La herencia de Dario Fo y tres obras a “la italiana”

16 oct. 2011 - SHENYANG ACROBATIC TROUPE SALA: OPERA CITI FUNCIONES: MIERCOLES 19 Y JUEVES 20, A LAS 21, VIERNES 21, A LAS 17 Y 22.
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ESPECTACULOS

Domingo 16 de octubre de 2011

((((( MUY BUENA

TEATRO

Sky Mirage II Uno de las pruebas más impactantes, donde una de las atletas termina colgando de su rodete CIRCO

La tradición china hecha destreza en quince increíbles actos DIRECTOR: ZHANG SHOUHE L ESCENOGRAFIA Y DISEÑO: JU YI L VESTUARIO: TAO LEI L MUSICA: TUI JUNKE LINTERPRETES: SHENYANG ACROBATIC TROUPE L SALA: OPERA CITI L FUNCIONES: MIERCOLES 19 Y JUEVES 20, A LAS 21, VIERNES 21, A LAS 17 Y 22

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En la máxima altura que permite la sala, sobre la superficie externa de la rueda –de esas que son como las de los hámster en su jaula–, el acróbata mantiene con ojos vendados el equilibrio en constante movimiento, para no perder el sustento de sus pies. Por momentos tiene que acelerar, en otros parece que irremediablemente caerá. Pero no. El vértigo de los cuerpos lanzados a las alturas, sin mucho más recursos escénicos que los elementos que sirven de soporte al juego acrobático, adquiere dimensiones sorprendentes, justificando el nombre del show del Circo de China, Sky Mirage II. Del mismo modo, aún con menos adrenalina, se arma con los diábolos, tal vez los malabares chinos más popularizados en los últimos años, una constelación de cometas de trayectorias luminosas, completamente distinta de lo habitualmente visto. A ras del suelo tampoco cede el ritmo. Los pies de unos lanzan a

otros cual graciosos muñecos de trapo por el aire, la contorsionista pasa sin transición de crisálida a araña que parece avanzar con ocho patas, un clown sombrerero mueve a risa no por sus gags, sino por la velocidad imparable de sus malabares. Un número de destreza con lazos agitados al estilo de los vaqueros pone en juego coordinaciones corporales increíbles. Sobre el final casi, una simple demostración de saltos llega a escalar hasta niveles de proeza deportiva, cuando las limpias parábolas trazadas por los saltarines alcanzan cumbres cercanas a los tres metros. Los artistas del circo chino se presentan en trajes coloridos, los efectos de luces generan climas y la música subraya las intensidades de la acción escénica. Pero no se fusionan con los acróbatas en una amalgama sinestésica, ni predominan los personajes con historias sugerentes por sobre la destreza en sí. En ese sentido, se trata de un show que sigue una

línea distinta de la impuesta por el Cirque du Soleil. El asombro proviene de la más pura habilidad acrobática expuesta hasta el límite. La sensación de riesgo está presente. En la función de estreno, un pequeño desfase en el descenso de un colorido ballet en aros dejó a dos acróbatas trastabillando sobre el borde del escenario. Afortunadamente, su caída sobre una pareja en primera fila no tuvo mayores consecuencias. Es a partir de esas destrezas puras que surge la belleza impactante de algunos momentos. No importa entonces ya la estética de transiciones entre escenas, a veces un tanto kitsch en su eclecticismo entre tradiciones milenarias y aspiraciones de modernidad. El Circo de China sacude toda modorra que se pueda traer a partir del acostumbramiento a escenas más o menos repetidas en los circos del mundo. Con vuelo, despiertan el asombro.

Juan Garff

TEATRO s COMPAÑIA ABSURDA COMICA

Los actores darán también un curso basado en el teatro de Dario Fo los días 21 y 22, en el Empire

La herencia de Dario Fo y tres obras a “la italiana” Podrán verse de miércoles a sábado en el teatro Empire Tres artistas que siguen los pasos y las técnicas circenses del reconocido actor y director Dario Fo están en Italia preparando una tríada de espectáculos que arribará acá, a Buenos Aires, el próximo miércoles. Son Stefano Di Pietro, Cristiano Beffa y el famoso clown Alfredo Colombaioni y los tres forman parte de la Compañía Absurda Cómica, un grupo que ya lleva 12 años en carrera y que se sostiene sobre el concepto de la diversidad de disciplinas como forma de riqueza. El clown a la italiana es –para Di Pietro– lo que más se va a poder apreciar en los tres números que traen desde la mismísima Roma. “Es el clown el que va a dar cuenta de lo que fue sucediendo con la técnica, y mezcla la tradición circense italiana, que tiene muchísimos años, con la actualidad”, relata en una conversación telefónica el actor, que es también clown, acróbata y especialista en comedia (estudió en la escuela de Fo y en el Circo de Willy Colombaioni). La técnica de Dario Fo (el conocido creador de un teatro político y satírico que marcó la historia italiana) es una de las elegidas por esta compañía. Y por eso harán un número donde se mezcla esa técnica con lo novedoso y contemporáneo, con dramaturgia de Mistero Buffo.



PARA AGENDAR

El circo de Dario Fo (19 y 20, a las 21; 22, a las 20:30); Libertad obligatoria (22, a las 22.30); Concierto para clown (21 y 22, a las 17) en Empire, Hipólito Yrigoyen 1934. Desde $ 40. “Se utiliza una versión clown, en la cual se dejan de lado la nariz roja de payaso y los zapatos grandes, aunque se conservan los tiempos y ritmos del circo”, explica Di Pietro. También y paralelamente al Circo, los italianos traen una obra exclusiva para los más chicos, donde habrá tres payasos. En Concierto para clown, la compañía hace una recreación y un ritual catártico de tres payasos estrafalarios que no hablan, sino que balbucean y donde no hay un guión, abriendo así el juego a la improvisación. Para Di Prieto, éste es el momento para que se luzca el gran Colombaioni, miembro de uno de los clanes más tradicionales del circo, sexto en dicha generación, y actor de varias películas de Federico Fellini. “Alfredo es nuestro mayor experto clown, viene de una familia especialista en la materia, es una eminencia en el género y lo más divertido es que habla en cocoliche”.

Para la compañía salir de Italia es una necesidad, ya que la situación en ese país es crítica en lo que se refiere a la libertad de expresión. Di Pietro asegura que para ellos no es una alternativa dejar de decir lo que piensan y que por eso viajan y hacen sus obras en cárceles y en manicomios, porque no están de acuerdo con la exclusión. Así como su maestro, Dario Fo, Pietro pertenece a ese tipo de artistas que cree en la necesidad de manifestar su mirada política en sus propuestas. Pero no sólo se trata de clowns. Amante de los desafíos, Di Pietro decidió además agregar una tercera opción, ésta será un poco más complicada en lo que se refiere al idioma (las tres son habladas en español, pero en ésta hay mucho más diálogo que en las otras), es una obra del cantante y actor Giorgio Gaber. “Es distinta, no hay clowns, se habla de lo íntimo, de lo humano. Se exponen situaciones muy particulares, sobre la historia de Italia. Nosotros generalmente en el exterior no la hacemos, pero nos gusta asumir desafíos: somos la única compañía en Italia que hace Gaber en el exterior”, afirma con orgullo De Pietro.

Dolores Moreno

GENTILEZA TF4

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