Madres: vacío político a la investigación

Miguel Lifschitz (PS); Aviá Terai. (Chaco), Héctor Pellares (Nacional. Constitucional); de Concepción del. Bermejo (Chaco), Pablo Curín (Alian- za); de Posadas ...
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POLITICA

Jueves 30 de junio de 2011

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FONDOS BAJO SOSPECHA s EL CASO SCHOKLENDER EN EL CONGRESO

Madres: vacío político a la investigación Intendentes de 17 municipios faltaron a la reunión en la Cámara de Diputados, en la que debían responder sobre las viviendas sociales Intendentes del conurbano bonaerense y del interior pegaron el faltazo ayer a la reunión de la Cámara de Diputados a la que habían sido citados a declarar sobre el plan de viviendas de la Fundación Madres de Plaza de Mayo, que es investigado por la Justicia en medio de las crecientes sospechas por el manejo irregular de los fondos públicos que administraba el Ministerio de Planificación. “Ningún intendente quiso quedar en el medio de esta pelea política entre la Comisión de Vivienda y el Ministerio de Planificación”, dijo a LA NACION un encumbrado intendente peronista del conurbano bonaerense, que estaba convocado a la reunión y decidió no ir de común acuerdo con los otros 16 jefes comunales invitados. Dos semanas atrás, en la Comisión de Vivienda de Diputados, el subsecretario de Obras Públicas, Abel Fatala, y el subsecretario de Vivienda, Luis Bontempo, responsabilizaron a los municipios por el control de la ejecución de las viviendas construidas por las Madres, porque, dijeron, son los que contratan a la fundación. El monto total de fondos públicos nacionales invertidos en las obras que realizan las Madres supera los $ 1250 millones. De ese número, $ 765 millones ya se pagaron y otros 500 se prevé pagar de acuerdo con el avance de las obras. Con esos recursos se financiaron 4542 casas y 11 centros de salud. Ante la ausencia de los intendentes, la comisión presidida por el radical Hipólito Faustinelli resolvió enviarles un cuestionario para que brinden detalles de los convenios firmados con la fundación, cuyo ex apoderado y coordinador, Sergio Schoklender, está siendo investigado por la Justicia por lavado y presunta defraudación al Estado. “Los diputados tienen en claro que los municipios certificamos las obras que se hacen con los fondos de la Nación, en el contexto de un convenio marco con el Ministerio de Planificación, en el que se fijan los cupos y con quién hacer las viviendas”, afirmó un jefe comunal del Gran Buenos Aires. La contratación la hace el municipio, admitió, pero como parte de un paquete cerrado. El jefe del bloque radical, Ricardo Gil Lavedra, dijo que se está frente a un “hecho de corrupción gigantesca” que hay que investigar tanto por “la ilegalidad en la contratación” como por los altos costos de las obras. A la reunión estaban invitados los intendentes justicialistas de Almirante Brown, Rubén Giustozzi; de Ezeiza, Alejandro Granados, y de Tigre, Sergio Massa (PJ); los jefes comunales de Roque Sáenz Peña (Chaco), Gerardo Cipolini (UCR); de Los Frentones (Chaco), Oreste Paoletti; de Santiago del Estero, Hugo Infante (Frente Cívico); de San Carlos de Ba-

TEMAS DE LA JUSTICIA

ADRIAN

VENTURA

La corrupción no se puede tapar con la mano l caso Schoklender perdió algo de voltaje en los medios. La Justicia está empantanada en un fárrago de trámites, oficios y lectura de documentos. Pero la dimensión de la corrupción es inocultable. Es claro que el Gobierno, que ve debilitarse la candidatura de Daniel Filmus, busca ceñirse a su receta habitual: el secreto y el silencio favorecen la impunidad. Ocurrió el domingo último, cuando Canal 7 no transmitió los incidentes que se producían entre barrabravas y policías en River, aunque los medios independientes, incorregibles, se empecinaron en mostrar la realidad. Y algo parecido intenta hacer, ahora, con el caso Schoklender. Disimularlo. Sergio Schoklender, ex administrador de la fundación Madres de Plaza de Mayo y también empresario constructor, en cuanto estalló el escándalo salió a hablar por todos los medios. Pero, ahora, se llamó a silencio. A comienzos de mes, dos funcionarios del Ministerio de Planificación afirmaron en Diputados que no era esa cartera sino los municipios los que debían controlar la ejecución de las obras. Pero, ayer, ninguno de los 17 intendentes citados concurrió a la Comisión de Vivienda. La Aduana permitió que desapareciera un importante expediente y se impuso la costumbre de hablar del caso Schoklender omitiendo mencionar a Hebe de Bonafini, que volvió al calor de los actos presidenciales, y a su hija, actual administradora de la fundación Madres de Plaza de Mayo. Pero si la fundación –por culpa exclusiva de Schoklender o con complicidad de terceros– desvió supuestamente parte de los 765 millones de pesos que le entregó el Estado para construir viviendas, ¿no correspondería que el Estado, que le sigue dando otros 500 millones, se preocupara por intervenir la fundación, para controlar ese gasto futuro? Mientras tanto, el periodismo descubre, a diario, que Schoklender tiene autos, aviones, empresas, casas o que, hace un año, le compró a la hija de Hebe un departamento, por el que pagó 1200 pesos el metro cuadrado, más barato que los 1800 que él cobraba por las viviendas que fabrica. Se sabe, el periodismo es molesto.

E

DYN

Sillas vacías en la reunión a la que habían sido convocados 17 intendentes de todo el país para hablar de las casas de las Madres riloche (Río Negro), Marcelo Cascón (Pdo. Provincia Rionegrino). También habían sido convocados los jefes comunales de Rosario, Miguel Lifschitz (PS); Aviá Terai (Chaco), Héctor Pellares (Nacional Constitucional); de Concepción del Bermejo (Chaco), Pablo Curín (Alianza); de Posadas (Misiones), Orlando Franco (Renovación); de Villa Río Bermejito (Chaco), Lorenzo Heffner (PJ); de Santa Sylvina (Chaco), Gustavo Steeven (PJ); de Villa Berthet (Chaco), Atlanto Honcheruk (PJ); de Fontana (Chaco), Clide Brianso (Alianza), y de Tartagal (Salta), Sergio Leavy (kirchnerista). La comisión decidió sesionar la semana próxima en Resistencia para analizar en el propio terreno el nivel de cumplimiento de las obras financiadas con fondos públicos. En Chaco, la fundación de las Madres realiza el 30% de las viviendas sociales convenidas para todo el país. El legislador opositor chaqueño Livio Gutiérrez leyó un informe del intendente de Roque Sáenz Peña en el que se denunció que los jefes comunales eran dejados de lado al momento de firmar los convenios. Por su parte, la diputada Alicia Terada (CC-Chaco) reveló que el intendente de Concepción del Bermejo, Pablo Curín, le informó que “nunca firmó convenio alguno con el Ministerio de la Nación ni con la fundación” para la construcción de viviendas sociales.

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Bonafini y Schoklender, cuando empezaron la construcción de casas

La Justicia analiza cuentas de la hija de Hebe de Bonafini Quiere saber cómo compró un departamento que vendió a Schoklender HERNAN CAPPPIELLO LA NACION Desde hace más de una semana el juez federal Norberto Oyarbide tiene en su poder una escritura pública mediante la cual la hija de la presidenta de Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini, le vendió en 25.000 dólares un departamento a la empresa Meldorek, de Sergio Schoklender. El dato no menor abrió entre los investigadores judiciales una serie de interrogantes por responder mediante medidas de prueba que analiza tomar el juez Oyarbide; en primer lugar estudia levantar el secreto bancario de las cuentas de María Alejandra Bonafini para determinar cómo obtuvo los fondos para adquirir ese inmueble. En segundo lugar –según dijeron a LA NACION fuentes judiciales– una de las hipótesis de la investigación es la posible evasión a partir de una escrituración por un valor menor que el de mercado. De hecho, se trata de un inmueble de 80 metros cuadros, en la calle 44 entre 21 y 22 de La Plata, que se comercializó a 312 dólares el metro cuadrado. Poco valor, considerando que se trata de una zona de clase media que en los últimos años se modernizó con la construcción de nuevos edificios y está situada a 15 cuadras del centro geográfico de la ciudad, en la plaza Moreno. El interés de los investigadores surgió porque Bonafini adquirió ese inmueble a estrenar, con lo que quieren saber de dónde obtuvo el dinero para comprarlo, considerando que sus ingresos provienen de su salario como empleada pública de la provincia de Buenos Aires. Además, quieren saber por qué el 7 de mayo de 2010 le vendió el departamento a la empresa Meldo-



rek. Schoklender había adquirido esta compañía apenas dos meses antes para comprar dos aviones que estaban entre su patrimonio y que utilizó para recorrer las obras de Madres de Plaza de Mayo y viajar a Brasil. Allegados a la hija de Bonafini citados por el periódico Perfil habían asegurado hace dos semanas que la joven adquirió el inmueble con “seguros del padre y plata que le prestaron unos amigos”. En ese momento trabajaba en una empresa estatal y actualmente lo hace en el Ministerio de Desarrollo Social bonaerense, en planta permanente, aunque estuvo en comisión en Nación. Hebe de Bonafini dejó a su hija como una de las responsables de la fundación, luego de que se desprendió de Sergio Schoklender y de Hugo Gallardo, el abogado que

había sobrevivido a la primera purga dentro de la entidad. Ahora, la hija de Hebe de Bonafini aseguró al hablar con el diario Perfil: “Yo veía cosas raras y le decía a mi mamá que me llamaba la atención cómo vivía Sergio y los viajes que hacía, pero por el amor de madre ella no se daba cuenta, decía que era una persona que trabajaba y le iba bien, era normal su modo de vida”. Estas declaraciones parecen chocar con la escritura de hace dos años donde Bonafini sabía de la existencia de Meldorek y de Alejandro Gotkin, su presidente y representante de los intereses de Schoklender. La escritura fue suscripta por el Carlos Víctor Gaitán, escribano general del gobierno porteño durante la gestión de Jorge Telerman y notario de confianza de Schoklender en otras operaciones.

Se hicieron cuatro vuelos extraños a Brasil En uno de ellos, el avión privado fue vacío a Río de Janeiro sólo para llevar papeles a Schoklender Además de decenas de decolajes y aterrizajes en aeropuertos de cada provincia donde la Fundación Madres de Plaza de Mayo construye viviendas sociales, Sergio Schoklender realizó en 2009 cuatro vuelos en su avión privado a Brasil, que llamaron la atención de los investigadores judiciales. En particular sorprendió a los funcionarios que en uno de los viajes el avión despegó desde San Fernando, sin pasajeros, sólo con el piloto y el copiloto. Aterrizó en Río de Janeiro, donde le dejaron “papelería” a Schoklender, que los esperaba en la aeroestación, y regresaron sin pasajeros a Buenos Aires. El pormenorizado relato de estos vuelos fue realizado por el piloto de Schoklender y su socio con el 10% de las acciones de la constructora Meldorek, Gustavo Serventich, quien en dos presentaciones judiciales tomó distancia de Schoklender, explicó que su vínculo con la empresa era sólo como piloto y dijo desconocer el giro comercial de la compañía que trabajaba con las Madres. Serventich le explicó al juez federal Norberto Oyarbide que nunca

voló a Europa, Cuba, Paraguay, Uruguay ni a Venezuela con Sergio o con Pablo Schoklender como pasajeros. También resaltó que tampoco lo hizo en la Triple Frontera, sino que en dos ocasiones hizo escala de combustible en Cataratas del Iguazú y otra dos veces aterrizó en Foz de Iguazú para registrar su arribo a Brasil. En cambio –según dijeron fuentes judiciales a LA NACION– el piloto relató los particulares viajes que realizó con Sergio Schoklender a Brasil. El 3 de noviembre de 2009 lo llevó en el Cessna Citation LV-BXH desde el aeropuerto de Resistencia hasta Florianópolis. Luego de dormir allí, al día siguiente llevó a Schoklender al aeropuerto de San José Dos Campos, en San Pablo, donde el ex apoderado de la fundación se bajó. El piloto y la tripulación regresaron sin pasajeros a Resistencia. El 12 de noviembre de 2009, en el mismo avión, Serventich salió de San Fernando con un copiloto y sin pasajeros, con destino al aeropuerto de El Galeao, en Río de Janeiro. En la confitería se encontró con su socio y jefe Schoklender, quien se había quedado en Brasil desde el 3

de noviembre, cuando el piloto lo había dejado por primera vez. En ese encuentro Serventich le entregó a Schoklender “papelería que le había sido enviada desde Buenos Aires por Patricia Alonso”, secretaria administrativa de la fundación, amiga y vocera del ex apoderado de las Madres. El avión volvió a regresar vacío a Buenos Aires.

Un viaje de US$ 10.000 No es un dato menor si se considera que un vuelo de esas características puede costar unos 10.000 dólares y fue utilizado sólo para entregar papeles. El viaje fue más largo, dado que por cuestiones meteorológicas y de seguridad el avión tuvo que desviarse a Montevideo, recargar combustible, despegar hacia Aeroparque y desde allí a San Fernando, donde aterrizó. El tercer vuelo de Schoklender a Brasil fue el 21 de noviembre, cuando el avión lo fue a buscar a Río de Janeiro. Esta vez la aeronave voló vía el aeropuerto de las Cataratas del Iguazú, donde cargó combustible y llegó a Río de Janeiro. Schoklender regresó como único pasajero del

Cessna a San Fernando. No se saben los motivos de estos viajes entre San Pablo, Río y Buenos Aires. Sí del que realizó al año siguiente, el 8 de julio de 2010, cuando fue a Brasil, invitado por el gobierno de ese país. La idea era ver si podía vender sus casas para atender las necesidades de los damnificados por un alud que había barrido algunos barrios de Recife. Esta vez viajó como único pasajero y permaneció con la tripulación dos días en Recife. Serventich espera ahora que lo llamen a dar explicaciones, pero mientras tanto le hizo saber a Oyarbide que es socio de Schoklender, porque eligió quedarse con el 10% de las acciones de Meldorek, antes que cobrar honorarios por haberlo asesorado en la compra de los dos aviones con los que atravesaba el país. Eso sí, afirmó que no estaba al tanto de la facturación, ni de qué hacía la constructora que la Justicia investiga si sirvió para desviar los fondos que el Gobierno le entregaba a la Fundación Madres de Plaza de Mayo para la edificación de viviendas sociales en todo el país.

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El avión Cessna Citation LV-BXH con el que viajó Schoklender

Aviones compra: Sergio Schoklender ➽ Laadquirió dos aviones privados para recorrer las obras de la Fundación Madres de Plaza de Mayo. Se trata de un Pipper Cheyenne 2 LV-MNR y de un Cessna Citation LV-BMX. Los pagó 1.100.000 dólares y se los compró al empresario Fernando Caparrós Gómez. De hecho escrituró la sociedad Meldorek, con los dos aviones incluidos.

vuelos: los registros de ➽ lasLosaeronave revelan que las máquinas se movieron por todo el país, en particular con gran cantidad de viajes al Chaco, a la Patagonia y a Misiones, entre otros destinos. Sospechas: cuatro de esos ➽ viajes fueron a Brasil y en uno de ellos el avión viajó a Río de Janeiro, sin pasajeros, sólo para llevarle papeles a Schoklender.