NOS CHISMOSEARON
El reconocido periodista Hernán Peláez le contó a LA Q’ cuál ha sido la fórmula para superar el cáncer de médula que le fue diagnosticado hace más de un año. Está recuperado.
En el 2013, Peláez cumplirá 50 años de haber escrito su primera columna de fútbol. /FOTO DE MAURICIO LEÓN.
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“EL PAPEL DE MÁRTIR ME PARECE TERRIBLE”
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Cuando llego a la casa me pongo a fumar pipa y a ver mucho, mucho fútbol”
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urante 49 años, más de una generación de colombianos ha crecido junto a la voz de Hernán Peláez, uno de los periodistas más recordados por los colombianos, y que hace poco más de un año vivió uno de los capítulos más difíciles de su vida: el cáncer. Con el mismo aplomo que lo ha acompañado durante toda su vida, Peláez manejó su enfermedad que hoy ya es etapa superada. “Durante seis meses nadie se enteró de la situación porque no me interesaba despertar compasión en la gente, a mí el papel de mártir me parece terrible y por eso fue que manejamos todo así”,
comenta el director del tradicional programa radial ‘La Luciérnaga’. Como él mismo lo dice, fue quizás esta forma de afrontar la enfermedad y el estar siempre ocupado, la que le ayudó a superarla. “Lo más importante para tratar el cáncer es primero tener una ocupación, porque eso no le da tiempo a uno ni de deprimirse ni de pensar en la muerte; y segundo, no quejarse frente a la familia porque se termina yendo con uno. Tampoco hay que dramatizar las cosas, que tiene cáncer, listo y qué pasa, que se va a morir, a perfecto, organicemos las cuentas entonces”, señala. A esto, se suman las anécdotas
cargadas de humor con las que Peláez ha manejado las cosas, como por ejemplo el día en el que la emisora (Caracol) quedó en silencio cuando lo vieron entrar por la puerta luego de varios meses de ausencia debido a la quimioterapia. Para evitar que lo abrazaran y lo trataran como un moribundo les gritó: “¿Qué pensaron, que me iba a morir?”, a lo que todo el mundo no tuvo otra opción que sonreír. Cuando se le pregunta si ya ve cerca la hora del retiro, Peláez contesta con la misma tranquilidad con la que habla de su enfermedad: “yo sigo hasta que sienta que pueda seguir o hasta que me aburra, pero no creo que pase eso”. LA Q’ I noviembre 30 de 2012 I 9