El ocaso de los teléfonos públicos en la Argentina

9 dic. 2012 - María del Pilar Assefh. LA NACIóN iaraf. Las lluvias podrían contrarrestar a la soja econométrica. Mientras Brasil busca salir, la Argentina entra.
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economía | 7

| Domingo 9 De Diciembre De 2012

estudios económicos

iaraf

Las lluvias podrían contrarrestar a la soja En la campaña 2012/13 se podrían alcanzar niveles récords de producción de soja con una cosecha de 55 millones de toneladas. Sin embargo, las lluvias registradas en las últimas semanas podrían contrarrestar sus ingresos. Dado el precio

futuro, por cada millón de toneladas menos de producción sojera, se tendrían US$ 427 millones menos de agrodólares. Esta baja representaría US$ 149 millones menos de ingresos al Estado en concepto de retenciones a las exportaciones.

econométrica

Mientras Brasil busca salir, la Argentina entra

Brasil desanda el camino que lo llevó al atraso cambiario, tras perder el crecimiento económico y dejar la industria en recesión. A partir de un menor crecimiento económico, menores tasas de interés e impuestos al ingreso de capitales, en

poco más de un año, el gigante del Mercosur quitó a su moneda del terreno del atraso y ya empiezan a observarse señales de reactivación en la industria. Lamentablemente, mientras Brasil logra salir del atraso cambiario, Argentina entra.

Teléfonos públicos en Florida, cada vez más difíciles de encontrar

FERNANDO MASSOBRIO / ARCHIVO

Economía real

El ocaso de los teléfonos públicos en la Argentina servicios. Su número disminuyó drásticamente a nivel nacional; en la

calle Florida, donde antes abundaban, sólo quedan siete, en mal estado

María del Pilar Assefh LA NACIóN

No muchos años atrás, la calle Florida contaba con tantos teléfonos públicos por cuadra que casi parecía un locutorio al aire libre. Hoy, sin embargo, encontrar uno en esta peatonal puede convertirse en un verdadero desafío. Según cifras recientemente publicadas por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), en julio de 2008, momento de mayor auge de este tipo de telefonía, en la Argentina había un total de 164.832 aparatos en la vía pública. A partir de entonces, su cantidad disminuyó, lentamente en un principio y drásticamente en los últimos meses. Sólo entre agosto y septiembre de este año desaparecieron 45.600 teléfonos públicos, llevando a que, al

La evolución en los últimos años El número de aparatos se redujo significativamente

164.832

Teléfonos públicos Es la cantidad máxima que hubo en la Argentina, según estadísticas del Indec. A este número se arribó en julio de 2008.

92.000

Última estadística Es el número de teléfonos que había en la vía pública en septiembre. Un mes antes, había 137.600. menos hasta septiembre de 2012, su número llegara a 92.000, esto es, un 44% menos que cuatro años atrás. Si se recorre Florida desde su intersección con Marcelo T. de Alvear hasta avenida Rivadavia, es posible encontrar tres cabinas con siete de estos 92.000 teléfonos. El primero está ubicado entre Paraguay y avenida Córdoba. Éste, sin embargo, se encuentra en este momento en medio de una obra que ocupa casi la totalidad de la calle, por lo que usarlo es un imposible. “La telefonía pública es un servicio deficitario para las empresas, que se sostiene a partir de los excedentes que genera la telefonía fija. Si no fuera una obligación universal para ellas, no lo harían”, afirmó el doctor Santiago Urbiztondo, economista jefe de la Fundación de Investigaciones Económicas Latinoamericanas

(FIEL) al ser consultado sobre este tema. Telecom y Telefónica también fueron consultados, pero no proporcionaron mayores detalles. Respecto del descenso del número de teléfonos disponibles en la vía pública, Urbiztondo estimó que esto puede deberse a la conjunción de distintos factores. Por un lado, la expansión de la telefonía celular –que fue un fenómeno mucho más generalizado en la Argentina que en otros países–, que redujo la necesidad de contar con teléfonos públicos. Y, por otro, los costos crecientes que conlleva el mantenimiento de este servicio. “En los últimos años las tarifas de la telefonía fija se mantuvieron congeladas, por lo que dejaron de ser suficientes para sostener a la pública, cuyos costos seguramente crecieron más que la inflación. Por este motivo, es posible que, para compensar, las normas de obligatoriedad del servicio de telefonía pública se hayan vuelto un poco más permisivas”, explicó el economista, quien hizo hincapié en la influencia que tiene el vandalismo en los costos de manutención de las cabinas. Y es justamente su mal estado lo primero que llama la atención respecto de los teléfonos públicos que se encuentran en Florida, lo que hace que muchos erróneamente consideren que éstos no funcionan. El segundo aparato, que está entre Tucumán y Viamonte, es un claro ejemplo de ello. Sus laterales parecen un collage de grafitis, afiches superpuestos unos sobre otros, propuestas de encuentros “atrevidos” y ofertas de “dinero en mano”; sus interiores están cubiertos por una visible capa de suciedad y más volantes y grafitis; los visores de los dos aparatos con los que cuenta la cabina no permiten distinguir los números y letras que allí aparecen; y tocar los botones provoca una desagradable sensación pegajosa en los dedos. Lo mismo sucede en la tercera y última cabina de la calle Florida, que cuenta con tres teléfonos y está ubicada entre Lavalle y avenida Corrientes. Su aspecto exterior es un poco más atractivo que la de la anterior, ya que fue pintada por una casa de comida rápida para llevar sus colores, aunque éstos fueron parcialmente tapados por otros carteles. Su interior, sin embargo, cuenta otra historia. En éstos, a la suciedad y mal estado que poseían los teléfonos anteriormente descriptos, se les suman los restos de alguna comida indeterminada, botellas de gaseosas abiertas y abandonadas en el lugar y un olor putrefacto muy penetrante. De todos modos, pese a las apa-

riencias, estos teléfonos cumplen su función, ya que casi todos pueden ser utilizados sin problemas. Con 25 centavos todavía es posible hablar durante dos minutos en este tipo de aparatos. Para sorpresa, la comunicación no es mala. Sólo con uno de ellos no se tiene la misma suerte. En su caso, si bien la comunicación se establece, el que recibe la llamada sólo escucha estática y el que la hace, un silbido que tapa la voz del interlocutor.ß