Hurones, erizos y dragones barbudos, las nuevas mascotas

23 ene. 2011 - Por su parte, Leandro Arona, del acuario Fauna, opinó: “No se pueden vender animales capturados; lo de la naturaleza es de la naturaleza”.
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INFORMACION GENERAL

Domingo 23 de enero de 2011

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ANIMALES DOMESTICOS s UN CAMBIO QUE SE CONSOLIDA

Hurones, erizos y dragones barbudos, las nuevas mascotas

Profesionales aconsejan una dedicación absoluta

Son pequeños y silenciosos, pero no baratos; algunos son más dependientes que un perro

Son especies con cuidados específicos

Nicolás llega temprano a su departamento de Belgrano, deja su bolso y saluda a su gato. Luego entra en su dormitorio para saludar a su segunda mascota. Fidel, una pitón de un 1,30 metros, sale por debajo de una piedra y se empieza a deslizar rápidamente por toda la pecera. Víboras, hurones, pogonas, erizos africanos, iguanas y loros componen la lista de animales legales no tradicionales que muchas personas –aficionados o simplemente, amantes de los animales– eligen como mascota. Los profesionales recomiendan capacitarse y acatar todos los cuidados específicos que éstas necesitan. “La compré de chiquita para ver todo su crecimiento. La víbora es una de las mascotas más fáciles de tener: come dos ratones cada dos semanas, duerme mucho, es muy limpia y muy fácil de tener”, cuenta Nicolás Jordán. Su mascota, marrón con manchas amarillas, se enrosca en unos troncos, dentro de una gran pecera, sobre una mesa frente a su cama. Fidel come ratones vivos, que se deben comprar en la veterinaria. “A veces es difícil conseguirlos, entonces tenés que congelarlos vivos y, cuando se los das, es necesario dejarlos afuera todo el día para que estén calientes”, explica el joven de 25 años. “Una vez me mordió, porque cuando tienen hambre son ciento por ciento instinto. Me quedé quieto y lo desprendí despacio porque si no le podés romper la boca y la cabeza. Uno no espera que tu mascota te muerda, pero fue como ponernos los límites”, reconoce su dueño. Los Agnetti llegan a su casa en Cañuelas y Lola no aparece. Mientras la llaman, cierran todas las puertas y se ponen a buscar en los lugares más insólitos. Al fin, María, su dueña de nueve años, la encuentra: está durmiendo en el cajón de sus medias. “Un día vimos una señora con un hurón y nos gustó. Lola juega todo el día y muchas veces me agarra las medias y se esconde”, dice. Agustina, la hermana mayor de la familia, explica: “Es una mezcla de perro y gato: lo podés tener adentro y es superinteractivo. María le hace de todo y sólo muerde jugando. Le gusta meterse en recovecos; por eso hay que tomar recaudos, por ejemplo, tapar todas las rejillas porque se mete ahí y no la sacás más”. En Sarmiento y Junín, mientras Janine pasea a su hurón Marcel, un señor la frena y no duda en pregun-

tarle: ¿qué es eso? Esta empleada de una empresa de telefonía tiene cuatro hurones, un loro hablador y una pogona llamada Tequila que, a veces, lleva al trabajo. “A los hurones podés ponerlos en una transportadora y los llevás donde quieras. A Tequila lo compré porque quería un reptil y las verdad es que es muy bueno, pero lo tenés que tener en un lugar seguro porque se te escapa”, relata. Agustín del Fabro muestra a Juancho, una pogona de diez meses, cada vez que un cliente de confianza entra en la cocina de su oficina de acopio de cereales en la ciudad de Nueve de Julio. “Me lo regaló mi novia para mi cumpleaños porque quería tener un reptil: es un animal muy tranquilo, que no hace ruido y no necesita mucho espacio y, además, es poco común. A los clientes les da impresión pero también curiosidad”, afirma. Para Vince, Liz y Fando, el día comienza de noche. Estos erizos africanos requieren todos los cuidados de parte de sus dueños, Bianca Buono y Lizandro Ubiedo, que trabajan todo el día. Cuando la pareja llega a su casa en Escobar sólo encienden algunas luces.

María Agnetti, de nueve años, baña a su hurona Lola en su casa de Cañuelas FOTOS DE MIGUEL ACEVEDO RIU, FERNANDO MASSOBRIO, GEORGINA GARCIA Y GENTILEZA FAMILIA AGNETTI

Noctámbulo y poco sociable “El erizo es noctámbulo y no es un animal sociable. Va a hacer todo lo posible para alejarte: salta, resopla o se hace una bola. Después de alimentarlos, se recomienda hacer 15 minutos de socialización: me lavo las manos con jabón neutro para que sientan mi olor y los pongo sobre la cama. Hay que hablar en un tono suave para que te reconozcan y los agarro por debajo, como juntando arena, para que no me pinchen”, explica Janine. “La gente piensa que no son recomendables para niños porque no hay que moverlos mucho o hacer ruido y requieren tiempo y paciencia. Es una buena compañía para gente tranquila que le gusta observar”, agrega. Desde la ciudad de Córdoba, Maximiliano Maccari, de 24 años, habla de Aaragon, una iguana de 40 centímetros. “Todavía no tiene un año y estos animales llegan a crecer casi dos metros. Desde que era chico me gustaban las iguanas y mis amigos, para mi último cumpleaños, me la regalaron. Tiene cuidados muy especiales y es necesario estar muy informados”, dice entusiasmado.

Josefina Pagani

Fidel, una pitón, se desliza en la cama de su dueño, Nicolás

Tequila, la pogona

Fichas ténicas Hurón o Ferret

Pogona o Dragón barbudo

Costo: 1640 pesos. Peso: entre uno y dos kg. Promedio de vida: 6 a 7 años. Alimentación: balanceado especial. Sólo los importa la firma estadounidense Marshall; vienen identificados con un microchip y están castrados.

Costo: 400 pesos. Peso: 700 gramos. Promedio de vida: 10 años. Alimentación: insectos, balanceado. Necesitan una gran pecera o terrario con dos tubos: uno que genere calor y otro, rayos UV. Además, se le deben dar vitaminas.

Pitón Bola

Erizo africano

Costo: 400 a 450 pesos. Peso: dos kg. Promedio de vida: 20 años. Alimentación: roedores y pollitos bebes.

Costo: 350 a 400 pesos Peso: 300 a 400 gramos. Promedio de vida: 5 años. Alimentación: insectos, alimentos premium para gatos.

El tamaño promedio de los adultos es de 120 a 150 cm. El terrario debe tener una temperatura diferente durante el día y la noche.

Su método de defensa es hacerse una bola y erizar sus espinas. Son solitarios y nocturnos. Tienen gran desarrollo del oído y del olfato.

Bianca y uno de sus erizos

Todos los profesionales consultados por LA NACION concuerdan en un punto: los animales no tradicionales requieren cuidados específicos que deben ser acatados por sus dueños. Carlos Outumuro y Vázquez, director de Fauna Silvestre de la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación, dijo: “Una persona que compre un animal de este tipo tiene que exigir la documentación que acredite su origen. Nos oponemos al mascotismo malentendido y a la gente que los compra sin entender los cuidados que requieren”. Pablo Herrera, director de Conservación de la Fundación Vida Silvestre, coincidió y aclaró que el riesgo de tener este tipo de animales no tradicionales es que se pueden propagar especies invasoras. “Si los tienen, deben hacer un uso responsable y hacerse cargo hasta que el animal muera”, enfatizó. Matías Wullich, gerente general de Centro Pet, dijo: “Yo recomiendo las víboras, porque una vez que a la persona se le pasa la impresión que causan, tienen muchas ventajas: no ladran, no maúllan, son limpias y con un ratón pueden aguantar una o dos semanas sin comer”. Y destacó: “Apelamos a una tenencia responsable: no vendemos mascotas a menores o a gente que no admite que no tiene el presupuesto que requiere mantener el animal. Tener una mascota así no es un juego, hay que ser responsables y cuidadosos”. Alejandro César Gonzalo, especialista en animales no tradicionales, acotó: “Hay una ley nacional que protege a toda la fauna autóctona” mientras que Fernando Pedrosa, especialista en animales silvestres, aseguró: “Para que un animal sea considerado legal no depende sólo de la especie, es importante que venga de un criadero, que haya nacido en cautiverio, que sea un animal doméstico y que no haya tenido una entrada ilegal en el país”. Por su parte, Leandro Arona, del acuario Fauna, opinó: “No se pueden vender animales capturados; lo de la naturaleza es de la naturaleza”. El veterinario José Luis Fássac fue más rotundo: “Todos estos animales deben estar a cargo de personas muy entrenadas, adultas, con el tiempo y recursos (espacio, dinero y disponibilidad), porque si no harán sufrir al animal simplemente por darse un gusto”.