Espectáculos
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TEATRO
Martes 28 de abril de 2009
DANZA
Karina K: como la peor cantante lírica de la historia
Terminó Ciudanza
La historia real de una diva freak de la canción SOLEDAD AZNAREZ
Continuación de la Pág. 1, Col. 1 inspiró a Stephen Temperley para escribir Souvenir, una obra que se estrena el miércoles de la semana próxima en el Regina, dirigida por Ricky Pashkus. El realizador debió enfrentarse a dos desafíos. El primero, encontrar una Florence: una artista que le pudiera dar vida a una mujer longeva y que cantara muy bien para poder desafinar tanto. El segundo, hallar a un actor y pianista para que acompañara a la protagonista. Karina K es una de las máximas figuras de los musicales vernáculos. Esta completísima artista brilló en Cabaret como la oscura Sally Bowles; se colgó de un aro a muchos metros de altura para interpretar una dulce melodía en un tutú rosa en Pepino el 88, y encarnó el papel nominado al Oscar de Lesley Ann Warren en Vic-
Con K de Moccio En tiempos del Parakultural, cuando todo se escribía con K, la actriz hizo de esa letra el nombre artístico con el que se la reconoce
Rotemberg, Pashkus y Karina K
tor Victoria. Pero nunca, en sus largos años de carrera, había tenido la oportunidad de ser la protagonista de una obra.
La fuerza de la convicción Con gran destreza, la actriz sube atlética al escenario, sorteando obstáculos y haciendo equilibrio en una escalera que cruje. Extiende la mano y guía por unos pasillos oscuros al camarín, un trayecto que conoce de memoria. Allí, ofrece la única silla a su interlocutor y se acomoda en una butaca petisa. “Florence tenía todos los defectos del canto: era arrítmica, engolaba, no llegaba al tono, perdía el fraseo, cantaba notas inexistentes, no sabía respirar. Pero ella representa la fuerza de la convicción. Su familia, su marido, la sociedad,
todos la desalentaban para que no cantara. Y, a pesar de todo, luchó toda su vida para hacerlo”, dice sobre esta mujer, conocida como la peor cantante de Broadway que llegó a colmar la sala del Carnegie Hall, de Nueva York, en 1944. Para Karina Moccio las cosas tam-
(Variedades)
poco resultaron tan sencillas (“comí arroz integral durante un mes para poder pagar mis clases”), aunque su familia desde pequeña la alentó para tener una formación artística. Bailarina profesional y profesora de danzas, asistió al Instituto de Teatro Infantil Labardén, al Instituto Vocal
Argentino y estudió actuación con Norman Briski, entre otros. En 1986, en Sugar, con Susana Giménez, Ricardo Darín y Arturo Puig, tuvo su gran debut en la avenida Corrientes, pero la movida del Parakultural (“todo se escribía con K por entonces: era la novedad, y mi gran maestro, Batato Barea, me convenció de que tuviera un nombre propio y único”) la cautivó. Luego, en Barcelona, donde vivió durante ocho años, perfeccionó su técnica actoral con Johnny Melville y Jango Edwards, entre otros. PARA AGENDAR “La gente pueSouvenir, de decir que no sé con dirección cantar, pero nadie de Ricky podrá decir nunPashkus. ca que no canté”, Regina, cita Karina K las Santa Fe 1235 palabras de Flo(4812-5470). rence. La actriz Desde el 6 recorrerá la vida, de mayo, de carrera, sueños y miércoles a apogeo de la mítisábados, a las 21; domingos, ca cantante entre a las 20. Descanciones, númede 70 pesos. ros y trece cambios de ropa, diseñados por Renata Schussheim. Y en este viaje por lo bizarro Pablo Rotemberg (“un artista del Renacimiento”), quien además de ejecutar el piano es coreógrafo (Los sensuales, El lobo), interpretará al compañero musical de la soprano, el joven Cosme Mc Moon. “Lo más interesante de este personaje es su grado de anestesia y de cierto nivel de psicosis de quien decía tener oído absoluto. Lo que siempre se preguntaba la gente es si realmente ella advertía cuán mal cantaba o si ella estaba convencida de que era buena”, dice la actriz, que todas las mañanas, durante los últimos 4 meses, amaneció con las arias de Florence. Ni burla ni parodia, en Souvenir Karina K procura que los espectadores se lleven, como su título indica, un recuerdo a sus casas: la evocación de alguien que luchó por ser oída.
POPULAR
Que siga el baile Anoche comenzó por la pantalla de People + Arts el reality show dedicado a la danza, So you think you can dance de los mismos productores de American Idol y en la vena de Bailando por un sueño, la búsqueda del mejor bailarín de los Estados Unidos continuará esta noche, a las 21, en el segundo episodio de la serie que se verá todos los lunes y martes, por la señal de TV paga.
Proyecto para el teatro Ayer, en la Casa de la provincia de Buenos Aires se presentó un proyecto de ley de teatro independiente que se enviará a la Legislatura provincial. El proyecto supone la creación de un fondo especial para impulsar la actividad teatral.
Vidas en cámara lenta Hoy, a las 22.30, por la señal Discovery Channel se estrena En cámara lenta ,una serie que lentifica las imágenes para observar acontecimientos de la vida cotidiana con una espectacular claridad. Así, se muestra en detalle la manera en que un perro toma agua o qué sucede cuando se rompe una botella de cerveza. Al utilizar fotografías de alta velocidad se muestra todo lo que no podemos ver, de manera que nuestro cuerpo y nuestro cerebro pueda procesarlo y comprenderlo.
Una banda que navega sin rumbo fijo Bueno
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Concierto de No Te Va Gustar; presentación del álbum El camino más largo. Con Emiliano Brancciari, en voz y guitarra; Diego Bartaburu, en batería; Gonzalo Castex, en percusión; Martín Gil, en trompeta; Mauricio Ortiz, en saxos; Marcel Curuchet, en teclados; Denis Ramos, en trombón; Guzmán Silveira, en bajo, y Pablo Coniberti, en guitarra. Apertura: La Fuga. El viernes, el sábado y el domingo, en el Luna Park.
Parada en medio de un laberinto, la banda uruguaya No Te Va Gustar mira a sus costados y prueba cada una de las direcciones posibles para ver cómo sale airosa de su encrucijada. Es un período de búsqueda e introspección para un grupo que supo construir sus raíces sobre la base de la fusión del rock con lo más nostálgico de las músicas rioplatenses y lo más festivo de los sonidos jamaiquinos. Y a decir por la primera de las tres presentaciones de su álbum El camino más largo, el primer ensayo pasa por probar con sonidos electrónicos, con melodías pop y bailables, y con inyectar alegría a la lista de los temas. También hay nuevos arreglos para los clásicos de la banda, nuevas posturas en escena y hasta un noveno integrante, el guitarrista Pablo
Coniberti. Sucede que el cantante, guitarrista y compositor Emiliano Brancciari dejó su lugar histórico a un costado del escenario y aceptó pasar al frente, tal como se lo sugirieron sus compañeros. A cambio pidió incorporar a otras seis cuerdas. Entre el destello funk y el pulso pop de varias de las nuevas canciones y las versiones remozadas de los viejos temas, el show del viernes dejó esa sensación de ensayo y error, con dos bandas en una que se debatían en escena. Las letras tan sentidas como punzantes de Brancciari y los vientos de Gil, Ortiz y Ramos se encargaron de que esa disputa no adquiriera un rol protagónico. Tras la apertura, a cargo de los españoles de La Fuga, NTVG dispuso que un DJ calentara el ambiente. Parado en un extremo del escenario, empezó a disparar pistas con sabor a Ibiza. La repetición hizo mella en el público que empezó a silbar al pinchadiscos. La decisión de la banda de contar con un DJ fue suficiente para adivinar el nuevo rumbo.
Todas las canciones “El camino” abrió el set de dos horas y media, y el segundo paso lo dio “Pensar”. A lo largo de los 31 temas de la lista, aparecieron todas las canciones del nuevo disco y varios de los clásicos de la banda. Como siempre,
MAXIE AMENA
Emiliano Brancciari, al frente del grupo
para los bises quedaron dos de los himnos que el grupo tiene en ambas orillas del río, “Al vacío” y “Te voy a llevar”. Pero en el medio hubo guiños y nuevos arreglos: “What a Wonderful World” como introducción de “Verte reír”, “Difícil” emparentada con “Rezo por vos” (de Charly García y Luis A. Spinetta) y “Clara” convertida al dos por cuatro, con Brancciari deve-
nido en cantor. También hubo regalos, como “Poco”, una canción que, a decir del líder de la banda, NTVG no tocó más de cinco veces en directo y un set que, sin ser acústico, recreó ese clima. Todos se sentaron para interpretar el nuevo “Sólo tu boca” (con aires de tango abolerado), “Difícil” y “Te quedas”. La puesta, sobria, se apoyó en una reproducción gigante del arte de tapa ubicada como telón de fondo y en las pantallas situadas a ambos lados del escenario. Desde ellas salieron los videoclips y las imágenes que complementaron a la música en directo, y también una ocurrencia: “El mismo canal”, tema del nuevo disco dedicado a la prensa televisiva amarillista, mostró al cantante lejos del escenario; detrás de un escritorio que simulaba la clásica mesa de noticias disfrazado de presentador, con peluca, anteojos y bigotes. Seguir en la búsqueda y ver si el final del túnel depara otro sonido o volver sobre sus pasos con el riesgo de reiterarse, ésa es la cuestión para el noneto. Mientras tanto, navegan por un período de búsquedas. Se sabe, la parsimonia y el paso lento son aliados de estos uruguayos que hace 15 años eligieron transitar por el camino más largo.
Sebastián Espósito
MAXIE AMENA
Ocupaciones breves, de Onofri Barbato
Un recorrido coreográfico con la ciudad como fondo Se destacaron las obras de Grinberg y Szeinblum Anteayer a la noche, en Puerto Madero –esa zona de Buenos Aires que lo que menos parece es Buenos Aires (quizá ni lo sea)–, terminó el ciclo Ciudanza, la segunda edición de Danza en Paisajes Urbanos que organizó el gobierno porteño. La jornada comenzó con dos acciones sintéticas, desconcertantes y de distintos niveles de participación con el público, a cargo del taller de Silvina Grinberg. Más allá de que el traslado de locaciones fue innecesariamente largo, la experiencia se convirtió en un punto alto para entusiasmar a cualquiera. Continuó con Ocupaciones breves, de Juan Onofri Barbato, otro talento de la danza independiente. En este caso, apostó a un trabajo plástico de escenas muy bellas, pero a las cuales les faltaba una investigación más profunda. Los dos siguientes, de Pablo Lugones y Ramiro Soñez, fueron los trabajos más cuestionables. En el primero, si bien muy sólido desde lo coreográfico, no había motivo alguno para que tomara cuerpo en un paisaje urbano, al aire libre. El segundo fue el caso inverso. La puntería subió con Diana Szeinblum, quien se apropió con contundencia del espacio, fue la propuesta más interesante en términos coreográficos y aportó la presencia en vivo del Cuarteto Brulée interpretando melodías de Debussy en un color musical totalmente distinto del que se venía transitando. En el conjunto, se armó un recorrido atractivo. A futuro, sería interesante que el gobierno siga apoyando un proyecto como Ciudanza para que los creadores le tomen la mano a este tipo de experiencias. Es más, tomando en cuenta el recorrido de anteayer, sería bueno que en ediciones siguientes no se repitan inconvenientes en la ubicación del público, que los creadores cuenten con mayor cantidad de dinero para poder arriesgarse más y que se prevean cartelerías con recorridos.
Alejandro Cruz
TEATRO COLON/JORGE FAMA
Todos podemos bailar: es el men-
saje inclusivo que emitió el Consejo Internacional para celebrar el Día de la Danza, que aquí se conmemorará hoy, con una gala de ballet en el Alvear (entre otros bailará Silvina Perillo), y mañana, a las 20, en el Teatro 25 de Mayo, con el grupo Huma.