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Página 26/LA NACION

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Domingo 1º de junio de 2008

Radiografía de los adolescentes argentinos: encuesta de TNS Gallup

Jóvenes optimistas, aunque con dudas El 65% cree en un futuro mejor que el de sus padres, pero les preocupa su perspectiva laboral; el 70% quiere casarse Preocupados por el futuro, los adolescentes señalan al plano laboral y a la situación económica como las dos grandes inquietudes cuando miran hacia adelante. A pesar de eso, demuestran un fuerte optimismo en la esfera económica cuando se comparan con sus padres: el 65% está convencido de que su futuro económico será mejor que el de sus padres. Una encuesta realizada en todo el país por TNS Gallup Argentina permitió conocer una radiografía tanto de los planes futuros como de sus actuales relaciones con padres y amigos de la población preadolescente, de entre 12 y 14 años, y adolescente, entre 15 y 17. Consultados sobre el plano educativo, el 76% de los chicos dice que piensa estudiar una carrera universitaria o terciaria, principalmente porque esto les permitiría mejorar su situación laboral y económica. Abogacía, con el 15%; Medicina, con el 11%, y Administración de Empresas, con el 7%, son las carreras más elegidas. Es interesante señalar que Abogacía tiene mayor proporción de adeptos entre la clase baja; mientras que Administración de Empresas, en la clase media alta, y Medicina la prefieren las mujeres. En lo que se refiere a su futuro familiar, a la gran mayoría de los adolescentes y preadolescentes argentinos les gustaría tener hijos (85%) y, para más de la mitad de ellos (57%) lo ideal sería tener dos. El 70% de los chicos encuestados dice que desearía casarse. Con respecto al lugar dónde vivir, el 65% dice que en el futuro le gustaría seguir viviendo donde lo hace ahora, y casi la mitad se inclina por una ciudad chica y tranquila (45%). Además, el estudio indagó sobre el “pequeño” mundo personal de los más jóvenes. A pesar de las complejidades y contradicciones propias de esa edad, la inmensa mayoría (80%) dice que se siente entendido por sus padres y sus amigos. Por otra parte, el 63% de los adolescentes dice que le preocupa mucho o bastante el porvenir y sólo dos de cada diez declaran que el futuro les preocupa

Los números de la encuesta

Los chicos opinan

Estudio realizado en marzo de 2008 por TNS Gallup Argentina, en adolescentes argentinos de 12 a 17 años

■ Lucía Di Laudo, de 16 años, es muy positiva con respecto al futuro. Su objetivo es ser maestra jardinera, pero aclara: “Quiero poner mi propia escuela, con muchas docentes. Así me aseguro el trabajo”, dijo con decisión a LA NACION.

¿Te gustaría tener hijos en algún momento de tu vida?

¿Cómo creés que será tu situación económica en el futuro, en comparación con la que tuvieron tus padres?

Sí 85%

Mucho/ bastante mejor 65%

No encontrar trabajo

20%

La situción económica

14%

El acceso a la educación

12%

La inseguridad Ns/Nc 7%

Bastante/ mucho peor 3% Ns/Nc 13%

¿Qué te preocupa más del futuro?

No 8%

Cobertura: nacional. Universo: población argentina adolescente de 12 a 17 años. Tamaño muestral: 250 casos. Margen de error: + 8.4% para los totales, con un nivel de confianza del 95%. Método muestral: probabilístico, polietápico, estratificado con cuotas por sexo y edad en el hogar. Técnica de recolección: entrevistas personales domiciliarias. Fecha de Campo: marzo de 2008

Ns/Nc 8% No 21%

5%

El ambiente

5%

El dinero/La plata no alcanza

4% 4%

Progresar

4%

La delincuencia La pobreza

■ Fabián Milit tiene 16 años

y cree que es bueno planificar lo que hará al terminar la escuela media. “Voy a seguir estudiando, porque la secundaria sola no me va a servir para mantenerme a mí ni a mi familia. Voy a estudiar abogacía o arquitectura”.

4%

Incertidumbre sobre el futuro Sí 71%

FICHA TECNICA DEL ESTUDIO

La familia No poder mantener una familia

¿Te interesa casarte en algún momento de tu vida? Igual 19%

10%

3% 3%

La salud

2%

Poder tener una casa

2%

La crisis social

2%

Otras menciones

13%

NS/NC

17%

Fuente: Estudio TNS Gallup Argentina

poco, mientras que sólo a uno de cada diez le preocupa poco o nada. No encontrar trabajo es señalada como la mayor causa de la preocupación por el porvenir (20%), seguido por la situación económica (14%), el futuro educativo (12%), la inseguridad (10%), la familia y el medio ambiente (ambos con 5%). Siguen luego respuestas como no poder mantener a la familia, que la plata no alcance o no progresar. La pobreza, la salud y la crisis social recibieron la menor cantidad de respuestas. Más allá de esas preocupaciones, la mayoría de los jóvenes (65%) visualiza un futuro económico mucho o bastante mejor que el de sus padres. El 19% opina que será igual y solamente el 3% dice que será bastante o mucho peor. En cuanto al futuro educativo, tres cuartos de los jóvenes encuestados di-

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ce que, probable o seguramente, estudiarán una carrera en el futuro. “Los datos reales nos muestran que, a pesar de estas intenciones, muchos quedan afuera, sin lograr este objetivo académico”, señala la directora del proyecto en la Argentina, Constanza Cilley. Las mujeres y los chicos de entre 12 y 14 años son los que más piensan en estudiar. “Las razones para estudiar una carrera de grado o terciaria están mayormente vinculadas con la posibilidad de asegurarse un futuro mejor [28%] y como un modo para conseguir trabajo [27%]”, explica Cilley. Entre los que dijeron “no querer estudiar”, el trabajo y los ingresos fueron dos razones relevantes: el 18% afirmó que no piensan estudiar porque “quieren trabajar”, el 10% porque no tienen recursos económicos para hacerlo y el 9% porque “tienen” que trabajar.

Algunos responden que no les gusta (24%) o que no tienen interés en trabajar (11%).

Proyecto de familia En el momento de hablar de matrimonio, siete de cada diez dice que les interesa casarse en algún momento de su vida y la edad promedio a la que a la mayoría le gustaría hacerlo es a los 26 años. Dos de cada diez dicen no tener interés en casarse. Este último grupo representa el 26% de los hombres y el 15% de las mujeres encuestadas. De los que sí se casarían, más de la mitad también dice que quiere tener hijos. Por otra parte, el 14% de los chicos entrevistados tendría hijos, pero no le gustaría casarse. TNS Gallup también investigó si los adolescentes se sienten conformes con el lugar donde viven: el 65% dice que en el futuro le gustaría seguir donde

vive ahora, mientras que el 33% preferiría mudarse. “Es interesante destacar que, en proporción, es en los jóvenes ciudadanos del interior del país donde hay más ganas de quedarse en la ciudad actual”, ilustra Cilley. Otro punto de la investigación detectó que cerca de ocho de cada diez jóvenes consultados dice sentirse “muy o bastante entendidos” por sus padres y amigos, contra dos de cada diez que se sienten “poco o nada” entendidos. Los jóvenes que se sienten más comprendidos por sus padres tienen entre 12 y 14 años (89% vs. 79% por sus amigos) y los de nivel socioeconómico bajo (76% vs. 71% por sus amigos), mientras que se sienten más comprendidos por sus amigos los adolescentes de entre 15 y 17 años (78% vs. 66% por sus padres) y los jóvenes de nivel socioeconómico alto (86% vs. 69% por sus padres).

Soldati. Ahora hace un curso para ser guía de museo. “Es un curso excelente. Aunque hubo mucho malestar al principio, nos dimos cuenta de que éste era un cambio positivo. A mí me gustaría ir al Museo de las Esculturas”, contó mientras tomaba el curso junto a sus compañeros en el subsuelo de la Dirección General de Museos. Como ellos trabajan sábados, domingos y feriados, las capacitaciones tienen doble turno, de 9 a 18.

Jerarquizar “La decisión política es jerarquizar la función pública. Es parte de todo un proceso”, explicó Spalla, que se refirió a la participación del gremio Sutecba, que tiene dos representantes en el directorio del instituto. El organismo coordina el censo que se realiza actualmente en el área de Salud y detectó algunos “empleados fantasma”. En Hacienda sostienen que no se puede hablar de ñoquis. “Son datos preliminares que sólo dan cuenta de la desactualización de las bases de datos”, explican (Ver aparte). Para anotarse en los cursos en necesario llenar una planilla con el número de legajo correspondiente. “Ya hay 8400 presincripciones. Actualmente hay 2100 personas haciendo alguno de los cursos”, detalló Spalla. Los cursos no son sólo presenciales. También está la posibilidad de realizar seminarios virtuales. “El curso me da la posibilidad de aprender sobre una normativa específica que no se puede hacer afuera”, contó Jacqueline Varela, una abogada que trabaja hace 15 años en el gobierno porteño. “Es bueno para poder ampliar los conocimientos. Y con la modalidad virtual te permite organizar tus horarios de otra forma”, agregó. Graciela Castillo, directora administrativa de Personal, tiene 34 años de antigüedad en el gobierno: “Hace muchísimo años que no se dictaban estos cursos. Se amplió la oferta. Yo recién puedo cursar el mes próximo porque no había más cupo”, dijo. “Es una gran oportunidad para insertarse. En principio le pedí a la gente que trabaja conmigo que se capacite en su área específica”, sostuvo. Aunque el instituto todavía no da puntos ni establece prioridades para los concursos en la carrera administrativa, tendrá esa función en el futuro. Para esa organización todavía falta.

vida con alguien al lado, para formar mi propia familia”, dijo Nuria Fernández, de 15 años. Y agregó: “Pero, primero, quiero tener mi vida laboral resuelta; no me gustaría que me mantuviera mi marido”.

Cuesta $ 3,80 la bajada de bandera

Hay 8400 inscriptos en 104 talleres

Hablar de capacitación, de administración de personal y de recursos humanos en una empresa no resulta novedoso. Sin embargo, cuando esos términos salen de alguna oficina pública, puede llamar la atención. Y causar más sorpresa cuando los 104 cursos están “sobrevendidos”. Es que desde que el gobierno porteño organizó el Instituto de la Carrera y abrió cursos de capacitación y perfeccionamiento ,hace poco más de dos meses, 8400 empleados llenaron las solicitudes de preinscripción. Calidad de atención en los CGP, Ceremonial y Protocolo, Psicología de las Emergencias, Inglés Básico y cursos de Word, Excel y Power Point figuran entre las ofertas que tienen los agentes públicos para elegir. Tienen una carga horaria promedio de 20 horas, según se informó. Y, para este mes, ya están todos completos. “La idea es contribuir a la formación y capacitación continua de los agentes y funcionarios del gobierno porteño, con el objetivo de jerarquizar la carrera administrativa, optimizando el desempeño del personal”, explicó a LA NACION Karina Spalla, coordinadora del instituto. Aunque en el Ministerio de Hacienda no lo reconocen explícitamente, la reforma administrativa planteada por el gobierno influyó en la cantidad de inscripciones. “La recepción es espectacular. Los empleados se dieron cuenta de que hay un lugar para quienes se capacitan. De a poco se va cayendo el prejuicio inicial”, dijo Néstor Grindetti, ministro de Hacienda. Al instituto se le destinó un presupuesto de 3,5 millones de pesos para este año, aunque en Hacienda aseguraron que aumentará para el año próximo. “Falta mucha capacitación y es responsabilidad del Estado invertir en eso. La posibilidad de los cursos es muy útil porque hay áreas descompensadas”, agregó el funcionario. Grindetti se refiere a reparticiones que necesitan empleados, como Museos, por ejemplo; mientras otras, como el Parque de la Ciudad, al cerrar sus puertas ya no necesita trabajadores. Ese es el caso de Débora Bernal, que era cajera en el predio de Villa

■ “Casada o no, planeo mi

Desde hoy, los taxis más caros

Empleados porteños colapsan los cursos de capacitación De la Redacción de LA NACION

■ Gastón Wenreich, de 15 años, es un tanto escéptico acerca de lo que vendrá. “Mi hermano tiene 25 años y un título universitario en administración de empresas, pero no consigue trabajo. Así que no sé qué esperar. Parece que estudiar o no da lo mismo. Es difícil vivir hoy en día”, dijo preocupado.

Aumento del 22,5%

Positiva recepción a la reforma del Estado en la Capital

Por Laura Rocha

■ Ramiro Cirino, de 15 años, ve el futuro muy lejos. “Me gustaría trabajar e independizarme de mi familia, pero por ahora no me hago mucho problema”, dijo levantando los hombros, para después lanzar una carcajada.

CAROLINA SANTOS

La capacitación para ser guías de museos se dicta en doble turno los fines de semana y los feriados

Las experiencias

Alejandra Vivas

Jacqueline Varela

Graciela Castillo

El curso prepara a las personas que están en contacto con las víctimas en una emergencia

Me dio la posibilidad de aprender sobre una normativa específica del gobierno

Es una oportunidad para insertarse. Hace muchísimo que no se dictan cursos

Mil empleados que no aparecen Aunque todavía se trata de cifras preliminares, el censo que se lleva acabo en la administración pública porteña muestra algunos datos alarmantes. El relevamiento en 12 de los 33 hospitales porteños arrojó una diferencia de 1047 empleados entre la base de datos que tiene el gobierno y los trabajadores efectivamente censados en los centros de salud. Según las cifras del Ministerio de Hacienda, figuraban en la base de datos 6436 empleados. Después de que

se censaran las dependencias, sólo se llenaron 5389 planillas. Uno de los casos más llamativos fue el del hospital Fernández, en donde, según las bases de datos, había 1850 empleados. Los censistas hallaron bastante menos: 1188. También se encontraron diferencias en el Hospital Vélez Sarsfield, de Floresta, donde figuraban 762 empleados y el censo registró 602. En el hospital de emergencias psiquiátricas Alvear, en la Paternal, se encontraron 307 empleados,

mientras en la base de datos había 364. La semana pasada, en el hospital Elizalde, por ejemplo, figuraban en la base de datos del turno noche 63 trabajadores. Los censistas hallaron sólo seis. En el gobierno porteño explican que éstos “son números preliminares”, que no se puede hablar de ñoquis porque “el problema son las bases de datos que están muy desactualizadas”. Dicen que sólo cuando termine el relevamiento se podrá hacer un contraste seguro.

Anoche, tomarse un taxi en la Capital era una misión imposible, debido a que una gran cantidad de choferes preparaban su reloj con la nueva tarifa, que comenzó a la cero de hoy. El taxi es ahora 22,58 por ciento más caro. Esto significa que la bajada de bandera pasó de $ 3,10 a 3,80, y la ficha, de 0,31 a 0,38 centavos. La suba fue acordada entre los sindicatos y representantes del gobierno porteño. En los últimos cinco años la bajada de bandera aumentó más del 100%, por lo que el taxi se convirtió en un transporte cada vez más exclusivo. Este último aumento fue debatido en una audiencia pública el mes pasado. Ese día también se escucharon otros reclamos, entre ellos el que planteó a través de un comunicado el secretario general del Sindicato de Conductores de Taxis de la Capital, José Ibarra. Se trata de un pedido de un nuevo aumento del 10% en la tarifa para octubre próximo. “Más que aumento, es una actualización de salarios –dijo Ibarra–. Estamos aplicando aumentos que se negociaron hace seis meses, y nuestros sueldos siempre quedan desfasados por la inflación.” “Si nos dejaran actualizar las tarifas de acuerdo con los cambios mensuales en la economía, la gente no sentiría el impacto de una suba repentina”, dijo Ibarra. Es que, aunque el aumento reclamado por los taxistas alcanzó en algunos casos hasta el 40%, en el expediente administrativo que se inició en la Subsecretaría de Transporte porteña el gobierno de la ciudad propició un alza del 22,58%.

Discusión En el gobierno porteño afirmaron que no está en discusión ese nuevo aumento y que para cualquier decisión será necesario volver a convocar a una nueva audiencia pública. Además, los taxistas volvieron a discutir con el gobierno porteño por el proyecto que se estudia en la Legislatura de instrumentar dos carriles que serán de uso exclusivo para taxis con pasajeros y colectivos en diez avenidas porteñas. El proyecto fue presentado por el diputado Daniel Amoroso con el objetivo de disminuir el tránsito en la ciudad. Esta idea cuenta con el visto bueno del jefe de gobierno, que pretende, de esta manera, poner orden en el tránsito.