Espectáculos
Sábado 20 de octubre de 2007
Teatro
Raras coincidencias La sección NB de The el viudo de la célebre esTimesLiterarySupplement critora, Leonard Woolf, es una delicia. Una especie le escribió al autor, Edde cajón de sastre donde ward Albee, para conalternan noticias sobre la tarle que su mujer había actividad literaria en Gran escrito un cuento titulaBretaña y en el mundo con do “Lapin and Lapinova” recuerdos, hallazgos de (“Conejo y Coneja”), que libros raros, o de textos trata de un matrimonio estrafalarios, chismes y que juega en su casa a chistes –siempre referidos Por Ernesto una existencia de fantaa la literatura– de buena Schoo sía, como lo hacen Georley. El responsable (dueño, ge y Martha en la obra además, de un fino humor de Albee. El, Lapin, finirónico) firma tan sólo con iniciales: ge ser un conejo, y ella, Lapinova, J. C. En la edición del pasado 21 de una liebre. Según Dexter, “el jueseptiembre, se anuncia la aparición go sufre un golpe de gracia a causa de Why not Catch 21?, un libro de del marido que, de pie detrás de su Gary Dexter que examina cincuenta mujer, pone sus manos en el cuello obras literarias y sus orígenes. Por de ésta (tal cual lo hace George con ejemplo, en qué medida la inter- Martha en la pieza de Albee), en el vención de Ezra Pound modificó momento crucial”. El texto de Virel comienzo de La tierra baldía, ginia Wolf reza así: “«¡Oh, Ernest, el poema de T. S. Eliot (“April is Ernest! –gritó ella, levantándose de the cruellest month…”), o por qué su silla–. ¡Es Lapinova!.. Se ha ido. Joseph Heller cambió de opinión ¡La he perdido!». «¡Sí –dijo él, desrespecto del título de su famosa pués de un largo silencio–: caída en novela Catch 22. una trampa, asesinada!». Ese fue el Dos de esas historias tienen que fin de su matrimonio.” ver con el teatro y merecen tener su Es prácticamente el mismo final lugar en esta columna. La primera de ¿Quién le teme…?, cuando Martha, se ocupa de Esperando a Godot, de por haber revelado a los visitantes Samuel Beckett. Muchas conjeturas nocturnos la historia de un hijo que se han hecho acerca de ese miste- no se sabe si existió o no, pero que rioso personaje, ausente pero funda- debe darse por real, quiebra uno de mental, que figura en el título. ¿Es los tenues lazos que aún mantienen una variación sobre la palabra God en pie a su pareja. Aunque en ese –en inglés, Dios–, o es tan sólo un cierre, Albee (quien jura y perjura capricho del autor? Dexter tiene su que jamás leyó el cuento de Virginia) propia teoría: dice que Beckett segu- no descarta la posibilidad de que el ramente vio un film francés de 1936, juego siga, una vez superada la enéLe faiseur, sobre un texto de Balzac, sima crisis del matrimonio. donde un grupo de acreedores espera * * * con ansiedad que llegue de una vez un tal Godeau, un agente de Bolsa que debe traerles el dinero resultante de las últimas jugadas. Pero Godeau se demora y sus clientes no sólo se impacientan sino que comienzan a desesperarse. Hubo una versión en inglés de esa anécdota, filmada con Buster Keaton, uno de los actores favoritos de Beckett, en 1949, año en que éste terminó de escribir Esperando a Godot. Para más datos, el relato de Balzac termina casi con la misma frase que la obra del irlandés: “Vamos a ver a Godeau”. Huelga señalar que en francés, Godeau y Godot se pronuncian igual. *
*
*
La otra anécdota es también curiosa e intrigante. Después de ver ¿Quién le teme a Virginia Woolf?,
Las coincidencias son significativas, pero sería arriesgado hablar de plagio. No es improbable que Albee leyera el cuento en su juventud, cuando estudiaba literatura, y que un rastro del texto perdurara en su memoria inconsciente, algo que suele ocurrir en el campo de las artes. A fin de cuentas, André Malraux dice, en El museo imaginario, que “un artista pinta porque otro pintó antes que él”. Además, hay temas que revolotean en el imaginario de una época determinada, eso que se llama “el espíritu del tiempo”, el Zeitgeist. Si alguien tiene interés en leer el libro de Gary Dexter, le acercamos los datos que proporciona el señor J. C.: se titula Why not Catch 21?, lo editó Frances Lincoln y cuesta 9 libras con 99, unos 16 dólares.
LA NACION/Sección 4/Página 5
Por Ruth Mehl
Platea infantil
La magia de una casa con historia En la que fue la casa de Victoria Ocampo se ofrecerá En busca del caballo alado “La gente viene a buscar cultura, no se puede esperar otra cosa de la casa de Victoria Ocampo”, dice Marcelo Katz refiriéndose al espectáculo En busca del caballo alado, de cuyo asesoramiento creativo es responsable y que se volverá a presentar dentro de dos semanas en la mansión que fuera el hogar de la ilustre escritora. “Pero también se encuentra con el juego, la sorpresa y la travesura, y esto es especialmente atractivo para los chicos.” “Victoria Ocampo era transgresora, acogió a los artistas más modernos. En su piano tocaron Stravinsky, a la vez que Arturo Rubinstein”, agrega Pablo De Nicotti, músico y actor que interpreta a varios personajes que aparecen en la insólita visita guiada que llevan a cabo él y Laura Pereyra, interpretando a dos traviesos clowns. “Uno no puede dejar de ver que allí, en esa hermosa casa, el arte y el juego estuvieron siempre presentes, pero no como en un museo, sino gestándose siempre, uniendo lo nuevo a los viejo, lo clásico a lo innovador –comenta Laura–. La casa ha sido restaurada y los muebles y objetos están allí donde estaban. Pero uno puede observar que Victoria, junto al imponente y señorial hogar construido por su padre, colocó una lámpara Bauhaus, y sobre un mueble de estilo, un tapiz de Picasso. Para mí, el detalle más representativo de este humor cultural de la escritora es lo que hizo con una escultura que le regalaron, un busto de ella que al parecer consideró poco acorde con su genio hasta que le puso el sombrero, el pañuelo y los anteojos de grueso armazón blanco que Victoria usaba siempre.” Marcelo Katz cuenta cómo con Martín Joab, autor del guión y director general, fueron concibiendo el espectáculo, cuando Nicolás Helft, director de la Villa Ocampo, los convocó. La consigna era “mostrar cosas de la Villa, y de la vida de sus habitantes, e incitar a la lectura”.
Cuartos y cuentos “Lo primero que hicimos –dice Katz–, fue recorrer la casa e ir imaginando las escenas, por lo que en el espectáculo mostramos ambientes a los que no se accede en las visitas regulares. Así fue surgiendo esta historia, ocurrente y a veces desopilante, en concordancia, diría yo, con lo que la casa nos dice de sus moradores, cultos pero para nada aburridos; pero además intercalando textos y trabajando
La obra cuenta con la dirección de Marcelo Katz sobre las historias con distintas técnicas: hay teatro de sombras (con una vela), títeres de dedo, narración, música, canciones y otros juegos. Todo el trabajo está hecho desde el clown: Laura conduce la visita y cuenta, y Pablo es el músico, pero también encarna a distintos personajes que aparecen fugazmente en los ambientes”. Laura Pereyra se apresura: “Los intérpretes son dos cómicos ambulantes que llegan al lugar y quieren contar una historia, pero no se ponen
de acuerdo y ahí aparece el conflicto”. Es cuando recurren a un estrafalario aparato, el cuentarium, para que les designe un cuento. “Cuando van a ver el resultado, ocurre que el libro elegido no está, y comienzan la búsqueda por la casa, siguiendo pistas que están señaladas con el símbolo de los anteojos oscuros de Victoria. A los chicos les encanta este juego y colaboran con sus sugerencias”, continúa. “Todos los recursos de la obra son ambientales, no hay grabaciones, ni
efectos especiales –subraya Pablo–, la música es en vivo, al tocar el piano de alguna manera los visitantes acceden a esa parte de la historia, se unen a quienes estuvieron tocando y escuchando en las veladas de la casa.” “Los personajes que aparecen en los distintos ambientes, sugieren otras historias, y así hay fragmentos de obras de Lewis Carroll, Robert L. Stevenson, C.S. Lewis, Ray Bradbury, Ana María Shúa, Homero y, por supuesto, Silvina Ocampo, cuyo cuento El caballo alado es el que supuestamente se está buscando”, dice Marcelo. “Cuando por fin, el cuento aparece, es relatado con títeres de dedo, en el salón de música, aunque no se descarta que en el verano aprovechemos el hermoso jardín.” Desde estos artistas fluye una especie de luminosa alegría, un gusto especial que parece venir de lo que están mostrando y lo que hacen para mostrarlo. La casa, señorial, hermosa, con su enorme contenido de historia, puede ser vista como un lugar donde vivió gente que hizo y generó cosas. La casa y Victoria Ocampo están unidas en esta mezcla de arte y picardía juguetona, de cultura y vida cotidiana, de soledad y de compañía (que ya trasmiten Marcelo, Laura y Pablo y, sin duda, también Martín Joab). Se los ve contentos con el camino encontrado para contar la historia, no solamente la del cuento, sino la del piano, la de los anteojos, la de los tapices, la del dormitorio y todo parece indicar que será bueno tener nuevamente la oportunidad de acompañarlos en su recorrido a partir del sábado 3 de noviembre, a las 15.30, y a las 16.30.
Piedra libre ■ Teatro
■ Títeres en el museo. En el Museo del Títere, Piedras 905, hoy y mañana, a las 17.30, se presenta Cargamento X, a cargo de Los Títeres del Dr. Balero. Bono contribución: $ 5.
y medio ambiente.
Hoy, desde las 14, en la Plaza de la Floris Generalis (Figueroa Alcorta y Tagle), habrá una actividad para niños a cargo de El Coreto, quienes presentarán el espectáculo Pasión animal, y guiarán a los participantes en diversos juegos orientados al cuidado del medio ambiente. Se solicita la donación de leche larga vida para los comedores comunitarios. *
*
*
■ Tres obras, muchos cuentos. En La Nube, Jorge Newbery
3537, Guillermo Bernasconi presenta su espectáculo de títeres Tres
*
Pasión animal para los más chicos obras tres, hoy y mañana, a las 17. Además, Paula Martín narrará Cuentos fecundos, jocundos y profundos para viajar por este y otros mundos. Entrada: $ 8. Reservas: 45524080.
■ Piratas.
*
*
En la Sala Alberdi, Sarmiento 1551 6º piso, hoy y mañana, a las 17.30, podrá verse el espectáculo Sopa de piratas, inspirado en el cuento de Maite Carranza, Delicias piratescas, con dirección de Mariana Díaz. Entrada, a la gorra. Desde una hora antes se entregan las localidades en planta baja