Espectáculos
Página 6/Sección 4/LA NACION
2
3
Viernes 4 de mayo de 2007
Entrevista con Iván Noble
Rock
Ahora y entonces
Temores de un padre reciente El ex Caballeros de la Quema presentará mañana las trece canciones de su tercer disco, Intemperie
HERNAN ZENTENO
A dos centímetros de ser cursi, así de cerca se sintió Iván Noble cuando compuso “Bienbenito”, canción dedicada a su hijo y escrita a unos pasos del moisés. Pero, así como logró sortear algunos clichés y derribar más de un prejuicio, el ex cantante de Los Caballeros de la Quema se permitió meterse de lleno en el lodazal del cancionista, grabar un álbum prácticamente acústico, invitar en un tema a Adriana Varela, interpretar “Canción del jardinero”, de María Elena Walsh y hasta componer “Vuelve Peluca”, el imaginario retorno de aquel protagonista del film de Raúl Perrone, Peluca y Marisita, para el cual compuso la banda de sonido. “En este disco decantaron intenciones de los dos anteriores y en un formato de género canción casi a secas, que es lo que más me entusiasma desde hace un tiempo y cuando compongo también”, dispara Noble para iniciar una larga charla, con picada y cerveza de por medio. “En lo personal –agrega– me debía un disco así, como sin demasiado cálculo de si iba a ser poco radiable, muy tranquilo y chiquito, de canciones sin maquillaje. Hace varios años que escucho este tipo de música y me daban ganas de volcarlo a un disco. Obviamente que me parece más interesante que lo que venía haciendo, pero por qué no pensar que lo estoy diciendo para vender el disco.” Las nuevas canciones sorprendieron a Noble en plena escucha de songwriters, de una lista des-
ordenada que incluye a Damian Rice, Ryan Adams, los primeros discos de Dylan, Leonard Cohen, el primer disco de Tracy Chapman y el último de Neil Diamond. Y, claro está, también lo sorprendieron en su nuevo rol de padre. “¿Viste que en la tapa del disco está la mano de mi hijo y que hay una canción dedicada a él? Muchos me preguntan cuánto influyó su nacimiento en el disco y bueno, no es que me haya influido sino que ahora respiro distinto. De todos modos me puse a pensar en eso y me di cuenta que la mayoría de las canciones las compuse con él durmiendo al lado. Hubo un bloque de siete canciones que hice entre enero y marzo del año pasado. El tenía tres, cuatro meses y yo componía tocando despacito la guitarra para que no se despertara. –El tema es cómo evitar el cliché cuando uno le escribe una canción a su hijo. –Cuando hice la canción pensé que iba a ser un hecho privado, sólo para él, se la canté a dos o tres personas y parecieron muy conmovidas de verdad, me dijeron que la tenía que grabar. Desde el vamos hacerle una canción a un hijo recién nacido es estar a dos centímetros de ser cursi. Venía de escuchar un poema muy largo de Larralde, Herencia pa’ un hijo gaucho, donde el tipo le va tirando máximas a un hijo. Me pareció una buena idea darle algunos consejos, un pequeño mapa de lo que el papá piensa de algunos temas y desde el lugar tristón de que tal vez algún día no esté cerca de él.
–En “Bienbenito” confesás que ahora sí lo único que te importa es llegar a viejo. –Es lo primero que me pasó cuando fui papá. De todas formas nunca fui cultor del mandato rockero de vivir rápido, morir joven y dejar un cadáver elegante, pero ahora más que nunca empecé a pensar que por ver crecer a mi hijo me banco reumas, sorderas e, incluso, Alzheimer. Sí sentí con respecto a mi laburo una necesidad de hacerlo mejor, porque, de alguna manera, los jueces más implacables son los afectos y ... ¡cuando PARA AGENDAR
■ Iván Noble Presentación de su tercer disco solista, Intemperie. Teatro Coliseo Marcelo T. de Alvear 1125. Mañana, a las 22. Entrada, desde $ 20.
Benito vaya al colegio no quiero que lo carguen! (risas). Su papá no va a ser nunca Paul McCartney ni Chico Buarque, pero quiero que pueda decir «esta canción es de mi papá, y qué». Está la búsqueda de la canción perfecta y todo eso, pero después de un tiempo el compositor sabe qué tiene a mano y qué no va a tener nunca en cuanto a talento y eficacia. Eso puede conspirar contra uno o liberarlo de ciertas exigencias. Ojalá que lo que hago algún día decante en un estilo, pero es lo más complicado de tener. –¿Para componer te sirvió haberte alejado del lugar del rockero? –Mucho. Con Caballeros, si bien siempre hicimos los discos que qui-
Música napolitana de nivel Muy bueno
✩✩✩✩ Conjunto instrumental Cappella Della Pietà del Turchini. Director Antonio Florio. Solistas vocales: Maria Ercolano (soprano) y Giuseppe de Vittorio (tenor). Programa: Obras de Francesco Provenzale, Pietro Marchitelli, Niccoló Piccinni. Giovanni Paisiello, Michelangiolo Fagioli, Domenico Gallo, Niccoló Piccinni y Giuseppe Petrini. Ciclo Nuova Harmonia. Teatro Coliseo.
No es la primera vez que en Buenos Aires se pueden apreciar obras del repertorio lírico e instrumental italiano a cargo de genuinos especialistas en la materia. Precisamente el conjunto Cappella della Pietà dei Turchini, su director Antonio Florio y el tenor Giuseppe de Vittorio presentaron, en anterior visita en el Teatro Colón, y para el ciclo del Mozarteum 2004, un programa de enorme valor formativo cultural que ahora se reiteró en el Coliseo. Es así como en esta presentación a puro estilo vocal e instrumental napolitano de la época del esplendor de esa ciudad italiana fue de significación, ya que permitió conocer obras de Francesco Provenzale (1624-1704), considerado el fundador de la escuela y director del famoso Conservatorio della Pietà dei Turchini y fecundo autor de óperas y obras religiosas de gran valor, como por ejemplo Punge lingua a nueve voces, con instrumentos que alguna vez, acaso, puedan incluirse en otro concierto. En esta oportunidad fue Squarciato
appena havea, atribuida al autor y, como parodia de un aporte de Luigi Rossi, un lamento por la muerte del rey Gustavo de Suecia. A partir de esa página se fueron desgranando creaciones del desconocido Pietro Marchitelli, con una obra instrumental muy bien ejecutada por el conjunto y por los violinistas Alessandro Ciccolini, Marco Piantoni y el chelista Marco Guerrero en algunos pasajes más destacados. Luego, el recitativo y aria de Eneas de una ópera de Niccoló Piccinni (1728-1800), enorme compositor que rivalizó con Gluck en París, pero que entre sus primeros éxitos figuró la ópera La donne dispettose, de 1754, para iniciar una producción que alcanzó ciento treinta óperas, acaso uno de los más fecundos del género. En esta aria con recitativos, lució muy buenas condiciones María Ercolano por su perfecto estilo y por la claridad de su articulación. Y otro tanto hay que sumar para el tenor Giuseppe de Vittorio, que además de su histrionismo de actorcantante y su gesticulación ampulosa y exclusiva, mostró y dejó escuchar indudable experiencia sobre las tablas al encarar el dúo de Pulcinella y Carmosina de la ópera Pulcinella vendicato, de Giovanni Paisiello (17411816), figura ilustre de Italia que fue llamado por Catalina II de Rusia para desempeñarse como director de música de la Corte y que a su regreso a Nápoles fue nombrado en el mismo cargo, pero en esa ciudad.
Luego se escucharon una cantata en lengua napolitana de Michelangiolo Fagioli (1666-1733) y una joya de la música de Domenico Gallo del siglo XVIII: la sonata para cuerdas Nº 2, en Do mayor y tres movimientos; realmente hermosa, fascinante como creación instrumental, en sobria y emotiva interpretación del director y el conjunto. Fue al concluir el momento de la velada donde se brindó el más cálido aplauso, quedando en la atmósfera el deseo de conocer más del desconocido Gallo. Con una nueva página de Nicoló Piccinni, la desenvuelta soprano María Ercolani dejó en claro que es poseedora de muy segura musicalidad, voz bien timbrada y emitida, pero con recursos técnicos que han de ir acrecentándose cuando logre el modo de hacer los trinos más claros y limpios como exige el estilo barroco. Como final se escuchó el Intermezzo Graziello e Nella de Giuseppe Petrini, un creador muy poco conocido del siglo XVIII. Se trató de un dúo actuado por la mímica y la expresión de ambos cantantes, cuyos personajes sobrellevan una riña matrimonial realmente virulenta y ofensiva. Pero más allá de la gracia fue un final para muchos muy feliz, para otros, acaso un desconcierto –por lo poco habitual–, pero que en definitiva fue un hecho artístico de alto nivel de realización.
Juan Carlos Montero
MARCELO GOMEZ
Giuseppe de Vittorio hizo gala de un gran histrionismo como actor y cantante
simos, en la última etapa había una tensión grande acerca de para qué lado debíamos enfilar musicalmente. Yo quería profundizar en la canción de rock, americana, como lo último de Caballeros, “Sapo de otro pozo”, “Oxidado”, “Otro jueves cobarde”. Y cuando me hice solista no tuve con quién discutir e hice lo que se me cantó. También me sirvió para alejarme de los prejuicios. Las bandas de rock tienen una mística a la que responder y eso se sostiene en la medida que lo alimentes. Los solistas no tienen mística, excepto un García, un Spinetta, pero es más prosaico el asunto, la gente no se pinta remeras con la cara de los solistas. En cuatro años de tocar solo me di cuenta de que los conciertos pueden ser más apagados, pero estoy seguro que la escucha es distinta. Con Caballeros muchas veces sonamos mal y a la gente no le importó. Ellos festejaban y tenían su ritual y nos aplaudían cualquier cosa, hasta un lateral mal sacado. –En Intemperie te acordás de Peluca, el personaje de la película de Perrone. –Leí que Perrone hizo una película Ocho años después con los personajes de Graciadio’ y pensé qué hubiera pasado con Peluca y Marisita, desde esa óptica tanguera del tipo que vuelve vencido a la casita de sus viejos, como una mirada acerca de qué es lo que el viento se lleva de verdad y qué es lo que nunca va a traer de vuelta.
Sebastián Espósito
Thomas Stearn La cuestión es que Eliot, una de las voces ahora aparece un poéticas más impor“nuevo último tema tantes de la lengua de los Beatles”. Lo anglosajona del siglo cierto es que ni “Free XX, escribió alguna As a Bird”, aparecido vez que “Sólo las peren Anthology I, ni sonas que se atreven a “Real Love”, dado a ir demasiado lejos loconocer en Anthology gran descubrir hasta 2, eran las últimas dónde pueden llegar”. invenciones de los El alumno dilecto de Fabulosos Cuatro. Por Daniel Ezra Pound no hablaResulta que ahora Amiano ba de los Beatles, pero apareció otra cinta, la frase parece ideal cedida nuevamente para describir el itinerario del por Yoko Ono, en la que Lennon vuelve a darles algunas pautas grupo que cambió tan vertiginoa sus ex compañeros. Se trata samente como su tiempo, aunde “Now and Then” (“Ahora y que es probable, también, que entonces”), un título por demás haya sido al revés. significativo para la estirpe del En una década de actividad cuarteto, que integró la previa inigualable para la música popude las Anthology (tres ediciones lar del último medio siglo, John Lennon, Paul McCartney, George de dos CD cada una), pero que quedó fuera de ellas porque Harrison y Ringo Starr le dieron nunca fue del agrado de George. forma no sólo a una obra difícil Y hay que tener en cuenta que de superar, sino que construyeJohn lo compuso cuando los Bearon una industria que superó tles todavía hacían discos. todos los cálculos de los más auAhora George no está, Paul daces analistas del mercado. decidió terminar esa canción Lo cierto es que la sociedad (que originalmente se llamaba de consumo también se rindió “I Don’t Want to Lose You”, algo a los pies de esos Fabulosos así como “No quiero perderte”), Cuatro, que, además de hacer llamó a Ringo para que pusiera buenas canciones, se dedicaron sus golpes percusivos y utilizó a provocar una y otra vez la viejas tomas del mismísimo tranquilidad de lo establecido. Harrison. Después, cada uno eligió con Y de la misma manera que qué beatle se quedaba. Unos con uno se preguntó, hace menos el pop de Paul; otros, con la canción siempre desafiante de John; de un año, qué sentido tiene producir un disco como Love otros, con la inocente calidez de (la banda sonora de un circo George, y algunos hasta reivinmoderno), el anuncio de la edidicaron a Ringo, que por mucho ción de “Now and Then” lleva tiempo pareció el único tipo a formular algunas preguntas: divertido del grupo. Pero cada ¿es que necesitan dinero? (cualuno reconocía que nadie llegaba quiera supone que no, pero eso a provocar la sensación que lo dicen simples mortales); ¿nealcanzaban las canciones de los cesitan gloria? (hasta el menos Beatles. Aunque compusieran interesado en el asunto podría grandes obras como “My Sweet afirmar que nadie puede alcanLord”, “Band On The Run” o zar un lugar más encumbrado “Imagine”, cada uno en solitario representaba una cosa diferente. que el de los Beatles). ¿Por qué, entonces, va a salir “Now and Hasta esa frase de Lennon: “El Then? sueño terminó”, abrió nuevas Tal vez, la respuesta la tenga puertas. William Faulkner: “La sabidu* * * ría suprema es tener sueños de Es que, en ciertas cuestiones, tanta grandeza como para no los Beatles son imbatibles. perderlos de vista mientras se ¡Incluso en los estudios de marpersiguen”. Y ellos, al parecer, keting! siguen inmersos en ese sueño.
Danza: estreno del Ballet del San Martín
Escena de Movimiento perpetuo, la obra de Wainrot que remata el primer programa de 2007 TGSM
“Una compañía es un planeta” Continuación de la Pág. 1, Col. 4
en la mejor opción. “Porque le estás dando vida a un personaje que nunca antes existió”, sigue Nicolás. Entonces, la expectativa de estos dos compañeros de aventuras se potencia de cara a las funciones de este mes en la intimidad del Alvear, “una sala familiar, donde uno se siente bailando con el público”, aprecia Irupé, que tiene un papel en la obra de cada Carlos. En el juego de opuestos creado por Trunsky (“un coreógrafo que te va puliendo hasta en detalles mínimos”), ella interpreta a un personaje despojado, que flota en el aire y le hace olvidar el pudor que todavía le causa bailar con el torso desnudo. “Soy un espíritu, un vapor en el aire que aparece después de la muerte de uno de los seis varones de esta pieza llena de contraposiciones, entre la comedia y el drama, lo masculino y lo sumamente femenino”, cuenta. En cambio, en el Playback de Casella –el señor Descueve es docente de los chicos–, la pelirroja es una entre cinco mujeres y otros tantos hombres que pueblan una sala de ensayo de una orquesta abandonada. “Estas personas se van encontrando y suceden cosas entre ellas –toma la posta Nicolás, también intérprete de esta pieza bisagra, con media hora de duración–. Creo que las tres obras del programa tienen lenguajes muy diferentes, y ésta, por ejemplo, representa la situación más natural: podría darse en una calle.” Es cierto. La docilidad es una herramienta indispensable para los bailarines del Ballet Contemporáneo. Después de jugar a la teatralidad con Trunsky y Casella, es el turno de Wainrot y una puesta de las suyas, supertécnica aun con su germen
Tres décadas, una historia
Sarmiento y Berrueta FABIAN MARELLI
lúdico, festivo, de un dinamismo desafiante. “Además de la constancia, la permanencia, la garantía de trabajar y bailar todo el año, acá uno no puede acostumbrarse a una mano. Los coreógrafos pasan y nuestros cuerpos se vuelven permeables a nuevas ideas –observa Irupé, y da pie a la metáfora de su compañero–. Al final sentís que estás como hecho de algodones: ellos sacan de vos, así, como en motas, cosas que ni siquiera imaginabas que tenías adentro.” PARA AGENDAR
■ Ballet Contemporáneo del Teatro San Martín. Presenta Amargo ceniza, Playback y Movimiento perpetuo. Teatro P. Alvear. Corrientes 1657. Mañana, a las 20.30, y pasado mañana, a las 17.30. Desde $ 8.
“Cuando paso por la puerta del Alvear y veo el cartel que dice «30° aniversario» pienso que soy parte de eso y enseguida digo: Uauu!”, exclama Nicolás Berrueta, uno de los 26 integrantes del Ballet Contemporáneo del Teatro San Martín. Es que 2007 es un año festivo para la casa –también cumple treinta el Grupo de Titiriteros y la sala Lugones celebra sus 40– y puertas adentro todos se sienten involucrados con la nueva marca histórica. Con el elenco de danza que entre 1968 y 1971 tuvo al frente a Oscar Araiz como antecedente más inmediato, el Ballet se creó en 1977, cuando Kive Staiff, entonces director general y artístico del Teatro San Martín, convocó a la coreógrafa Ana María Stekelman para comandar el Grupo de Danza Contemporánea del Teatro Municipal General San Martín, que diez años más tarde adoptaría el nombre con el que se lo conoce. En distintos momentos, la compañía bailó a las órdenes de Norma Binaghi, Lisu Brodsky, Alejandro Cervera y el mismo Araiz. En la dirección por dos períodos, el segundo de los cuales comenzó en 1999 y se extiende hasta hoy, el coreógrafo Mauricio Wainrot se convirtió en sinónimo del Ballet Estable del Teatro San Martín, que asimismo integró como bailarín desde el primer elenco. Creó, entre otras obras que se destacan del repertorio, Carmina Burana, El mesías, La consagración de la primavera y las más recientes Luz distante, Medea y La tempestad.