La parábola del anzuelo - Recursos Escuela Sabática

7 jun. 2014 - gando» hada el agua, espalda con espalda. Esto, lógicamente, no propiciaba el diálogo y el acercamiento entre los «pescadores».
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EVANGELISMO

7 de junio de 2014

La parábola del anzuelo «Ofrezco un regalo o un premio especial a quien encuentre en la Biblia la parábola del anzuelo».

E

n ocasiones, desafío a las congregaciones con esta propuesta. Me río cuando veo a los hermanos lomar sus Biblias y buscar la parábola para tratar de ganarse el premio. Lo cieno es que ni los profetas ni nuestro Señor Jesús enseñaron tal cosa. Cuando de pescar se trata, nuestro Maestro quiere que usemos la red. Hay diferencias notables entre ambos métodos, y estas sirven para ilustrar el reino de Dios. Quiero compartir dos ilustraciones prácticas sobre la ganancia de almas, basadas en dos experiencias personales. Cierta vez salí a pescar con mi familia y unos amigos, así que nos subimos a un bote y nos alejamos unos cuantos me iros de la playa. Todos nos sentamos alrededor del bote con los pies «colgando» hada el agua, espalda con espalda Esto, lógicamente, no propiciaba el diálogo y el acercamiento entre los «pescadores» La segunda ilustración la tomo de un campamento realizado con el Club de Conquistadores en una playa de la isla donde me crié. Todos los campistas contemplamos extasiados como, muy temprano en la mañana, varios pescadores arrastraban su red hacia la orilla llena de «toda clase de peces» (Marcos 13:47). Ellos llamaban a esto «halar el tren», debido a que el movimiento de sus brazos se

asemejaba al de los brazos que unen las ruedas de una locomotora. Como podrán imaginar, esta tarea requería de una gran coordinación y comunicación entre todos. Creo que esto era lo que Jesús tenía en mente cuando habló de la parábola de la red: un trabajo misionero coordinado, con una comunicación que permitiera a los miembros de iglesia mantenerse unidos y en oración por un mismo propósito. Pescar con red implica que debemos aprender a pedir ayuda, a depender de otros y mostrar así al mundo la gloria de Dios. Únicamente con la red podremos obtener grandes resultados. Y he aquí una segunda diferencia entre ambos métodos. Con tristeza vemos a muchas de las personas que aceptan a Jesús, abandonar «el barco» a los pocos días Esto ha llevado a algunas hermanos a creer que es mejor pescar con anzuelo, ya que de esa manera piensan que podrán asegurar que aunque sea unos pocos se mantendrán en la iglesia. Sigamos el método de Jesús: nuestro deber es lanzar la red. Dios hará el resto. Él dará resultados para su gloria.

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Pr. Franz Amundaray Cruz Departamento de Ministerios Personales Misión Venezolana Sur Occidental