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SÁBADO
| Sábado 20 de diciembre de 2014
Moda
Lujo
Hombres de zapatos sin medias y hawaianas
Las bicis de autor se consolidan en Europa
Nuevos códigos de vestimenta masculina: el look descontracturado gana terreno en las fiestas de este verano Luis Corbacho PARA LA NACiON
“Es el momento perfecto para perderle el miedo al verano. Mucha gente dice que no se puede tener estilo –o dignidad, yendo más lejos– cuando hace calor, y ya vemos que sí. No hace falta irse al Soho o el Marais; en Buenos Aires ya muchos hombres optaron por las bermudas de denim, por ejemplo, en equipos más formales. La clave está en el mix & match: si usás un ítem muy sport, llevalo con otros un poco más elegantes. Estar relajado es lo más chic”. La introducción es de Florencia Brunetto, ex redactora de Harper’s Bazahar y actual coordinadora de comunicación en Vitamina / Uma y, ante todo, eximia fashionista que conoce a la perfección el universo de las tendencias. Con esta definición, marca el panorama del dress code masculino de verano: bajo una combinación justa y adecuada, el vale todo es la nueva regla.
camisas elegantes, bow ties y mocasines de cuero (sin medias, claro está), funcionan perfectamente para una velada calurosa. Al igual que los pantalones convertidos en pescador, se llevan arremangadas y en algunos casos incluyen un forro de otro estampado para que se destaque el revés. En Buenos Aires se las suele ver cada vez más seguido, y fueron varios los audaces que se animaron a vestirlas en el exclusivo Sunset Sessions de los jardines del Four Seasons, una cita obligada para cualquier socialité porteño. Es que los pantalones cortos son prácticamente la única forma que tiene un hombre de luchar de una manera decidida contra el calor, y con el nuevo twist de elegancia que los fashionistas empedernidos han sabido darles van casi con todo. ¿La prueba más extrema? Pharrel en la última entrega de los Oscar vestido con smoking y… ¡bermudas!
zarse las llantas coloridas con jeans chupines para asistir, por ejemplo, a un cóctel de Aperol Spritz en los elegantes jardines del Palacio Duhau. “El zapato sin media –un dolor de pies asegurado– es un claro síntoma de la preocupación de los hombres por su apariencia. El próximo paso, creo yo, será reemplazar la ojota por la sandalia. Ya hay emprendimientos de estas últimas para hombres (como Masklo), y auguro que van a pegar pronto”, resume Florencia Brunetto.
El vale todo
Estilo a sus pies
Triángulo de las bermudas
Los cortos, everywhere
Es un hecho: hace un par de años, asistir con pantalones cortos a un evento era un pecado capital que podía ser penado con la prohibición del ingreso a la fiesta en cuestión. Hoy las cosas cambiaron y las bermudas dejaron de ser un complemento playero o de fin de semana para convertirse en protagonistas de cócteles y vernisagges. Combinadas con blazers formales,
El calzado oscuro con medias azules o negras bien finitas para aplacar el calor dejó de ser un ítem obligatorio a la hora del dress up masculino eventero. Los zapatos abotinados y mocasines sin medias son la vedette del verano, mientras que las zapatillas deportivas con invisibles medias ah doc súper cortas ganan terreno en cualquier ocasión. ¿Quién se hubiera imaginado hace un par de temporadas al PR Wally Diamante como host de uno de sus topísimos ágapes montado en unas Nike Air amarillo flúo? La moda, caprichosa, sentencia que esto se lleva y los hombres no temen cal-
La hawaiana
Un kitsch reloaded
Los accesorios
Zapatos y zapatillas
Phillip Starck, Hermès y Swarovski muestran su estilo en las bicicletas
“Hoy los hombres se permiten divertirse y ser más creativos con la ropa. Ya no hay cosas que estén bien o mal, sino que depende la onda de cada uno”, sentencia Nicolás Cúneo, ícono del diseño masculino y factótum de Key Biscayne. Cúneo asegura que en las fiestas vale todo: bermudas, moño, tiradores y hasta zapatillas, siempre priorizando la comodidad el look. “El moño, por ejemplo, todavía no reemplaza a la corbata, pero tiene más protagonismo que hace algunos años. Abarca desde la línea elegante hasta líneas urbanas clásicas y rockeras. Ahora los hombres se animan más a usar estos accesorios y así salir de la clásica imagen del ambo y la corbata. Hoy vale todo. depende cómo lo lleves”, define. En este vale todo perdió impulso rápidamente el pañuelo, que duró poco al dar un look un poco... viejo.
Salidas
Cuando estas camisas fueron descubiertas, algún genio del marketing con cuestionable sentido estético pensó: “Hawai es un paraíso exótico y sus habitantes se reconocen por llevar estas camisas. Entonces, cualquiera que se ponga una se sentirá como en Hawai; es decir, en el paraíso”. Esta prenda, también conocida como camisa aloha, traspasó las barreras del resort all inclusive y las despedidas de soltero para instalarse en el vestidor urbano de manera, asumimos, transitoria. Desde las grandes pasarelas como Dolce & Gabbana hasta las tiendas departamentales low cost como Forever 21 (donde estos modelitos estallan en los percheros por menos de 25 dólares) la hawaiana reversionada se vende en corte slim fit con las mangas siempre adheridas a la circunferencia del bícep –consejo de estilista: jamás usar una camisa de mangas anchas en brazos flacos que dé sensación de voladito. En cuanto al estampado, los motivos de palmeras y olas son algo más pop y pequeños que en las tradicionales alohas e incorporan gráficos frutales, el último alarido de la moda. A la hora de usarlas para un evento, la revista CQ España recomienda: “Combinarlas con náuticos, zapatillas o –gran aporte hispánico a la moda mundial– alpargatas. No descartar llevarla con una camiseta por debajo y siempre rematarlas con unas buenas gafas de sol (preferentemente modelo retro años 50)”.
El pantalón estampado
Sólo para audaces
En la última fiesta #Antiferiado del año, organizada por Campari, el 70% de los hombres llevaba un pantalón largo de vestir con corte achupinado y prints camuflados, florales y hasta selváticos en clave jungle. El Burgués lidera este segmento con diseños únicos, aunque en Garçon García presentó geniales propuestas en su colección de verano. “Si en temporadas anteriores la locura del estampado llegó a los tops inundándolos de infinidad de posibilidades con rayas, cuadros, psicodelias y prints tropicales, esta vez lo hace sobre los pantalones, lo que dará como resultado looks en los que se mezclan estampados en explosión de color que alegran la época veraniega”, reza la revista L’Uomo Vogue. Durante muchos años, los hombres fueron condenados a la sobriedad de la moda. Eso comenzó a cambiar hace poco menos de una década, cuando el hombre clásico decidió que tenía que dejar de lado la seriedad absoluta. Al mismo tiempo comenzaron a ganar espacio los looks de grupos más contraculturales que se volvieron masivos. La foto de la escena que encontramos hoy en cualquier fiesta de personas de entre 30 y 45 años es muy diferente a la de hace 20 años: los hombres dejaron de ser meros acompañantes.ß
EXPERIENCIAs Martín De Ambrosio
Nuevo ciclo de En la Orilla Art & Music Fest Un plan distinto para terminar el domingo a puro baile en San Isidro La propuesta es pasar el día al aire libre, disfrutar del río, la música y el arte en todas sus expresiones. Poder combatir el “estado domingo”, que indica que el fin de semana está llegando a su fin, para pasar un rato entre todos, con amigos o con la familia, en contacto con la naturaleza y las obras de distintos artistas. De eso y mucho más trata la segunda edición del ciclo En la Orilla Art & Music Fest. Este domingo 21 de diciembre, a partir de las 18, en Catalejo Resto Bar (Roque Sáenz Peña y el río, San isidro), se realizará este segundo ciclo de festivales temáticos con bandas de alta calidad, donde se podrá disfrutar de buena música, excelentes tragos y comida. Todo al lado del río, donde se generan climas únicos, con el plus de disfrutar del entorno y pasar una gran tarde. En esta oportunidad, contarán con la presentación de nuevas bandas musicales como Coronado, conformada por los ex integrantes de Los Cafres, Dread Mar i y Dancing Mood; Tribal Zion, que se destacan por sus mixados groove, roots, electrónica, funk y reggae, entre otros géneros; Cepa Roots, también con raíces reggae y que festejan además sus cinco años de vida y otros tantos artistas locales. “El festival nace con la idea de realizar un encuentro musical de distintos ritmos, en un lugar tranquilo y realmente lindo, que capte la esencia de la naturaleza”, explican desde Y tu Quique?, una de las empresas de la zona encargadas de la organización de este evento de domingo . El lugar cuenta con mesas y sillas al aire libre, pero además cada uno puede llevar las suyas o simplemente sentarse en el pasto para disfrutar de la vista y de las bandas. La entrada tiene un valor fijo de $ 40, que habilita a participar de un sorteo por remeras y discos. Atención: en caso de lluvia, el evento se suspende hasta nuevo aviso.ß
minamperú
Cómo cubrir la cumbre del cambio climático sin perderse en el intento Un periodista logra ingresar al evento, pero se rinde ante una dinámica enloquecedora
M
LiMA
e dijeron que iba a venir Leonardo DiCaprio. Y Emma Watson. Fue un rumor apenas, pero sí llegaron secretarios de Estado, presidentes, vicepresidentes, ministros, el secretario de la ONU y otros 11.000 funcionarios de rangos varios. A los que se sumaron científicos, más ONG ambientalistas, más fundaciones, más otros 900 colegas periodistas. Un inmenso circo en el sentido más romano del término. Cubrir una COP, una cumbre del cambio climático organizada por la ONU cada año en distintas sedes, resulta una experiencia singular. imaginen algo así como una cobertura de Juegos Olímpicos, pero donde todo sucede en un solo ámbito. Y lo que está en juego no es una
medalla de oro, sino el futuro del planeta (y, sí, nos pusimos melodramáticos, pero a eso vinimos a esta COP20 de Lima). Todo para decir que la cantidad de gente que circula, trabaja, se reúne, da conferencias, declara, escribe, cubre y envía correos electrónicos por aquí es apabullante: miles de personas en un predio militar bautizado de manera imperdonable “Pentagonito”, con 90.000 metros cuadrados. Su misma arquitectura, que aconsejo mirar con detenimiento, ya es diabólica, con fauces que se abren ominosas hacia los cinco costados limeños. No perderse aquí adentro es todo un arte. Para una muestra gratis de la complejidad baste decir que este lugar es también el show de las siglas, algunas indescifrables: ADP, Sbsta, Ringo, Eilac, LDC, iN-
DC, Unfccc, CCMP y siguen, cual tableta sumeria. Más referencias que todo el mundo aquí dentro debe saber, porque se dan por sobreentendidas, en general asociadas a ciudades sede, como “Protocolo de Kyoto”, “Hoja de ruta de Bali”, “Plataforma de Durban”, y así. Hace falta mucho más que un GPS. Y decenas de reuniones, muchas veces de ingreso vedado. “El que más sabe de lo que transcurre por aquí conoce el 2% del total”, me dice un norteamericano, avezado en COP. “Un grupo de 20 o 30, alrededor de Christiana, son los únicos que saben todo”, sopla otro argentino que vino a cubrir el evento gracias a una de las becas que hay para hacerlo. Christiana es Figueres, la costarricense que dirige la secretaría del cambio climático dentro de la ONU desde hace cuatros COP.
Claro que el ritmo intenso no sólo exige estar alerta, sino también tener un estado físico acorde para soportar el trajín de jornadas largas, que empiezan con desayunos a las 7 a.m. y siguen durante todo el día, más conferencias de prensa, eventos, oficiales y extraoficiales, reuniones y pasilleos con funcionarios, activistas y colegas. Uy, son las tres y media de la tarde y no almorzamos. Y de repente se anuncia que dará una conferencia de prensa el secretario de Estado norteamericano, John Kerry, enviado por Obama. Hay que cancelar lo que se había planeado. Kerry no aceptó preguntas, dijo lo suyo (“el cambio climático es una amenaza para la seguridad”) y se fue. Como todo es excitante pero en un punto arduo y piantavotos, hacen faltan extras para llamar la
MADRiD (El País).– Empuñaduras de cuero, sillín de piel de cocodrilo o tubos de oro con cristales de Swarovski incrustados. Una elección difícil. Éstos son algunos de los accesorios de las bicicletas de superlujo, que muchas marcas han comenzado a comercializar. La consolidación de las bicis en las ciudades contemporáneas ha convertido a este vehículo, creado en el siglo XiX, no sólo en objeto de culto, sino en todo un símbolo de estatus. Las firmas de lujo se han dado cuenta de ello y hoy fabrican modelos cargados de glamour. Pero, ¿qué es una bicicleta de lujo? ¿Una que esté avalada por una marca? ¿Una muy cara? “La etiqueta del lujo es difícil de definir. Hay que valorar el modelo, las prestaciones, los accesorios y, claro, el precio”, contesta Miguel Gatoo, fundador de Slow Room, tienda de bicicletas de Madrid. Jugando con todos esos elementos, marcas como Chanel, Louis Vuitton, Armani o Dolce & Gabbana también se han visto seducidas por las dos ruedas. Hermès se lanzó el año pasado con Flâneur, una bici urbana, con ocho cambios, estética clásica, cuadro de carbono y plagada de los icónicos detalles de cuero, emblema de la firma francesa. Por unos 9000 euros se puede adquirir una. Para muchos diseñadores –Phillip Starck entre ellos, quien hace un par de meses ha lanzado no sólo bicis, sino una línea ciclista–, ésa es la clave de este emergente sector, ya que la bicicleta se ha convertido en algo tan importante como la ropa, el bolso o el traje que llevás. Habla de ti. Permite decir a los demás cuáles son tus inquietudes estéticas. Y mostrar tu poderío económico.ß
atención de los medios de prensa y lograr las llamadas notas de color, que no todo es ciencia y política en el mundo. En esta ocasión, la parte del show estuvo cubierta por programas algo extemporáneos, como el día en el que el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, cocinó cebiche con un famoso chef local. O cuando Charly Alberti, el baterista de Soda Stereo, exhibió su latinoamericana fama y su relativamente nueva actividad ecologista. Las ONG también aportan lo suyo a las actividades extracurriculares: todos los días Climate Action Network (CAN) organiza la entrega del premio fósil del día a un país que no contribuye a mejorar las negociaciones, con un acto y miniactuaciones ad hoc. Toda la movida costó unos US$ 55 millones de dólares y la paralización de Lima (no se jugó la final del campeonato de fútbol, decía un taxista, porque no había policías disponibles porque 40.000 estaban abocados a la cumbre). Lo cierto es que a nivel publicitario, por lo menos en lo local, le rindió frutos al gobierno porque en general el limeño estaba enterado: “Y, ¿vamos a tener planeta?”; “Está difícil la cosa, ¿no?”, preguntaban al ver en el barrio de Miraflores la acreditación colgada como collar. Tenían razón. El viernes, cuando la fatigada sala de periodistas debía llenarse de movimientos frenéticos, con despachos urgentes y análisis del acuerdo de la COP20, creció el rumor de que no se terminaba; de que las charlas se extenderían para salir con algo bajo el brazo luego de 15 días. Para los que teníamos pasaje de regreso fue un anticlímax y la necesidad de seguir el cierre vía internet. ¿Por qué no funcionó Lima? Porque los países ricos proponen borrón y cuenta nueva de las responsabilidades de contaminación históricas (reflejadas en el extinto Kyoto) y los no desarrollados piden compromisos más serios de reducción de emisiones y un mecanismo claro de financiamiento (y no es un vuelto: son 100.000 millones de dólares por año, pero ¿quién los aporta y quién los maneja?). Por si todo esto no fuera poco, para diciembre de 2015 en París, se multiplicarán por dos o por tres (¡!) el número de participantes y la presión para que, ahí sí, se firme un megaacuerdo que comience a regir a partir de 2020. París, que siempre nos quedará, bien valdrá una misa. Al final, menos mal que a Lima no vino DiCaprio. No hubiera tenido tiempo ni para saludarlo.ß