“Feliz 2015. Sin pucho y con sidra”, el saludo tuitero de

2 ene. 2015 - co Central, Alejandro Vanoli, por su promesa de que iría abriendo el cepo cambiario de a poco. Puertas adentro, la mayoría de sus colegas.
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POLÍTICA

| Viernes 2 de enero de 2015

Los funcionarios se reacomodan tras los cambios de Gabinete Aníbal Fernández y Parrilli, arman equipos; Capitanich y Randazzo, con roles modificados Mariana Verón LA NACION

Cristina hizo un paralelismo entre la foto con su perra Lolita y una de Eva Perón en una situación similar

twitter

“Feliz 2015. Sin pucho y con sidra”, el saludo tuitero de la Presidenta

calafate. Cristina Kirchner volvió a hablar de su perra Lola y se comparó con Evita y Obama Instalada en El Calafate, la presidenta Cristina Kirchner dejó un mensaje de fin de año a través de Twitter. “Feliz 2015. Sin pucho y con sidra. Gracias a todos y a todas, los quiero mucho.” En un tono intimista, contó cómo había dejado de fumar hace más de 20 años, cuando –dijo– nadie le creía que no iba a reincidir. Pero además retomó el tema de su mascota, la perra Lolita, que había viajado con ella en el vuelo a El Calafate. La Presidenta había publicado una foto abrazada a ella. Ahora, fue por más y comparó su foto con una de Eva Perón con un perro parecido a Lolita. “La última de éste año –dijo en relación con la foto de Evita, que la Presidenta subió a Twitter el 31 por

la tarde–. Vi en la red una foto hermosísima de Evita con una mascota q parece la mamá o abuela de Lolita.” La imagen que acompañaba este tuit eran dos fotos pegadas. Cristina con Lolita y Eva con su perro. “No va a faltar el pavo que diga: «Cristina se quiso comparar con Evita». Bueno… voy a hacer como Obama: vamos a perdonar a los pavos”, tuiteó. Cada año, en vísperas del Día de Acción de Gracias, el presidente de los Estados Unidos cumple con una tradición que consiste en perdonarle la vida a un pavo. La Presidenta dijo también, siguiendo con Obama: “Abrió su propia página de Facebook a su perro Bo, que es precioso (me refiero a

Bo)”. Cristina Kirchner contó que Bo tiene un blog y 5000 seguidores, y que Obama compartió fotos con él “en el parque, en pleno Salón Oval o en el Face [la página de Facebook] de la Casa Blanca festejando su cumpleaños”. También reprodujo una foto de Michelle Obama con otro perro. “Ah, si no te alcanzaba con Bo, presentaron institucionalmente desde la Casa Blanca a Sunny”, tuiteó. Y agregó: “La verdad, me encanta. Qué opinarán los de “radio buitre?”, por Radio Mitre, donde se habían hechos muchos comentarios sobre su foto con Lolita y el anuncio de Aerolíneas Argentinas de que se podrá volar con mascotas pequeñas.

En total, fueron 28 los mensajes que la Presidenta tuiteó desde El Calafate el 31. Empezó con un mensaje para promover que sus seguidores dejaran de fumar a la medianoche del 31. Contó que ella lo había hecho en una noche de Año Nuevo, en 1988, con una copa de sidra en la mano. “Apagué el último pucho, después de fumarme uno tras otro hasta esa hora. Todos apostaban a que no duraba ni un mes… «Ésta no aguanta. Te la imaginás en plena campaña con el stress y la tensión?» No me conocían. Aguanté”, relató. Hasta entonces, dijo, fumaba dos atados por día. Como cierre, se despidió con su saludo, “con sidra y sin pucho”.ß

Pasaron dos semanas desde el último cambio de gabinete, los ministros se reacomodan al nuevo tiempo político que impuso Cristina Kirchner, que se encargó de marcarle el paso a cada uno para evitar que las internas terminen complicando su último año de gestión. El primero que lo sufrió fue Aníbal Fernández. En el primer acto en público que compartió con Cristina, ella le recordó sin anestesia las tareas que hacía Oscar Parrilli, su antecesor, para que el ex senador no olvidara quién define para qué está cada funcionario. “Aníbal, ¿no les diste nada para comer?”, se despachó la Presidenta durante el brindis con los legisladores de su bloque, y en minutos lo mandó a que le armara el pesebre de la Casa Rosada que le había pedido el arzobispo de Buenos Aires, Mario Poli, delante de los periodistas. Ese mismo día, el nuevo secretario general de la Presidencia había desmentido al presidente del Banco Central, Alejandro Vanoli, por su promesa de que iría abriendo el cepo cambiario de a poco. Puertas adentro, la mayoría de sus colegas del gabinete le reconocen a Aníbal gestión y cintura política, atributos que sabrá aprovechar, más allá de cómo lo trate en público la Presidenta. Desde que asumió su nuevo cargo, el ex senador nombró a sólo dos colaboradores. Su mujer, Silvina Zabala, como subsecretaria general; y otro de sus incondicionales, Lucas Gaincerain, como subsecretario de Coordinación, área encargada de toda la parte contable y administrativa. Eso sí. Se quedó con los codiciados despachos del primer piso, dentro de la zona presidencial. Zabala, su asesora de mayor confianza, pasó a ocupar la oficina que hasta la semana pasada tenía Gustavo López, que ahora, como subsecretario de Relaciones con la Sociedad Civil, debió mudarse a otro sector. Pero en el Gobierno sostienen que hasta allí llegó y que no se esperan cambios en otras dependencias clave de la Secretaría General, como la Casa Militar, hoy conducida por Agustín Rodríguez, que se ocupó en el pasado de la seguridad de Néstor Kirchner. Del otro lado, Parrilli se consolida incluso en ausencia con la ratificación presidencial de que sin él la organización de la Casa Rosada puede tambalear. Dejó a uno de sus incondicionales, Carlos López, como secretario de despacho de la Presidenta y ya comenzó a armar

su equipo en la Secretaría de Inteligencia, con amplias facultades delegadas de la Presidenta. Se llevó a Susana Baun, que ocupaba el puesto que Aníbal eligió para Gaincerain; a Alicia Alonso, su mano derecha y que se ocupaba de la dirección de Programas de Gobierno, y a Flavio Riquelme, el administrador de Servicios Generales de la Casa Rosada, que intentará revertir las condiciones edilicias y de organización de la sede de 25 de Mayo 33. Lo primero que hizo, además de la mudanza, que incluyó el busto de medio metro de Néstor Kirchner que tenía en su oficina, fue definir la salida del director de Operaciones, Antonio Stiusso, más conocido como Jaime, y su mano derecha, Alberto Mazzino, director de Análisis. Nunca lo comunicó oficialmente ni tampoco lo hará. “Por el momento, los cambios quedaron ahí”, explicaron fuentes del entorno del neuquino, aunque se esperan más reacomodamientos. Según anticipan, lo harán con sigilo. “No quiere dejar heridos”, agrega una fuente sobre los pasos que dará el nuevo señor 5. Ajeno a los cambios, el resto del gabinete tantea en el día a día el nivel de cariño presidencial. Quien últimamente parece quedarse con la cucarda es el ministro del Interior y Transporte, Florencio Randazzo, uno de los precandidatos presidenciales del Frente para la Victoria. En el mismo momento en el que Cristina rebajaba a Aníbal para que le consiguiera un pesebre, vía Twitter lo llamaba “Flaco” a Randazzo y le dedicaba once mensajes elogiando su gestión, con foto incluida. El ministro disfruta el momento, sobre todo en su interna con el gobernador bonaerense, Daniel Scioli, a quien la Presidenta fue corriendo de la escena central del oficialismo. Randazzo es hoy la figura que usa la jefa del Estado como contrapeso electoral. Quien resiste es el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, que en las últimas horas sacó pecho a partir del sutil mensaje que Cristina le mandó a Aníbal Fernández. Es que el ex senador cayó en la Casa Rosada dispuesto a ganarle la agenda matinal, pero el ministro coordinador resistió y mantuvo las conferencias de prensa, aunque los títulos se los llevó el secretario general. Con bajo perfil después de un año en el cargo, Capitanich promete que se mantendrá en el Gobierno y por ahora no piensa en volver a Chaco. “Por lo menos hasta marzo se queda”, reflejan cerca del funcionario, que incluso fue descartando la posibilidad de presentarse como candidato a intendente de Resistencia. Ratificado por Cristina después de pasar meses enteros desmintiendo su renuncia, hace campaña los fines de semana y repite que no se irá.ß

hábeas corpus

Rechazaron un pedido para liberar a Fariña La justicia federal rechazó un “hábeas corpus” que Leonardo Fariña presentó para ser liberado, por lo que comenzó 2015 detenido en la cárcel de Ezeiza, donde se encuentra desde marzo pasado. El juez federal de Lomas de Zamora Alberto Santa Marina, primero, y luego la Cámara Federal de La Plata, no hicieron lugar al pedido de la defensa de Fariña para quedar en libertad. Fariña está preso y procesado por evasión de impuestos en la compra de campos en Mendoza, caso por el que el empresario kirchnerista Lázaro Báez tiene un pedido para ser indagado. Fariña está preso por la evasión de poco más de 30 millones de pesos en impuestos por

la compra de campos en Mendoza que hizo en 2010 en cinco millones de pesos y que la Justicia sospecha que fue una operación de lavado de dinero de Báez. El fallecido juez federal de La Plata Manuel Blanco detuvo y procesó a Fariña, lo que luego fue confirmado por la Cámara Federal de esa ciudad. Fariña también fue procesado por el juez federal Sebastián Casanello por lavado de dinero. Se trata de la causa en la que también está procesado el financista Federico Elaskar e imputado Báez, su hijo Martín. Fariña primero presentó el caso ante la Cámara de Casación que lo envió a Lomas de Zamora y luego intervino la Cámara platense.ß

elecciones porteñas

kirchnerismo

Roy Cortina vaticina una polarización entre UNEN y Pro

Urribarri, de campaña con el apoyo de gremios

El diputado socialista Roy Cortina pronosticó un escenario desfavorable para el Frente para la Victoria en las próximas elecciones en la Ciudad de Buenos Aires. “Asistiremos a un desplome del kirchnerismo. La candidatura de [Martín] Lousteau será la salida frente al desgaste de Pro y a la poca credibilidad de cualquier candidato K”, opinó el dirigente socialista, que se postulará a legilador porteño por el frente UNEN. Cortina fue uno de los dirigentes que facilitaron el acuerdo para que se consagre la fórmula Lousteau-Fernando Sánchez para competir por la jefatura de gobierno porteño.ß

El gobernador de Entre Ríos y precandidato a presidente por el Frente para la Victoria, Sergio Urribarri, apuesta a fortalecer sus aspiraciones con el aporte de sindicatos de la CGT oficialista. El gremialista Raúl Horacio Otero quedó al frente del “Movimiento Sindical Urribarri Presidente”, que prevé recorridas de campañas por diferentes puntos del país. La última escala fue hace unos días en Santiago del Estero, donde el entrerriano recibió el apoyo de 20 gremios. Urribarri compite en la interna del kirchnerismo con Daniel Scioli, Florencio Randazzo, Agustín Rossi, Jorge Taiana y Julián Domínguez.ß