10

|

SÁBADO

| Sábado 4 de enero de 2014

mesa para dos

Top 5

Estudió Economía y Finanzas, pero es restauranteur; relanzó Casa Cruz y diseña dos restaurantes en Nueva York y Londres

Inspiradores de la semana

Juan Santa Cruz. “Para comer bien no se necesita ser excéntrico”

1

N

–¿Cuál fue la respuesta de los clientes ante la transformación de Casa Cruz? –Creo que están encantados. Rediseñamos todo en los últimos tres meses y lo hicimos sin cerrar. Yo me encargué de la parte estética y Aldo Graziani [responsable de Aldo’s, en San Telmo], de la parte operativa y del servicio. Esta vez quisimos crear un ambiente que no impusiera nada, con colores más claros, cambios en la iluminación y el salón más despejado. Ya nada de portón cerrado, ahora dejamos la entrada abierta. Al frente de la barra está Inés de los Santos, y en la cocina, Rodrigo Sieiro [ex Nectarine]. Cuando abrimos Casa Cruz, en 2004, fue una época de oro, con Martitegui [Germán] en la cocina e Inés [de los Santos] en la barra. La Argentina se había puesto de moda y venía mucha gente. Y no había muchas otras opciones como ésta, todos pasaban por Casa Cruz. En 2007 vendí mi parte y le perdí la pista. Y ahora lo retomamos, apareció la oportunidad y no quise dejarla pasar. La verdad que fue un traba-

jo en tiempo récord, y todo lo dirigí por Skype desde Londres. –La carta actual no tiene nada que ver con la de aquella primera etapa de oro. ¿A qué responde un cambio tan radical? –Queríamos un menú que reflejara las tradiciones argentinas, con muchos platos caseros que se han dejado de cocinar en casa. Pero siempre con un twist, porque toda la carta está elaborada con productos de primera línea y preparados por un experto como Rodrigo. Podés pedir milanesas, que suena muy simple, pero serán las mejores milanesas de tu vida. Además, antes el cubierto promedio era de 600 pesos, y nuestros clientes venían de tanto en tanto. Ahora comer en Casa Cruz cuesta, aproximadamente, la mitad, porque la intención es que la gente pueda venir una o dos veces por semana. –¿Cómo pasaste de trabajar como banquero en Nueva York al rubro gastronómico? –Siempre me gustó el buen diseño, el buen vivir, las cosas bien hechas y, sobre todo, comer rico. Y sabía que, a largo plazo, las finanzas no eran lo mío. Pero la adrenalina del trabajo no me dejaba parar, no podía detenerme a pensar qué era lo que realmente quería hacer. A fines del 99 acepto la oferta de venir a trabajar a Buenos Aires para el Grupo Exxel, hasta 2002, y luego decidí tomarme un año sabático. Cuando regresé ya lo tenía decidido. Comencé a buscar un lugar y a los inversores. Parecía una locura. –¿Creés que la ambientación de un restaurante puede ser más importante que la cocina? –Las dos son absolutamente importantes. Para mí, como restauranteur, el objetivo es que la gente la pase bien. La cocina es básica, pero también lo es la música, la iluminación, la energía del lugar. A mí me pone contento cuando escucho que alguien dice qué bien la pasamos anoche, porque no sólo está haciendo referencia a la comida. También al servicio, la decoración, el clima, la música. Considero que la gastronomía forma parte del rubro del entretenimiento. Y la clave está en ver el negocio desde el punto de vista del cliente, no sólo desde la óptica del chef, o del empresario. –Contaste una vez que le habías

ex automovilista

^ El séptuple campeón mundial de F1 pelea por su vida tras un gravísimo accidente de esquí y millones de fanáticos en todo el mundo rezan por él

Texto Soledad Vallejos | Foto Rodrigo Néspolo

ació en Chile, vivió en Uruguay, terminó el colegio en Suiza, fue a la Universidad en Boston y luego se mudó a Nueva York para trabajar. Pero Buenos Aires le resulta casi adictiva, y aunque su residencia oficial hoy está en Londres, su hogar, dice, es porteño. Se doctoró en Economía y Finanzas, pero Juan Santa Cruz (42) se define como restauranteur, y su primera experiencia fue Casa Cruz, el restó ultra chic que se convirtió durante casi una década en un referente indiscutido de la movida foodie palermitana. Luego ideó el bar Isabel, también en Palermo, y ahora proyecta su imperio gastronómico en Londres y Nueva York, donde está a cargo del diseño de un hotel y dos restaurantes. Su paso rasante por Buenos Aires no fue caprichoso. Llegó para relanzar Casa Cruz –del que se había desvinculado en 2007–, con cambio de look, chef, menú y una apuesta por la cocina tradicional. Ya no hay ostras ni foie gras. Ahora marchan las milanesas a la napolitana o las mollejitas al verdeo. “Platos sencillos, pero con un twist –dice–, porque para comer bien no se necesita ser excéntrico.”

michael schumacher

2

melina lezcano cantante

^ Es una de las integrantes de la banda de cumbia pop Agapornis, que el miércoles, a las seis de la mañana, hizo bailar a medio Punta del Este en la fiesta Box 2014, en La Barra

3 Un Dry Martini, fresco y delicado ^b^b^ Dice que tiene una textura inigualable, que es un trago fresco, delicado y muy aromático, y que son esos motivos los que lo convierten en un clásico de cualquier bar de lujo. En la barra circular de Casa Cruz, su favorita, si la coctelera está en las manos de la bartender Inés de los Santos, Santa Cruz asegura que de allí saldrá la mejor versión de este clásico de Buenos Aires.

puesto Isabel al bar por tu abuela materna. ¿Qué tan importante fue esa relación en tu vida? –Fui un gran amigo y admirador de mi abuela. Una mujer sabia, linda, entretenida, con mucho estilo, y a la que también le gustaba el buen vivir y las cosas bien hechas. Ella fue muy importante en mi educación, porque se quedaba conmigo y mis hermanos en casa mientras mis padres estaban de viaje. Estaba mucho con ella y siempre fue un gran referente. –¿Isabel cocinaba bien? –No, ella no cocinaba. Cero. Pero tenía un ojo crítico muy severo. Nunca consideraba que las cosas estaban perfectas, era muy detallista. –¿Igual que vos? –Sí, supongo que algo de todo eso lo heredé de ella. ¡Pero yo cocino! –¿Qué diferencias hay entre diseñar un restaurante en Nueva York y otro en Buenos Aires? –En Nueva York hay un mercado enorme, hay comensales para todo tipo de lugares. En cambio acá, cuando abrís un restaurante top, estás trabajando siempre con un mismo círculo de gente, que va de restaurante top en restaurante top. Te diría que es mucho más

fácil abrir un restó en Nueva York que en Buenos Aires. Es difícil que allá no le pegues con el estilo, porque hay gente para todo. Además, allá no tenés límites en tus posibilidades. Aquí aprendí a trabajar con lo que hay, no con lo que quiero. Ya no pienso más en qué me gustaría, sino que primero veo qué es lo que hay disponible y en función de eso elijo. –Te gusta comer rico, pero también te importa mantenerte en forma. ¿Tenés platos prohibidos en tu dieta? –No, me gusta comer rico y bien. ¡Y bastante! Pero también hago ejercicio, nada especial. Me gusta verme bien. Considero que todos vamos a morir con este cuerpo, es casi lo único que tenemos garantizado, por eso trato de llevarlo en el mejor estado posible. –Pasás la mayor parte del tiempo fuera del país y viviste en varias ciudades del mundo. Hoy tu casa está en Londres. ¿Cuál es tu lugar de pertenencia? –Sí, he vivido en muchos lugares del mundo, pero acá están las cosas que más quiero, mis mejores amigos, mis mejores recuerdos. Buenos Aires es mi hogar por elección.ß

enzo francescoli ex futbolista

^ Tal vez el máximo ídolo riverplatense, el uruguayo volvió al club para ocupar un puesto directivo y los hinchas se ilusionan con que, con él, vuelvan las glorias pasadas

4

camila speziale ambientalista

^ El sábado pasado regresó a la Argentina tras más dos meses de reclusión en Rusia. Aseguró que seguirá trabajando para generar conciencia y salvar el Ártico

5

bryan adams cantante

^ El canadiense, volcado cada vez más a la fotografía, convocó y retrató a celebridades, como Kate Moss o Tobey Maguire, para un calendario solidario para luchar contra la sordera

Hábitos

Cuando Planeta Vegetta y Alfredito entran en casa Son youtubers que graban y relatan sus partidas de Minecraft y Happy Wheels, y son seguidos por millones de chicos Franco Varise LA NACION

“Vale, vale, guapísimos, ésta es la mansión más bella, con los cultivos más grandes que he cogido...” El acento español que emerge de la tablet de Ema, de 8 años, llama la atención. ¡¿Qué está mirando?! Es la primera reacción un poco alarmada de su padre, José. Y cuando se acerca a la pantalla, choca con una especie de juego vintage (tipo ochentoso), con gráficos pixelados y poco desarrollados, que corre en YouTube mientras alguien relata lo que va haciendo. El juego se llama Minecraft, una de las apps más importantes del último año, aunque lo curioso no es tanto el juego, sino el fenómeno de los youtubers como Planeta Vegetta que relatan sus partidas. No es que Ema sea una niña nerd. Todo lo contrario. Todos sus amigos del colegio y del club se lo pasan viendo los videos en YouTube de este español que enseña, muestra sus avances y bromea. Sería algo así como el programa de un chef que detalla una receta mientras cocina, pero concentrado en el Minecraft, el videojuego que explotó en todo el mundo desde una cueva tecnología muy indie de Suecia. “Hoy fue un gran día en Planeta Vegetta, conseguimos hacer un montón de cositas empezando por los cultivos y acabando por ir

en busca... o tal vez no... tanananaaaaaaaaaaaa!”, pronuncia Planeta Vegetta, para ponerle misterio a lo que va a ocurrir en segundos. El primer video del año de este español, o sea publicado hace tres días, tuvo 577.108 visitas en pocas horas. Para los chicos, es como esperar el último capítulo de sus serie favorita. Vegetta realiza dos publicaciones diarias en las cuales construye escenarios, fabrica herramientas, se provee de alimentos y elimina a unas especies de monstruitos que parecen sacados del PacMan. Para alguien con más de tres décadas encima, la visión del juego puede parecerle mortalmente aburrida y antigua si se la compara con el hiperrealismo del GTA y otros juegos de consola. Pero la particularidad del Minecraft es que ofrece posibilidades infinitas de hacer cosas. No es la imagen, sino el contenido: algo muy revolucionario para estos tiempos. “Es como mirar una película”, dice Tomás, de 10 años, un fanático de los videos de Planeta Vegetta y de otros como Happy Wheels, un fenómeno distinto pero parecido. Minecraft es un juego creado por el sueco Markus Persson, conocido como “Notch”, que rechazó varias ofertas de grandes compañías porque, según explicó, no está acostumbrado a trabajar en equipo. Minecraft, de todos modos,

El Minecraft hizo de su estética vintage su mayor fortaleza creció desde el formato indie o independiente para PC, y hoy es una de las aplicaciones más descargadas en iTunes y Android. “Cada semana veo algo nuevo y extraño que se hace en Minecraft: la comunidad no deja de sorprendernos cada semana, y estamos superorgullosos”, expresó

Daniel Kaplan, desarrollador de negocios de Minecraft Mojang en una entrevista con el diario inglés The Guardian. Millones de usuarios construyen un mundo paralelo a través de este juego que se replica luego en YouTube. Ahí es donde la cosa cobra otro cariz: los youtubers.

Planeta Vegetta, una celebridad de la red social de videos, cuenta algunas particularidades de sí mismo. Al consultarte cuál es su nombre verdadero dice: “Vegetta, mi madre era una fan de Dragon Ball y me llamo así... [es broma]. Mi verdadero nombre es Samuel De

Luque y tengo 24 añetes”. Su forma de relato de las partidas que hace de Minecraft mezclan lo coloquial con lo técnico: divierte y enseña. Esto produjo un aluvión de mensajes que pocas veces responde. “Desde que tenía 5000 suscriptores invierto más de cuatro horas en responder mensajes de videos día tras día, pero tenéis que entender que cuantos más somos, aunque invierta las mismas horas, habrá miles de mensajes que se quedarán sin responder porque es físicamente imposible responder todos, os pido paciencia y comprensión porque más no puedo hacer por mucho que me esfuerce en este tema”, expresa en su cuenta de YouTube. Otro de los nombres más conocidos entre los youtubers de habla hispana que relatan sus partidas es “Alfredito”. Cuando la búsqueda “Alfredito” salió entre las más demandadas en Internet 2013 según Google, muchos se preguntaron: ¿Y éste quién es? Se trata de un joven argentino que pasó de realizar videos caseros entre cómicos y dramáticos (“Las crónicas de Alfredo”) a relatar sus partidas de Happy Wheels (Alfreditogames). Este juego que se disemina por YouTube como un virus es también muy extraño. La visualización es similar al Minecraft por lo retro y el escaso desarrollo de las imágenes. El personaje viaja en bicicleta con un niño en el canasto trasero y va topándose con distintas pruebas de las cuales casi siempre sale muy lastimado. Ahí está la gracia. Y Alfredito hace de esas cruentas peripecias un relato lleno de acción y chistes muy efectivos.ß