Habermas Historia y crítica de la opinión pública

La publicidad se vuelve realista con el liberalismo. • Los conflictos pertenecientes a la esfera privada irrumpen en el escenario público y la publicidad adquiere ...
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Resumen- mapa conceptual

Habermas Historia y crítica de la opinión pública

Profesor Doctor Octavio Islas Materia: Política y opinión pública

Eduardo

Ania Laguna Amaranta Luna Luis Sandoval Sergio Sandoval Higuera

Origen de la publicidad • •







Públicas: aquellas organizaciones que son accesibles a todos. El término publicidad surge en el siglo XVIII a partir del adjetivo öffentlich (público), así es que la publicidad pertenece específicamente a la sociedad burguesa que por el contexto de la misma época se estableció como ámbito del tráfico mercantil y del trabajo social de acuerdo a sus propias leyes. La diferencia entre los términos público y privado proviene de Grecia donde la esfera de la polis común al ciudadano libre (público) está estrictamente separada de la esfera del oikos en la que cada uno ha de apropiarse aisladamente de lo suyo (privado). -En esta época, la publicidad se constituye en la conversación que puede tomar diversas formas como la deliberación, el tribunal o el hacer común. Asimismo, es un principio organizativo del orden político, el cual reside en una economía esclavista de forma patrimonial. -La participación de los ciudadanos en la vida pública depende de su autonomía privada como señores de su casa. Por otra parte, frente a la esfera privada se alza la publicidad como un reino de la libertad y de la continuidad.

Publicidad representativa •







En el marco de la constitucional feudal, lo privado se refiere a los distinguidos con derechos particulares, con inmunidades y privilegios, constituyendo la liberación respecto del núcleo de la feudalidad y con ello, al mismo tiempo de lo público. La publicidad representativa no se conforma como un ámbito social, como una esfera de la publicidad, es mas bien como una característica de estatus. El estatus del señor feudal reside en su jerarquía, es neutral frente a los criterios de lo público y lo privado, pero el poseedor de ese estatus lo representa públicamente y dicha representación sólo puede darse en la esfera de la publicidad. -La evolución de la publicidad representativa está ligada al atributo de la persona, a sus insignias, hábitos, gestos y retórica (forma de alocuciones, discursos solemnes), es decir, a un código estricto de comportamiento noble. -La publicidad representativa tiene diversos canales, entre ellos: la iglesia donde la Cámara de los Lores inglesa, el Estado Mayor prusiano, la Academia francesa y el Vaticano en Roma son los últimos emblemas de dicha representación. Por otro lado, se encuentra la representación cortesano-caballeresca de la publicidad









que tuvo su última forma pura en las cortes francesa y borgoñona en el siglo XV. -La sociedad aristocrática se puso al servicio de la representación del monarca, pero la última forma de este tipo de publicidad contraída y retirada en la corte del monarca y al mismo tiempo, agudizada se da ya en un contexto donde la sociedad está separada del Estado. Es entonces cuando comienzan a diferenciarse las esferas pública y privada en el sentido moderno. En el siglo XVI, la palabra privat alude a la exclusión de la esfera del aparato estatal, ya que público tiene que ver con el Estado formado con el absolutismo que se objetiviza frente a la persona del dominador. En el silo XVIII, los poderes feudales como lo son la Iglesia , soberanía y estamento señorial, a los que la publicidad representativa está adherida, se disgregan a lo largo de un proceso de polarización entre público y privado. La religión se convierte en un asunto privado, pero la Iglesia es una corporación del derecho público. Las formas de publicidad representativa conservan plena efectividad hasta el umbral del siglo XIX.

Origen de la publicidad burguesa • • • •

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El tráfico mercantil se desarrolla de acuerdo a las reglas manipuladas por el poder político. Asimismo, el tráfico de noticias se desarrolla sobre las vías del tráfico mercantil acerca de información más frecuente y más exacta acerca de los hechos y antecedentes especialmente lejanos. Desde el siglo XIV, el viejo tráfico epistolar del comerciante da lugar a una especie de sistema profesional de correspondencia. Las grandes ciudades son al mismo tiempo centros de tráfico de noticias, cuya permanencia se hizo urgente en la medida en que el tráfico de mercancías y de papeles de valor se hizo también permanente. A principios del siglo XVII, la información periodística se convierte en regular por lo que es pública y accesible al público en general. Los elementos que forman el marco del tráfico tempranamente capitalista, del tráfico de mercancías y noticias, demuestran por primera vez su potencia revolucionaria en la fase del mercantilismo, etapa en la que se forman las economías nacionales y territoriales al mismo tiempo que el Estado moderno. La reducción de la publicidad representativa que acontece con la mediatización de las autoridades estamentales producida por causa de la de los señores feudales, ofrece otra esfera espacial que está enlazada con el nombre de publicidad: la esfera del poder público.







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El poder público se objetiviza en una administración constante y en un ejército permanente, la permanencia de los contactos en el tráfico de mercancías y noticias ahora coincide con una actividad estatal continuada. En este sentido, público se refiere al funcionamiento regulado según competencias de un aparato dotado del monopolio de la utilización legítima de violencia. Según Arendt, la sociedad es la forma de vivir en común en la que la dependencia del hombre respecto de su igual tiene lugar por amor a la vida misma, y ninguna otra cosa llega a alcanzar relevancia pública y como consecuencia de ello, las actividades que sirven sencillamente al mantenimiento de la vida no sólo se manifiestan públicamente, sino que determinan la fisonomía del espacio público. El segundo elemento constitutivo del marco del tráfico tempranamente capitalista: la prensa. Los primeros periódicos llamados periódicos políticos aparecen con periodicidad semanal al principio, y ya diariamente para mediados del siglo XVII. Existía una dependencia de la información periodística pública respecto del tráfico privado de noticias. La información periodística profesional obedece a las leyes del mercado. Surge interés de las autoridades por utilizar la prensa de acuerdo con los objetivos de la administración. Los capitalistas, banqueros, comerciantes, editores y manufactureros pertenecen a una categoría de lo burgués, esta capa es la verdadera sostenedora del público que es un público de lectores. La publicidad burguesa se desarrolla en la medida en que el interés público de la esfera privada de la sociedad burguesa deja de ser percibido exclusivamente por la autoridad y comienza a ser tomado en consideración como algo propio por los mismos súbditos. La noción de opinión pública surge en la segunda mitad del siglo XVIII. La publicidad burguesa puede captarse ante todo como la esfera en que las personas privadas se reúnen en calidad de público.

La publicidad como principio de mediación entre política y moral • Kant busca racionalizar la política en nombre de la Moral. Olvida la tradición aristotélica convirtiendo la filosofía política en filosofía moral • Kano entiende la publicidad como principio de loa ordenación jurídica y cómo método de la ilustración • La ilustración es el uso de la razón tanto de individuos como de la humanidad en su conjunto, y está debe aceptar la publicidad como mediadora

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La razón debe ser no debe ser manejada solamente por aquellos que la utilizan en su forma pura, es decir los filósofos. La publicidad por tanto abandona su núcleo académico Todos estamos llamados a ser publicistas, es decir a dirigirnos al mundo por medio de los escritos. Se articula de este modo un concepto de ciudadanía del mundo El público de los hombres racioncinantes coincide con el de los ciudadanos. Se establece un control pragmático de la verdad Las actividades políticas deben fundamentarse en las leyes, al igual que la publicidad de las que éstas dependen Private vicies, public virtues: las leyes deben ser generales y por encima de los sentimientos de los individuos Solo los que son señores de si mismos deben estar autorizados de votar y al uso público de la razón La exclusión de los no propietarios del publico políticamente raciocinante no vulnera el principio de publicidad La relación específica entre publicidad y la esfera privada surge del desdoblamiento del egoísta burgeois y el altruista citoyen La política se hace a través del poder, de la adquisición de influencia sobre el arbitrio de los demás. La política no puede ser indiferente a la felicidad ya que ésta es el fin general del público Kant separaba la fortuna del estado y la felicidad del pueblo, la moralidad de la legalidad La política no se debe comprender exclusivamente como una actuar según obligación sino que debe consideración hacia una voluntad colectivamente unificada por la finalidad general del público: la felicidad Con la progresiva ilustración el hombre ilustrado no puede evitar una cierta participación en l corazón del bien que no puede evitar

Sobre la dialéctica de la publicidad • Opinión pública: expresión de la generalidad empírica de los puntos de vista y de las opiniones de muchos • En la medida que el uso público de la razón es cosa de sabios Hegel coloca a la ciencia como una parte fuera de la opinión pública • La sociedad no supera la desigualdad que se da en la naturaleza sino que levanta una desigualdad del talento, de la capacidad e incluso de la formación intelectual y moral • Las necesidades antagónicas de lleva a la opinión pública políticamente activa a un opinar y querer inorgánicos y al enfrentamiento con el Estado orgánico

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La publicidad se reduce a un medio de información por lo que se pierde como principio de ilustración El bien del estado tiene una justificación completamente distinta ala del bien del individuo La revolución política, según Marx, redujo ala sociedad a su elementos más simples: por un lado los elementos materiales y espirituales y por el otro la situación civil de los individuos Denuncia a la opinión pública como una falsa conciencia ya que sirve como máscara del interés burgués No hay presupuestos sociales de igualdad de oportunidades a través de los cuales se pueda lograr el status de propietario y las cualificaciones (propiedades e instrucción) necesarias para ser admitido en la publicidad como hombre privado La autonomía privada burguesa no permite hallar la realización de la libertad de cada hombre en otro hombre sino más bien los límites de esa libertad Anticipa una transformación de la publicidad ya que el régimen vive de la discusión acerca de cómo prohibir la discusión social La publicidad burguesa ha surgido en conexión con una sociedad separada del Estado La reproducción de la vida social conlleva formas privadas en la medida que el ámbito privado adquiera relevancia pública La política cederá ante la administración por lo que el gobierno de las personas dará lugar a al administración sobre las cosas Postula que la transformación de la publicidad determinará la libertad del hombre privado como ciudadanos sociales, no ya como propietario privado

La ambivalencia de la publicidad en la teoría liberal • La publicidad “ampliada” no llevó a superar la base según la cual los propietarios privados aspiraban a lago así como la dominación de la opinión pública • El “orden natural” de la opinión pública ofrecía una base a la publicidad que garantizara un curso autónomo y armónico en principio a la reproducción social • La publicidad se vuelve realista con el liberalismo • Los conflictos pertenecientes a la esfera privada irrumpen en el escenario público y la publicidad adquiere rasgos de una disputa violenta • Tocqueville califica a la opinión pública como una fuerza que más que ejercer una crítica política impele a al conformidad • Mill afirma que donde el poder del soberano se sustituye por el de la publicidad no desaparece la intransigencia

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Desarrolla para la publicidad un concepto de tolerancia buscando la analogía de la disputa religiosa Reclama tolerancia, no crítica, porque los dogmas pueden ser sofocados, más no reducidos, al común denominador de la razón L opinión pública ya no sirve a la idea de disolución del poder, sino al reparto de éste. Se transforma en una mera limitante El liberalismo busca que la opinión pública no se transforme en una entidad restrictiva, por lo que busca controlarla con el fin de que las opiniones minoritarias puedan ser escuchadas ya que de oro modo no sucedería así Tocqueville reclama la creación de nuevos intermediarios para poder insertar eficazmente ala opinión pública en la división y limitación de los poderes

La tendencia del ensamblamiento de esfera pública y ámbito privado • La publicidad burguesa se desarrolla en el ámbito de tensiones entre el Estado y la sociedad, sin que deje de ser parte del ámbito privado la primera • El intervensionismo estatal revela un conflicto de interess4e que no es exclusivo de la esfera privada en donde el estado transfiere competencia públicas a corporaciones privadas • El desarrollo del modelo liberal económico marca la superación del modelo de publicidad entre propietarios individuales de mercancías, se refuerza el interés burgués

La polarización esfera social-esfera íntima • En la medida en que Estado y sociedad se interpenetran se desprende la institución de la familia nuclear de su conexión con los procesos de la reproducción social. La esfera íntima retrocede a su periferia en la medida que comienza a desprivatizarse. • Es importante mencionar que la familia se privatiza crecientemente, mientas que el mundo del trabajo y de la organización son cada vez más públicos. • La pertenencia formal de una empresa al ámbito privado o de una instancia oficial al ámbito público, ha perdido caracteres distintivos, la clasificación se ha convertido en un proceso complicado. • Bajo el institucionalismo jurídico se ha elaborado una teoría propia, presentadas por James Burnham y Meter Drucker, en donde diagnostican certeramente la lenta desaparición de lo privado en la esfera del trabajo social. • La gran empresa se hace cargo, en relación a sus empleado y obreros, de determinadas garantías de status, pero las

















transformaciones objetivas son las subjetivas , ya que la noción estadística empleados de servicios introduce una nueva categoría de trabajo: la diferencia entre los que trabajan en la propia esfera privada y los que tenían que trabajar en la esfera privada de otros. Por lo cual se observan rasgos de una relación de trabajo cosificada que ata a los empleados más a una institución que a personas determinadas. Todo lo anterior genera que toda una serie de funciones que eran desempeñadas antes por instituciones públicas, las toman ahora a su cargo organizaciones cuya actividad no es pública. Conocido como el feudalismo industrial. La esfera profesional se autonomiza como un ámbito cuasi público frente a una esfera privada reducida a la familia. Por lo cual el ocio significa precisamente el tiempo reservado a lo privado, mientras que con el trabajo profesional comienza el servicio. En la misma medida en que se independiza la esfera profesional retrocede la de la familia, la pérdida de funciones productivas en beneficio de las consumidoras es menos sintomática del cambio estructural de la familia desde la era liberal que la desconexión progresiva respecto del marco funcional del trabajo social en general. Las relaciones de intercambio de la sociedad burguesa penetraron profundamente en las relaciones personales de la familia burguesa, lo que ocasionó la pérdida de las funciones en la producción y también las funciones respecto de la producción. Las llamadas necesidades básicas de las que la familia privada tenía antaño que hacerse cargo, asumiéndolas como riesgos privados, son garantizadas públicamente al miembro individual de la familia. La prevención socio-política viene a significar la entrada en una nueva esfera, hasta ahora privada. Al ser descargada de sus tareas económicas, la familia pierde asimismo la capacidad de intimación personal. La familia, cada vez más marginada de la reproducción social, conserva un espacio interno de intensa privacidad, pero sólo aparentemente: en realidad, junto con sus tareas económicas, también sus funciones protectoras resultan socavadas, dando paso a una esfera de pseudoprivacidad. Desde el punto de vista de los grupos, la esfera íntima se disuelve, por lo que en la misma medida en que la vida privada se hace pública, desarrolla la publicidad misma formas de intimidad. Bahrdt señala que el proceso de urbanización puede ser descrito como una polarización progresiva de la vida social entre los campos publicidad y privacidad.



La interrelación entre esfera pública y esfera privada ha sido destruida, pero no por que el hombre de la gran ciudad sea un hombre-masa, sino porque ya no le es posible contemplar la cada vez más complicada vida global de la ciudad de un modo que le resulte público.

Del público culto al público consumidor de cultura • La cultura burguesa no era mera ideología, puesto que el raciocinio de las personas privadas en los salones, clubs y sociedades de lectura no estaba directamente sometido al ciclo de la producción y el consumo. • La identificación del propietario con la persona natural ocasiona que en la esfera privada se de la separación de las actividades profesionales que cada uno desarrolla para la reproducción individual de la propia vida y por otro lado el trato social capaz de vincular a las personas privadas al público. • Las personas privadas pueden deshacerse de la grapa ideológica que une su doble rol como bourgeois y como homme, pero al mismo descuajamiento de la esfera íntima de la base de la propiedad capitalista acarrea nuevas relaciones de dependencia. • El tipo ideal burgués percibió que se estaba constituyendo una publicidad literaria a partir de la bien fundamentada esfera íntima de la subjetividad inserta en público. En vez de ello, esa publicidad constituye hoy una puerta de entrada para las incursiones furtivas de fuerzas sociales que penetran en el espacio de intimidad de la familia nuclear. • Las revistas literarias familiares se hicieron obsoletas con la transformación estructural de la familia burguesa. Su plaza la ocupan hoy los folletos ilustrados, de gran difusión, de los círculos de lectores. Cuando la familia pierde su marco literario, pasa también de moda el salón. • La discusión social de los individuos cede a las más o menos obligatorias actividades de grupo. • La comunicación del público culturalmente raciocinante está circunscrita a la lectura, que se practica en la esfera privada. La ocupación del ocio del público consumidor de cultura, en cambio, tiene lugar en un clima social. Junto a la pérdida de la forma privada de la apropiación, desaparece también la comunicación pública acerca de lo apropiado. • Se empieza a generar una comercialización de los bienes culturales. • Con la mediación comercial aparecen los rasgos críticos y estéticos que se saben independientes del mero consumo. Por ello, se limita la función del mercado a la distribución de los





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bienes culturales. No consiguen aún los valores de cambio influencia alguna sobre la calidad de los productos. Una vez penetrada la obra de arte por las leyes del mercado, se convierten éstas en leyes configurativas inmanentes. El servicio, el surtido, la presentación y demás se rige en los amplios ámbitos de la cultura de los consumidores. Las funciones del mercado se hacen estrictamente diferenciables: según las circunstancias, facilita económicamente el acceso de un público cada vez más amplio y facilita psicológicamente el acceso de las más amplias capas a lo que Meyerson define como los entrante requirements into leasure, es decir, la preformación de los productos que los hace aptos para el cunsumo. El contacto con la cultura forma, mientras que el consumo de la cultura de masas proporciona un tipo de experiencia que no es acumulativo sino regresiva. La dimensión global de la destrucción tendencial de la publicidad literaria resulta sólo perceptible cuando la ampliación del público lector a casi todas las capas de la población se compara con la efectiva divulgación de las lecturas de libros. La destrucción del público lector culturalmente raciocinante a través del público-masa de los consumidores de cultura, por consiguiente, sólo insatisfactoriamente puede reflejarse en el ámbito del mercado del libro. La prensa de masas se basa en la transformación comercial de la participación de amplias capas en la publicidad, que tiende a hacerla accesible sobre todo a las masas. Esa publicidad ampliada mermó el carácter político de la prensa en la medida en que el medio de la facilitación psicológica pudo convertirse en el fin en sí mismo de un mantenimiento comercialmente fijado del consumo. La integración de los ámbitos, antes separados, de periodismo y literatura, de información y raciocinio y de la novelística conduce a una verdadera remoción de la realidad, a una mezcla de los distintos planos de la realidad. Surge el mixtum compositum de un cómodo y acomodaticio material de entretenimiento que sustituye la adecuación a la realidad por la consumibilidad. Las emisiones de los nuevos medios contribuyen a cercenar, sin comparación posible con las comunicaciones impresas, las reacciones del receptor. Por lo que se puede observar que el raciocinio de un público lector cede tendencialmente al intercambio de gustos e inclinaciones. Los elementos políticos han sido tan marginados que en la conciencia del público consumidor, la publicidad misma se







privatiza, la publicidad se convierte en la esfera de la llegada a notoriedad de las vidas privadas. La esfera íntima familiar también es destruido hasta tal punto que han desaparecido prácticamente los hábitos privados de lectura de novelas. En relación a la conducta del público lector burgués, bien puede afirmarse que el hábito de leer libros ha disminuido entre el amplio público de los medios de comunicación de masas. El consumo de los medios de comunicación en masa como la televisión, el cine, radio, entre muchos otros es mucho mayor entre las capas altas de la población urbana que en los grupos de status bajo. Este tipo de consumo cultural crece en una correlación casi perfecta con el nivel del status. La caja de resonancia de una capa culta educada en el uso público del entendimiento se ha hecho añicos; se escindido el público en minorías de especialistas no públicamente raciocinantes, por un lado, y en la gran masa de consumidores receptivos, por el otro.

El plano obliterado: líneas evolutivas de la disgregación de la publicidad burguesa • El modelo de la publicidad burguesa contaba con la estricta separación entre los ámbitos público y privado, y de ahí que la misma publicidad de las personas reunidas en público, mediadora entre el Estado y las necesidades de la sociedad, estuviera incluida en el ámbito privado. A medida que los ámbitos público y privado van ensamblándose, este modelo se hace inaplicable. • El proceso del ejercicio y compensación políticamente relevantes del poder tiene lugar de un modo directo, sin mediaciones, los partidos y la administración pública; el público como tal sólo es esporádicamente admitido en ese ciclo del poder y solo para fines aclamatorios. • En la medida en que fue superada la separación entre Estado y sociedad y el Estado intervino en el orden social haciéndose cargo de tareas asistenciales, distributivas y administrativas, no puede ya ser íntegramente mantenido el principio de generalidad de la norma. • Al tiempo que esa interpretación recíproca de Estado y sociedad va disolviendo una esfera privada posibilitadota de la generalidad de las leyes, se tambalea el suelo del relativamente homogéneo público constituido por las personas privadas raciocinantes. Este es un problema ya que la concurrencia de intereses individuales dotaba a la discusión pública de una cierta racionalidad y efectividad. En su lugar ha aparecido la manifestación de intereses en competición.





Dos tipos de leyes, aquellas que provienen de un enunciado jurídico decretado con carácter obligatorio y las leyes formales que sin importar su contenido salen por medio del procedimiento parlamentario. El público mediatizado está reclamado con mucha más frecuencia y desde muchos más lados para los fines de aclamación pública, pero está el mismo tiempo, tan lejos de los procesos de ejercicio y compensación del poder.

VI La transformación política de la función de la publicidad Del periodismo de los escritores privados a los servicios públicos de los medios de comunicación de masas. El reclamo publicitario como función de la publicidad. • El cambio de función experimentado por el principio de la publicidad se basa en un cambio de estructura de la publicidad como esfera, materializado en la transformación de su más soberbia institución; la prensa, la cual permite que se allane el terreno entre la circulación de mercancías y el tráfico. • El negocio periodístico diseñado igual que la pequeña industria artesana. • Al momento económico, se le sumo un momento político en cuanto comenzó a transformarse la prensa de noticias en una prensa de opinión y de la correspondencia de anuncios surgió una concurrencia en el periodismo de escritores. • Bücher respecto a lo anterior, señala que los periódicos pasaron de ser meros lugares de publicación de noticias a ser también portadores y guías de la opinión pública, medios de lucha de la política partidista. • Con la separación de las funciones publicistas y las económicas durante el siglo XIX fue lo que ocasionó que se fuera imponiendo el artículo editorial. • La prensa salida del raciocinio del público y constituida como mera prolongación de la discusión del mismo, sigue siendo por completo una institución de ese público; a modo de mediador y vigorizador, no ya como mero órgano de transporte de información, ni instrumento aún de la cultura de los consumidores. • Hasta la legalización permanente de la publicidad políticamente activa, la aparición y el mantenimiento de un periódico políticamente activa, la aparición y el mantenimiento de un periódico político equivalía al compromiso activo con la lucha por conseguir un ámbito de libertad para la opinión pública, con la lucha por la publicidad como principio. • La prensa de opinión, como institución de la discusión del público, se preocupa por afirmar su función crítica.

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Sólo con la consolidación del Estado burgués de derecho y con la legalización de una publicidad políticamente activa se desprende la prensa raciocinante de la carga de la opinión. Una tercera etapa está definida por lo que Bücher señala acerca que el periódico cobre el carácter de una empresa productora de espacios para anuncios publicitarios, espacios que se convierten en una mercancía de fácil salida gracias al paralelo espacio cubierto por la redacción con que van acompañados. La prensa se hace manipulable en relación a su grado de comercialización y es la puerta de entrada a la publicidad de intereses privados privilegiados. También se modifica la relación entre la editorial y la redacción en el sentido que la selección del material llega a ser más importante que el artículo editorial. No se pueden separar los aspectos sociológicos-empresariales del cambio estructural de la prensa. De acuerdo con el modelo liberal de la publicidad, las organizaciones del público raciocinante estaban protegidas y a resguardo de las intromisiones del poder público en tanto se encontraran en manos de personas privadas. Sin embargo, la permanencia en manos privadas es lo que amenaza las funciones críticas de la publicística. La despertada disponibilidad del consumidor está mediada por la falsa consciencia de que, como persona privada raciocinante, coactúa responsablemente en la formación de la opinión pública. Se crea y se asegura el perfil del mercado y una clientela de consumidores. Por lo mismo, el consensus fabricado tiene poco en común con la opinión pública. La publicidad burguesa recobra características feudales como portadores de la oferta y creadores de una pompa representativa, a medida que se configura con las relaciones públicas.

La transformación funcional del principio de la publicidad • Junto a las grandes instituciones publicísticas y en conexión con ellas, se ha constituido un nuevo aparato que viene a adaptarse a las nuevas necesidades de publicidad del Estado y de los consorcios. • La publicidad carga ahora con el lastre de tener que compensar intereses, tarea que se aparta de las formas clásicas de acuerdo y compromiso parlamentarios. • Las decisiones políticas revisten las nuevas formas de un bargainig nuevo en el ejercicio del poder. • El trabajo en la publicidad está encaminado a fortalecer el prestigio de la propia posición sin convertir la materia de compromiso en tema de pública discusión. • La publicidad tiene que hacerse, no está dada, es lo que Altman denomina como comunificación.



La transformación funcional afecta globalmente a la publicidad políticamente activa: también a la relación central entre público, partidos y parlamento.



La idea de la publicidad solo puede realizarse hoy en la racionalización del ejercicio social y político del poder bajo control de las organizaciones rivales abiertas. Un proceso autosostenido de comunicación desarrollado en el ambiente de partidos y organizaciones en una relación exactamente inversa con la representativa y manipulativa eficacia de una notoriedad pública orientada a la predisposición de la población.





Publicidad y opinión pública: la conducta electoral de la población.



La relación que mantiene el sujeto receptor con el Estado es un contacto impolítico de “exigente indiferencia”. La publicidad política – como participación en el raciocinio en relación al poder público, puede medirse según los crecientes esfuerzos publicísticos. La organización democrática cuenta con fricciones liberales de la publicidad burguesa. Se exige del elector cierto grado de capacidad de juicio y de conocimientos, se interese y participe en discusiones públicas para que, racionalmente guiado por el interés general, colabore en el establecimiento de lo correcto y lo justo como criterios de actuación política. Hay una lejana conexión entre el público elector de la democracia de masas del Estado social y el publico de personas privadas del Estado burgués de derecho del siglo XIX. El voto como acto de conclusión de una disputa pública. Están autorizados a votar todos quienes tenían acceso a la publicidad: eco en la composición social de la parte activa de la población. Las discusiones políticas se limitan las más veces a ingroups, a la familia, al círculo de amistades y al vecindario. Los sujetos menos dispuestos a constituir mediante la discusión una opinión pública quienes más susceptibles son a dejarse influir en sus concepciones. Los partidos y sus organizaciones necesitan influir publicitariamente. El índice de popularidad le da a un gobierno no la medida del grado de control que ejerce sobre la opinión pública, o del grado de promoción publicitaria de que está necesitada la popularidad de su equipo.

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La publicidad política en el proceso de transformación del estado liberal de derecho en estado social. • • •



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Existe mala relación de esas funciones de la publicidad política pero le son exigidas por necesidades objetivas de una sociedad democráticamente organizada, el Estado liberal de derecho. Derechos fundamentales – una prefiguración del modelo liberal de la publicidad burguesa: garantizar a la sociedad como esfera de autonomía privada El carácter negativo—los derechos fundamentales liberales: rechazan la intervención y la intrusión del Estado en los ámbitos reservados a las personas privadas vinculadas por reglas jurídicas universales. Cierto que las garantías que presentan los derechos fundamentales se basan en la delimitación de la esfera privada y de una publicidad políticamente activa respecto de la injerencia directa del poder público. Los derechos fundamentales garantizan una publicidad políticamente activa para demostrar que los derechos fundamentales no son ya meramente negativos en la configuración fática La autonomía privada solo es ahora posible como una autonomía derivada; tampoco los transfuncionalizados derechos. También el estado social como constitución de una sociedad burguesa, sigue siendo primordialmente un Estado fiscal que no acaba de plantear normativamente su transformación en una sociedad estatal.



VII. Sobre el concepto de opinión publica



La opinión pública como ficción del estado de derecho y la disolución socio-psicológica del concepto.

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Opinión publica significa cosas distintas: instancia critica o receptiva El análisis jurídico-estatal y teórico-político de las normas constitucionales en relación a la realidad constitucional de las democracias de masas constituidas por el Estado social. El otro camino lleva a un concepto de opinión pública que prescinde por completo de criterios materiales tales como racionalidad y representación Ambas versiones cuentan con el hecho de que, en el proceso de formación de la opinión y la voluntad en las democracias de masas, la opinión popular independiente de las organizaciones apenas conserva una función políticamente relevante. La ficción de opinión pública, característica del Estado de derecho, no puede ya seguir identificándose con el comportamiento real de

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público, pero tampoco puede decirse que la atribución de la opinión pública a determinadas instituciones. Solo que el concepto fijado en las instituciones del ejercicio de poder político roza tan tangencialmente la dimensión de los procesos de comunicación informales.

Un intento sociológico de clarificación • •

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El material de los sondeos de opinión no se califica como opinión pública pro el mero. En el modelo pueden contraponer dos ámbitos de comunicación políticamente relevantes: el sistema de opiniones informales, personales, no públicas; y opiniones formales, institucionalmente autorizadas. Las evidencias producidas por la cultura industrial tienen un carácter mas fuga y artificial que las evidencias culturales. El ámbito de la comunicación de las opiniones no públicas se contrapone a la esfera de circulación de una opinión quasi pública. Existe entre ambos ámbitos una conexión constante a través de los medios de comunicación de más. Una opinión pública en el sentido estricto solo puede producirse en la medida en que los dos ámbitos comunicativos sean mediados por el ámbito de la notoriedad pública crítica.