Los principales centros ya inauguraron la temporada de

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Turismo

Página 10/Sección 5/LA NACION

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Domingo 12 de julio de 2009

[ RESORTS TRASANDINOS ] Portillo, Valle Nevado y Termas de Chillán

Chile de blanco, por tres Los principales centros ya inauguraron la temporada de invierno con sus mejores propuestas: nieve en polvo, comida de primer nivel, tecnología de punta en las pistas y, al final del día, un buen masaje

Por Teresa Bausili Enviada especial

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ANTIAGO, Chile.– Que el gobierno de Brasil haya recomendado no viajar a Chile y la Argentina –por la gripe A, si hace falta aclarar– no cayó muy bien que digamos del otro lado de la Cordillera. Sucede que los centros de esquí chilenos reciben un número importante de turistas brasileños, que en algunos casos incluso son mayoría. En Termas de Chillán (ahora Nevados de Chillán), por ejemplo, son tantos los pasajeros que llegan directo de ciudades como San Pablo y Río de Janeiro que el gerente comercial del complejo hotelero, Francisco Giner, todavía recuerda cuando Brasil salió campeón del Mundial de fútbol, en 1994. “A la mañana siguiente, los pisos del hotel aparecieron cubiertos de espuma blanca, y no entendíamos por qué. Pronto lo descubrimos: los brasileños habían festejado toda la noche con los extinguidores de fuego, cual carnaval carioca”, ríe. Por otro lado, reconoce que son pocos los argentinos que asoman por este centro de la VIII Región, 400 km al sur de Santiago, después de la crisis. De todos modos, el resort aparece bien parado frente a los coletazos de la gripe, la crisis y demás calamida-

 



 



 

  

 

  

         

    

des (el porcentaje de ocupación actual, asegura Giner, está en el 98%). Y no necesariamente porque el año pasado haya recibido el premio de los World Travel Awards como mejor hotel de montaña de América del Sur. La fórmula de su éxito se explica básicamente por dos razones: 1) es una de las estaciones de esquí más exclusivas de Chile, con nieve fresca hasta bien entrado octubre, 32 pistas, un desnivel vertical de 1110 metros y bosques nevados flanqueando los caminitos de montaña; 2) es también un centro termal con aguas minerales que llegan directo de las entrañas del

volcán Chillán (que en voz mapuche significa silla del sol). Gracias al bonus de las termas, Chillán funciona a pleno los 365 días. En verano, los baños se complementan con tenis, golf, canopy, cabalgatas y otras tantas actividades de montaña. Además, entre las opciones de alojamiento hay un cinco estrellas al que no le falta nada, desde spa hasta mariscos, pasando por un casino (el único en un centro de esquí chileno), un centro de convenciones, e incluso una capilla. En invierno, claro, los deportes de nieve son los más solicitados, con el esquí y el snowboard a la cabeza (aunque también hay caminata con raquetas, esquí de fondo o paseos en trineos tirados por perros). Al final del día, no son pocos los huéspedes que se calzan la bata y van derecho a la pileta del hotel, cuyas aguas están a 38°C y son ideales para aliviar dolencias. No sea cosa que al día siguiente la culpa de los golpes caiga en alguna contractura muscular. * * * A diferencia de Chillán, Valle Nevado y Portillo están a menos de dos horas en auto de Santiago. Valle Nevado es el más grande y el más alto: se levanta a 3025 metros, por eso el primer día se recomienda moverse con calma suficiente como para evi-

GENTILEZA PORTILLO, VALLE NEVADO Y TERMAS DE CHILLAN

tar el apunamiento. Una petición difícil para aquellos esquiadores que, lógicamente, llegan con ganas incontenibles de rayar las pistas, que suman más de 40, y que los chilenos llaman canchas. Eso si no se cuentan las de los centros vecinos de La Parva y Colorado. Porque Valle Nevado tiene acceso directo a ambos –aunque hay que sacar otro pase para usar sus medios de elevación–, por lo que a los responsables del lugar les gusta decir que este centro tiene acceso al mayor dominio esquiable de América del Sur, nada menos que 2400 hectáreas esquiables en total (800 pertenecen a Valle Nevado). La mayoría de los esquiadores, de todos modos, tienen buenas razones para quedarse sólo aquí. Entre las principales figura la calidad de la nieve, que se mantiene seca y fresca gracias a la altura de las pistas, por un lado, y a la orientación sur de las montañas, por otro, que hace que el sol no pegue directamente por las tardes. En los últimos años se ampliaron las pistas, se creó un snow park y un

halfpipe para riders y se modernizaron los medios de elevación (la telesilla cuádruple Andres Express, por ejemplo, es uno de los máximos orgullos del centro, ya que es la única de alta velocidad de Chile). Por eso, este año las inversiones pasaron más bien por la remodelación de los tres hoteles –Valle Nevado, Puerta del Sol y Tres Puntas–, que incluyen, por ejemplo, televisores de plasma en las habitaciones (Valle Nevado es el más exclusivo), una sala de cine (Puerta del Sol, orientado a la familia) o un nuevo lounge con conexión Wi-Fi (Tres Puntas, el de precios más económicos). De todos modos, entre los proyectos más ambiciosos de este centro inspirado en el complejo invernal francés Les Arcs está el que busca convertirlo en el primer pueblo de montaña. ¿Qué significa esto? Que con un desembolso de más de US$ 190 millones se construirá al menos un edificio de departamentos por año durante las próximas dos décadas. Por ahora, Valle de Cóndores, en plena construcción, será uno de los primeros condominios en sumarse al plan. El centro más visitado por los santiaguinos tuvo en 2008 uno de sus mejores años comerciales, con 11 huéspedes alojados en temporada. Claro que el mayor porcentaje de pasajeros corresponde a brasileños. Si la idea es repetir el suceso del año último, sería bueno que los vecinos del Norte hicieran caso omiso a las recomendaciones de su gobierno. * * * No sería descabellado decir que Portillo funciona como un gran club. Donde todos se conocen, todos vuelven, todos se reúnen en el amplio living del segundo piso. Y los que no, enseguida se sienten como en casa. Eso es lo que tiene el hotel del centro de esquí más antiguo de Chile (se construyó en 1949), que no por antiguo quedó desfasado. Todo lo contrario: