Jubilados del Estado y de las AFJP coinciden en que

28 ene. 2007 - en Entel, la desaparecida telefónica estatal, donde llegó a ser jefe de obra. En 1990, privatización mediante, pasó a Telecom y un año ...
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Economía

Domingo 28 de enero de 2007

LA NACION/Página 13

Ante el nuevo proyecto de reforma previsional

Jubilados del Estado y de las AFJP coinciden en que cobran poco Historias de aportantes a uno y otro régimen que perciben menos del 70% del sueldo Por Esteban Rafele De la Redacción de LA NACION Con mayor o menor suerte a la hora de los trámites y sea cual fuere la opción elegida, los jubilados consultados por LA NACION coincidieron en algo: en la gran mayoría de los casos, tanto los que aportaron al sistema estatal de reparto como aquellos que a partir de 1994 se pasaron al privado de capitalización no llegan a cubrir el 70% del salario que percibían en sus últimos tiempos de trabajadores. Algunos de ellos, incluso, siguen trabajando para engordar un poco lo que cobran a fin de mes. Lejos quedó aquella ley que fija ese monto en el 82% móvil, derogada en 1995 por la 24.463, llamada de solidaridad provisional. Un dato desorientador para los más de 4 millones de aportantes a las AFJP que ahora deben elegir entre ese sistema o el de reparto. Esther acaba de cumplir 61 años y es una de las 193.000 personas jubiladas por el régimen de capitalización –según la Superintendencia de AFJP, el 50% de los 287.000 beneficiarios son jubilados y el resto se divide entre pensionados y retirados por invalidez–. Ella está conforme con Orígenes, la administradora a la que aportó desde que comenzó el régimen mixto. Pero, de haber podido elegir, no duda: “Hubiera vuelto al Estado; ganaría un poco más”. Sin embargo, recomienda a los jóvenes optar por una AFJP: “Ellos van a tener tiempo para capitalizarse”. El caso de Esther, que vive en Río Cuarto, es el de muchos. Los 11 años de aportes a su AFJP –31 en total– no fueron suficientes para capitalizarse, y hoy percibe el 60% de lo que ganaba cuando trabajaba como gráfica y empleada administrativa. Hace apenas dos meses terminó el trámite de la jubilación, del que se encargó íntegramente y sin costos extras Orígenes: “Estoy muy conforme con la atención que tuvieron, pero me habían dicho que iba a ganar un poco más, entre un 65 y un 70 por ciento”, comenta. Su marido, Pedro, corrió mejor suerte. Antes de jubilarse como corrector gráfico hace dos años, ganaba un 10% más que ahora. También él escogió una AFJP, Pro Renta, pero sus más de 40 años de aportes, tres cuartas partes al Estado, sirvieron para abultar un poco más sus bolsillos. Igual,

El reparto de los jubila Tipos de pasivos Ex combatientes de Malvinas

AFJP

2.728.871

286.610

19.857 Ex cajas provinciales

178.964

1.296.550

1

142. 140.435 38.529 Sistema nacional (estatal)

Ex cajas provinciales (estatal)

Jubilaciones

Sistema nacional

4.025.421

Fuente: Anses y Safjp

sus 67 años le permiten complementar su salario trabajando. Américo, de 71 años, es del mismo pago que Esther, pero eligió quedarse en el Estado. Y si bien ganaba $ 2500 cuando era gerente de una empresa privada, cuando se jubiló, en 1999, pasó a percibir poco más de 700. Después vino el recorte del 13% en tiempos del gobierno de la Alianza, la devaluación y una tardía actualización salarial: ahora gana $ 945 al mes. “Me las arreglo como puedo”, comenta.

Vida de reparto “Siempre trabajé de empleado administrativo, con un buen sueldo, y cuatro años antes de jubilarme me ascendieron a gerente. Pero al jubilarme, me robaron”, se queja Américo, que todavía espera cobrar el aumento del 13% anuncia-

do recientemente por el Gobierno. José, de Caballito, también se quedó en el sistema de reparto. “Cuando aparecieron las AFJP me prometieron el oro y el moro, pero lo consulté con un amigo especialista en temas provisionales y me aconsejó quedarme en el Estado. Y no me arrepiento de haberlo hecho”, dice, y justifica: “Conozco casos de gente que se pasó a capitalización y tuvo problemas”. Su trámite fue rápido y en eso tuvo que ver la ayuda de la empresa en la que se desempeñó hasta que llegó la hora de jubilarse, cuenta. Sin embargo, su haber no es de lo mejor: a los 72 años cobra poco más de $ 1000, algo así como el 25% de su último salario como trabajador de la industria farmacéutica, en la que se desempeñó casi toda su vida como aportante. Y sigue en movimiento, como para en-

Tomada, sorprendido ■ El ministro de Trabajo, Carlos Tomada, defendió ayer la reforma previsional del Gobierno, que permite el traspaso de la jubilación privada al régimen estatal, e ironizó con los economistas liberales que la cuestionaron, como Daniel Artana, Miguel Angel Broda, Manuel Solanet y Orlando Ferreres. Tomada dijo que le “extraña” que los analistas que “se consideran liberales critiquen la posibilidad de opción” entre los dos sistemas. Un día antes, el ministro del Interior, Aníbal Fernández, los había calificado de “empleados” de las AFJP. También los criticó el líder de la Asociación de Bancos Argentinos, Jorge Brito.

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gordar un poco la billetera. “Desde que está este gobierno, del que no soy adepto, adelantaron la fecha de pago, que antes era a mes vencido, y ahora mejoraron un poco el sueldo.” El caso de Vicente, de San Miguel, fue más complicado. Llegó de Italia en junio de 1951 y a los 20 días entró en Entel, la desaparecida telefónica estatal, donde llegó a ser jefe de obra. En 1990, privatización mediante, pasó a Telecom y un año después, con 63 años, se jubiló. “Me obligaron”, aclara. Y ahí empezaron los problemas. En octubre de 1991 comenzó con los trámites, que duraron dos años. Después cobró lo que el Estado le adeudaba, pero en bonos. Pasó a ganar un 50% de su último sueldo, lo que lo impulsó a embarcarse en un juicio por reajuste de haberes por aportes que el Estado no reconocía. Lo ganó… en 2004, con lo que acopió más bonos. “Igual, me dieron la tercera parte de lo que me correspondía”, dice. Durante esa década de espera, una jubilación modesta le permitía llegar a fin de mes. “Hasta que me sacaron el 13% y llegó el hambre”, grafica. Eso originó otro juicio al Estado. Ahora, a los 76 años, espera que le devuelvan lo que le quitaron, con el 2% de interés anual. ■ Además: La propuesta de reforma previsional. Editoriales Pág. 22