IDENTIDAD Y VIRTUDES DE LOS MIEMBROS DEL CUERPO DE CRISTO Col. 3:12-15 Por Paco Jiménez Usado con permiso INTRODUCCIÓN Los cristianos anhelamos iglesias que realmente se edifiquen. En esta institución divina, deseamos que se “palpen” las virtudes que vienen de Dios, porque éstas lo honran a él y producen la paz entre los hermanos. ¿Pero por qué a veces, en muchas Iglesias, entre los hermanos no se “palpan” las virtudes divinas que producen edificación? Una respuesta a esto es que muchos cristianos se ocupan más en las “tradiciones religiosas” (Col.2:8), [que no los hacen crecer en la fe, como dice Colosenses 2:23…“no tienen valor alguno contra los apetitos de la carne”], y no se ocupan en las virtudes cristianas, las cuales sí nos ayudan a edificarnos. Hoy estudiaremos más de cerca nuestra identidad en Cristo y las virtudes de la nueva vida en Cristo que ayudan a crecer a los creyentes. ENSEÑANZA BÍBLICA “Nuestra identidad en Cristo nos demanda virtudes que edifican a la iglesia”. Veamos esta identidad y las virtudes que demanda, aplicándolas a nuestro trato con los hermanos de la Iglesia. I. Los cristianos se apropian de su identidad en Cristo (12a). Todo aquel que ha venido, por la gracia de Dios a Jesucristo, reconociendo sus pecados y creyendo que él es Dios y el único salvador, tiene la siguiente posición o identidad ante Dios. A. Es escogido de Dios. Qué maravilloso es que los que confiamos en Cristo, fuimos escogidos por él “…antes de la fundación del mundo para que fuésemos santos y sin mancha delante de él.”(Ef.1:4) B. Es santo ante Dios. Ahora en Cristo, somos separados para la salvación y para honrarle y servirle. C. Es amado de Dios. Qué maravilloso es saber que Cristo nos amó antes de la fundación del mundo y en la cruz demostró su amor sacrificial por su iglesia (Ef.5:25). Esta identidad única de los cristianos es la que los capacita para ejercer las virtudes que Dios demanda para tener la unidad en la iglesia y en el hogar. II. Los miembros del cuerpo de Cristo se visten de las virtudes que lo edifican (12b-15). A. Son virtudes que agradan a Dios, y que son más efectivas para “mortificar la carne” y producir el crecimiento espiritual, que los ritos heréticos. (cf.2:8, 16-23) 1. Vistámonos de entrañable misericordia. (12) Esta significa: “profunda misericordia” y se aplica ante las fallas de los miembros de la iglesia y del hogar. 2. Vistámonos de benignidad. (12) Es el “trato suave y amable” que debemos tener en la iglesia y en el hogar aunque haya fallas contra nosotros. 3. Vistámonos de humildad. (12)

Seamos “obedientes y modestos” en la Iglesia y en el hogar, aún con los que nos fallan. 4. Vistámonos de mansedumbre. (12) Esta significa “aguantar de buena gana los tratos de Dios para nosotros”. Respecto a los hermanos , cónyuges , hijos, etc., significa: “aguantar los “ataques” de otros con disposición. Aún sus pecados los tratamos de corregir con mansedumbre (Gá.6:1) 5. Vistámonos de paciencia. (12) Esta resiste las agresiones que otros nos infligen, retardando y frenando la ira que estas nos pudieran producir. a. La paciencia nos ayuda a soportarnos los unos a los otros (13). b. La paciencia nos ayuda a perdonarnos los unos a los otros (13). Siempre nuestro modelo para perdonar a otros debe ser Jesucristo, porque él perdonó todos nuestros pecados. B. La virtud más sobresaliente, que también debemos vestir, es el amor (14) 1. Es la base de las demás, porque es el amor perteneciente a Dios. 2. Es el vínculo perfecto, porque es lo que une a los hermanos y esposos en perfecta armonía. C. La paz de Dios también es otra virtud que debe sobresalir en el cuerpo de Cristo. Esta alude tanto a un acuerdo, como al estado de descanso y seguridad que se puede tener en la iglesia y en el hogar.

CONCLUSIÓN Nuestra identidad en Cristo es la que produce las virtudes que edifican y dan gozo en nuestras relaciones con los del cuerpo de Cristo. Son las virtudes de la nueva vida en Cristo las que dan la edificación y el gozo en las instituciones divinas (iglesia, matrimonio), y no las filosofías, las huecas sutilezas, las tradiciones de los hombres, ni ningún rito sincretista como los que había en Colosas o los que hay hoy en día.(Col. 2:8, 16-23). Citaré algunos “ritos” o “tradiciones” que para algunos cristianos son mas importantes (pero vanos) que las virtudes que acabamos de ver para el crecimiento efectivo: a. Tener un respeto o “miedo supersticioso” por algunos objetos que se usan en el cristianismo como: 1) Besar la Biblia, llevarla en el carro como protección, tenerla en la sala en un pedestal como amuleto, no subrayarla, etc. 2) Cuidar la mesa y elementos de la santa cena como sagrados e intocables. Ejemplos: no poner nada en la mesa, que no sean los elementos, ni beber el jugo de las copitas que sobró del culto de santa cena. 3) Llamar templo, iglesia o santuario al edificio donde los creyentes (la verdadera iglesia) se congrega o restringir su uso sólo para el culto y nada más. b. Enaltecer o poner como “sagradas” o especiales ciertas prácticas, cuando la escritura no las pone así.

1) 2) 3) 4)

Orar sólo con los ojos cerrados u orar sólo de rodillas. Orar como rito sólo antes de los alimentos. Cuidar de decir siempre en la oración “en el nombre de Cristo”, como rito o fórmula. Atribuir al pastor ciertos poderes espirituales que a los demás no les atribuimos, como que él ore por nosotros “porque Dios si oye al pastor”, o pedirle que vaya a bendecir nuestra casa o negocio u hospedar pastores para que Dios nos ayude a prosperar en nuestros negocios.

c. Otras: _______________________________________________________________________ _______________________________________________________________________. ¡Qué lástima que algunos cristianos dejan las virtudes cristianas por estas prácticas que no edifican, ni nos hacen espirituales! ¡Abandonemos y reprendamos estos legalismos! Las virtudes de la nueva vida en Cristo sí edifican y fortalecen la unidad del cuerpo de Cristo. Ejemplos: 3:11 La unidad que es en Cristo nos hace iguales a todos en la iglesia. 3:14 El amor es el “pegamento” para la unidad en la iglesia. 3:16 La paz es la que da la armonía en el cuerpo de Cristo y al hogar cristiano. Hermanos en Cristo, ¡Aprópiense de su identidad en Cristo! ¡Vístanse de las virtudes de la nueva vida en Cristo! y ¡abandonen los legalismos! Anoten la virtud con la que iniciarán, para seguir edificando su iglesia, con miras a la unidad para lo cual fue diseñada.

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