SIN TÓPICOS, PARA UN PADRE EXCEPCIONAL... Es muy difícil resumir más de 50 años de vida profesional en 5 minutos, sobre todo, cuando se le ha dado tanto a una profesión que te da tanto como te quita. Te da la satisfacción de la ayuda y el compromiso de entrega a los demás y te quita horas de sueño y vidas de compañeros que como tú, comenzaron en esto con la misma ilusión. Es un continuo aprendizaje y es de todo menos monótona, pero tiene un riesgo...el riesgo de ver cómo se te endurece el corazón por convivir con el peligro a diario. No es tu caso, cuántas veces nos has contado el frío que pasabas en las garitas de la cárcel que eran abiertas y, en pleno invierno, de noche, tenías que llenar de alcohol una lata de sardinas y prenderle fuego para calentarte las manos, y cuántas veces te hemos visto pasar el espejo por debajo del coche antes de montarnos en él... A pesar de todo, jamás oímos una queja ni una mala palabra de la Policía, al contrario, todo han sido alabanzas para tu profesión. Vivimos años muy difíciles. Estuviste en San Sebastián en el año 80 y recuerdo perfectamente esa sensación de frío y soledad que nos quedaba a mamá y a mí cuando cogías el tren para marcharte a la Estación de Chamartín. Recuerdo ese miedo a que cualquier día nos llamaran dando una mala noticia, pero, conseguiste volver después de haber recogido del suelo a otros compañeros que nunca tuvieron la suerte de regresar a sus casas. Y eso marca, esa cicatriz se lleva en el alma... por eso cuando oyes a alguien hablar mal de la policía, por tu prudencia y respeto dices para tus adentros: ¡qué sabrás tú! Gracias a Dios pudiste volver a Madrid y después de un tiempo aquí, entras en el Colegio de Huérfanos. Qué orgulloso has estado siempre de trabajar ahí. Siempre has elogiado la labor que se hacía con esos niños que habían perdido a sus padres, y con sus madres, a las que se les daba trabajo y todo el apoyo que necesitaban para continuar adelante. Y tan importante era para ti que quisiste que nosotras estudiáramos con ellos, qué manera tan buena de enseñarnos a valorar lo que teníamos y de lo que estos chavales carecían... El Colegio ha sido tu vida, todos lo pasamos mal cuando lo cerraron pero, llegó el Centro de promoción y tú seguiste ahí, y cuando Ignacio te brindó la oportunidad de pasar a la Fundación, no lo dudaste ni un momento...y desde entonces, has llevado su labor por bandera. Como persona, qué podemos decir, como padre EXCEPCIONAL, SU VIDA ES SU FAMILIA. Siempre ha vivido por y para nosotras, jamás una mala cara, jamás nos ha dado un grito pero siempre le hemos respetado porque, a una persona que lo da todo, no se le puede faltar el respeto. Sabemos que abuelo y abuela rompieron el molde cuando naciste porque no hemos conocido a nadie como tú y porque pocas personas pueden presumir de tener un padre como tú...
19 de Diciembre de 2014
Has sido un ejemplo para nosotras y ahora, lo estás siendo para tus nietos. Él es como veis, es de verdad, lo que hace lo hace de corazón, no hace las cosas para ganarse el favor de nadie, las hace porque quiere hacerlas. Cuando mi hermana y yo éramos jovencitas y salíamos con nuestras amigas, se quedaba en el sofá hasta la hora que nosotras le dijéramos para venir a buscarnos, y que nunca llegáramos solas a casa. Siempre ha estado ahí...si tuviéramos que escribir todo lo que mi padre (y mi madre) han hecho y siguen haciendo por nosotras, no tendríamos folios suficientes... Sabemos que para él este es un momento agridulce, porque su trabajo ha sido un puntal en su vida pero creemos que es hora de disfrutar, de descansar, de hacer algún viaje y de ver crecer a sus nietos, junto a mi madre. Es muy difícil resumir una vida en una palabra pero si hubiera que hacerlo, la palabra de mi padre sería la VERDAD.
19 de Diciembre de 2014