Los chicos sólo quieren rocanrolear

16 abr. 2007 - tercera jornada del Quilmes Rock, y los chicos que .... del Quilmes Rock. Gabriel Plaza .... Príncipe serán el motivo central del tercer concierto.
238KB Größe 7 Downloads 75 vistas
Espectáculos

Página 2/Sección 4/LA NACION

2

3

Tercera jornada del Quilmes Rock

Música popular

Los chicos sólo quieren rocanrolear Unas 50.000 personas asistieron para ver a Intoxicados y Los Piojos, dos bandas muy convocantes La lluvia no fue un problema en la tercera jornada del Quilmes Rock, y los chicos que buscaban cerveza y una larga jornada de rocanrol, que comenzó a las 17 y se extendió hasta pasada la una de la madrugada, caminaban en caravanas que parecían interminables hasta la cancha de River Plate. Adentro el estadio se mostraba ocupado en un 70 por ciento. Temprano, el Mono de Kapanga arengaba el pogo y festejaba el aguante de su público en medio del agua. El Tri subió con su actitud rocker y la pasó bien. Pero a medida que pasaban las horas el público se ponía intolerante y quería ver sólo a sus bandas favoritas. Entrada la noche, el grupo de flamenco hip hop Ojos de Brujo, que debutaba en el país, tuvo que soportar la lluvia de silbidos de los miles de adolescentes rockeros, que a veces parecen comportarse más conservadores que sus propios padres. A pesar del impecable set de esta bomba flamenca de hip hop, a nadie le interesaron los pasos de bulerías y distorsión, que electrizaban el ambiente. El público los trató mal, hasta el punto de dar vergüenza ajena, y obligó al grupo a acortar su set media hora. El productor tendría que haber pensado mejor antes de programar a un grupo de aires gitanos en el día más “rockerito” y con ganas de fumigar todo lo que no fuera “piojoso” o “intoxicado”. El set de DJ Zucker equilibró la balanza azuzando a las viejas guardias pretorianas del rock con temas de Van Halen, Ozzy Osbourne, Rage Against the Machine y Beastie Boys. Repitió su repertorio en las bandejas como en las otras jornadas y volvió a utilizar las pantallas, los efectos de pirotecnia y los juegos de láser para entretener a la “monada” desde su privilegiada posición del mangrullo ubicado en el centro del estadio. Media hora después apareció Intoxicados sobre el escenario. Por suerte, Pity Alvarez no le hizo mucho caso a su público y salió a plantear un show donde mezcló todo lo que pudo sin problemas: reggae, pop, funk, rock stone y hasta alguna canción de Nino Bravo. El humor alucinógeno de Pity no hizo otra cosa que ponerle fuego creativo y colorido a una noche fría y gris. Durante el show de Pity, apareció el actor Dady Brieva, que hizo las veces de maestro de ceremonias.Vestido de smoking y peluquín, se dedicó a condu-

Intoxicados fue lo mejor de la noche con su mezcla de rock, reggae y pop

Andrés Ciro hizo dedicatorias

Los adolescentes aguantaron la lluvia con mucha música FOTOS SOLEDAD AZNAREZ

cir un hipotético Grandes Valores del Rock, presentando a los integrantes de Intoxicados como si fuera una orquesta característica de los años cuarenta. El grupo se vistió para la ocasión de riguroso traje y sobre el escenario dispusieron mesas con veladores –como en los programas de cable dedicados al tango– donde estaban sentados fami-

Lunes 16 de abril de 2007

liares y amigos de la banda. La ironía sobre los clisés del tango también podría aplicarse al rock, cuya feligresía puede llegar a ser muy conservadora cuando quiere. Los músicos de Piedrabuena alivianaron toda esa carga desde el comienzo invitando a todos a cantar himnos pop como “Fuego” y “No tengo ganas”.

El set más rockero llegó con la aparición del Negro García López para sumarse con su clásica guitarra naranja en “Las cosas” y “Dos nenas”, como lo hacía cuando tocaba con Charly García. Pity, de anteojos oscuros y auriculares (al mejor estilo García), se paseó por la larga pasarela de varios metros que se metía en el medio

del campo para estar más cerca de sus fans, que parecían, por fervor, ser mayoría anteanoche. Eléctricos y acústicos por momentos, la banda ofreció un show compacto, con un Pity Alvarez inspirado, irónico que, más allá de algunos exabruptos, supo conducir a su banda y entretener a la multitud con canciones estribilleras, como “De la guitarra”, “Lo artesanal”, “Perra”, “Reggae amigos” y “Descansar”. El final fue bien rockero y levantó la temperatura del estadio con “Intoxicado”, “Religión” y “Quieren rock”, donde Pity se bajó del escenario para estar cara a cara con los pibes que lo habían ido a ver. La electricidad y el histrionismo de Pity Alvarez contrastarían después con cierta desconexión que mostró Andrés Ciro, el líder y cantante de Los Piojos, la banda encargada de cerrar la noche. Ya no es novedad que Los Piojos pueden llenar una cancha de fútbol, cuando durante muchos años ellos y sus seguidores llevaron adelante el sueño de llegar a Obras. Pero todos esos logros parecen haberle quitado entusiasmo a su cantante, que durante el concierto se mostró en varios tramos desconectado y frío: le pasaba el micrófono al público para que coreara casi íntegramente una canción, caminaba por el escenario como perdido, o se tiraba el piso en una actitud displicente. Sin embargo, cuando el vocalista se conectaba con su tono más sensible y emotivo, en canciones como “Maradó”, “Los mocosos” (tema para los chicos de Cromagnon), “Dientes de cordero” (dedicado al maestro muerto en Neuquén) o “Morella” (“para los que se quedaron en Malvinas”), aparecían esa anhelada interpretación sanguínea y el destello que hacía brillar al grupo en su conjunto. Para su público, Ciro y compañía no se mostraron amarretes, aunque sólo adelantaron un tema nuevo, “Difícil”, de su futuro disco. Con una lista de más de veinte temas, el grupo entregó un show extenso y ampliamente disfrutable para sus adolescentes seguidores por la selección de clásicos, como “Pistolas”, “Todo pasa”, “Vine hasta aquí”, “Ay, ay, ay”, “Luz de marfil”, “Babilonia” (con un homenaje a “Orugas” de Las Pelotas), “Muevelo/ Farolito” y “Arco 2”, en un final con baile para espantar el frío de la noche y mostrar el calor del rock.

LOS TEMAS DE PAPA

Julian Lennon vendió su parte del botín ■ WASHINGTON (AFP).– Julian Lennon, el hijo mayor del ex beatle John, cedió la participación financiera que tenía en el catálogo de canciones del grupo británico escritas por su padre, según informó el periódico The Wall Street Journal. Julian, de 44 años, firmó un contrato con Primary Wave Music Publishing, empresa con sede en Nueva York, cuyos términos deben ser divulgados más adelante, según indicó el diario. Julian es hijo de John y de su primera esposa, Cynthia. BERSUIT

La cita en River se posterga unos días ■ El grupo Bersuit debió postergar la fecha de su primer recital en el estadio de River Plate. Programado originalmente para el 28 de este mes, el show se realizará finalmente el 12 de mayo, según los organizadores, debido a que el partido que enfrentará al equipo de Núñez con el Colo Colo chileno por la Copa Libertadores (el 26 del actual) no permite producir el evento en tiempo y forma. EN LA TRASTIENDA

Un cuarteto raro llega a Buenos Aires ■ El viernes, El Cuarteto de Nos visitará el país para presentar su último álbum, Raro, en La Trastienda, Balcarce 460, a partir de las 20.30. Este año, el grupo uruguayo tuvo alta rotación en las radios porteñas (especialmente con el tema “Yendo a la casa de Damián”) y aterrizará en Buenos Aires con la intención de hacer pie finalmente del otro lado del Río de la Plata, con una buena dosis de humor, ironía y mucho rock. LOS ALAMOS

De gira por Brasil ■ Anoche, el grupo argentino Los Alamos dio el primer paso de su gira por Brasil, en el marco del Festival Abril Pro Rock, en Recife, junto a artistas como Os Mutantes, Marky Ramone, Sepultura y Lee Scratch Perry; mañana volverá a presentarse en San Pablo, también junto a Lee Perry y The Film.

Gabriel Plaza

Festejos y estreno mundial Bueno

✩✩✩ Concierto de la Camerata Bariloche con el bandoneonista Néstor Marconi como solista invitado. Programa: obras de Astor Piazzolla y el estreno mundial de Cameratangos, compuesta por Marconi para el 40° aniversario de la Camerata. Anteanoche, en la apertura del ciclo 2007 de Conciertos Pilar Golf.

Urbano Moraes será el encargado de inaugurar la serie de conciertos en el Rojas

Cruzando el charco musical Mañana comienza un ciclo dedicado a artistas uruguayos Ese río sin orillas al que alguna vez hizo referencia Juan José Saer es el mismo por el que nuevamente navegarán los sonidos de ambos extremos. Mañana, pasado mañana y el martes y el miércoles de la próxima semana, el Centro Cultural Ricardo Rojas será sede del ciclo Across The Charco, una herramienta que traerá cuatro propuestas uruguayas a este lado del Río de la Plata y, en mayo, llevará música porteña a Montevideo. El periodista Humphrey Inzillo abrirá cada una de las jornadas con una introducción al músico que protagonizará la velada. Miembro fundamental de la música popular uruguaya de los últimos cuarenta años, Urbano Moraes será el encargado de inaugurar el ciclo. Mañana, desde las 20.30, se presentará en la Sala Batato Barea del Rojas junto a Osvaldo Fattoruso en batería. El bajista y cantante, uno de los socios compositivos del recordado Eduardo Mateo, estuvo en una formación clave, El Kinto (precisamente con Mateo, más Rubén Rada, Walter Cambón, Luis Sosa y Chichito Cabral), grupo pionero en la segunda mitad de los años 60

del candombe beat. En las últimas décadas colaboró con varios músicos tanto de este lado del Atlántico como en España, donde estuvo radicado en los años 70 y 80, y también se dedicó a grabar discos en solitario. Canciones de álbumes como Vamos a mirarnos más de frente y He nacido frente al mar integrarán el repertorio que mostrará en el Rojas. Junto con él y Fattorusso estarán el tecladista Javier Lozano y los guitarristas Palito Elizalde y Juan Pablo Chapital. Pasado mañana, en la segunda fecha del ciclo, actuará Diego Presa, cantante, guitarrista y miembro del colectivo multicultural Buceo Invisible, expresión del barrio montevideano de Buceo. Al frente de un quinteto de bajo, guitarra, programación y textos presentará su primer disco, Música para niños tristes. El martes 24, las canciones del Príncipe serán el motivo central del tercer concierto. Entre el desconocimiento de su obra y el culto a ella, el Príncipe fue un autor uruguayo que dejó como legado un puñado de canciones, algunas de ellas incluso inéditas. Su hija, Eliu Pena, será la encargada de mostrarlas, junto a los Despachantes de Aduana, banda

integrada por Bruno Masci (guitarra), Nacho Mateu (bajo) y Andrés Bolognini (batería). En tanto, el miércoles 25, Nicolás Ibarburu cerrará el tramo porteño del ciclo. Virtuoso guitarrista y compositor, integró la banda de Jaime Roos, coprodujo el disco de Martín Buscaglia, El evangelio según mi jardinero, y ya está listo para editar su primer álbum solista, parte del cual presentará aquí, con su hermano Martín en batería, el ex bajista de No Te Va Gustar, Mateo Moreno; Marcel Curuchet en teclados y Juan Pablo Di Leone en flauta. La reciprocidad de Across The Charco llevará ocho propuestas porteñas a Montevideo los jueves de mayo. Se trata de Coiffeur y Ezequiel Borra (el 3); Juan Ravioli y Flopa (el 10), Marcelo Ezquiaga y Pablo Dacal (el 17) y Florencia Ruiz y Gabo (el 24).

Sebastián Espósito PARA AGENDAR

■ Across The Charco ciclo de música uruguaya. C.C. Rojas Corrientes 2038. Mañana y pasado mañana, a las 20.30. Entrada, $ 10.

Rica comida, buena bebida, baile, un bellísimo espectáculo de fuegos artificiales muy bien coordinado con la música de fondo, el finísimo obsequio en plata del maestro orfebre Juan Carlos Pallarols y una gigantesca torta para que los homenajeados de la noche, músicos todos ellos, soplaran las velitas. Cuarenta en total, la cantidad de años que cumple la Camerata Bariloche. Entre varios festejos que tendrá durante 2007, ésa fue la magnífica manera que eligieron los organizadores del ciclo de conciertos Pilar Golf para celebrar el aniversario de la orquesta. ¡Qué noche Bariloche! Con los primeros discos seleccionados por el DJ, el swing llegó a la pista en la voz de Sinatra o en la del ex cantante de Van Halen David Lee Roth. “Just a Gigoló” se escuchaba para animar a los primeros bailarines. Cerca de la medianoche hubo músicos de la orquesta que ganaron la pista de baile al ritmo de un hit de la música disco, “I Will Survive”. Incluso, hubo invitados que intentaron sumar a la danza al director y concertino de la Camerata, Fernando Hasaj, pero no tuvieron éxito. Linda fiesta. Claro que para una orquesta no debe de haber mejor regalo que una composición escrita especialmente. De eso se encargó el bandoneonista Néstor Marconi, quien compuso una obra en tres movimientos para la Camerata en coincidencia con la celebración de este cumpleaños. Eso fue lo que se escuchó anteanoche, un par de horas antes de ese cóctel que hizo que muchos se aflojaran la corbata. El estreno fue previsto para la apertura del ciclo que desde hace tres años se realiza en Pilar Golf. Y si la apertura del programa de conciertos tuvo este perfil fue para dar a conocer la obra que ya desde el título, Cameratangos, acerca el tango y la música de cámara. El encuentro de los protagonistas no fue para nada forzado. Marconi es un reconocido compositor e intérprete que supo a lo largo de su carrera partir de las raíces del género y buscar nuevos horizontes. Esto incluye a los Tangos concertantes, que estrenó hace algunos años. En sus cuatro décadas, la Camerata ha recorrido la obra de Bach, Haendel, Mozart, Vivaldi, Beethoven, Tchaikovsky, Shostakovich, Bartok y Schönberg (sólo por nombrar a algunos de una larga lista), pero también la de

SONIA SUAREZ

Néstor Marconi, con la Camerata Bariloche, en el ciclo Pilar Golf

Esnaola, Ginastera, Guastavino, Gandini e incluso la de Piazzolla, Bragato y Marconi. Su discografía da cuenta de ese paso por la obra tanguera en grabaciones de la última década. Para una orquesta de cámara de cuarenta años, brindar un concierto con esta clase de programa y ofrecer un estreno es síntoma de vitalidad, por los desafíos y riesgos que implica. Porque explorar este lenguaje de la música popular puede ser una experiencia enriquecedora, aunque, por las características de esta agrupación, más difícil de desarrollar de lo que parece. Quizás este concierto, que además de la obra de Marconi tuvo una serie de composiciones de Piazzolla muy famosas (“Fuga y misterio”, “Oblivion”, “Escualo” y “Adiós Nonino”, entre otras), haya sido un buen ejemplo. La Camerata tuvo un correcto desempeño, aunque sin llegar a ahondar en cuestiones que no tienen que ver con lo escrito, sino con detalles de interpretación muy característicos de este género. En esta clase de encuentros entre tango y orquesta de cámara la manera de expresar se vuelve tan importante como el contenido de la obra. También hay que reconocer que en esa primera parte piazzolleana el concierto fue de menor a mayor en calidad interpretativa. Y seguramente lo mismo

se pueda afirmar acerca de la segunda. Al tratarse de un trabajo especialmente creado para la Camerata, Marconi propuso una interacción entre el bandoneón y la cuerda que pareció mostrar su punto más alto de entendimiento y fluidez en el tercer movimiento, tanto por la materia prima como por el “manos a la obra” en escena. Porque además de algunas particularidades de contenido que se desarrollan dentro del formato de un concierto a la manera “clásica” (tres partes y cadenzas), Cameratangos sugiere detalles del lenguaje (acentuaciones tangueras, sutilezas de tempo y articulaciones) que inciden directamente en la gestualidad del conjunto y en el resultado final al momento de llegar al público. Muchas veces esa resolución es más complicada de lo que parece. La idea de un “tango de cámara” (así se refiere Marconi a este tipo de creaciones) es una excelente invitación a pensar en esos condimentos del lenguaje tanguero y en aquellos (por supuesto, muy válidos) que puede aportar una orquesta de cámara desde su propia contextura instrumental. Además, tampoco hay que olvidar que el carácter de cada pieza (no es igual en Cameratangos, “Oblivion” o “Decarísimo”) puede ser tan condicionante como inspirador.

Mauro Apicella