espectáculos | 3
| Viernes 2 de agosto de 2013
“La integridad es el secreto del equilibrio que te lleva a ser feliz”
ro en el mainstream, sin perder lo salvaje que fui siempre y eso no se logra de un día para el otro. Mucho tiempo después vino [Fernando] Peña y mucho más aún vinieron los stand up. –Volvés a la televisión periódicamente. ¿Eso te da un reconocimiento que aprovechás a la hora de hacer teatro? –Creo que el reconocimiento viene más por el lado del teatro que de la televisión. Obviamente que hay mucha gente que me reconoce por lo que hago en la tele y en el cine, pero estuve tres años sin hacer tele y eso no me quitó público para el teatro. –El Perro o Pitito son personajes que tu público adora y siempre están en tus espectáculos. ¿Pensaste en reciclar sketches y canciones de los shows anteriores? –No, yo no repito ninguna canción y no suelo repetir textos. Lo que pasa es que los personajes siguieron viviendo, como vos, como yo, y empezaron a tener historias y delirios nuevos, pero nunca te canto una canción que te canté en un show anterior. El Perro tiene varios hits, pero no me divierte volver a cantarlos. Me gusta que la gente se vaya del teatro con la sensación de momento único. Después lo volverán a ver en YouTube pirateado, pero ya no será lo mismo. –¿Por dónde va la música de Painkiller? –Por varios lados. Es medio The Black Keys y Arctic Monkeys y hay un tema netamente Daft Punk, con vocoder y todo. Lo hace un personaje que le agradece a la gente de Das Pan, una panadería de Suipacha. El Perro canta un foxtrot, con contrabajo y también una especie de candombe con cumbia, que nada tiene que ver con la canción anterior que se acerca más a la psicodelia de Tame Impala. Se descuelga cantando con el uruguayo Alejandro Balbis en los coros. Súper impecable ¡Bo! –¿Por qué Painkiller? –Es como decir: “Yo le voy a dar pelea a tu dolor, vení que por dos horas te vas a olvidar de todos tus problemas”. En Estados Unidos le dicen painkiller a un calmante fuerte, así, como sustantivo y de eso se trata este nuevo show.ß
painkiller. Favio Posca y un nuevo show
en su espacio preferido, el Paseo La Plaza Viene de tapa
Tras el exitoso Bad Time Good Face, un show que lo tuvo tres años en escena, Posca regresa con su cóctel típico. Es decir, personajes desangelados, situaciones extremas e hilarantes y estímulos de alto impacto que apelan a la música, al video y a ese hombre orquesta que se mueve en escena como si fuera el hermano humano del Demonio de Tasmania. ¿Transgresor? No, a estas alturas definirlo así sería como ponerse el tapado de la abuela que marea de tanta naftalina. –¿Cómo componés tus espectáculos? –Lo primero que hago es sentarme con Luisa [Cayetana, su esposa, cocreadora y codirectora de sus shows] para definir de qué vamos a hablar. A partir de ahí, a mí se me mezcla todo: lo musical, lo estético, los textos, los personajes, las historias y los diferentes cielos, hasta que todo se empieza a ordenar y paso a preseleccionar las canciones que van a ir en el disco, los textos que van a ir en la película, qué personas van a estar en el escenario, quiénes van a ser los músicos, el escenógrafo, el iluminador... Es decir, primero se da una cosa medio caótica, después se empieza a ordenar y llega el momento en que tengo que dedicarle un tiempo a cada cosa, a la parte fina del asunto: grabar el disco, los videos... es un laburo que no para hasta el día mismo del estreno. Y después porque también se van modificando cosas con el correr de las funciones. –¿Painkiller es el más musical de tus shows? No hablás de canciones, hablás de un disco. –No, siempre tengo música. A to-
dos los considero discos. Éste es mi octavo show, pero podría ser mi octavo disco o mi octava película. –¿Te sentís identificado con la definición de unipersonal? –Creo que soy el único que hace lo que hago. Unipersonales hay muchos y gente que mezcla el video con canciones también, pero la forma que yo encontré de encararlo es muy mía. Yo no pertenezco ni a los stand up ni a los unipersonales. –¿Te gusta el stand up? Pasó de ser una moda a ser una salida laboral... –Que el stand up esté de moda me parece genial, porque es una forma de que la gente se acerque al teatro. Yo estoy muy concentrado en mis propios cielos, que son muy diversos y, a la vez, tengo conciencia de lo que es nuestra actualidad, pero no presto atención a lo que está de moda. Me dejo llevar por mis mundos y mis creaciones, eso es lo que me lleva a perdurar, sin competir ni ganarle a ninguna moda. Soy un artista real, íntegro. Creo que la integridad es el secreto del equilibrio, te lleva a la felicidad. La felicidad no existe por sí sola, no te la da el poder ni la fama, te la da el ser íntegro. Aun en los peores momentos ser consecuente con vos mismo hace que pasen cosas como las que me suceden, como que la gente me venga a ver a la 1 de la mañana desde hace 20 años. Posca es un tipo de palabras fuertes, de frases que impactan por su contenido. Puede decir, sin ponerse colorado: “Yo inventé la trasnoche en el mainstream” y luego explayarse en el mismo tono. “Cuando llegué a La Plaza, me propuse generar un público de trasnoche, pe-
Painkiller
Posca, estampa de rocker
santiago filipuzzi
Con Favio Posca Paseo La Plaza, Sala Picasso, Corrientes 1660. Hoy, a las 24; mañana, a las 0.30. Entradas, desde 100 pesos.
Posca tiene un hermano en escena y es cordobés Los nuevos personajes y los clásicos infaltables del universo posquiano Creado y dirigido por Favio Posca y Luisa Cayetana, Painkiller cuenta con 14 canciones escritas por el actor. La dirección musical le pertenece a un viejo conocido de la escena rockera: Martín Bosa, alias “El Tucán”. El ex Juana La Loca y Attaque 77 es, actualmente, uno de los integrantes de La Franela y un reconocido productor. Es uno de los pilares del espectáculo que, además, cuenta con escenografía de Sergio Lacroix, fotografía de Hernán Corera y “cosmética cinematográfica” –como señala el propio Posca– de Leo Damario. Es decir, una plantilla conocedora del lenguaje y la estética pop. Más allá de los clásicos infaltables, los personajes nuevos son el motor de cada show. Y mejor que sea su creador el que hable de ellos. “Me meto en algo que no me metí nunca que es el rock mítico, más de fábula –cuenta Posca–. Por ejemplo, hay una historia de tres cisnes que podés mirar, pero no tocar porque si no terminás como ellos. Y el personaje de esa historia es un baterista deforme, que tiene algo de Jack White. Después está el hermano de Favio que le lleva tres meses. Es igual a mí, pero cordobés. Es imitador y contador de cuentos como buen cordobés. Él reconoce que no pega ni con moco en el show y que Favio le dio cabida siempre y cuando imite a los personajes que él hace. Imita a Pitito y a El Perro con la tonada cordobesa que no se puede sacar. Es una disociación muy difícil de hacer. Los personajes también viven fuera de la escena. Por una cámara de seguridad se ve a alguien que está afuera y que quiere entrar. Es Astroboy y viene a romper el teatro. Odia a todo el mundo porque nació con los brazos pegados al cuerpo. Lo han querido operar, pero tiene comprometidos los órganos vitales. Y después está El Perro, que lo matan y va al limbo un tiempo. No sabe si pasa allá 20 años o 30 minutos...”ß