“EL PAPEL DE LOS ACTORES DE LA EDUCACIÓN”

DIAZ, Barriga Ángel Didáctica, Aportes para una polémica. 3ª. ed. Argentina, Aique, 1995. P. 39

Se trata de respetar lo que maestros y alumnos en una situación particular de enseñanza pueden realizar. Partimos de la idea de que no existe una propuesta metodológica universal para enseñar. Éste ha sido el gran vicio del saber didáctico: “Buscar el método para enseñar todo a todos”. La propuesta metodológica requiere particularizarse, cada maestro y cada grupo escolar necesitan construirla para su situación específica. Corresponde al maestro revisar su experiencia como estudiante, como profesor y como intelectual en un campo de conocimiento; corresponde a los alumnos esforzarse por colocarse ante una disciplina, asumir la responsabilidad de indagar y presentar su visión de trabajo al docente. Es aquí donde se puede construir una propuesta metodológica, para un grupo en particular. El saber y la experiencia acumulada por el maestro le ayudarán a descubrir y trabajar algunos puntos que los estudiantes pasan por alto, que no revisan analíticamente, que no comprenden. Una exposición, una lectura, una discusión en grupos pueden ser medios de los que se valga el profesor para frenar esta situación. El número de alumnos, las condiciones del salón de clase, el horario de trabajo, los hábitos de trabajo de los estudiantes son elementos que deberán tomarse en cuenta en la propuesta metodológica. Pero corresponde a alumnos y maestros en cada caso particular, elaborar las propuestas específicas para ello. La pedagogía contemporánea ha perdido la posibilidad de indagar, de experimentar (esto es hacer experiencias) en el acto educativo. La experimentación pedagógica busca promover que en un curso maestros y alumnos intenten formas de trabajo no establecidas, pero factibles de realizar. No se trata de obtener éxito, sino de intentar formas creativas de trabajo. La historia de la escolarización de maestros y alumnos, la propia dinámica institucional constituye un obstáculo y freno para tales cuestiones. Cuánta razón tenía Freinet cuando insistía que cada maestro construyera sus propias técnicas de trabajo, cuando invitaba a inventar, actuar y reflexionar. La propuesta Freinet nunca pasó por la sofisticación metodológica, sino por el análisis específico de las condiciones particulares de cada maestro y grupo escolar.