Los pájaros enloquecidos - Cantook

Los pájaros enloquecidos. LOS ESPECIALES DE LA TRIBU DE CAMELOT con olores y tintas mágicas. I. Carlota y el misterio del canario robado. II. Carlota y el ...
1MB Größe 8 Downloads 107 vistas
Los pájaros enloquecidos Gemma Lienas Ilustraciones de Jokin Mitxelena

Berta/Viviana es dulce y bastante callada. Inspira confianza. Es muy leal y una gran dibujante.

CAPÍTULO 1

Un ataque aéreo

Marcos estaba plasta, plasta, plasta.

—¿Los compraremos, Rosa? Anda, di que sí, por favor. Rosa, sin dejar de accionar su silla de ruedas, puso los ojos en blanco. Y, aunque es muy paciente, resopló ruidosamente. —Marcos, si me lo vuelves a decir, te vas a quedar sin cromos. —Venga, Rosa, no seas así... —No soy de ninguna manera. Te lo repito: cuando lleguemos, compraremos un sobre de cromos de La guerra de las galaxias si no has hecho el tonto...

LA TRIBU

DE

CAMELOT

—No estoy haciendo el tonto. Rosa le dirigió una mirada de aviso y yo le pegué un codazo, a ver si se enteraba de una vez. —... y dejas de dar la vara con eso de comprarlos. ¿Entendido? Marcos dijo que sí con la cabeza y, luego, disimuladamente, me dio una patada. —Va por el codazo, Carlota —explicó por lo bajini. Le saqué la lengua. Parecía imbécil, mi hermano; encima de que trato de ayudarlo... Fuimos andando, desde el colegio hasta llegar a nuestra calle, bastante silenciosamente, lo cual fue una hazaña increíble tratándose de Marcos. Debía de estar medio loco por conseguir esos cromos. En cuanto estuvimos a unos pasos del quiosco de Mordret, Marcos miró a Rosa con cara de perrito hambriento. Y nuestra cangura sonrió: —Muy bien. Te has portado genial, así que aquí tienes dinero para comprarlos. Marcos dio un brinco y soltó un alarido de alegría, mientras el reloj de la plaza tocaba la media.

UN

ATAQUE AÉREO

Y, en ese mismo instante, yo solté otro alarido, no precisamente de alegría, sino de terror. —¡Nos atacan! —gritó en seguida el microbio, que había visto lo mismo que yo. Rosa, que tenía la silla de ruedas mirando hacia el quiosco de Mordret, no había podido observar lo que se estaba preparando a su espalda, así que se dio la vuelta con expresión de «estoy harta de vuestras payasadas». Y, entonces, la cara se le contrajo en una mueca de horror. —Pero... pero... ¿qué es esto? —dijo apretando los puños sobre las ruedas de la silla. Una bandada nutridísima de pájaros volaba rápidamente en dirección a nosotros.

—Esto parece la película Los pájaros de Hitchcock —dijo Rosa, con la cara pálida. —¡Sálvese quien pueda! —gritó Marcos, corriendo a resguardarse tras la silla de Rosa. Yo lo imité. Reconozco que no fue una acción demasiado heroica, pero estaba muerta de miedo.

Nuestra cangura se replegó sobre ella misma, poniendo la cabeza sobre su regazo y tapándose con los brazos. Y, en ese instante, una bandada de palomas, capitaneadas por tres gaviotas feroces y seguidas por cinco loros verdes y unos cuantos gorriones,

LA TRIBU

DE

CAMELOT

con los picos por delante y las alas extendidas, pasaron en vuelo rasante sobre nuestro grupo para acabar entrando en el quiosco de Mordret. —Fuera, fuera, fuera —empezó a gritar el quiosquero descontroladamente. Entonces recordé que, cuando investigábamos la desaparición del canario, descubrimos que Mordret tiene fobia a los pájaros. Vamos, que les tiene un miedo insuperable. Marcos y yo sacamos la cabeza por encima de la espalda curvada de Rosa y pudimos contemplar al gordo quiosquero moviendo los brazos como si fuera un molino de viento. Pronto estuvo completamente rodeado de palomas que revoloteaban a su alrededor enloquecidas, bajo la atenta mirada de dos de las gaviotas, que se habían posado en el mostrador sobre unas revistas del corazón. Mordret, aterrado, cogió un periódico, lo desplegó y se lo puso sobre la cabeza a modo de tejado de dos vertientes. Por debajo de una de las hojas asomaba su tatuaje en forma de serpiente. —¡Socorro! ¡Que alguien saque de aquí a estos bichos asquerosos!

TÍTULOS DE LA COLECCIÓN 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. 9. 10. 11.

Carlota y el misterio del botín pirata Carlota y el misterio del pasadizo secreto Carlota y el misterio del túnel del terror Carlota y el misterio de la casa encantada Carlota y el misterio de la catedral gótica Carlota y el misterio de los gatos hipnotizados Carlota y el misterio de la extraña vampira Carlota y el misterio de las ranas encantadas Carlota y el misterio de los mensajes anónimos Carlota y el misterio de las turquesas polvorientas Los pájaros enloquecidos

LOS ESPECIALES DE LA TRIBU DE CAMELOT

con olores y tintas mágicas I. Carlota y el misterio del canario robado II. Carlota y el misterio de la varita mágica

www.latribudecamelot.es

A Jordi, Biel, Itziar, Mariona, Isolda y Solomon Los pájaros enloquecidos Gemma Lienas No se permite la reproducción total o parcial de este libro, ni su incorporación a un sistema informático, ni su transmisión en cualquier forma o por cualquier medio, sea éste electrónico, mecánico, por fotocopia, por grabación u otros métodos, sin el permiso previo y por escrito del editor. La infracción de los derechos mencionados puede ser constitutiva de delito contra la propiedad intelectual (Art. 270 y siguientes del Código Penal)

© del texto: Gemma Lienas, 2012 [email protected] www.gemmalienas.com © de las ilustraciones: Jokin Mitxelena, 2012 Maquetación: Mª Jesús Moreno © Grup Editorial 62, s.l.u, Estrella Polar, 2012 © Editorial Planeta S. A., 2012 Av. Diagonal, 662-664, 08034 Barcelona (España) Destino Infantil&Juvenil [email protected] www.planetadelibrosinfantilyjuvenil.com www.planetadelibros.com Primera edición en libro electrónico (PDF): mayo de 2012 ISBN: 978-84-08-00773-9 (PDF) Conversión a libro electrónico: Newcomlab, S. L. L. www.newcomlab.com