LA URGENCIA DE LA PREDICACION 2 Tim.4:1-8 Por Lic. Roberto Ozuna Usado con permiso PROPOSITO: Que la audiencia comprenda que debe predicar la Palabra de Dios. INTRODUCCIÓN: Cien años después de su muerte, Juan de Constantinopla, recibió el título por el que le conoce la posteridad: Juan Crisóstomo el “del habla dorada”. Ese título era bien merecido, pues en un siglo que produjo a oradores tales como Ambrosio de Milán y Gregorio de Nacianzo. Juan de Constantinopla descolló por encima de todos, gigante por encima de los gigantes. Para Juan, sin embargo, el pulpito no fue sencillamente una tribuna desde donde ofreció brillantes piezas de oratoria o predicación. Fue más bien expresión oral de su vida toda, escenario de su batalla contra los poderes del mal, vocación ineludible que al final le costó el destierro y hasta la vida. Transición: Por favor, acompáñenme a la carta de 2 Timoteo, cap. 4:1-8. Contexto: El autor de esta carta fue el apóstol Pablo, quien la dirigió a Timoteo, una persona muy notable. Su nombre significa “honor o adorar a Dios”. Su carácter era una mezcla de afecto y fidelidad, a pesar de su natural timidez. Cuando Pablo escribe esta carta, probablemente Timoteo se encontraba en la ciudad de Efeso, en el invierno del año 65, 66, o 67 d.C. Es el último invierno de Pablo sobre la tierra. Pablo exhorta a Timoteo a aferrarase a la sana doctrina y a defenderla contra todo adversario. Transición: Por tanto, en esta oportunidad queremos declarar que… I.

DEBEMOS PREDICAR LA PALABRA DE DIOS. vv.1-4.

Respecto al sentido de “Te encargo delante de Dios y de Cristo Jesús”. Pablo da este encargo final y solemne en la víspera de su muerte. El apóstol Pablo dirige la atención de Timoteo hacia Dios y Cristo Jesús, en cuya presencia se da y recibe el encargo. Pone a Timoteo bajo el juramento de cumplir el encargo. Es a Dios y al Salvador Jesucristo que Timoteo tendrá que rendir cuenta. Porque el Señor vendrá por segunda vez a juzgar a los seres humanos, por lo cual, todos tendremos que presentarnos delante de él, para rendirle cuenta acerca de la forma como vivimos en este mundo. Por tal razón, el Señor Jesús juzgará “a los vivos”, esto es, a los que aún estarán viviendo sobre la tierra en el momento de la segunda venida, y “a los muertos”. Pablo se refiere a las personas que para esa fecha hayan muerto. En Su “Manifestación y en Su Reino”, es decir, en su aparición futura y en el reinado que asumirá en forma completa en el futuro. Por tanto, debemos estar conscientes que Jesús vendrá, de manera que esto nos debe llevar a cumplir con el encargo que él nos ha dejado. V.1. Por medio de cinco imperativos enérgicos (mandatos u ordenes) que Timoteo debía cumplir de manera inmediata, Pablo plantea el contenido del encargo: que prediques la Palabra; que instes a tiempo y fuera de tiempo; redarguye, reprende, exhorta con toda paciencia y doctrina. La idea de predicar o proclamar la Palabra, es la de proclamar delante del público, pero no en un sentido debilitado que actualmente se le da: como “dar una charla moral o religiosa de cualquier tipo y de cualquier manera”. La palabra empleada en el idioma del griego del Nuevo Testamento, literalmente es (pregonar), dar a conocer oficial y públicamente un asunto de gran significado e importancia. Desde luego, toda predicación debiera ser proclamación. Por lo que hemos visto, nosotros tenemos una gran responsabilidad delante de Dios, la cuál es proclamar con autoridad el mensaje del evangelio a los seres humanos que tanto necesitan del Salvador Jesús. v.2.

Timoteo debe ser diligente en la obra de predicar el evangelio y de redargüir, reprender y amonestar. Timoteo debía estar disponible para predicar el evangelio “a tiempo y fuera de tiempo”, fuera bien recibido o no fuera bien recibido. Tenía que estar preparado para “redargüir” o “convencer de culpa”, que hiciera sentir al pecador su culpabilidad hasta que se arrepintiera delante de Dios. Por lo cual, él debía “reprender al pecador”, o sea, no debía reducir la gravedad de su pecado. También, Timoteo tenía que “amonestar” con un corazón de padre y con paciencia, es decir, con una conciencia clara en cuanto a la actividad de enseñar. Porque tiempo vendrá cuando los hombres no soportarán la sana doctrina. En todo período de la historia habrá un tiempo durante el cual los hombres se niegan a oír la sana doctrina. Por lo tanto, los hombres no soportarán o tolerarán la verdad, la sana doctrina, porque promueve la salud espiritual. Por eso, podemos ver hoy día, que las personas siguen cualquier tipo de falsa enseñanza, porque no quieren comprometerse con la verdad de las Escrituras, la cuál puede transformar sus vidas. Por otro lado, el apóstol Pablo expresa que las personas tienen oídos con comezón (este verbo en su forma activa significa “hacer cosquillas”). La idea es de tener un “deseo irritante” de adquirir maestros que se adapten a sus propios caprichos o gustos pervertidos. Esto ejemplifica que el ser humano tiene la inquietud de escuchar algo, pero no la verdad que viene de Dios, sino cualquier enseñanza que no comprometa su vida pecaminosa. También apartarán sus oídos de la verdad y se volverán a los mitos; es decir, la única verdad que puede cambiar lo interno y lo externo del ser humano. Las personas prefieren vivir de acuerdo a los “mitos, leyendas, fabulas y cuentos”, que vienen de las tradiciones de los pueblos y países. Porque no quieren sujetarse a Dios y a Su Palabra. Transición: digamos en este momento que… II. DEBEMOS CUMPLIR CON NUESTRO MINISTERIO. vv.5-8. El apóstol Pablo en esta ocasión va a presentar un contraste entre las personas que tienen “comezón de oír” y su hijo espiritual, Timoteo. Pablo le dice a Timoteo que sea una persona tranquila, estable y cuerda. Que no se encuentre embriagado con el anhelo de cosas sensacionales o sentimentales. Que no aparte sus oídos de la verdad para volverse a los mitos (leyendas o cuentos). El apóstol quiere que Timoteo muestre una actitud calmada y bien equilibrada “en todas las cosas” Pero también, que tenga una buena actitud, respecto al sufrimiento por causa del evangelio. Pablo está formando el carácter del joven Timoteo para que pueda ejercer un ministerio eficaz en la iglesia de Cristo, sin permitir que nada lo detenga, cumpliendo así su ministerio del evangelio al máximo. v.5. Pablo está pensando que ya le queda poco tiempo sobre la tierra; por eso declara que él está preparado para ser ofrecido como un sacrificio delante de Dios. Por lo cual, en su mente está la figura de un “Cordero” o “un Carnero”, a los cuales ofrecía el sacerdote en el altar, para ser ofrecido a Dios. Por tanto, cuando el animal estaba preparado, le echaban (vino), y lo quemaban para que el humo subiera como una ofrenda al Señor. Por tal razón, Pablo, al estar encarcelado por segunda vez en Roma, está preparado para irse con su Señor. Por otro lado, el apóstol Pablo, había peleado una batalla contra Satanás, principados, potestades y gobernadores de las tinieblas de este mundo. Pablo se ha mantenido fiel, ha retenido su confianza en Dios. Por tanto, estaba seguro que iba a recibir el galardón de la “Corona de Justicia”, es decir, el disfrute de la “Vida eterna”. Ilustración: El evangelista Luís Palau, a través de los años, ha ganado prominencia como conferencista internacional, y en diferentes cruzadas, concentraciones y conferencias ha llegado a predicar en vivo a más de 8 millones de personas en 50 países, y ha alcanzado también a más de 400 millones a través de la radio y la televisión en todo el mundo. Ha escrito más de 20 libros, el más popular de los cuales ha sido traducido a más de 10 idiomas. Cientos de miles de vidas han sido transformadas por Cristo a través del ministerio de Palau.

Transición: Queremos resumir este pasaje diciendo que… Debemos cumplir con nuestro deber según la Palabra de Dios en nuestro ministerio. Transición: Terminemos comentando que… Conclusión: El Señor Jesús nos ha dejado la tarea más maravillosa de este mundo -- predicar Su Palabra. Es una obra tan sublime que aun los ángeles anhelan realizarla, pero no pueden, porque fue destinada para que los seres humanos que hemos creído en Cristo, la ejecutemos. Por tal razón, es necesario que nosotros seamos diligentes en predicar la Palabra de Dios, y así participar del privilegio más grande, que es ver al pecador ser transformado a través del mensaje del evangelio. Aplicaciones: 1. La decisión de obedecer el mandato de predicar la Palabra de Dios es nuestra. 2. Cumplamos con nuestra tarea. OberoFiel.com – Se permite reproducir este material siempre y cuando no se venda.