SEGURIDAD
Viernes 3 de agosto de 2012
I
21
OLA DELICTIVA s FAMILIAS ATERRORIZADAS EN EL NORTE DEL CONURBANO
Hubo dos ataques de “patachorros” Pasó en dos casas de Vicente López; la modalidad ya se practicaba en la costa: rompen las puertas a patadas MARINA HERRMANN LA NACION “Después dicen que la inseguridad es una sensación”, sentenció Delia Mariscal frente a la puerta de su casa, recién repuesta, en Florida. A la familia Mariscal y a Julia Janka los asaltaron ayer bajo la misma modalidad, romper a patadas la puerta de sus casas, tal como vienen ocurriendo en la costa atlántica, donde estos delincuentes ya fueron bautizados los “patachorros”. Los dos hechos ocurrieron en menos de una hora, y aparentemente, según describieron las víctimas, se trataría de la misma banda, integrada por cinco personas, de unos 25 años. Las casas también tenían características similares, ya que ninguna de las dos tenía construcciones en la cuadra de enfrente y las dos tenían puertas de madera de dos hojas. El primer asalto fue a las 20.10 en Beiró y Zufriategui, a dos cuadras de la estación ferroviaria Juan B. Justo del ferrocarril Mitre, y duró unos diez minutos. Los ladrones se llevaron algo más de 8000 pesos, dos smartphones, una notebook, una PlayStation, cámaras de fotos, cadenitas de oro y medallas. “La Presidenta siempre dice que la sensación de inseguridad es culpa de los periodistas, pero yo no soy periodista y lo que me pasó a mí no fue una sensación”, sentenció Mariscal. La familia relató que cuando entraron los ladrones los hicieron tirar al piso al padre, Eduardo, y al hijo de 13 años, Julián, quienes estaban viendo TV en el living. Cuando Delia oyó el ruido desde la cocina, se acercó a la puerta a ver qué había pasado y un hombre le apuntó con un arma: “Quedate quieta o te mato”. La mujer le dijo que tenían una caja fuerte, así que fueron directo allí: “Lo único que le pedí fue que no le hicieran nada a mi hija de 10 años, que se estaba bañando”, aclaró. El marido de Mariscal agregó: “Es insólito, tengo que tener plata en la caja fuerte por si me roban”. También explicó que ese día tenían una suma importante de dinero porque le iban
Lo asaltaron tras seguirlo del centro a su casa Le robaron un maletín, pero no tenía dinero
RICARDO PRISTUPLUK
Las familia Mariscal no sale aún de su asombro; a la derecha, los destrozos que causaron los ladrones al patear y romper la puerta de entrada a pagar al carpintero, pero que en general no suelen guardar dinero. Por la forma en que se movieron los delincuentes y la tranquilidad con que controlaron la situación, algunos vecinos sospechan que podría tratarse de personas con entrenamiento policial. Según relató la familia, los cinco delincuentes tenían armas, pero siempre las llevaron apuntando hacía el piso. Además, no dejaron huellas, y le pidieron a la mujer que revisara los cajones. Otro dato que llama la atención es que todos actuaron a cara descubierta. El segundo asalto fue a las 21, en
Ya llegó a Buenos Aires La modalidad de abrir puertas con patadas, clásica en las casas de veraneo en temporada baja, llegó al área metropolitana. El objetivo, que en la costa atlántica era desde electrodomésticos hasta sanitarios, ahora es el dinero. En Santa Teresita, Villa Gesell, Mar del Plata, Miramar, Necochea y Quequén, se bautizó a estos ladrones como “los patachorros”.
AFIRMACIONES DE LA MINISTRA POR TV
Muñiz 1543, también de Vicente López. “Sentí como si fuera una explosión”, describió Julia Janka, sobre el ruido de la puerta cuando cayó al piso. “En ese momento estaba hablando con mi marido por el teléfono Nextel y justo le grité: «No entres». Por eso los ladrones me robaron rápido lo primero que les di y se fueron, si no se hubieran quedado”, dijo la mujer, que en el momento del asalto estaba con su madre, de 82 años. “Cuando me enteré del otro robo fui a la otra casa, y hablando con la familia nos dimos cuenta de que habían sido los mismos. Aunque yo
en el asalto recuerdo a cuatro personas, me imagino que uno pudo estar afuera esperando. Pero las dos nos acordamos de las mismas caras”, explicó. A Janka le robaron 8000 pesos, y después del asalto le pegaron una patada y le dieron un empujón. Aunque las dos familias se decidieron a cambiar sus puertas por unas blindadas, no creen que eso sea suficiente para devolverles la seguridad. “Siento impotencia y una sensación de violación. Ahora, aunque arregle la puerta, ¿cómo me quedo tranquila cuando mi marido se va a trabajar?”, inquirió Delia.
Un hombre fue asaltado por al menos dos delincuentes que lo interceptaron en la puerta de su casa del barrio de Villa Pueyrredón y lo golpearon para robarle un maletín que llevaba. La víctima cree que lo siguieron desde el centro y que le averiaron dos veces las gomas de su camioneta para detener su marcha. Fuentes policiales informaron a la agencia de noticias Télam que el hecho sucedió a las 18 del martes pasado, en Vallejos al 3200, y la víctima fue identificada como Alejandro Carlino, de 52 años, técnico de fotocopiadoras. Según relató Carlino a la prensa, el hecho sucedió en la puerta de su casa, cuando bajó con un maletín de trabajo y otro con su notebook de su camioneta, luego de estacionar. En ese momento, fue sorprendido por dos muchachos, de entre 25 y 35 años, quienes quisieron robarle el maletín de trabajo y, ante su resistencia, lo golpearon brutalmente, lo tiraron al piso, lo patearon, lo pisaron, lo arrastraron unos siete metros y escaparon. Carlino debió ser trasladado al hospital Zubizarreta, donde recibió asistencia por los golpes, especialmente en el brazo izquierdo y en un tobillo, que sufrió un esguince. Los delincuentes escaparon en un Corsa gris, con vidrios polarizados, y con su maletín, que sólo tenía elementos de trabajo, según la víctima. “Se llevaron un chasco, creo que me confundieron”, expresó Carlino. El hombre contó que tras el episodio empezó a “atar cabos” sobre algunos hechos que sufrió ese mismo día en el trayecto desde el trabajo, en el centro porteño, hasta su casa, entre ellos la pinchadura de uno de los neumáticos de su camioneta dos veces en cuestión de minutos y el roce de un automóvil en una de las puertas de su rodado.
LA OTRA CARA DE LA INSEGURIDAD
“La sensación de inseguridad es fuerte en el país”, dijo Garré “Hoy la sensación de inseguridad es fuerte en el país”, dijo anoche la ministra de Seguridad de la Nación, Nilda Garré, quien de inmediato agregó que “la tasa delictiva está bajando”. Durante una entrevista por el canal de noticias C5N, la funcionaria sostuvo que la sensación de inseguridad es superior a la tasa de inseguridad, pero no se refirió a las 30 muertes ocurridas en lo que va del año en las llamadas “entraderas” en casas de la Capital y el conurbano. Agregó también que la situación de sensación de inseguridad no sólo se vive en nuestro país sino también en Chile y Uruguay, “pero justamente en esos sitios las tasas delictivas son bajas”. También se refirió a estadísticas delictivas internacionales de hace
dos años que su ministerio maneja: “En la tabla de las 50 ciudades más inseguras del mundo no figura Buenos Aires y ninguna ciudad argentina”. Cabe recordar que la ciudad de Buenos Aires es una de las áreas más inseguras en el país, según publicó anteayer LA NACION un estudio del Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica. Según el citado relevamiento, en las calles porteñas aumentó un 15 por ciento el delito en 2011 con relación a 2010 y 36 de cada 100 personas resultaron víctimas de asaltos. Sobre esta última cifra del estudio, la ministra Garré sostuvo: “Más o menos estamos en esos parámetros, entre el 25 y el 30 y pico”. Ese sondeo realizado por la UCA se sustentó en entrevistas a 2500 perso-
nas y mostró claramente que el delito está lejos de retroceder en las más importantes ciudades argentinas, tal como lo sostuvo la funcionaria. “La tasa del delito en la Argentina –agregó Garré– empezó a aumentar a fines de los 80 y en los 90. Hoy está bajando en líneas generales.” Sobre uno de los factores del “fuerte aumento de la sensación de inseguridad”, la ministra Garré añadió: “Los mecanismos mediáticos que están todo el día con la noticia y la gente las ve muchas veces y se angustian. Además, algunas de esas noticias son bienintencionadas y otras no”. Dijo que bajó el delito en zonas de la Capital donde están actuando la Gendarmería Nacional y la Prefectura Naval, pero no proporcionó números ni otros detalles.
Síntesis
CHOQUE Y HERIDOS LEVES
EN ESPAÑA
Cierran la causa del “okupa” argentino La jueza española que investiga la muerte de Juan Pablo Torroija, el argentino del movimiento “okupa“ que murió hace más de dos semanas en Girona cuando estaba detenido, cerró ayer la causa al considerar que se trató de un suicidio y que el hombre no fue víctima de maltrato policial como denunció su familia. La decisión fue adoptada por la jueza Gemma Garces Sesé. TELAM
El auto embestido quedó arriba de la vereda, pero no atropelló a nadie
Susto en Caballito Un automóvil VW Gol terminó sobre de la vereda en la esquina de Beauchef y la avenida Directorio, luego de haber sido embestido por un camión. Una ambulancia del Servicio de Atención Médica de Emergencia (SAME) llegó al lugar del accidente para asistir a los pasajeros, que en principio no habían sufrido graves lesiones, según informaron fuentes policiales. Los voceros agregaron que tampoco resultó herida ninguna
persona que circunstancialmente cruzaba por el lugar en el momento del accidente. Al cierre de esta edición se desconocían los motivos que provocaron el choque, que sucedió alrededor de las 9. Los peritos policiales intentaban determinar si todo se produjo por alguna desatención de los conductores o porque alguno de los vehículos transitaba a una velocidad no permitida.
DELITOS SEXUALES
Preso por violar a dos menores Un albañil fue detenido en las afueras de la ciudad bonaerense de Bahía Blanca acusado de haber violado a dos niños de 6 y 9 años y de haber filmado los abusos con su teléfono celular, informaron ayer fuentes policiales citadas por la agencia DyN. El hecho, cometido en Villa Harding Green, fue descubierto por casualidad por un joven que tomó la tarjeta de memoria del celular y vio los videos.
EMILIANO LASALVIA
Ayer, a pesar de la lluvia y el frío, la gente copó el local de Mauro Luna, quien había sido saqueado
El zapatero que liquidaba por robo ahora vendió todo Había sido asaltado hace dos semanas e intentaba evitar el cierre MARIANO GAIK ALDROVANDI LA NACION La zapatería Mauro Bottier, en Recoleta, quedó vacía de nuevo. Esta vez no fueron los ladrones que hace dos semanas le robaron más de 300 pares de zapatos tras destrozar la puerta de entrada. Fue el público que se acercó luego de la nota publicada en LA NACION, el pasado miércoles, por el insólito cartel “Liquidación por robo”, en la vidriera del local. Ese mismo día, en que la noticia fue reproducida por casi todos los medios a nivel nacional, hubo desde temprano una fila de varias personas para ingresar en la zapatería situada en Juan María Gutiérrez 2685. “Nos coparon el local. Lo poco que teníamos, que era toda mercadería de verano y discontinua, lo vendimos. Tuvimos que cerrar la puerta y hacer esperar a la gente afuera, porque debido a la gran cantidad que se acercó, en el tumulto también siempre vienen las mecheras y se aprovechan”, dijo a LA NACION Claudio Luna, de 37 años, hijo de Mauro, el dueño del local.
La familia de Mauro, de 76 años, se acercó para ayudarlo. Desde el miércoles estuvieron atendiendo al público que fue a aprovechar las ofertas, a saludar o simplemente comprobar lo que parecía increíble: que por la inseguridad un comercio deba recurrir a lo último que tiene para no cerrar sus puertas. “Estamos trabajando a full. Por suerte la respuesta de la gente fue buena. Esto nos da una fuerza enorme para poder seguir. Lo necesitábamos. Es empezar a recuperarse con más trabajo”, dijo Mauro, quien ayer no paraba de saludar y atender a cada una de las personas que llegaron al local a pesar del frío y de la lluvia. “Cuando vi la noticia me tomé un taxi para venir hasta acá. Yo era clienta suya de cuando estaba en Alvear y Parera”, exclamó una mujer al ingresar. “Hoy [por ayer] tuvimos que salir en busca de más mercadería, porque nos quedaban sólo los talles que menos se venden y había que satisfacer la demanda”, dijo Luna. “Vengo de Belgrano, pero cuando
me enteré, no lo dudé porque sé que la mercadería es buena y, a la vez, es una forma de ayuda”, dijo Mirtha, una clienta que fue en busca de botas. Los carteles de “liquidación por robo” seguían causando impacto a quienes pasaban ayer por la vereda de Juan María Gutiérrez. “No fue una estrategia”, asegura el dueño del local. “Es una forma de protesta. Lo pusimos con mucha bronca. Habíamos venido acá para estar más tranquilos y ya no se puede estar seguro en ningún lado”, afirmó Luna. El martes pasado, la noche anterior a que trascendiera lo ocurrido en la zapatería Mauro, justo a la vuelta, ladrones ingresaron en la zapatería ASH, en avenida Las Heras 2285. Esa misma noche, también forzaron la cerradura y levantaron la persiana de la inmobiliaria Lepore, en avenida Las Heras al 2400, pero huyeron sin robar nada. “Justo nos hacen este daño en el peor momento para las inmobiliarias”, dijo a LA NACION, indignado, Alfredo Lepore, su dueño. “Es un desastre lo que estamos viviendo”, se lamentó.