitios, como dice el crítico gastronómico Pietro Sorba, que no ofrecen nada y lo cobran igual. Continúa en la página 7
mesa para dos
Maniobras de precisión en pista mojada
Página 4
Publicidad
Empezó el otro Mundial: el de los comerciales
Página 6
Nicola Costantino.
“Yo me expongo y me utilizo” Página 12