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Sociedad
cauSaS por abuSoS En ámbItoS católIcoS En la Argentina, por lo menos dos sacerdotes cumplen condenas por delitos sexuales; con el paso dado ayer en San Isidro, la Iglesia cambia la manera de encarar esta tragedia
| Lunes 16 de diciembre de 2013
El El acusado acusado
Las víctimas Las víctimas
Lugar Lugar
Justicia Justicia
Julio Grassi Julio Grassi (sacerdote) (sacerdote)
Acusado porpor abuso de de 17menores Acusado abuso 17menores en en 1998 1998
Fundación Felices loslos Niños, Fundación Felices Niños, Hurlingham Hurlingham
Fue condenado a 15 años de prisión por dos casos y lo absolvió en los otros 15. Cumple la sentencia en la Unidad 41 de Campana
Rubén Pardo Rubén Pardo (sacerdote) (sacerdote)
Acusado de de haber abusado de de unun Acusado haber abusado adolescente de de 15 años en en 2002 adolescente 15 años 2002
Casa de de Formación de de la la Casa Formación Iglesia Católica, Iglesia Católica, Berazategui Berazategui
El obispado de Quilmes fue condenado a pagar $ 155.000 a la víctima. Pardo murió en 2005, cuando el trámite judicial no había finalizado
Peter Malenchini Peter Malenchini (profesor de arte) (profesor de arte)
Acusado de de haber abusado al menos Acusado haber abusado al menos de de nueve alumnos deldel Colegio SanSan nueve alumnos Colegio Juan El Precursor Juan El Precursor
EnEn campamentos, casas de de campamentos, casas vacaciones y su taller de de San vacaciones y su taller San Isidro Isidro
Los casos fueron denunciados públicamente en 2004; el delito ya había prescripto. Malenchini viviría en el interior del país
José Mercau José Mercau (sacerdote) (sacerdote)
Acusado de de haber abusado de de al al Acusado haber abusado menos cuatro adolescentes menos cuatro adolescentes
Hogar San Juan Diego Hogar San Juan Diego El Talar Ricardo Rojas, Ricardo Rojas, El Talar Ricardo Rojas, Tigre Tigre Tigre
Cumple su condena de 14 años en la Unidad 41 de Campana. El obispado de San Isidro se comprometió a indemnizar a las víctimas
sociedad Edición de hoy a cargo de José Crettaz | www.lanacion.com/sociedad
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Histórico pedido de perdón de la Iglesia mea culpa. En todas las parroquias de la diócesis de San Isidro se leyó ayer una disculpa pública por los abusos cometidos
por el sacerdote José Mercau, que fue condenado y está preso; el obispado resarcirá económicamente a las víctimas Evangelina Himitian LA NACION
Fue tan sanador como necesario. Ayer, en un gesto histórico y sin precedentes, la Iglesia Católica pidió perdón y asumió públicamente su responsabilidad por casos de abuso sexual contra menores cometidos por un sacerdote. En todas las iglesias de la diócesis de San Isidro, se leyó un comunicado redactado por el obispo Oscar Ojea titulado “Asumir, pedir perdón y deseo de reparar”, en referencia a los casos de abusos cometidos por el sacerdote José Mercau, cuando era párroco de la localidad de Ricardo Rojas, en el partido de Tigre, perteneciente a la diócesis de San Isidro. Los casos salieron a la luz en 2005 y por las denuncias penales impulsadas por cuatro jóvenes menores de edad que dijeron ser víctimas de Mercau cuando estaba a cargo de un hogar para niños en situación de vulnerabilidad. En un juicio abreviado, el sacerdote confesó haber cometido los abusos y fue condenado a 14 años de prisión. Tal como dice el comunicado, la decisión del obispo Ojea no se limitó al pedido de perdón. La parte del “deseo de reparar” implica que la diócesis se comprometió ante la justicia civil a indemnizar a las víctimas. Para ello, se tomó la decisión de vender distintas propiedades de la iglesia de San Isidro, una decisión sin precedentes en el país. “Las secuelas que deja el abuso sexual en el futuro de los niños y de los jóvenes no se pueden medir. Su vida vincular y afectiva queda lastimada en lo más hondo por la violación de su intimidad. La conducta del que abusa también hiere a todo el Cuerpo de Cristo y quiebra la confianza en la comunidad”, dice el comunicado (ver aparte). Ayer, miles de fieles escucharon el mensaje en todas las iglesias, parroquias y capillas de San Isidro. Aunque algunos ya estaban enterados del contenido del comunicado, ser testigos de un pedido de perdón de estas características, para muchos, fue impactante. “Uno escucha hablar de cambios en la Iglesia y éste es el primer cambio concreto que veo y me alegra mu-
cho”, dijo Julio Casanova, a la salida de la misa que se celebró a las 19 en la Catedral de San Isidro. Su mujer, Rosana Ienni, se mostraba contenta y azorada a la vez. Matías Balián, que participó de esa misa con su familia, también dijo estar sorprendido por lo que acababa de escuchar. “Sabía del comunicado. Parece que empiezan los nuevos tiempos”, dijo. “Me parece perfecto lo que hizo el obispo. Tanto se habla de confesar los pecados... Y ahora la Iglesia empezó por dar el ejemplo”, dijo Rosa Ochoa, otra de las feligresas, acompañada por su hija. Este pedido de perdón por los delitos sexuales cometidos por un sacerdote como miembro de la diócesis, según opinan los especialistas, implica un cambio histórico de la Iglesia respecto de la manera de afrontar el hasta ahora tabú de los casos de pedofilia. Si bien este año la diócesis de Quilmes había sido condenada por la Justicia a indemnizar a víctimas de abusos, ésta es la primera vez que la Iglesia voluntariamente asume la responsabilidad de efectuar una reparación económica, asumiendo su culpa y pidiendo perdón. Monseñor Ojea llegó a la conclusión de que era necesario pedir perdón públicamente después de una serie de encuentros que mantuvo con los cuatro jóvenes víctimas de abuso que, en 2005, impulsaron una causa penal contra el padre Mercau. En los encuentros, al obispo le quedó en claro que, más allá de asistirlos pastoralmente, era necesario hacer algo por devolverles dignidad. Tras un proceso de seis años, Mercau fue condenado por haber abusado de por lo menos cuatro niños. Tuvo un juicio abreviado, en el que reconoció su culpabilidad, y actualmente cumple una condena de 14 años en la unidad 41 de Campana, donde está detenido el sacerdote Julio César Grassi, también condenado por este tipo de delito. Mercau sigue siendo sacerdote porque aún no terminó el proceso canónico mediante el cual la Iglesia debe juzgarlo. La investigación realizada por la diócesis fue enviada a la Santa Sede, que debe pronunciarse sobre el caso.ß
Anoche, en la Catedral de San Isidro, los fieles escucharon el pedido de perdón durante la misa
“Ayudar a sanar heridas y construir un porvenir” A continuación se reproduce el texto “Asumir, pedir perdón y deseo de reparar” del obispo de San Isidro, monseñor Oscar Ojea, leído ayer en las misas de todas las parroquias de esa jurisdicción para pedir públicamente perdón a los jóvenes que fueron víctimas de abuso sexual por parte del padre José Mercau, que hoy cumple su condena en la cárcel.
Las secuelas que deja el abuso sexual en el futuro de los niños y de los jóvenes no se pueden medir. Su vida vincular y afectiva queda lastimada en lo más hondo por la violación de su intimidad. La conducta del que abusa tam-
bién hiere a todo el Cuerpo de Cristo y quiebra la confianza en la comunidad. Este mal causado nos hace experimentar un vivo dolor como miembros de la Iglesia. Decimos con claridad que estos actos están abiertamente en contradicción con la Palabra de Dios y con la tarea evangelizadora que día tras día comunidades y pastores llevan adelante. La comunidad diocesana de San Isidro y de un modo especial el obispo y su presbiterio piden públicamente perdón a los jóvenes que han sido afectados por estas conductas provocadas por un sacerdote de nuestra diócesis, el padre José Mercau, cuando era párroco
de San Juan Bautista en Ricardo Rojas [Tigre]. Al expresar este pedido público de perdón afirmamos nuestra decisión de ayudar desde nuestras posibilidades a estos jóvenes a sanar heridas y construir un porvenir. Deseamos que este gesto concreto signifique también una renovación en toda la comunidad del compromiso por promover una cultura del cuidado de los niños y adolescentes. Nos dice el papa Francisco: “Cuidémonos los unos a los otros. Cuídense entre ustedes, no se hagan daño. Cuídense la vida, cuiden la familia, cuiden la naturaleza, cuiden a los niños, cuiden a los viejos” (Papa Francisco, saludo a
En Salta, impiden a una niña un aborto no punible JuSTIcIa. La chica, de 14 años, había sido violada por su padrastro desde los 12 y golpeada; el juez advirtió que si se concreta la interrupción del embarazo, los involucrados incurrirían en el delito de desobediencia judicial Carlos F. Pastrana PARA LA NACION
SALTA.– El juez de Familia Nº 1, Víctor Soria, ordenó suspender el aborto no punible de una adolescente de 14 años violada y golpeada desde los 12 años por su padrastro. Dispuso que un equipo multidisciplinario acompañe a la menor hasta el parto y luego dé su hijo en adopción. Advirtió, además, que se incurriría en el delito de desobediencia judicial si se interrumpiera el embarazo. Así lo informó Carol Abud, abogada de la niña y de su madre, quienes manifestaron la voluntad de suspender el embarazo al argumentar que no pudo apelar porque hasta el viernes no había sido notificada. La profesional, junto con Mónica Mennini, de la Asociación Nacional de Abogadas por los Derechos de la
Mujer, anticipó la posibilidad de un jury de enjuiciamiento porque el informe psicológico señaló que la adolescente “se estaba dejando morir, perdió siete kilos”. El diagnóstico de dos médicos indicó que era riesgoso continuar con el embarazo por el estado de la madre y del niño. La historia comenzó en noviembre, cuando la madre de la niña, al regresar imprevistamente a su casa, descubrió que su padrastro la estaba violando. Éste reaccionó violentamente y las golpeó a las dos, por lo que la menor lesionada fue al Hospital Público Materno Infantil. El embarazo se detectó el 14 de noviembre, y la niña y su madre expresaron la voluntad de suspenderlo. En ese momento habría bastado suministrarle medicamentos, ya que no era indispensable una intervención quirúrgica.
laura cano
El procedimiento se programó para el 19 de ese mes, pero se fue dilatando hasta que la asesora de incapaces N° 4, Claudia Flores, planteó un recurso de amparo en nombre del niño por nacer y el juez Soria dictó la medida cautelar. Enterada de la situación, la senadora provincial Gabriela Cerrano (Partido Obrero) concurrió el sábado por la tarde al hospital junto con las abogadas, que lograron que la niña pudiera retirarse a su casa. La senadora recordó que el fallo de la Corte Suprema de Justicia autoriza el aborto a toda víctima de violación, y más aún si es menor. El violador está detenido a la espera de la intervención del Ministerio Público, dilatando lo que debería ser un trámite rápido. Cerrano dijo: “Éste es el ariete para que puedan intervenir los jueces conservadores y
la Iglesia. El resultado lo tenemos con este caso: el Ministerio Público, en vez de brindar a la víctima la garantía de sus derechos, termina poniéndose en su contra”. Agregó que la defensora fue a hablar con la menor y le dijo que tuviera el bebe y luego lo diera en adopción. El asesor del Hospital Materno Infantil, Oreste Lovaglio, afirmó que se había demorado el alta de la menor porque ésta “no la había solicitado”, ya que tanto la madre como los médicos esperaban la resolución del juez Soria. La doctora Abud subrayó que la prohibición judicial del aborto puede terminar en la imputación penal contra la madre de la víctima, de allí la urgencia de recusar la sentencia. También destacó la violencia a la que se somete a la niña, que sólo quiere volver al colegio.
Desde que Salta reglamentó la ley de aborto no punible, el gobernador Juan Manuel Urtubey declaró que en su provincia, a diferencia de lo indicado por un fallo de la Corte Suprema, se pedirá intervención judicial para interrumpir un embarazo en caso de violación. En el decreto se establece que se requerirá “la presentación de la denuncia penal de violación o la declaración jurada, realizada con la asistencia del Defensor Oficial o de Menores e Incapaces, según corresponda”. De ese modo, las guías de procedimiento previstas por el decreto provincial N° 1170 de 2012 prevén un mecanismo distinto del procedimiento que indica el fallo de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, que no exige autorización judicial cuando el embarazo es producto de una violación. ß
los fieles de Buenos Aires en la vigilia previa al inicio de su pontificado). Poniendo nuestra confianza en el Señor le pedimos humildemente que estos gestos nos estimulen a seguir anunciando con transparencia y fidelidad la alegría del Evangelio e ilumine cada rincón de la diócesis para poder acercar la Buena Noticia en particular a nuestros hermanos más pobres. Que el Niño Jesús que viene en esta Navidad nos regale su paz que supera todo lo que podemos pensar y desear (Flp. 4,7) y que la Virgen y San José cuiden a nuestras familias, a nuestros niños y a nuestros jóvenes.ß
Las claves del caso La víctima Tenía 13 años cuando fue violada y cumplió 14 en los últimos días El violador Su madre regresó imprevistamente a la casa y sorprendió al padrastro violándola. El hombre reaccionó violentamente y las golpeó a las dos Qué se aduce La asesora de incapaces Claudia Flores Larsen presentó un recurso de amparo para que se impida la interrupción del embarazo, y el juez de Familia N° 1, Víctor Soria, avaló la suspensión del aborto