¡Hemos sido SALVOS!

La pureza de Dios ve como trapo de inmundicia el obrar humano si se trata de comprar con buenas obras, el rescate de nuestra terrible condición (Isaías 64:6).
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¡Hemos sido SALVOS! ¿Y QUÉ MÁS? TEXTO: Tito 3:4-7 INTRODUCCIÓN: Nuestra salvación es un hecho consumado (Jn 19:30). Antes estábamos destituidos de la gloria de Dios (Ro 3:23), espiritualmente muertos, ajenos a los pactos de la promesa, sin esperanza y sin Dios en el mundo. Se había firmado contra nosotros un acta decretos que nos condenaba, vivíamos bajo la autoridad del príncipe de este mundo, éramos esclavos de corrupción, teníamos manchada la conciencia. y estábamos en camino al juicio y a la condenación eterna. Sólo un milagro de gracia nos podría rescatar. La verdad contenida en esta porción bíblica acerca de nuestra salvación, es la columna vertebral del edificio de la fe. Miremos algunos aspectos sobre ello: 1. Hemos sido SALVOS por una obra de Dios a quien conocemos aquí como nuestro Salvador. Nuestra mente siempre se quedará corta en entender cómo el mismo acreedor a quien le debemos tanto, cuyas leyes hemos quebrantado, puede ser a la vez, nuestro Salvador 2. Hemos sido SALVOS debido al carácter bondadoso y amoroso de Dios para con los hombres. En la cruz se hizo manifiesta esa virtud de la naturaleza eterna de Dios, que se conoce aquí como su bondad. Dios es benigno, por eso toda buena dádiva y todo don perfecto desciende de él (Santiago 1:17) 3. Hemos sido SALVOS, pero no por obras de justicia que nosotros hubiésemos hecho. No tenemos ninguna posibilidad de auto salvarnos. ¿Qué buena obra pudiera producir un corazón congénitamente pecaminoso? La pureza de Dios ve como trapo de inmundicia el obrar humano si se trata de comprar con buenas obras, el rescate de nuestra terrible condición (Isaías 64:6). 4. Hemos sido SALVOS por su misericordia. Ello infiere que merecíamos realmente ser condenados, pero que un milagro fue obrado por Dios completamente en contra de lo que merecíamos. Así que, en lugar de condenarnos, Dios nos salvó, engrandeciendo para con nosotros su misericordia, dándonos su favor no merecido. 5. Hemos sido SALVOS por el lavamiento de la regeneración. Cuando nacemos de nuevo, la mancha del pecado que había en nosotros es quitada por el lavamiento que el Espíritu de Cristo hace en el corazón, al aplicar la sangre del Cordero, la que quita el pecado del mundo (1 Jn 1:7). CONCLUSIÓN. Algunos aún se preguntan: ¿Y qué más? Ciertos predicadores presentan un mensaje donde Dios parece estar empeñado con el hombre, donde se espera que él llene los bolsillos de los creyentes, y hasta les devuelva en cuatro tantos las finanzas que han dado para su reino. Pero ajeno a eso, la Biblia presenta a Cristo como aquel en quien estamos completos (Colosenses 2:10), y a su reino como algo de tanto valor, que los bienes materiales son considerados como añadiduras (Mateo 6:33).

¡Dios no nos debe nada a nosotros, nosotros le debemos a él todo lo que somos!

La Hora del Grupo Bíblico Febrero 21 de 2017 - N° 6 Año 17

Presentarnos ante Dios Oración de apertura / 3 minutos

Adoración y Alabanza Lo que Dios hizo por mí

Pensamiento de la semana Efesios 2:13 Exposición de la Palabra 20 minutos

Agradecer al Señor Deuteronomio 16:17

Lo que todos deben saber

FESTIVAL DE LA FAMILIA

Un tiempo para compartir con los tuyos!!!!

15 al 18 de Marzo

Pastor Invitado: Jairo Forero

Asignación de privilegios

Discipulado 1 Lección # 4 del 27 de Febrero al 04 de Marzo

SuperVEA 07 de Marzo

Refrigerio e informe

5 minutos (Comparte esta lectura al momento del refrigerio)

Al tener en la mano a la Biblia en español olvidamos tres cosas importantes: primero, que este no es la lengua en la que fue escrita la Biblia, sino que se trata de una traducción; segundo, que existen millones de personas en el mundo que no disponen de una Biblia escrita en su idioma. Y tercero, que traducir la Palabra es una tarea que precisa de personas muy calificadas, expertas tanto en el campo lingüístico como en lo bíblico y teológico. Y esto no es todo: tales expertos altamente calificados tienen que disponerse a pasar años viviendo en medio de pueblos cuyas condiciones de vida son exigentes para el foráneo. ¡Oremos y … hagamos misiones!